sábado, 26 de noviembre de 2011

Alfonso Aguiló, "La bella y la bestia", Hacer Familia nº 211, 1.IX.11

Desde tiempo inmemorial, y en los más variados rincones del planeta, se han relatado muchas historias sencillas, de esas que tienen la misteriosa capacidad de transmitir enseñanzas que por mucho que varíen los tiempos siempre son universales.

La historia de la Bella y la Bestia, que se ha conocido mundialmente sobre todo gracias a la adaptación de Walt Disney, es una antigua leyenda que se ha difundido en muy diversas versiones. Es la historia de un príncipe que vive en un precioso castillo, con todas las riquezas que se pueda imaginar pero sin amor en su corazón. Es egoísta, autoritario y vanidoso. Una noche de invierno, una anciana harapienta llama a su puerta y le pide ayuda para no morir de frío. El príncipe se niega, y la anciana se convierte en una hechicera que desata el poder de su magia y lanza sobre él un hechizo que lo transforma en una bestia repugnante. Al irse, le explica la única forma de deshacer el conjuro: que antes de los 21 años aprenda a amar y llegue a ser amado por alguien; de lo contrario, su aspecto se quedará así para siempre.

El joven se encierra desesperado en su castillo, seguro de que nadie será capaz de amar a una bestia con semejante figura. Tiempo después, un viejo mercader que ha perdido su camino en la noche se detiene a pedir posada en el castillo encantado y la Bestia lo encierra en sus mazmorras. Unos días más tarde, la única hija del mercader, siguiendo la pista del caballo de su padre, llega al castillo e implora a la bestia que lo libere. La Bestia pone una condición: que se intercambie por su padre y quede encerrada en el castillo para siempre. Ella acepta.

Pasan los meses y la chica empieza a descubrir que tras aquel horrible aspecto hay otros valores. A su vez, él se va contagiando de la bondad de aquella joven que, con su carácter, le descubre un mundo que jamás había imaginado, ni siquiera cuando lo tenía todo, y se enamora de ella. Una tarde, a través de un espejo mágico, la chica ve con horror cómo las gentes de su pueblo han escuchado a su padre la historia del castillo encantado y piensan que ha perdido el juicio y van a encerrarlo en un manicomio. La Bestia, al ver el dolor de la muchacha, la deja marchar. Ella corre hacia el pueblo y explica lo sucedido. A pesar de sus ruegos, se organiza una expedición para acabar con la Bestia, que se deja prender sin resistencia, ya que sin su amada ya no desea vivir. Cuando ella llega y lo ve muerto en el suelo, rompe a llorar sobre su cadáver. Esas lágrimas deshacen el hechizo y aquel cuerpo inerte se transforma en el cuerpo del apuesto príncipe que antes había sido.

Se trata de una historia que, en sus diversas variantes, ha conmovido a millones de corazones a lo largo de los siglos, y que apunta hacia un principio innegable: la principal belleza está en el corazón, en aprender a querer a los demás y a darse a ellos sin esperar nada a cambio. Así es como se logra ser feliz, y también es, de modo habitual, como se logra que los demás nos quieran.

Muchas veces, por temor a sentirnos vulnerables, encerramos nuestros sentimientos en una coraza de despego y de arrogancia. Quizá apenas nos damos a los demás por miedo a que se aprovechen de nuestros buenos sentimientos, y por ese miedo perdemos grandes oportunidades de querer y ser queridos. O quizá consideramos inalcanzable cambiar nuestro carácter y nos encastillamos en nuestra individualidad, sin esforzarnos en encontrar una salida. O damos demasiada importancia al atractivo externo, pese a que sabemos bien que son cosas que apenas resisten la prueba del tiempo.

Muchas personas hacen grandes sacrificios por mejorar su aspecto externo, y eso es positivo en cuanto supone un esfuerzo por hacer más agradable la vida a los demás. Pero, por encima de la apariencia externa, hay que cuidarse de no ser engullido por la espiral de decepción que siempre produce el egoísmo, y que tantas veces tardamos demasiado en desenmascarar. La falta de amor agría el carácter y deja al descubierto nuestros peores defectos, que ya no se templan por el afecto desinteresado. En cambio, como describe esta historia, el sacrificio asociado al amor busca la felicidad del otro y proyecta a las personas hacia cotas mucho más elevadas de satisfacción personal.

La última estampa - cuentos para niños

Publicado 2011/11/26
Autor : Hna. Michelle Viccola, EP

Por un momento los niños pensaron regresar, pues la lluvia empezaba a apretar y el viento helado calaba hasta los huesos. Pero, ¿desistir faltando tan poco?

El grupo de monaguillos de la parroquia de Nuestra Señora del Amparo era muy numeroso y entusiasta. Todos los sábados tenían una reunión con el P. Romualdo que les contaba historias de la vida de los santos, milagros eucarísticos, así como intervenciones prodigiosas de la Virgen María en favor de sus hijos.

Mateo formaba parte de él. Había nacido en el seno de una familia muy unida y católica y desde pequeño había aprendido a rezar con fervor. Poco después de la Primera Comunión se convirtió en un dedicado monaguillo, ayudando siempre en las Misas con seriedad y compenetración.

En casa, solía escuchar a sus padres y a su abuela quejarse al ver cómo había tantos individuos en su ciudad alejados de la Iglesia por mera indolencia, sin que el párroco tuviera medios de evitarlo. Y pensaba: “De mayor quiero ser misionero. Iré a visitar a todas esas personas y les diré que no se pueden comportar de esa manera. ¡La Misa es tan bonita y vale tanto!”.

Conforme pasaba el tiempo ese deseo iba aumentando en su inocente corazón, produciéndole una enorme inquietud: tan sólo tenía nueve años y aún faltaba mucho para ser un hombre... ¿Por qué no empezar ya? Al manifestarle su anhelo al P. Romualdo, a éste se le ocurrió la idea de crear un grupo infantil de misioneros con los monaguillos. Los sábados irían de casa en casa llevando estampas, medallas y alguna ayuda a los más necesitados. Rezarían con todos los miembros de la familia y aprovecharían la ocasión para invitarlos a la Misa dominical.

Mateo no cabía en sí de contento. Los demás niños también se animaron y cada semana salían en grupos de tres o cuatro, cantando y llevando alegría a los hogares. Estos pequeños y valientes evangelizadores enseguida se hicieron conocidos y amados por todos en la ciudad.

Habían pasado varios meses sin que el entusiasmo de los chicos hubiera disminuido. Sin embargo, llegó el invierno con sus lloviznas, neblinas y bajas temperaturas.

Después de la comida del sábado, la cama caliente y acogedora preparada con cariño por las madres invitaba a un merecido reposo... El grupo de infantes misioneros iba reduciéndose paulatinamente.

Aquel sábado, especialmente gris, llovía y hacía frío y sólo Mateo y su amigo Santiago acudieron a la parroquia. El P. Romualdo admiró su valentía y su celo por las almas, pero los recibió con normalidad, como cualquier otro sábado.

Mateo se adelantó y dijo:

— Padre, si los demás no aparecen, no importa. Nosotros dos podemos formar una pareja sin problema. ¿Usted tiene estampas y medallas para repartir?

Y Santiago añadió:

— ¡Eso! No tenemos miedo de la lluvia ni del frío.

El sacerdote disfrazó su emoción y despidió a los niños con una bendición muy especial.

Los dos se fueron contentos, cantando y bien abrigados, sin desanimarse ante las puertas que no se abrían e incluso las ventanas que se cerraban estruendosamente, precedidas por voces malhumoradas que se quejaban del mal tiempo...

Al final de la tarde, tras recorrer bastantes casas, aún les quedaba una estampa, precisamente la de Nuestra Señora del Amparo. Por un momento pensaron regresar, pues la lluvia empezaba a apretar y el viento helado calaba hasta los huesos. Pero, ¿desistir faltando tan poco?

Entonces, Mateo le dijo a su amigo:

— Sólo nos queda una... ¿Quién sabe si la Virgen la ha reservado para alguien muy necesitado? Vamos a llamar a la puerta de esa casa tan triste.

Al entrar en el jardín, los niños tocaron las palmas y gritaron con fuerza, pero no apareció nadie...

Iban a darse ya la media vuelta cuando la puerta se entreabrió y un hombre de pelo cano y de fisonomía abatida les dijo titubeante:

— Buenas tardes... Una alegría iluminó la cara de los chiquillos:

— ¡Buenas tardes! Hemos venido a traerle una sonrisa de la Virgen María. ¡Tenga, es nuestra última estampa!

El pobre hombre abrió de par en par los ojos y no dijo nada. Cogió la estampa y enseguida enormes lagrimones rodaron por su rostro gastado por los años. Los niños procuraron consolarlo contándole algunos hermosos ejemplos de la bondad de María y le dijeron unas palabras de ánimo. Después regresaron a la parroquia con el corazón exultante.

Ese domingo muy temprano, mucho antes de la primera Misa, el P. Romualdo fue sorprendido por la visita de un hombre bien vestido que le pedía la confesión. El buen sacerdote le atendió con mucha bondad y le ayudó a reconciliarse con Dios, tras haber estado muchos años alejado de los sacramentos.

Era el que vivía en aquella casa lúgubre. Cuando llamaron a su puerta, se hallaba horriblemente trastornado por sus problemas. Estaba ante la inminencia de cometer una locura. No obstante, la insistencia del que llamaba le obligó a interrumpir sus nefastos pensamientos para ir a abrir la puerta.

Cuando lo hizo, se encontró con la fisonomía angelical de dos niños que, sonriendo, empezaron a hablarle de las misericordias y del amparo de la Virgen. Y se dio cuenta de que allí estaba la solución a sus dificultades.

Ahora bien, sabía que su actual situación era consecuencia de ciertas deshonestidades que había cometido hacía algunos años. Y, con certeza, no podía esperar la indispensable ayuda de María sin antes reconocer su culpa y procurar reconciliarse con Dios... Una buena confesión le daría la oportunidad de dejarlo todo atrás y comenzar una nueva vida.


El sábado siguiente, el P. Romualdo le contó a su grupo de pequeños evangelizadores lo que había ocurrido. Los niños se quedaron impresionados. E hicieron el propósito de no desistir nunca más de hacer apostolado, cualesquiera que fueran los obstáculos. Porque cuando uno menos lo espera, Dios nos llama para ser instrumentos de salvación de aquellos que están a nuestro alrededor.

Frase

Dios mío, no se lo que será el nuevo día que entre luces y sombras viviré, pero se que si tu vienes conmigo, no fallara mi fe.

Evangelio del día

2011-11-26 - Evangelio según San Lucas 21,34-36
Publicado 2011/11/26
Autor : Sagrada Biblia

Hasta que llegó el anciano para hacer justicia a los santos del Altísimo, y empezó el imperio de los santos.

Libro del profeta Daniel 7,15-27

Yo, Daniel, me sentía agitado por dentro, y me turbaban las visiones de mi fantasía. Me acerqué a uno de los que estaban allí en pie y le pedí que me explicase todo aquello. Él me contestó, explicándome el sentido de la visión: "Esas cuatro fieras gigantescas representan cuatro reinos que surgirán en el mundo. Pero los santos del Altísimo recibirán el reino y lo poseerán por los siglos de los siglos."

Yo quise saber lo que significaba la cuarta fiera, diversa de las demás; la fiera terrible, con dientes de hierro y garras de bronce, que devoraba y trituraba y pateaba las sobras con las pezuñas; lo que significaban los diez cuernos de su cabeza, y el otro cuerno que le salía y eliminaba a otros tres, que tenía ojos y una boca que profería insolencias, y era más grande que los otros. Mientras yo seguía mirando, aquel cuerno luchó contra los santos y los derrotó. Hasta que llegó el anciano para hacer justicia a los santos del Altísimo, y empezó el imperio de los santos.

Después me dijo: "La cuarta bestia es un cuarto reino que habrá en la tierra, diverso de todos los demás; devorará toda la tierra, la trillará y triturará. Sus diez cuernos son diez reyes que habrá en aquel reino; después vendrá otro, diverso de los precedentes, que destronará a tres reyes; blasfemará contra el Altísimo e intentará aniquilar a los santos y cambiar el calendario y la ley. Dejarán en su poder a los santos durante un año y otro año y otro año y medio.

Pero, cuando se siente el tribunal a juzgar, le quitará el poder, y será destruido y aniquilado totalmente. El poder real y el dominio sobre todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Será un reino eterno, al que temerán y se someterán todos los soberanos.

Interleccional: Daniel 3,82-87

Hijos de los hombres, bendecid al Señor. Bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor. Siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor. Santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Evangelio según San Lucas 21,34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre."

jueves, 24 de noviembre de 2011

Nuevo libro de Benedicto XVI narra vida de la Virgen para niños

Publicado 2011/11/22
Autor: Gaudium Press
Sección: Europa

Ciudad del Vaticano (Martes, 22-11-2011, Gaudium Press) Las librerías italianas están divulgando "María, la Madre de Jesús", el más reciente libro escrito por el Papa Benedicto XVI.

En un estilo propio, el libro tiene una característica especial: fue escrito para niños. En sus 48 páginas es bastante ilustrado con dibujos del artista italiano Franco Vignazia. La edición estuvo a cargo de la "Piccola Casa Editrice".
En el libro, mostrando todas las festividades litúrgicas que la Iglesia dedica a la Santa Madre de Dios, el Papa recorre las etapas de la vida de la Virgen María.

El cardenal arzobispo de Milán, Mons. Angelo Scola es el autor del prefacio. Él explica que de las varias representaciones de Nuestra Señora, el Pontífice se detiene en una, en particular, que pertenece a la iconografía de la tradición bizantina. Es la llamada "Virgen de la ternura", que retrata al Niño Jesús con su rostro pegado al rostro de su madre.

En el prefacio, publicado por el "L'Osservatore Romano", Mons. Scola adelanta que, al leer el libro del Papa, los niños podrán notar que la madre de Jesús, "concebida sin pecado" es, en realidad, como nosotros: "Vivió las mismas alegrías que nosotros, los mismos dolores, momentos felices y momentos difíciles, fatigas como las nuestras y el mismo entusiasmo, siempre confiando y colocándose en las manos de Dios". Y que, cuando llegan los momentos sombríos, María nos enseña a no desanimarnos delante de cosas "que no funcionan o van mal".

El cardenal invita a los niños a leer el libro del Papa y hace votos de que a través de esas páginas, descubran que vale la pena vivir y confiar en María. Él sugiere que los niños se arrodillen a los pies de la cama y recen todas las noches un Ave María. "Yo hago eso y me ayuda mucho", garantiza el cardenal.

Con informaciones de la Radio Vaticana.

Gaudium Press / João Sergio Guimaraes

2011-11-24 - Evangelio según San Lucas 21,20-28

2011-11-24 - Evangelio según San Lucas 21,20-28
Publicado 2011/11/24
Autor : Sagrada Biblia

Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.

Libro del profeta Daniel 6,12-28

En aquellos días, unos hombres espiaron a Daniel y lo sorprendieron orando y suplicando a su Dios. Entonces fueron a decirle al rey: "Majestad, ¿no has firmado tú un decreto que prohíbe hacer oración, durante treinta días, a cualquier dios o cualquier hombre fuera de ti, bajo pena de ser arrojado al foso de los leones?" El rey contestó: "El decreto está en vigor, como ley irrevocable de medos y persas." Ellos le replicaron: "Pues Daniel, uno de los deportados de Judea, no te obedece a ti, majestad, ni al decreto que has firmado, sino que tres veces al día hace oración a su Dios."

Al oírlo, el rey, todo sofocado, se puso a pensar la manera de salvar a Daniel, y hasta la puesta del sol hizo lo imposible por librarlo. Pero aquellos hombres le urgían, diciéndole: "Majestad, sabes que, según la ley de medos y persas, un decreto o edicto real es válido e irrevocable." Entonces el rey mandó traer a Daniel y echarlo al foso de los leones. El rey dijo a Daniel: "¡Que te salve ese Dios a quien tú veneras tan fielmente!"

Trajeron una piedra, taparon con ella la boca del foso, y el rey la selló con su sello y con el de sus nobles, para que nadie pudiese modificar la sentencia dada contra Daniel. Luego el rey volvió a palacio, pasó la noche en ayunas, sin mujeres y sin poder dormir. Madrugó y fue corriendo al foso de los leones. Se acercó al foso y gritó afligido: "¡Daniel, siervo del Dios vivo! ¿Ha podido salvarte de los leones ese Dios a quien veneras tan fielmente?" Daniel le contestó: "¡Viva siempre el rey! Mi Dios envió su ángel a cerrar las fauces de los leones, y no me han hecho nada, porque ante él soy inocente, como tampoco he hecho nada contra ti."

El rey se alegró mucho y mandó que sacaran a Daniel del foso. Al sacarlo, no tenía ni un rasguño, porque había confiado en su Dios. Luego mandó el rey traer a los que habían calumniado a Daniel y arrojarlos al foso de los leones con sus hijos y esposas. No habían llegado al suelo, y ya los leones los habían atrapado y despedazado.

Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas de la tierra: "¡Paz y bienestar! Ordeno y mando que en mi imperio todos respeten y teman al Dios de Daniel. Él es el Dios vivo que permanece siempre. Su reino no será destruido, su imperio dura hasta el fin. Él salva y libra, hace signos y prodigios en el cielo y en la tierra. Él salvó a Daniel de los leones."

Interleccional: Daniel 3,68-74

Rocíos y nevadas, bendecid al Señor. Témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor. Noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor. Rayos y nubes, bendecid al Señor. Bendiga la tierra al Señor.

Evangelio según San Lucas 21,20-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad; porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está escrito.

¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Porque habrá angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo. Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora.

Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación."

¿Por qué te deprimes?

Sheila Morataya-Fleishman

“La misión del pensamiento es clarificar y ordenar el mundo que aparece en las vivencias endotímicas”. - José Antonio Marina.

¿Cómo está tu cabeza? ¿Puedes identificar el motivo verdadero de tu melancolía? Si no es así, ¿podría ser que hay mucho desorden? Tal vez hay cosas que a la larga te impiden ver y vivir sabiendo que como mujer tienes una vocación que “es”, que te llama a desarrollarte en el mundo, en la sociedad como “mujer”. La sociedad en la que tú y yo vivimos tiene una necesidad enorme de mujeres emocionalmente sanas y fuertes, que se nieguen ferozmente a ceder a sentimientos de muerte, melancolía y tristeza pues ellos te impiden iluminar y nutrir aquello para lo cual estás llamada. Es preciso aprender a vivir no enfocada en tus necesidades de una manera desordenada (pues las tienes), sino desarrollando a los otros y nutriéndoles es como pasarás a colmar las tuyas propias.

Quizá te encuentres deprimida porque no tienes el trabajo que deseas, las cosas con las que sueñas o porque el hombre que ansías no llega y te pasas las horas y los días lamentándote por esto y sumergida en una profunda tristeza.

¿Te has puesto a pensar que siendo una mujer soltera como lo eres hasta hoy, se te está proporcionando la oportunidad de prepararte cada vez más y hacer cosas que nunca más podrás hacer cuando pases a ser una mujer casada?

Si éste es tu caso te animo a que sacudas las escamas de la tristeza y te revistas del vestido de la alegría. No hay nada más refrescante que ver a una mujer alegre. Pon en papel aquellas cosas que a partir de hoy mismo puedes empezar a hacer para olvidarte de todo lo que necesitas afectivamente. Entre ellas:

– Tomar cursos de desarrollo personal.
– Registrarte en clases de tenis o golf.
– Pertenecer a un grupo en la Iglesia.
– Hacer una visita a los asilos de ancianos una vez a la semana.
– Plantar un jardín.
– Irte al cine a ver una película sintiéndote feliz de estar contigo a solas.

Puede que tu caso sea diferente y ya eres una mujer casada y con hijos. Todo estaría bien para ti si él fuera más atento, si tuviera detalles especiales y no se pasara las horas trabajando. Muchas veces, se trata de tomar decisiones maduras, cargadas de inteligencia creativa y poner en marcha un plan de acción para fortalecer el matrimonio y salir de la depresión.


¿Qué puedes hacer?

– Decidirte vivir en el mundo estrecho de la tristeza abandonándote a una vida rutinaria y gris o lanzarte desde dentro a nutrir tu matrimonio poniendo tú misma los detalles, las comas y los acentos. Se requerirá mucha conciencia de tu parte de que lo haces porque a ti te da la gana y no porque simple y sencillamente no te queda otra salida. Cuando como mujer casada tomas decisiones para mejorar tu matrimonio lo importante es que lo hagas porque hay amor que vale la pena salvar, porque sabes que así te autotrasciendes y creces y no porque te dejas llevar por un mito o la pura resignación.

– Si ves que se acerca un nuevo aniversario y él no da señales de tener planes, comienza tú a planear lo que puedes hacer para que éste sea un aniversario especial. ¿Tal vez tú lo invitas a comer y le das un par de regalos? O ¿prefieres seguir esperando a que él lo olvide este año? Tú decides quejarte, entristecerte o amar.

– Reflexiona acerca de tu propia actitud interior para estar feliz o triste. Si tu caso es una depresión normal (es decir no hay necesidad de medicamentos especiales o visitas al psicólogo) piensa si hay una raíz de egoísmo que te lleva a cerrarte y dar todo lo que puedes dar. Pedirle a una mujer que sea generosa en nuestros días muchas veces es visto como un sacrificio extraordinario o una proeza que sólo pueden hacer las mujeres que no tienen personalidad o seguridad en ellas mismas. Nada más falso que esto, pues como mujer tienes la capacidad nata en ti misma de hacerlo, de estar en el mundo para acoger la vida y poder darse como un flujo y reflujo entre el todo de la vida y el todo de tu propia donación, * lo importante es que te decidas a hacerlo y al hacerlo te sientas feliz.

– ¿Ya no te acaricia? Lánzate otra vez, olvídate de tu orgullo y bésalo tú, toma de nuevo su mano, derrite el hielo y al hacerlo siéntete orgullosa y feliz de poder experimentar lo que se siente cuando te decides a actuar como una verdadera mujer. Al principio tal vez podrás enfrentar un debate interior entre el dar y quitar, incluso podrás sentir una sensación de tristeza (el egoísmo quiere que pienses sólo en él), pero si lo estás enfocando con la visión que da la madurez y la conciencia de que la fundación del amor está anclada en la voluntad y las ganas de hacer que tu matrimonio funcione todo marchará sobre ruedas.


Depresión o amor

Amiga, te invito a que busques y encuentres lo que causa tu depresión y te impide salir al encuentro de los otros. Cuando como mujer no te nutres de los valores que vivifican la vida y te impulsan a dar, caes en el peligro de volverte egoísta y de llenar tu pensamiento de filosofías que no te llevan a tu propio bien y al bien de los otros. Como mujer en tu composición orgánica-genética posees la fuerza necesaria para obligarte a ti misma a interpretar y discernir el motivo de tu tristeza o depresión. La pregunta valiente: ¿por qué me siento o actúo así?

Probablemente te llevará a la conclusión de que tienes que llenar tu vida de algo más, de ese valor fundamental que te hace no cansarte nunca de dar y te obliga a vivir con tus ojos puestos en el cielo. Cuando el alma de mujer interioriza de verdad su vocación al amor entonces de verdad también puede nutrir y transformar.

sábado, 19 de noviembre de 2011

"Calma, deja que corra el tiempo" San Josemaria Escriva de Balaguer

Estás intranquilo. -Mira: pase lo que pase en tu vida interior o en el mundo que te rodea nunca olvides que la importancia de los sucesos o de las personas es muy relativa. -Calma: deja que corra el tiempo; y, después, viendo de lejos y sin pasión los acontecimientos y las gentes adquirirás la perspectiva, pondrás cada cosa en su lugar y con su verdadero tamaño. Si obras de este modo serás más justo y te ahorrarás muchas preocupaciones. (Camino, 702)

No os asustéis, ni temáis ningún daño, aunque las circunstancias en que trabajéis sean tremendas, peores que las de Daniel en la fosa con aquellos animales voraces. Las manos de Dios son igualmente poderosas y, si fuera necesario, harían maravillas. ¡Fieles! Con una fidelidad amorosa, consciente, alegre, a la doctrina de Cristo, persuadidos de que los años de ahora no son peores que los de otros siglos, y de que el Señor es el de siempre.

Conocí a un anciano sacerdote, que afirmaba –sonriente– de sí mismo: yo estoy siempre tranquilo, tranquilo. Y así hemos de encontrarnos siempre nosotros, metidos en el mundo, rodeados de leones hambrientos, pero sin perder la paz: tranquilos. Con amor, con fe, con esperanza, sin olvidar jamás que, si conviene, el Señor multiplicará los milagros. (Amigos de Dios, 105)

Educar la sensibilidad: afán de aprender

Como ha escrito José Antonio Marina, nunca podemos estar seguros de lo que otra persona ve. Aunque sigamos con atención su mirada, no podemos adivinar el paisaje que está viendo. Ambos podemos estar viendo aparentemente lo mismo, pero ignoramos el nivel donde está instalada la percepción del otro.

Un paisaje no es el mismo, por ejemplo, para la mirada de un pintor que para la de una persona que va de caza. Cada uno recibe percepciones distintas. No es sólo que vean las mismas cosas y luego las interpreten de modo diferente, sino que la percepción de cada uno es filtrada por el valor y el significado que aquello tiene para él.

Un ejemplo claro es el lenguaje escrito: nos cuesta mucho mirar un texto sin leerlo; si entendemos esa lengua, no vemos unos extraños garabatos, sino que la mirada inteligente se resiste a detenerse en esos signos, y va más allá: no sólo ve, sino que lee, recibe inevitablemente una percepción elaborada, y su atención se desplaza según el significado de lo que va leyendo.

Los hombres, en la vida diaria, sometemos la realidad a un interrogatorio continuo, y de la sagacidad de nuestras preguntas dependerá el interés de sus respuestas y nuestra posibilidad de enriquecernos con ellas.

Al hombre con afán de aprender le sucede lo mismo que al niño, que cada vez es más exigente a la hora de aceptar una respuesta. El niño repite una y otra vez las mismas preguntas: ¿qué es esto?, ¿por qué esto es así?, ¿qué hace?, ¿por qué hace eso?, pero no siempre le valen las mismas respuestas. Según unos estudios publicados por Branderburg y Boyd en Estados Unidos, los niños entre cuatro y ocho años formulan en un diálogo normal un promedio de 33 preguntas por hora (sin duda un gran estímulo para la paciencia familiar). Al principio, la pregunta ¿qué es esto? queda contestada con el nombre de la cosa; más adelante, sin embargo, habrá que añadir otras explicaciones, porque el niño espera más, necesita más; y volverá quizá a hacer las mismas preguntas, pero entonces el interrogante que ha de ser satisfecho será más profundo.

El hombre, a través de su observación, su reflexión y sus preguntas, aprende desde muy niño a mirar y a entender el mundo que le rodea. Desde los primeros momentos de la vida hay un claro interés por aprender, por preguntar, por apropiarse del mundo de los otros.

Uno de los más eficaces empeños educativos ha de ser enseñar a preguntar.

La insensibilidad, la incapacidad de relacionarse con lo que es complejo o profundo, es una de las más amargas fuentes de infelicidad, porque niega a las personas acceder a su propia singularidad, porque dilapida toda una fortuna de posibilidades que se nos presentan de continuo a cada uno. Las personas insensibles afirman quizá que todo eso les da igual, que están bien como están, pero cuando un día despierten y vean lo que han perdido, se lamentarán con verdadero pesar.

Sería una pena que el transcurso de los años acabara por marchitar ese natural y espontáneo deseo infantil de aprender. Un deseo que nos aleja del peligro de volvernos conformistas e insensibles, que nos impulsa a profundizar en las cosas, a mejorar nuestra sensibilidad, nuestra capacidad de discernimiento, a descubrir esa parábola que late bajo cada situación y cada eventualidad, cuando se contemplan con atención.

A lo mejor pensamos que, por la razón que sea, esa capacidad ya poco puede crecer en nosotros, pero probablemente no sea así. Podemos aprender a discernir mejor. Podemos enriquecernos aún mucho con las aportaciones de los demás. Podemos –y debemos– ganar en sensibilidad.

El ser humano no sólo sabe lo que sabe, sino que también sabe que ignora muchas otras cosas.

Como apuntó Jerome Bruner, si no hay constatación de la ignorancia, no habrá tampoco esfuerzo por aprender ni por enseñar.

Quien no tenga ese afán de indagar, detectar y subsanar la ignorancia propia y ajena, difícilmente podrá educar bien.

La capacidad de aprender está hecha de muchas preguntas y de algunas respuestas; de una continua búsqueda nunca totalmente satisfecha; de un sano sentido crítico; de una sana y activa receptividad hacia la gente que nos merece autoridad moral. Por eso, como tantas veces se ha dicho, lo importante es enseñar a aprender. Formar cabezas que no sean simples almacenes de conocimientos, sino personas capaces de pensar por sí mismas, capaces de buscar y encontrar la información relevante y fiable que necesitan, y capaces luego de tomar decisiones.

Una buena educación debe potenciar la capacidad de preguntar y de preguntarse.

Una sana inquietud sin la cual difícilmente se llega a saber sobre las cosas, aunque se puedan repetir de carrerilla.

Es una cuestión ardua y difícil. Una prueba de que las cosas deben mejorar aún bastante es que en la educación primaria e infantil los profesores se ven agobiados por lo mucho que preguntan los niños, mientras que en la universidad se quejan de que los alumnos apenas preguntan en clase. ¿Qué ocurre en esos años que separan la escuela de las facultades para que se les pasen las ganas de preguntar?


Alfonso Aguiló
http://www.interrogantes.net/

Evangelio del día

2011-11-19 - Evangelio según San Lucas 20,27-40
Publicado 2011/11/19
Autor : Sagrada Biblia

Jesús les contestó: "En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán.

Primer libro de los Macabeos 6,1-13

En aquellos días, el rey Antíoco recorría las provincias del norte, cuando se enteró de que en Persia había una ciudad llamada Elimaida, famosa por su riqueza en plata y oro, con un templo lleno de tesoros: escudos dorados, lorigas y armas dejadas allí por Alejandro, el de Filipo, rey de Macedonia, que había sido el primer rey de Grecia. Antíoco fue allá e intentó apoderarse de la ciudad y saquearla; pero no pudo, porque los de la ciudad, dándose cuenta de lo que pretendía, salieron a atacarle. Antíoco tuvo que huir, y emprendió el viaje de vuelta a Babilonia, apesadumbrado.

Entonces llegó a Persia un mensajero, con la noticia de que la expedición militar contra Judá había fracasado: Lisias, que había ido como caudillo de un ejército poderoso, había huido ante el enemigo; los judíos, sintiéndose fuertes con las armas y pertrechos, y el enorme botín de los campamentos saqueados, habían derribado el arca sacrílega construida sobre el altar de Jerusalén, habían levantado en torno al santuario una muralla alta como la de antes, y lo mismo en Betsur, ciudad que pertenecía al rey. Al oír este informe, el rey se asustó y se impresionó de tal forma que cayó en cama con una gran depresión, porque no le habían salido las cosas como quería.

Allí pasó muchos días, cada vez más deprimido. Pensó que se moría, llamó a todos sus grandes y les dijo: "El sueño ha huido de mis ojos; me siento abrumado de pena y me digo: "¡A qué tribulación he llegado, en qué violento oleaje estoy metido, yo, feliz y querido cuando era poderoso!" Pero ahora me viene a la memoria el daño que hice en Jerusalén, robando el ajuar de plata y oro que había allí, y enviando gente que exterminase a los habitantes de Judá, sin motivo. Reconozco que por eso me han venido estas desgracias. Ya veis, muero de tristeza en tierra extranjera."

Salmo 9

Te doy gracias, Señor, de todo corazón, proclamando todas tus maravillas; me alegro y exulto contigo y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo.

Porque mis enemigos retrocedieron, cayeron y perecieron ante tu rostro. Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío y borraste para siempre su apellido.

Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron, su pie quedó prendido en la red que escondieron. Él no olvida jamás al pobre, ni la esperanza del humilde perecerá.

Evangelio según San Lucas 20,27-40

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos.

Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella."

Jesús les contestó: "En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob".

No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos." Intervinieron unos escribas: "Bien dicho, Maestro." Y no se atrevían a hacerle más preguntas.

Frase

Tu gracia Señor inspire nuestras obras, las sostenga y acompañe, para que todo nuestro trabajo brote de ti, como de su fuente.

jueves, 17 de noviembre de 2011

¿Quiénes son los Heraldos del Evangelio?

¿Quiénes son los Heraldos del Evangelio?

¿Qué hacen?

¿Cuál es su carisma y su misión?

Conozca en este breve video que describe las principales características y actividades de esta asociación ya presente en 70 países del mundo. Los Heraldos del Evangelio es la primera a ser erigida por la Santa Sede en el tercer milenio de la Cristiandad. Prenda el audio de su equipo y haga clic

Se ha vuelto un crítico agresivo

La vida misma:

Raúl tiene 15 años y es el pequeño de tres hermanos. Sus padres no saben bien por qué, pero desde hace varios meses muestra una creciente tendencia a criticar a todo el mundo. Demuestra tener una notable agudeza para captar los defectos de los demás, y se siente impulsado a manifestar lo que él considera flagrantes faltas coherencia.

Sus padres procuran decirle que no está bien criticar con tanta dureza a la gente, que debe ser más comprensivo, etc. Ante esas razones, Raúl suele indignarse más aún, y dice cosas como "¿por qué no voy a decirlo si es verdad?", o "me parece una hipocresía callarse lo que uno piensa: si no es verdad, que me lo demuestren".

Raúl lleva varios días un poco más acelerado de lo normal. Su sentido crítico está en plena efervescencia, y le lleva a una agresividad que produce tensiones fuertes a su alrededor. En su clase le están pagando con la misma moneda, y de los conflictos que produce sale a veces bastante malparado.

Hoy ha llegado a casa malhumorado y hundido. Ha debido pasar algo. Sus padres llevan tiempo preocupados, pero no saben bien qué más decirle. "Estoy pensando —concluía su padre cuando lo comentaba por la noche con su mujer— que tendría que hablar con él con un poco de calma. Veo que siempre hablamos de estas cosas en unas circunstancias negativas, a raíz de escuchar sus críticas y tener que atajarlas. Como he visto que hay estos días una feria de últimas tecnologías multimedia, que a él le encantan, igual que a mí, voy a proponerle que me acompañe, a ver si encontramos después un buen momento para charlar".

Objetivos:

— Reconducir de modo constructivo su sentido crítico.
— Enseñarle a comprender mejor a los demás.
— Que intente ponerse en el lugar de los otros al corregir.
— Y que lo haga siempre de modo oportuno, positivo e inteligente.
— Favorecer un ambiente familiar en el que todos tengan la tranquilidad de saber que cuando hagan algo mal se lo dirán los demás lealmente, de modo privado y sin criticarle a sus espaldas.

Así es la vida

A Raúl le hizo ilusión el plan. Quedaron en aprovechar el mediodía, que siempre hay menos gente, y después comer allí juntos en plan rápido unas hamburguesas, cosa que a Raúl le gustaba casi más que la informática. Durante el trayecto no pararon de hablar sobre ordenadores. Su padre se esforzó en escuchar. A raíz de los comentarios del chico, salían también sus opiniones sobre otros temas muy diversos, expresados siempre con gran rotundidad.
El tiempo de la visita se pasó en un suspiro y llegó la hora de comer. Su padre pensó que había ya un ambiente adecuado para hablar con más confianza sobre el carácter de su hijo. De todas formas, no le resultaba fácil sacar el tema. Pensó en dejarlo para otra ocasión, pero se dio cuenta de que era por pura pereza: "He quedado con mi mujer en hablar con él de esto —pensaba para sí—; no puedo volverme sin hacerlo".

Sacó por fin el tema, con el mejor tono que supo. Intentó hacer un enfoque positivo. "Mira, Raúl, me gustaría que habláramos en plan serio y constructivo. No quiero ahora recriminarte nada, estate tranquilo. Más bien quiero pedirte ayuda." Raúl le miraba con asombro: "¿De qué se trata? Nunca te había visto con tanto misterio...".

"Se trata —le explicó— de que veo que tienes talento para ver lo que los demás hacemos mal. Y eso es un don con el que puedes ayudarnos mucho, si lo empleas bien. Pero si lo empleas mal puedes hacer sufrir mucho también."

Raúl escuchaba con interés. Era bastante consciente de casi todo lo que le pasaba, pero se veía superado por sus frecuentes sentimientos de rebeldía y de indignación. Solía acabar manifestándolos ásperamente, y luego se pasaba horas dándole vueltas en la cabeza a los motivos por los que él tenía razón. Con frecuencia también le dolían luego las cosas que había llegado a decir en esos momentos de enfado, y se sentía culpable.

Su padre le encontró receptivo, y pudo hablarle con calma de cómo todos tenemos muchos defectos, y que lo mejor era ayudarnos entre todos a superarlos, en vez de recriminárselos unos a otros en los momentos de enfado o indignación, que es cuando todos estamos menos ponderados para hablar y menos receptivos para escuchar. Hablaron de la maravilla de poder actuar con naturalidad, sabiendo que tenemos las espaldas guardadas por los demás, que nos dirán lealmente, a la cara y con cariño, las cosas que hagamos mal.

Hablaron bastante, de manera que tuvieron luego que salir a toda prisa para no llegar tarde al trabajo y a clase respectivamente. Raúl quedó contento, y reconoció que su actitud hipercrítica le estaba dando malos resultados, pues le había alejado de algunos de sus compañeros y ahora tenía que recuperar mucho terreno en sus relaciones de amistad. Sabía que le iba a costar, pero había visto las cosas claras y había llegado a un acuerdo con su padre para hablar de estas cosas con calma al menos una vez cada semana.

Frase

Dios nuestro tu que has querido que los hombres trabajemos, cooperando unos con otros, has que alcancemos éxitos cada vez mejores.

Holanda: Presencia de los Heraldos en la Jornada de la Juventud.


sábado, 12 de noviembre de 2011

El Salvador: Fiesta de los Oratorios




El seis de noviembre pasado los cooperadores de los Heraldos del Evangelio llevaron la Imagen Peregrina del Inmaculado Corazón de María de Fátima a la localidad de San Sebastián, en la Diócesis de San Vicente.
Allí se conmemoró con gran solemnidad y alegría el 5º aniversario de la llegada de los oratorios a esa ciudad.
Los oratorios son capillitas que pasan un día en cada casa, para que la familia se reuna a rezar el Rosario y leer algún pasaje de la Biblia. Los coordinadores o encargados locales de esa misión reciben la capa naranja como distintivo.

Alfonso Aguiló, "Cambiar es posible", Hacer Familia

Ha fallecido en New York a los 84 años Bernard Nathanson, aquel famoso doctor que fue conocido como el "rey del aborto". Lo llamaban así porque practicó más de setenta mil abortos y porque fue uno de los que más promovió los cambios legislativos a favor del aborto en Estados Unidos a comienzos de los años setenta. Nathanson estudió medicina en Montreal y allí se enamoró de Ruth, una joven y guapa judía con quien tenía planes de matrimonio. La joven se quedó embarazada y cuando Bernard le escribió a su padre para consultarle la posibilidad de contraer matrimonio, éste le envió cinco billetes de cien dólares junto con la recomendación de abortar. Bernard convenció a Ruth para que abortase. Conoció entonces el siniestro mundo del aborto y cuando acabó sus estudios se dedicó plenamente a ello. Años después, en 1968, fundó junto con otras personas una liga nacional para revocar las leyes sobre el aborto en Estados Unidos, y en 1973 ya lo habían conseguido. Él mismo describió tiempo después las tácticas que emplearon. La primera, convencer a los medios de comunicación de que la causa del aborto era propia de un liberalismo progresista. La segunda fue decir que había un millón de abortos clandestinos anuales, aunque en realidad apenas superaban los cien mil, pero repitieron esa cifra hasta que fue para todo el mundo una realidad indiscutible. La siguiente fue denigrar sistemáticamente a la Iglesia Católica, calificando de retrógradas sus ideas y señalándola como opositora principal. Por último, se esforzaron en ignorar cualquier evidencia científica de que la vida comienza con la concepción.

"He abortado —se lamentaría amargamente años después— a hijos de amigos, colegas, conocidos e incluso profesores. Llegué incluso a abortar a mi propio hijo (…) Ella quería seguir adelante con el embarazo pero me negué y yo mismo realicé el aborto”. Pero poco a poco las cosas empezaron a cambiar. Una nueva tecnología, los ultrasonidos, irrumpió en el ámbito de la medicina. Un día pudo observar el corazón del feto en los monitores electrónicos y comenzó a plantearse por vez primera "qué era lo que estábamos haciendo verdaderamente en la clínica". Decidió reconocer su error en un artículo en la revista The New England Journal of Medicine y aquello provocó una enorme reacción. Tanto él como su familia recibieron incluso amenazas de muerte.

En 1984 Nathanson pidió a un amigo suyo, que practicaba de quince a veinte abortos diarios, que colocase un aparato de ultrasonidos sobre la madre, grabando la intervención: "lo hizo, y cuando vio las cintas conmigo, quedó tan afectado que ya nunca más volvió a realizar un aborto”. Aquello dio origen a un documental titulado “El grito silencioso”, que llenó de admiración y de horror al mundo entero. Nathanson, pese a ser ateo de formación y de convicción, fue cambiando también en esto, de modo que en 1996 se convirtió al catolicismo y fue hasta su muerte un convencido creyente.

Un cambio tan meridiano como el de Bernard Nathanson es una muestra de que toda persona, por muy inmersa que esté en el error, puede cambiar. Todos podemos mejorar, podemos salir de cualquier error, aunque sea muy grave y de muchos años. La naturaleza siempre emite señales que nos lo advierten, y cualquiera, por muy obcecado que esté en determinados momentos, puede captar esos mensajes y, si hay la suficiente honestidad personal, abrirse al cambio. Además, quien más metido está en el error sabe mejor que nadie sus tristes consecuencias, la sordidez en que nos envuelve, las cadenas con que nos esclaviza. Y quizá por eso quienes salen de lo profundo de un error tienen más fácil luego advertir a los demás de sus engaños.

Bernard Nathanson cambió porque supo ser fiel a la voz de su conciencia aunque se sintiera prisionero de la inercia de una vida llena de tantos errores. Y cambió también porque hubo quienes tuvieron el valor de mantener la comunicación con él pese a lo equivocado de sus posturas y supieron tenderle la mano. Esta es otra importante enseñanza: hemos de procurar no perder la paciencia con nadie, por equivocado que esté, y hemos de esforzarnos por hacernos entender mejor, por entenderles a ellos, por superar las barreras que impiden ese cambio que quizá está más cerca de lo que pensamos.

María, Verdadera Madre de Dios

Publicado 2011/11/11
Autor: Gaudium Press
Sección: Espiritualidad

Redacción (Viernes, 11-11-11, Gaudium Press) Veamos como la Santísima Virgen es realmente Madre de Dios. Para que una mujer pueda decirse verdaderamente madre, es necesario que otorgue a su prole, por vía de generación, una naturaleza semejante (o sea, consustancial) a la suya.

Supuesta esta obvia noción de la maternidad, no es tan difícil comprender de qué modo la Virgen Santísima pueda ser llamada verdadera Madre de Cristo, habiendo Ella suministrado a Cristo, por vía de generación, una naturaleza semejante a la suya, o sea, la naturaleza humana.

La dificultad surge, sin embargo, cuando se busca comprender de qué modo la Virgen Santísima puede ser llamada verdadera Madre de Dios, pues no se ve bien, a primera vista, de qué modo Dios pueda ser aquí generado. No obstante eso, si observamos atentamente las dos fórmulas: Madre de Cristo y Madre de Dios, ellas se equivalen, pues significan la misma realidad y son, por eso, perfectamente sinónimas.

Madre de Cristo y Madre de Dios

Nuestra Señora, en efecto, no es denominada Madre de Dios en el sentido de que hubiese generado la Divinidad (o sea, la naturaleza divina del Verbo), y sí en el sentido de que generó según la humanidad, la divina persona del Verbo.

El sujeto de la generación y la filiación no es la naturaleza, sino la persona. Ahora, la divina persona del Verbo fue unida a la naturaleza humana, suministrada por la Virgen Santísima, desde el primer instante de la concepción; de modo que la naturaleza humana de Cristo no estuvo jamás caracterizada, ni incluso por un instante, por la personalidad humana, sino siempre subsistió, desde el primer momento de su existencia, en la persona divina del Verbo. Éste y no otro, es el verdadero concepto de la maternidad Divina, tal como fue definida por el Concilio de Éfeso, en el 431.

En resumen, María concibió realmente y dio a la luz según la carne a la persona divina de Cristo (Única persona que hay en Él) y, por consiguiente, es y debe ser llamada con toda propiedad Madre de Dios.

No importa que María no haya concebido la Naturaleza divina como tal (tampoco las otras madres conciben el alma de sus hijos), ya que esa naturaleza divina subsiste en el Verbo eternamente y es, por consiguiente, anterior a la existencia de María.

Ella, sin embargo, concibió una persona - como todas las madres-, y como esa persona, Jesús, no era humana, sino divina, se sigue lógicamente que María concibió según la carne a la persona divina de Cristo, y es, por tanto, real y verdaderamente Madre de Dios.

Dado lo que arriba demostramos podemos concluir que el dogma de la Divina Maternidad comprende que María es verdadera madre, o sea, Ella contribuyó en la formación de la naturaleza humana de Cristo con todo lo que aportan las otras madres en la formación del fruto de sus entrañas y que María es verdadera Madre de Dios, pues, concibió y dio a luz la segunda persona de la Santísima Trinidad, aunque no en relación a su naturaleza divina.

La Primera alusión a la Madre de Dios en las Escrituras


"Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Ella te pisará la cabeza, y tu armarás traiciones a su talón" (Gen III, 15). La tradición cristiana encontró en este trecho de las Escrituras denominado de Proto-Evangelio, el primer trazo que sirve para designar al Mesías y su victoria sobre el espíritu del mal. En efecto, Jesús representa eminentemente la descendencia de la mujer, en lucha con el linaje de la serpiente. Si Jesús es así llamado, no es en virtud del lazo remoto que lo une a Eva, pues ésta no puede transmitir a sus descendientes sino la naturaleza decaída, herida, privada de la vida divina, sino en razón del lazo que lo une a María, en el seno del cual Él tomó una humanidad inmaculada.

En efecto, la Escritura nos dice expresamente que María es la Madre de Jesús: "María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo", (Mt. 1,16). "Estaban junto a la cruz de Jesús, su Madre..." (Jn. 19,25) "Con María, la Madre de Jesús..." (At. 1, 14). Jesús nos es presentado como concebido por la Virgen (Lc. I, 31) y nacido de la Virgen (Lc. II, 7-12).

Pero, Jesús es verdadero Dios, como resulta de su propio y explícito testimonio, confirmado por milagros, por la fe apostólica de la Iglesia, el testimonio de San Juan, etc. Para poder negar su divinidad, no hay otro camino sino rasgar todas las páginas del Nuevo Testamento.

Ahora, si María es verdadera Madre de Jesús y Jesús verdadero Dios, se sigue necesariamente que María es verdadera Madre de Dios. San Pablo enseña explícitamente que, "Llegada a la plenitud de los tiempos, Dios mandó a su Hijo, hecho de una mujer". (Gal. IV, 4). Por estas palabras, se manifiesta claramente que Aquel que fue generado desde toda la eternidad por el Padre es el mismo que fue después generado en el tiempo por la Madre; pero aquel que fue generado desde toda la eternidad por el Padre es Dios, el Verbo. Por tanto, también lo que fue generado en el tiempo por la Madre es Dios, el Verbo.
Todavía más clara y explícita es la expresión de Santa Isabel. Respondiendo al saludo que María le dirigió, Santa Isabel, inspirada por el Espíritu Santo dijo llena de admiración: "¿Y cómo me es dado que la Madre de mi Señor venga a mí?" (Luc. I,43).

La expresión mi Señor es, evidentemente, sinónimo de Dios, ya que, en seguida, Isabel agrega: "Se cumplirán en Ti todas las cosas que te fueron dichas de parte del Señor", o sea, de parte de Dios. Isabel, por tanto, inspirada por el Espíritu Santo, proclamó explícitamente que María es verdadera Madre de Dios.

Por Inácio Almeida

Evangelio del día

2011-11-12 - Evangelio según San Lucas 18,1-8
Publicado 2011/11/12
Autor : Sagrada Biblia

Porque se acordaba de la palabra sagrada que había dado a su siervo Abrahán, sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos con gritos de triunfo.

Libro de la Sabiduría 18,14-16;19,6-9

Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al mediar la noche su carrera, tu palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable, desde el trono real de los cielos al país condenado; llevaba la espada afilada tu orden terminante; se detuvo y lo llenó todo de muerte; pisaba la tierra y tocaba el cielo. Porque la creación entera, cumpliendo tus órdenes, cambió radicalmente de naturaleza, para guardar incólumes a tus hijos.

Se vio la nube dando sombra al campamento, la tierra firme emergiendo donde había antes agua, el mar Rojo convertido en camino practicable y el violento oleaje hecho una vega verde; por allí pasaron, en formación compacta, los que iban protegidos por tu mano, presenciando prodigios asombrosos. Retozaban como potros y triscaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su libertador.

Salmo 104

Cantadle al son de instrumentos, hablad de sus maravillas; gloriaos de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor.

Hirió de muerte a los primogénitos del país, primicias de su virilidad. Sacó a su pueblo cargado de oro y plata, y entre sus tribus nadie tropezaba.

Porque se acordaba de la palabra sagrada que había dado a su siervo Abrahán, sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos con gritos de triunfo.

Evangelio según San Lucas 18,1-8

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: "Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario."

Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."" Y el Señor añadió: "Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?"

Frase

Felices son los que tienen un corazón puro y manos inocentes, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.

jueves, 10 de noviembre de 2011

La esperanza: fuente de alegría y de fortaleza

Caminemos con esperanza! Esta es la gran invitación que el Papa está haciendo a todos los cristianos que nos ha tocado la suerte de comenzar este nuevo milenio de la humanidad, este nuevo milenio de la cristiandad. Ya hemos dicho anteriormente que la condición de los cristianos es ir como peregrinos en medio del mundo hacia la patria prometida.

Caminar es el modo común de vivir del cristiano. No podemos darnos el lujo de quedarnos sentados ni cruzado de brazos. Dios nos ha dado la vocación de peregrinos, de caminantes. Y hoy menos que nunca podemos acobardarnos frente a la gran tarea de colaborar con nuestra fe y con nuestro esfuerzo en la transformación de nuestra sociedad tan maltrecha y tan golpeada, por una sociedad nueva, donde todos los hombres puedan vivir con dignidad, en un marco de justicia, de tranquilidad y de armonía, donde nadie se quede afuera, ni porque se le falte respeto sus derechos, ni porque se quede con los brazos cruzados. "Un nuevo milenio se abre ante la Iglesia - dice el Papa - como un océano inmenso en el cual hay que aventurarse, contando con la ayuda de Cristo”.

Hay que adentrarse, Hay que remar mar adentro, con coraje, con fe pero sobre todo con una gran esperanza, ya que sabemos que nuestros Dios no nos va fallar porque él es fiel a su palabra y lo que dice lo hace. “El Hijo de Dios, que se encarnó hace dos mil años por amor al hombre,- sigue diciendo el Papa - realiza también hoy su obra. Hemos de aguzar la vista para verla y, sobre todo, tener un gran corazón para convertirnos nosotros mismos en sus instrumentos”. ¡Si, en sus instrumentos!, poniendo nuestros brazos, nuestras piernas, nuestras inteligencias, nuestra voluntad y sobre todo nuestro corazón, con entrega generosa, sin recortes ni egoísmos, sin miedo ni desesperación.

Es muy importante no dudar, no titubear ante esta importante hora a la que Dios nos llama, con la conciencia de que asumimos una importante responsabilidad histórica: no podemos fallar, no le podemos fallar a Dios que espera de nosotros, no le podemos fallar a las futuras generaciones que no nos tienen más que a nosotros. “Cristo... ahora nos invita una vez más a ponernos en camino: « Id pues y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo » (Mt 28,19).

El mandato misionero nos introduce en el tercer milenio invitándonos a tener el mismo entusiasmo de los cristianos de los primeros tiempos” sigue exhortándonos el Vicario de Cristo. “Para ello podemos contar con la fuerza del mismo Espíritu, que fue enviado en Pentecostés y que nos empuja hoy a partir animados por la esperanza « que no defrauda » (Rm 5,5).”

Y aquí, de plano, mejor dejo al Papa hablar, ya que sus palabras se entienden por si solas:“Nuestra andadura, al principio de este nuevo siglo, debe hacerse más rápida al recorrer los senderos del mundo. Los caminos, por los que cada uno de nosotros y cada una de nuestras Iglesias camina, son muchos, pero no hay distancias entre quienes están unidos por la única comunión, la comunión que cada día se nutre de la mesa del Pan eucarístico y de la Palabra de vida. Cada domingo Cristo resucitado nos convoca de nuevo como en el Cenáculo, donde al atardecer del día « primero de la semana » (Jn 20,19) se presentó a los suyos para « exhalar » sobre de ellos el don vivificante del Espíritu e iniciarlos en la gran aventura de la evangelización. “

“Nos acompaña en este camino la Santísima Virgen, a la que hace algunos meses, junto con muchos Obispos llegados a Roma desde todas las partes del mundo, he confiado el tercer milenio. Muchas veces en estos años la he presentado e invocado como « Estrella de la nueva evangelización ». La indico aún como aurora luminosa y guía segura de nuestro camino. « Mujer, he aquí tus hijos », le repito, evocando la voz misma de Jesús (cf. Jn 19,26), y haciéndome voz, ante ella, del cariño filial de toda la Iglesia”.

“¡Queridos hermanos y hermanas! El símbolo de la Puerta Santa se cierra a nuestras espaldas, pero para dejar abierta más que nunca la puerta viva que es Cristo. Después del entusiasmo jubilar ya no volvemos a un anodino día a día. Al contrario, si nuestra peregrinación ha sido auténtica debe como desentumecer nuestras piernas para el camino que nos espera.

Tenemos que imitar la intrepidez del apóstol Pablo: « Lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta, para alcanzar el premio al que Dios me llama desde lo alto, en Cristo Jesús » (Flp 13,14). Al mismo tiempo, hemos de imitar la contemplación de María, la cual, después de la peregrinación a la ciudad santa de Jerusalén, volvió a su casa de Nazareth meditando en su corazón el misterio del Hijo (cf. Lc 2,51).”

“Que Jesús resucitado, el cual nos acompaña en nuestro camino, dejándose reconocer como a los discípulos de Emaús « al partir el pan » (Lc 24,30), nos encuentre vigilantes y preparados para reconocer su rostro y correr hacia nuestros hermanos, para llevarles el gran anuncio: « ¡Hemos visto al Señor! » (Jn 20,25). “

Y porque hemos visto al Señor, nos aventuramos a vivir intensamente centrados en Jesucristo, en un espíritu comunitario cada vez más auténtico, trabajando con ahínco cada día en la santidad personal, en un clima de profunda oración y con un testimonio palpable de fe y caridad, movidos por la Esperanza en el que está vivo y está entre nosotros, Jesucristo Resucitado.


Preguntas:

1.- ¿Qué significa vivir llenos de esperanza?¿Es posible luchar auténticamente sin ella?

2.- ¿Cómo puedes acrecentar tu esperanza y la de los que te rodean?

3.- ¿Cómo interpretas la misión de los cristianos en el Nuevo Milenio? ¿Qué parte tienes tú en esa misión?

Santo del día

San León Magno
Publicado 2011/11/10
Autor : Catholic.net

XLV Papa, Noviembre 10

Martirologio Romano: Memoria de san León I, papa, doctor de la Iglesia, que, nacido en Etruria, primero fue diácono diligente en la Urbe y después, elevado a la cátedra de Pedro, mereció con todo derecho ser llamado “Magno”, tanto por apacentar a su grey con una exquisita y prudente predicación como por mantener la doctrina ortodoxa sobre la encarnación de Dios, valientemente afirmada por los legados delConcilio Ecuménico de Calcedonia, hasta que descansó en el Señor en Roma, donde en este día tuvo lugar su sepultura en San Pedro del Vaticano (461).

Etimología: León = Aquel hombre audaz, imperioso y valiente, es de origen latino

El Papa León, que nació en Toscana a fines del siglo IV, es recordado en los textos de historia por el prestigio moral y político que demostró ante la amenaza de los Hunos de Atila (a los que logró detener sobre el puente Mincio) y de los Vándalos de Genserico (cuya ferocidad mitigó en el saqueo de Roma del 455). Elevado al solio pontificio en el 440, en sus 21 años de pontificado (murió el 10 de noviembre del 461) llevó a cabo la unidad de toda la Iglesia alrededor de la sede petrina, impidiendo usurpaciones de jurisdicción, arrancando de raíz los abusos de poder, frenando las ambiciones del patriarcado constantinopolitano y del vicariato de Arles.

Desafortunadamente, no existen muchas noticias biográficas de él. Al Papa León no le gustaba hablar mucho de sí en sus escritos. Tenía una idea elevadísima de su función: sabía que encarnaba la dignidad, el poder y la solicitud de Pedro, jefe de los apóstoles. Pero su posición de autoridad y la fama de rigidez y hieratismo no le impedían comunicar el calor humano y el entusiasmo de un hombre de Dios, que se notan por los 96 Sermones y por las 173 cartas que han llegado hasta nosotros. Sobre todo las homilías nos muestran al Papa, uno de los más grandes de la historia de la Iglesia, paternalmente dedicado al bien espiritual de sus hijos, a los que les habla en lenguaje sencillo, traduciendo su pensamiento en fórmulas sobrias y eficaces para la práctica de la vida cristiana.

Sus cartas, por el estilo culto, demuestran su rica personalidad. De espíritu comprensivo y previsor, se destacó también por su impulso doctrinal, participando activamente en la elaboración dogmática del grave problema teológico tratado en el concilio ecuménico de Calcedonia, pedido por el emperador de Oriente para condenar la herejía del monofisismo.

Su famosa Epistola dogmatica ad Flavianum, leída por los delegados romanos que presidían la asamblea, presentó el sentido y también las fórmulas de la definición conciliar, creando así una efectiva unidad y solidaridad con la sede de Roma. León fue el primer Papa que recibió de la posteridad el epíteto de “magno”, grande, no sólo por las cualidades literarias y la firmeza con la que mantuvo en vida al decadente imperio de Occidente, sino por la solidez doctrinal que demuestra en sus cartas, en sus sermones y en las oraciones litúrgicas de la época en donde se ven evidentes su sobriedad y precisión características.

Murió el año 461.

La Ley divina es fuente de vida, libertad y felicidad, afirma el Papa en la audiencia general

Publicado 2011/11/09
Autor : Gaudium Press

Benedicto XVI, en el ciclo dedicado a la oración de los salmos, presentó hoy una reflexión sobre el Salmo 118

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 09-11-2011, Gaudium Press) "La Ley divina no es un yugo pesado de esclavitud, sino don de gracia que torna libres y lleva a la felicidad", afirmó hoy de mañana el Santo Padre en la audiencia general dedicada al Salmo 118. Hoy, en presencia de 9 mil fieles en la Plaza San Pedro, Benedicto XVI habló sobre el papel de la Ley divina que se expresa en la Palabra de Dios. Al final de la audiencia el Pontífice recibió a un grupo de Natz-Schabs, una pequeña ciudad alemana donde su bisabuela y abuela nacieron.

Hoy de mañana en el ciclo sobre las oraciones de los salmos, el Papa hizo una reflexión sobre la "Palabra de Dios que cuestiona al hombre y provoca en él la respuesta de obediencia confiada y de amor generoso". De una respuesta que, de hecho, responde al amor de Dios. En su Palabra el hombre encuentra, como observa el Salmista, "todo el vocabulario de la relación confiada del creyente con Dios": el consuelo, la meditación, pero también motivos de alabanza, agradecimiento, confianza y la súplica y el lamento, dijo el Papa.

El Santo Padre recordó que fue la Virgen María quien realmente respondió a la Palabra de Dios, porque su respuesta nace del oír esta Palabra. El propio Jesús -continuó el Papa- lo afirmó cuando, "a la mujer que había gritado « Feliz el vientre que te trajo», responde: "¡Felices, sobre todo, son los que oyen la Palabra de Dios y la ponen en práctica!" (Lc 11,27-28). Cierto, María es feliz porque su vientre trajo al Salvador, pero sobre todo porque escuchó el anuncio de Dios, porque fue atenta y amorosa guardiana de su Palabra".

La Ley de Dios es "fuente de vida" y el "deseo de comprenderla, observarla, dirigir a ésta todo el propio ser es la característica del hombre justo y fiel al Señor, que la "medita día y noche"". La Palabra necesita de la "escucha del corazón", afirmó el Papa, que no sea "servil, sino filial, confiado, consciente". Porque "la escucha de la Palabra es el encuentro personal con el Señor de la vida, un encuentro que debe traducirse en elecciones concretas y convertirse en camino y sucesión de hechos".

Benedicto XVI resaltó que "el cumplimiento de la Ley es seguir a Jesús, ir por el camino de Jesús, en compañía de Jesús". El llamado para vivir "solamente del Señor y de su Palabra" es antes que nada dirigido a los sacerdotes. El Papa recordó que solamente Jesús para ellos es la única seguridad, bien y fuente de vida verdadera. También los fieles en las palabras del Salmo puedan encontrar el llamado a la "radicalidad del Evangelio", y ser "testigos de la vida traída por el Cristo" a través del "vivir en la comunión y la alegría".

Durante los tradicionales saludos el Santo Padre dirigió palabras en español y portugués a los fieles de América Latina, particularmente de Argentina, Brasil y México.

Evangelio del día

2011-11-10 - Evangelio según San Lucas 17,20-25
Publicado 2011/11/10
Autor : Sagrada Biblia

Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis detrás.

Libro de la Sabiduría 7,22-8,1

La sabiduría es un espíritu inteligente, santo, único, múltiple, sutil, móvil, penetrante, inmaculado, lúcido, invulnerable, bondadoso, agudo, incoercible, benéfico, amigo del hombre, firme, seguro, sereno, todopoderoso, todovigilante, que penetra todos los espíritus inteligentes, puros, sutilísimos. La sabiduría es más móvil que cualquier movimiento, y, en virtud de su pureza, lo atraviesa y lo penetra todo; porque es efluvio del poder divino, emanación purísima de la gloria del Omnipotente; por eso, nada inmundo se le pega. Es reflejo de la luz eterna, espejo nítido de la actividad de Dios e imagen de su bondad.

Siendo una sola, todo lo puede; sin cambiar en nada, renueva el universo, y, entrando en las almas buenas de cada generación, va haciendo amigos de Dios y profetas; pues Dios ama sólo a quien convive con la sabiduría. Es más bella que el sol y que todas las constelaciones; comparada a la luz del día, sale ganando, pues a éste le releva la noche, mientras que a la sabiduría no le puede el mal. Alcanza con vigor de extremo a extremo y gobierna el universo con acierto.

Salmo 118

Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. Tu fidelidad de generación en generación, igual que fundaste la tierra y permanece.

Por tu mandamiento subsisten hasta hoy, porque todo está a tu servicio. La explicación de tus palabras ilumina, da inteligencia a los ignorantes.

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, enséñame tus leyes. Que mi alma viva para alabarte, que tus mandamientos me auxilien.

Evangelio según San Lucas 17,20-25

En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de Dios Jesús les contestó:

"El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros." Dijo a sus discípulos: "Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis detrás.

Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación."

Frase

Amad a esta Iglesia, permaneced en esta Iglesia, sed vosotros esta Iglesia.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Una pistola y dos hombres frente a Dios

Sucedió hace bastantes años en un campo de concentración en Francia. Había en él muchos refugiados españoles. Un sacerdote solía subir al estrado y explicaba a su auditorio temas de religión.Un día les habló de Dios y de su existencia. Cuando terminó el sacerdote de explicar sus ideas, preguntó al auditorio si alguno quería exponer algo. Se oyó la voz de un refugiado gritando su disconformidad. El ateo subió al estrado y dijo al auditorio: "No estoy conforme con lo que ha dicho el sacerdote. Yo digo que Dios no existe. Y lo voy a probar. Aquí está mí reloj. Si Dios existe, le doy un plazo de cinco minutos para que me mate. Faltan cuatro minutos. Faltan tres minutos. Faltan dos minutos. Falta un minuto. No falta nada. El Dios de este sacerdote no existe". Al acabar de hablar el incrédulo, sus partidarios le vitorearon. Le pasearon en hombros por el campo de concentración. El sacerdote quedó sin saber qué hacer. De repente tuvo una idea luminosa. Y dirigiéndose a la multitud de incrédulos y de creyentes les dijo. "Señores, no he terminado aún. Invitó al incrédulo a subir al estrado. El sacerdote pidió una pistola cargada. Un hombre le entregó el arma. Se hizo un silencio profundo. Todos estaban intrigados. Él sacerdote le dijo al incrédulo: "Ahí tiene esta pistola. No le hace falta más que darle al gatillo. Le concedo cinco minutos para que me mate. Faltan cuatro minutos. Faltan tres minutos. Faltan dos minutos. Falta un minuto. No falta nada. Luego usted no existe. ¿Qué les parece a ustedes?" El rostro del sacerdote y el de su contrincante estaban pálidos. El incrédulo le dijo: "¿Cómo voy a matar yo a usted que tanto bien me ha hecho? El sacerdote le contestó: "Dios le ha hecho a usted muchos más favores que yo y es mucho más misericordioso con los hombres que usted ha sido conmigo. Usted me ha respetado la vida cuando yo le pedía que me matara, como Dios se la ha respetado a usted cuando le retaba a que se la quitara". La escena fue de gran emoción. Dios recompensó el heroísmo del sacerdote que expuso su vida por El, haciendo que se convirtiera a la fe católica aquel incrédulo que unos momentos antes negaba a Dios.

La fe cristiana demuestra al mundo racionalista que detrás no existe la nada, dice el Papa en la audiencia general

Publicado 2011/11/02
Autor: Gaudium Press
Sección: Europa

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 02-11-2011, Gaudium Press) "Quien puede reconocer una gran esperanza en la muerte, también puede vivir una vida que brota de la esperanza". Benedicto XVI esta mañana en la audiencia general -que se juntó con la conmemoración de los Fieles Difuntos- habló sobre la dimensión sobrenatural de nuestro destino. El Santo Padre recordó que incluso en el mundo de hoy "aparentemente racional", donde se afirma que prima la ciencia, "el hombre necesita de la eternidad".

A las 7.000 personas reunidas en el aula Pablo VI en el Vaticano, el Papa ofreció "algunas simples ideas sobre la realidad de la muerte". Sobre la muerte que "para nosotros los cristianos es iluminada por la Resurrección de Cristo, y para renovar nuestra fe en la vida eterna" y que siempre temen los hombres de toda época. "Tenemos miedo ante la muerte -dijo el Papa- porque tenemos miedo de la nada", y también del juicio de nuestros actos.

Benedicto XVI, contra el intento de eliminar la consideración de la muerte de nuestra sociedad, insistió en que "el camino de la muerte, de hecho, es una vía de la esperanza, y recorrer nuestros cementerios, así como leer las inscripciones de las tumbas es hacer un camino marcado por la esperanza de la eternidad". La racionalidad del mundo moderno nos hace caer en formas de espiritismo.

"Hoy el mundo" ha difundido la tendencia, continuó el Papa, que "toda realidad debe ser abordada con los criterios de la ciencia experimental, e incluso las grandes cuestiones sobre la muerte se deben responder no tanto con la fe, sino a partir del conocimiento experimental, empírico". Sin embargo, estas experiencias no son suficientes, sino que "de esta manera -advirtió el Pontífice- se termina por caer en formas de espiritismo, en un intento de tener algún contacto con el mundo de ‘más allá de la muerte', casi imaginando que hay una realidad que, en última instancia, es una copia de la presente".

El Santo Padre señaló que la verdadera naturaleza del hombre no puede reducirse solo a una dimensión horizontal. Porque "el hombre necesita de eternidad" y "sólo puede explicarse si hay un Amor que supera todo aislamiento, incluso el de la muerte, en una totalidad que trasciende también el espacio y el tiempo". De hecho -el Papa reiteró- el hombre "encuentra su significado más profundo, sólo si hay Dios". El hombre necesita a Dios, del Dios que "se ha mostrado realmente" y "se ha tornado accesible" en la persona de Jesucristo, hecho hombre, crucificado y resucitado por nosotros.

"Cristo nos sostiene a través de la noche de la muerte que él mismo ha vivido; es el Buen Pastor, a cuya guía se puede confiar sin temor alguno, porque Él conoce bien el camino, incluso en la oscuridad". Recordó el Papa la responsabilidad de los cristianos a dar testimonio al mundo "con valentía y fuerza", a través de visitas a los cementerios, de "nuestra fe", que "detrás del presente no existe la nada". Porque es la fe en la vida eterna que "da al cristiano el coraje de amar aun con mayor intensidad ésta tierra nuestra y trabajar para construirle un futuro, para dar una esperanza verdadera y segura".

Gaudium Press / Anna Artymiak

Alfonso Aguiló, "Primero a mi hermano", Hacer Familia

El 12 de enero de 2011, la señora Donna Rice y sus dos hijos, Jordan y Blake, de diez y trece años de edad, regresaban a casa después de hacer unas compras. Llovía mucho. Eran conscientes del mal tiempo que reinaba durante esa semana en la mayor parte del país, especialmente en la zona donde vivían, en los suburbios de Brisbane, la tercera ciudad más populosa de Australia. Lo que no podían imaginar era que en poco tiempo estarían rodeados sin remedio por el agua.
La tromba de agua que aquella tarde arrasó Toowoomba, en la zona oeste de Brisbane, fue descrita por testigos presenciales como un furioso tsunami que arrastraba automóviles, arrancaba árboles y destruía viviendas con enorme facilidad.

La familia Rice no tardó mucho en darse cuenta de que sus vidas corrían peligro. La madre llamó a los servicios de emergencia, que le recomendaron permanecer dentro del vehículo. Pero a los pocos minutos se vieron arrastrados por la corriente. Enseguida se encontraron con que estaban ya en esa delgada línea que separa la vida de la muerte. Finalmente el coche se detuvo, pero el nivel del agua seguía creciendo, por lo que Donna y sus dos hijos tuvieron que subirse al techo del automóvil. El conductor de un camión que pasaba por allí logró descolgarse con una cuerda y llegar hasta ellos. Tendió la mano a Jordan, pero su respuesta fue muy clara: “Salve primero a mi hermano”.

Así lo hizo aquel hombre, que logró poner a salvo a Blake, pero la cuerda se rompió cuando intentaba salvar a su madre y a Jordan, que fueron arrastrados aguas abajo. Pudieron aferrarse a un árbol durante unos minutos, pero enseguida fueron absorbidos por la corriente y perecieron.

“No puedo imaginar lo que pensaría mi hijo Jordan para dar su vida y salvar a su hermano, a pesar del miedo que había sentido siempre por el agua. Intento imaginar qué es lo que pasaría por su cabeza en aquellos momentos. Estaba muerto de miedo pero fue valiente y dio su vida por su hermano”, declaró su padre al periódico The Australian.

Esta historia, dramáticamente real, nos permite considerar un tema tan fundamental como es la capacidad de renuncia a uno mismo por amor al otro. Jordan Rice no dudó en pedir que salvaran primero a su hermano, probablemente con plena conciencia de que se jugaba con ello la vida. Su generosidad le permitió superar un estado de miedo en el que sin duda su instinto de conservación le empujaba a salvarse él primero. Su gesto es un claro testimonio de lo que puede ser capaz el hombre, una muestra de que en su interior hay siempre semillas de grandeza, arranques generosos que hacen el mundo más humano y más habitable, más llevaderas las penas que cualquier vida encierra.

Me pregunto, como su padre, por qué Jordan hizo aquello, qué pasaría por su mente en esos momentos. Su reacción sería, supongo, la de su modo de ser habitual. Aquel chico estaría educado en ese sencillo sentido de centrar la vida en los demás, habría aprendido a sacrificarse por ellos, a sentir lo de los demás como propio. Aquella familia, no sabemos si de mucha cultura pero desde luego de enorme sabiduría, quizá de pocas letras pero gigante en los valores que engrandecen la vida de los hombres, ha sido tierra fértil para que surja esa excelencia moral.

Toda persona, desde temprana edad, mantiene siempre la llave de acceso a sus decisiones más personales. Puede dar entrada a los mensajes que pretenden educarle, o bien rechazarlos y dar prioridad al egoísmo que también pugna por ganarse su corazón. Hay toda una serie de pequeñas y continuas decisiones en el alma del niño que van inclinando la balanza en uno u otro sentido, y que marcan sin duda su camino futuro. Hacerles ver que son protagonistas en esa dura y larga batalla interior es quizá uno de los principales deberes que tenemos los adultos cuando pensamos en educar.

Su vida ha sido breve, pero seguro que con más sentido y mejor vivida que muchas otras muy largas y relevantes, puesto que lo importante no es cuánto se vive, sino cómo se vive.

Evangelio del día

2011-11-03 - Evangelio según San Lucas 15,1-10
Publicado 2011/11/03
Autor : Sagrada Biblia

Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra?

Carta de San Pablo a los Romanos 14,7-12

Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos. Tú, ¿por qué juzgas a tu hermano?

Y tú, ¿por qué desprecias a tu hermano? Todos compareceremos ante el tribunal de Dios, porque está escrito: "Por mi vida, dice el Señor, ante mí se doblará toda rodilla, a mí me alabará toda lengua." Por eso, cada uno dará cuenta a Dios de sí mismo.

Salmo 26

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar?

Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo.

Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor.

Evangelio según San Lucas 15,1-10

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: "Ése acoge a los pecadores y come con ellos." Jesús les dijo esta parábola: "Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada hasta que la encuentra?

Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido." Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.

Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas para decirles "¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido." Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta."

Frase

Señor: En medio de tantos problemas y aflicciones, haz que no deje de buscarte constantemente.