Papa dice que Sudario es testimonio de la resurrección

Publicado 2010/05/03
Autor : Gaudium Press

En visita a la Catedral de Turín, Benedicto XVI define el misterioso tejido como “documento fotográfico” del evento “único e irrepetible en la historia de la humanidad”

Turín (Lunes, 03-05-2010, Gaudium Press) El Sudario testifica el "intervalo único e irrepetible en la historia de la humanidad y del universo" que es la resurrección de Jesucristo: también nos hace ver "cómo era su cuerpo acostado en la sepultura", afirmó Benedicto XVI ayer de tarde en su pasaje por la Catedral de Turín, lugar que guarda el misterioso tejido.

En su visita a Turín, el Santo Padre confirmó su convicción en la originalidad del tejido. El Pontífice, aún como Cardenal prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, estuvo en Turín ante el sudario en 1998, cuando afirmó que "hoy el sufrimiento de Cristo y su amor por nosotros fueron casi tangibles". Mientras Juan Pablo II en su visita en el mismo año alentaba a los científicos a continuar la pesquisa, Benedicto XVI hoy habla de "documento fotográfico". La Iglesia Católica nunca había confirmado oficialmente la originalidad del sudario.

La visita a la Catedral de Turín comenzó con la oración personal del Papa delante del sudario. Para este momento, las luces de la nave central fueron apagadas. Después, el Santo Padre realizó una meditación sobre el tema "El misterio del Sábado Santo". El día que simboliza la "tierra de nadie" de "gran silencio y soledad" de "escondimiento de Dios". El Pontífice observó que la humanidad tuvo varios momentos como el Sábado Santo en las dos guerras mundiales, en los 'lager', los 'gulag' y en las explosiones nucleares de Hiroshima y Nagasaki.

Además, el Sábado Santo simboliza "soledad extrema y absoluta del hombre" y "el abandono total" sin amor y palabras de alivio, que fueron superados por Jesucristo. El Papa dijo que "de la oscuridad de la muerte del Hijo de Dios nació la luz de una nueva esperanza" que asegura que en la "extrema soledad no estaremos nunca solos". El Sudario, manchado con la sangre, trae también el mensaje de vida, de "victoria de la vida sobre la muerte".

La veneración del sudario fue el momento más importante de toda la visita, un reconocimiento expresado por el propio Papa, que confesó: "Vivo esta peregrinación" con "particular intensidad, talvez porque el pasar de los años me tornen aún más sensible al mensaje de este extraordinario ícono".