Papa inicia su viaje histórico al Reino Unido

Publicado 2010/09/16
Autor : Gaudium Press

El Pontífice comenzó su visita al país por Escocia, donde fue recibido por la reina en la residencia de verano de Edimburgo

Ciudad del Vaticano (Jueves, 16-09-2010, Gaudium Press) El Papa Benedicto XVI llegó al Reino Unido en la mañana de este jueves, para realizar su 17° viaje al exterior. Es la primera visita de carácter duplo de un pontífice, o sea, como jefe de Estado vaticano y como jefe de la Iglesia Católica, institución que cuenta con 1,2 billones de fieles en todo el mundo y cerca de 6 millones en Gran Bretaña.

El lema del viaje, "Heart Speaks unto heart" ("Corazón habla al corazón") compone una de las frases acuñadas por el cardenal John Henry Newman, que el próximo domingo, último día del viaje del Papa, será declarado beato en una ceremonia presidida, excepcionalmente, por el propio Papa.

La visita es considerada uno de sus más importantes viajes, siendo definido, por los diversos elementos que la envuelven, como "histórico" y también "uno de los más difíciles". Para el Pontífice, será una oportunidad de encontrar a las autoridades de Estado y eclesiales, sobretodo los representantes de la iglesia anglicana.

Benedicto XVI dejó el aeropuerto romano de Ciampino a las 8:30 horas locales en el avión A 320 de la Alitalia. Por dejar el territorio italiano y al sobrevolar Francia, el Pontífice, como de costumbre en estas ocasiones, envió telegramas de cortesía al presidente de Italia, Giorgio Napolitano, y al francés Nicolas Sarkozy, impartiendo su bendición sobre las respectivas poblaciones.

El avión con el Papa a bordo aterrizó en el aeropuerto internacional de Edimburgo, Escocia, a las 10:15 horas locales, 15 minutos antes de lo previsto. El Pontífice fue recibido por el habitual clima escocés, cielo cubierto con nubes, y por la bienvenida de la reina Elizabeth, que se encuentra en período de descanso en el palacio real de Edimburgo, motivo por el cual la visita papal tuvo inicio en aquel país.

El primer compromiso concierne al nivel estatal del viaje: encuentro a puertas cerradas con la Reina y, en seguida, con las autoridades civiles, a las cuales tanto la monarca como el Pontífice discursarán.

Antes de eso, con todo, fue realizada, en el aeropuerto, una breve ceremonia de acogida a Benedicto XVI. El Pontífice fue recibido y saludado por el nuncio apostólico en Gran Bretaña, Mons. Faustino Sainz Muñoz; el príncipe Philip, duque de Edimburgo; el primer ministro de Escocia, Alex Salmond; el embajador del Reino Unido en la Santa Sede, Francis Campbell; y por otras autoridades civiles y religiosas.

En seguida, Benedicto XVI se transfirió en auto al Palacio Real de Holyroodhouse, donde fue realizada la ceremonia oficial de bienvenidas. La comitiva papal fue escoltada por las calles de Edimburgo por motos de la policía escocesa.

El sol se abrió en el cielo escocés luego de la llegada del Papa al palacio. En Holyroodhouse, el Pontífice fue recibido nuevamente por la Reina con su consorte, el príncipe Philip, y fueron tocados los himnos vaticano y, en seguida, inglés. La reina entonces presentó al Santo Padre una delegación de autoridades políticas, anglicanas, católicas, británicas y escocesas.

Terminada la ceremonia oficial de bienvenidas, el Papa y la reina se dirigieron al salón Morning Room del Palacio Real de Holyroodhouse, donde sería realizado el encuentro privado del Pontífice y la monarca.

Ciudad de Edimburgo

La ciudad de Edimburgo es la capital del Reino de Escocia, y está marcada profundamente por su pasado tradicional, con imponentes edificios históricos coexistiendo lado a lado con predios de diseños arquitectónicos modernos.

La población de Edimburgo es inferior a 500 mil habitantes, sin embargo, debido a las atracciones internacionales y festivales de arte que la ciudad ofrece a lo largo del verano, esta población sube hasta un millón en determinados períodos del año.

La Catedral de St. Mary es la sede de la arquidiócesis católica de San Andrés en Edimburgo. Ella es la catedral metropolitana desde 1886. El actual arzobispo, Cardenal Keith Patrick O'Brien, fue ordenado arzobispo y tomó posesión de la arquidiócesis en 1985. La Catedral de Saint Mary celebrará su segundo centenario en 2014.

En el corazón de la capital escocesa, se localiza el Castillo de Edimburgo, edificado sobre un volcán extinto y a partir del cual las vistas de la ciudad son las más privilegiadas.

A lo largo de la Royal Mile, pueden ser vistos el Castillo, el Parlamento, los precipicios de la época en que el trono pertenecía al Rey Arturo, y la residencia oficial de la reina cuando ella viene a Escocia: el palacio de Holyroodhouse.

Palacio de Holyroodhouse

El palacio de Holyroodhouse, que por más de 500 años fue la residencia real oficial, se levanta a los pies de la Royal Mile de Edimburgo. Sus jardines murados están rodeados de parques, dominados por un volcán extinto. Está próximo también de lo que resta de la abadía de Holyrood, una de las principales abadías medievales de Escocia.

El Palacio es la residencia oficial de verano de la reina en Escocia. Allí, por un mes a cada verano, a pesar del carácter de vacaciones, la monarca ejecuta una serie de compromisos reales. Durante la estadía de Su Majestad, el Duque de Hamilton, la Real Compañía de Arqueros y los Altos Condestables de Holyrood permanecen de guardia en el Palacio.

Según la tradición, el Palacio fue fundado por el rey David I de Escocia como un monasterio agustino en 1128, después de él haber tenido una visión en que una Cruz (rood), aparecía en los cuernos de un ciervo - así, el rey dedicó su fundación a la Santa Cruz.

Después de años de decadencia, Holyroodhouse revivió brevemente cuando el príncipe Charles Edward Stuart, conocido en la historia escocesa como Bonnie Prince Charlie, montó su corte en el palacio, con la intención de recuperar el trono para su padre. Al final del siglo XVIII, el Palacio sirvió de residencia para el Conde d'Artois, hermano más joven del rey Luis XVI, de Francia.
En años posteriores, la Reina Victoria, el Rey George V y la Reina María restauraron el palacio y lo transformaron en la residencia oficial de los Soberanos en Escocia, dotándolo con renombradas obras de arte.