lunes, 28 de febrero de 2011

Los tres lirios de María

Publicado 2011/02/25
Autor: Gaudium Press
Sección: Opinión


Redacción (Viernes 25-02-2011, Gaudium Press) Cierta vez, en aquel lejano siglo XIII, un dominico de una inteligencia brillante, muy académico y devoto de la Santísima Virgen, estaba pasando por una fuerte prueba. No conseguía entender cómo era posible que la Madre de Dios permaneciera virgen, habiendo dado a luz el Niño Jesús.

Esta duda era como una espina en sus pensamientos, pues a pesar de ser muy sabio, esto le permanecía oculto.

Un día, habiendo tomado conocimiento de la existencia de un fraile franciscano, el Bienaventurado Egidio de Asís, el cual tenía fama de aliviar las consecuencias de las preocupaciones, resolvió ir al encuentro de este religioso.

Cuando llegó a las puertas del convento franciscano, no fue necesario llamar a nadie, pues Fray Egidio, iluminado acerca de la situación de este dominico, le salió al encuentro y le dijo: "Hermano predicador, la Santísima Madre de Dios, María, fue virgen antes de darnos a Jesús" [1]. Mientras decía esto, Fray Egidio golpeó el piso con su bastón e inmediatamente brotó del suelo un hermoso lirio blanco.

El dominicano sorprendido por este hecho inesperado continuó oyendo al fraile, que siguió: "Hermano predicador, María Santísima fue virgen al darnos a Jesús". Y con un nuevo golpe, otro lirio florece instantáneamente.

Atónito, el dominicano presta atención una vez más: "Hermano predicador, María Santísima fue virgen después de darnos a Jesús". Al tercer golpe, surge un lirio más espléndido que los anteriores. Fray Egidio, sin decir ninguna palabra más, retorna al convento, habiendo deshecho aquella larga prueba de su hermano religioso, el cual hasta el final de la vida conservó consigo los tres lirios, símbolos inequívocos de la virginidad de Nuestra Señora: antes, durante y después del parto.

Esta bella historia nos muestra la envolvente y cautivante época de los milagros medievales, pero, sobre todo, destaca una virtud cada vez más olvidada en los tiempos actuales, la virginidad.

Hubo época en que el casamiento entre personas vírgenes era una cuestión de honor. Después, eso se tornó una responsabilidad sólo del género femenino. Pero hoy en día, si preguntara a los jóvenes su opinión sobre el asunto, probablemente muchos hasta ridiculizarían esta virtud tan sublime.

Entretanto, ella debe ser preservada como un tesoro inestimable, el cual debemos guardar a todo costo, bajo el peso de llorar su pérdida. Por más que ciertos ambientes puedan burlar su práctica y tenerla como practicada por personas retrógradas, podemos bien aplicar su valor a los conocidos versos de Casimiro de Abreu:

"Oh! que saudades que eu tenho
Da aurora da minha vida
Da minha infância querida
Que os anos não trazem mais!".

("¡Oh, que nostalgia tengo
De la aurora de mi vida
De mi infancia querida
Que los años no traen más!")

Aquí podemos, incluso, parafrasear a Casimiro de Abreu, entendiendo por infancia aquella inocencia de niño, de un alma limpia y sin malicia, cuyos años, las malas amistades, las ideas perniciosas, muchas veces se vienen a deteriorar. Después de la perdida de la inocencia, el colorido que el mundo presentaba se torna más opaco, cuando no se borra por completo.

Comienza, entonces, una larga caminata en la búsqueda de una felicidad que la persona ya poseía en la aurora de la vida, pero que rechazó delante de mentirosas promesas. Éste es el momento de mirar a Nuestra Señora, titulada Reina de las Vírgenes -"Regina Virginum"- en su Letanía y decir el "Salve Reina".

Ella, como Madre compasiva, mirará la miseria humana y pedirá a su Divino Hijo que restituya aquella virtud angélica, a fin de tornarnos verdaderamente los "pequeñitos", a los cuales pertenece el "Reino de los Cielos" (cf. Mt 19,13-15; Mc 10,13-16; Lc 18,15-17).

Por Thiago de Oliveira Geraldo

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1 Cf. Súrio, Vita del B. Edidio. Apud Pe. Gabriel Roschini. Instruções Marianas. São Paulo: Paulinas, 1960, p. 209.

“Fuertes y pacientes: serenos”

Si –por tener fija la mirada en Dios– sabes mantenerte sereno ante las preocupaciones, si aprendes a olvidar las pequeñeces, los rencores y las envidias, te ahorrarás la pérdida de muchas energías, que te hacen falta para trabajar con eficacia, en servicio de los hombres (Surco, 856).

El que sabe ser fuerte no se mueve por la prisa de cobrar el fruto de su virtud; es paciente. La fortaleza nos conduce a saborear esa virtud humana y divina de la paciencia. Mediante la paciencia vuestra, poseeréis vuestras almas (Lc XXI, 19). La posesión del alma es puesta en la paciencia que, en efecto, es raíz y custodia de todas las virtudes. Nosotros poseemos el alma con la paciencia porque, aprendiendo a dominarnos a nosotros mismos, comenzamos a poseer aquello que somos. Y es esta paciencia la que nos impulsa a ser comprensivos con los demás, persuadidos de que las almas, como el buen vino, se mejoran con el tiempo.

Fuertes y pacientes: serenos. Pero no con la serenidad del que compra la propia tranquilidad a costa de desinteresarse de sus hermanos o de la gran tarea, que a todos corresponde, de difundir sin tasa el bien por el mundo entero. Serenos porque siempre hay perdón, porque todo encuentra remedio, menos la muerte y, para los hijos de Dios, la muerte es vida. Serenos, aunque sólo fuese para poder actuar con inteligencia: quien conserva la calma está en condiciones de pensar, de estudiar los pros y los contras, de examinar juiciosamente los resultados de las acciones previstas. Y después, sosegadamente, interviene con decisión. (Amigos de Dios, 79)

Minuto con María - Palabras tranquilizadoras

Pidamos a María que nos dirija palabras que nos infunda el coraje necesario para cargar nuestras cruces.


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MISA SOLEMNE EN LA CATEDRAL DE BOGOTA POR EL DÉCIMO ANIVERSARIO DE LA APROBACIÓN PONTIFICIA




El sábado 22 de Febrero se realizó en la Catedral, una solemne Eucaristía para agradecer a Nuestra Señora por los diez años de la Aprobación Pontifícia, concedida por el Papa Juan Pablo II, a los Heraldos del Evangelio, el 22 de febrero del 2001, quien dirigió estas conmovedoras palabras: "sed mensajeros del evangelio, por medio del Inmaculado Corazón de María por el mundo" y eso es lo que hemos hecho en estos diez años de evangelización.
Llena como es costumbre para estos festejos,entró Nuestra Señora del Inmaculado Corazón cargada por los Caballeros en su anda florida, en medio de numerosos y continuos aplausos espontáneos.

El P. Carlos Tejedor Ricci E.P. Superior de los Heraldos en Colombia en su sencilla pero tocante homilía comentó: "lo que significa estar unido a Pedro, a esa roca inconmovible, es grandioso, ya que todo lo que sea atado en la tierra será atado en el cielo, a raíz de esta aprobación los Heraldos quedamos atados al cielo, al Divino Espíritu Santo y por mas que sea zarandeada por las tempestades la barca de Pedro, sepamos que Nuestro Señor está dentro de ella y El aplaca los vientos y amenazas. Y es indestructible, porque como fue prometído por El Divino Salvador, jamás las puertas del infierno prevalecerán sobre las de la Iglesia", el numeroso público aplaudió entusiasmado.

Una señora vinculada a la campaña de Fátima al salir, toda sonriente exclamó: "Qué maravilla de ceremonia, me he sentido como si estuviese en el Santuario de Fátima/Portugal", que la Virgen les proteja siempre a los caballeros. Otra señora comentó: "Nunca asistí a una Eucaristía tan bella, volveré siempre". Un grupo de turistas Chinos que estaban conociendo la ciudad entraron en la Catedral y con un escuálido español preguntaron que porqué había tanta gente y qué iba a ver, le explicamos y al final se tomaron uno a uno, eran 5, fotos con un Caballero de la Virgen, encantados con el hábito.

viernes, 25 de febrero de 2011

Homilía del Cardenal Cañizares en Roma por el X Aniversario de los Heraldos del Evangelio

En la Fiesta de la Cátedra de San Pedro y en la Iglesia de San Benedetto in Piscinula de Roma, el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Su Eminencia Don Antonio Cañizares Llovera presidió una Eucaristía de Acción de Gracias por el X Aniversario de la Aprobación Pontificia de los Heraldos del Evangelio. Ofrecemos el texto de dicha homilía.



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Creer en Dios es luz y fuerza en el camino de la santificación, reflexionó el Papa en la audiencia general

Publicado 2011/02/16
Autor : Gaudium Press

Siguiendo la catequesis sobre los Doctores de la Iglesia, Benedicto XVI habló hoy sobre el carmelita San Juan de la Cruz, reformador del Carmelo, junto con Santa Teresa de Ávila, y gran postulador de una vida que lleve a la santificación junto a Dios

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 16-02-2011, Gaudium Press)
Dando seguimiento a su catequesis sobre los Doctores de la Iglesia, Benedicto XVI habló hoy en la audiencia general sobre el carmelita San Juan de la Cruz, reformador del Carmelo -junto con Santa Teresa de Ávila- y gran defensor de una vida que lleve a la santidad y a la purificación de las almas. La audiencia fue realizada en la Sala Nervi para cerca de 4 mil personas.

Hablando de San Juan de la Cruz, el Santo Padre dijo que la santidad "no es obra nuestra, sino es un abrir las ventanas de nuestra alma a la luz de Dios y encontrar la fuerza y la alegría de los redimidos".

El "momento decisivo" en su vida, explicó el Papa, fue el encuentro con Santa Teresa de Ávila. Junto a ella, San Juan de la Cruz realizó la reforma carmelita. Por su empeño, fue preso en el convento de los carmelitas de la Antigua Observancia de Toledo.

Después de su liberación debía partir a México con una misión, pero una grave enfermedad cambió sus proyectos. Falleció el 14 de diciembre de 1591.

Según Benedicto XVI, San Juan de la Cruz insistía en la "necesidad de la purificación y vaciamiento interior para transformarnos en Dios, que es la meta única de la perfección". Es un proceso "largo y cansador", resaltó el Papa, que exige esfuerzo personal y en el cual "el verdadero protagonista es Dios".

Aún así, el Papa dice que la "purificación" no es solamente para santos, sino una vocación de los cristianos. Para el Papa creer en Dios "no es un peso más", sino "luz y fuerza que nos ayuda a cargarlo".

Benedicto XVI concluyó su catequesis deseando a los fieles que "encuentren esta santidad de dejarse amar por Dios, vocación de todos nosotros y la verdadera redención".

El loro que sabía decir "Ave María" - cuentos para niños

El ambiente alegre y fes­tivo de una antigua feria medieval era contagioso: centenares de personas, adultos, jóvenes y niños, se movían continuamente, hablaban, cantaban, gesticulaban, discutían pre­cios o sencillamente se distraían. ¿Iban a comprar, a comer o sólo a ver nove­dades? Todo eso y algo más. En esas fe­rias se podía encontrar de todo.

En una tienda, un extranjero de larga barba oscura vendía tejidos preciosos de los más variados colo­res; a su lado, un herrero demostra­ba la calidad de sus cuchillos (“¡mírelo, señora, jamás pierde el filo!”); más allá, un gordo y bonachón car­nicero, con el delantal salpicado de manchas de sangre, pesaba un trozo de carne en una balanza de discuti­ble precisión.

En medio de la amalgama de vo­ces e idiomas, de niños que lloraban y de vendedores que pregonaban sus mercaderías, el sonido de toda cla­se de instrumentos llenaba los aires, pues la música nunca faltaba en tales ocasiones.

* * *

Aquel día, entre la muchedum­bre llena con vida y color, caminaba un hombre de barba, edad mediana, baja estatura, un poco calvo y bas­tante delgado. Vestía una ajada tú­nica de color marrón, con una cuer­da atada en la cintura, y parecía muy estimado, ya que casi todos lo salu­daban cordialmente, a lo que él res­pondía del mismo modo. Se detenía a conversar unos instantes con el pa­nadero y metía dos panes en un gran saco que llevaba consigo; poco des­pués tomaba un queso; algunos pa­sos más una docena de manzanas, en otra tienda tres repollos. Pero curio­samente no pagaba un solo centavo a nadie.

¿Cómo explicarlo? Es que el buen hombre, un hermano lego francisca­no conocido como Fray Bartolomé, recolectaba donaciones para su mo­nasterio.

Después de recorrer buena par­te de la feria, y con el saco casi lle­no, fue a despedirse de un antiguo conocido, el viejo Simón. Éste no ofrecía alimentos ni tejidos, pero su tienda estaba siempre llena de gen­te curiosa: vendía aves cantoras y decorativas.

–¡Buen día, Simón! ¿Cuál es la novedad de hoy?

–¡Fray Bartolomé! Por desgra­cia llega tarde… Vendí temprano un hermoso pavo real para la condesa. ¡Qué animal más bonito! Estoy se­guro que hubiera quedado encanta­do de verlo.

Mientras hablaba, el viejo sacaba un lorito del interior de una jaula y lo ponía encima de la mesa. El pá­jaro, sin embargo, se quedó quieto, sin hacer el menor intento de fuga. Parecía atontado, ya que se balan­ceaba de un lado a otro.

–¿Y esta avecita?– preguntó el monje.

–Ah, este loro está muy enfermo, es posible que muera, y yo no tengo paciencia ni tiempo para cuidarlo. Estoy pensando en torcerle el pes­cuezo para que no sufra más.

–¡Oh, no lo haga! ¿Por qué no me lo da?

–Oiga hermano, ya sé que mu­chas veces falta comida en el con­vento, ¿pero ahora quiere cocinar un loro?– preguntó el viejo Simón, sorprendido.

–¡Claro que no! Déme el pajari­to, lo alimentaré y sanaré.

–Claro que sí, hermano, claro que sí. No pierdo nada, hasta me hace un favor si se lo lleva. Aquí lo tiene.

Y le entregó el pájaro enfermo.

* * *

Bajo los cuidados del bondado­so hermano el loro se curó, creció y se cubrió de llamativas plumas nue­vas. Muy pronto además, hacien­do honor a los atributos de su espe­cie, se puso a imitar lo que habla­ban los monjes. El hermano Barto­lomé, animado, comenzó a enseñar­le el Avemaría.

–¿Y ahora qué, hermano? ¿Quie­re catequizar al pajarito?– bromeó un monje.

–Vamos, ¿no le gusta ver al ani­malito repitiendo la Salutación An­gélica?

Decía en voz alta: “¡Ave María!” El pajarito repetía con su “acento” característico: “¡Ave María!”

El Padre guardián del convento, que pasaba por ahí, también sonrió al ver a Fray Bartolomé en sus afa­nes con el ave, y lo previno:

–Cuidado con su “alumno”, her­mano, porque esta tarde Jacques, el halconero, ha bajado al valle.

De hecho, al mirar por la venta­na, Fray Bartolomé pudo verlo en la lejanía. Tenía serias razones para no simpatizar con el halconero Jac­ques sabía que en torno al monas­terio franciscano siempre volaban pájaros de varias especies, atraí­dos por el silencio y la paz de aquel refugio. Así, cuando la caza no era buena en los valles de la región, lle­gaba a las cercanías del convento, seguro de encontrar presas fáciles y desprevenidas en los tejados de los frailes.

Muchas veces Bartolomé había visto perecer las palomas más blan­cas en las garras de los halcones. Pe­ro lo que más le dolía era que Jac­ques fuera un mal cristiano que fre­cuentaba tabernas y escarnecía la fe popular.

El fraile, inmerso en estas cavila­ciones, volvió en sí al oír una voz de alarma:

–¡Cuidado, fray Bartolomé, el lo­ro se escapó!

Al girar sorprendido, el herma­no Bartolomé vio salir al pájaro por la ventana. Alcanzó a gritar, llamándolo, pero ya volaba sobre la copa de los árboles. Era justo el peor momento para huir…

El buen fraile vio a lo lejos un gran halcón, que volando en círculos en busca de alguna presa, súbitamen­te avistó al loro y se precipitó so­bre él como una flecha. En vano el franciscano quiso advertírselo; el pequeño pájaro ni siquiera oía su voz.

Cuando por fin se percató del pe­ligro, era ya demasiado tarde: te­nía al halcón encima. Despavorido, el loro no tuvo sino la reacción ins­tintiva de gritar tan fuerte como po­día:

–¡Ave María!

Cuál no fue la sorpresa de to­dos al ver que, tan pronto como el grito salió del ave aterrorizada, el halcón cayó por tierra, muerto, co­mo si un rayo lo hubiera fulmina­do…

Celebración eucarística, en Brasil, marca los 10 años de Aprobación Pontificia de los Heraldos del Evangelio

Publicado 2011/02/24
Autor : Gaudium Press


Ceremonias similares tuvieron lugar en los más de 70 países donde hacen presencia los Heraldos del Evangelio. En Brasil la celebración contó con la presencia del fundador de los Heraldos, Mons. João Scognamiglio Clá Dias

San Pablo (Jueves, 24-02-2011, Gaudium Press) Una celebración eucarística especial, realizada en la tarde de este martes, marcó el aniversario de los 10 años de Aprobación Pontificia de los Heraldos del Evangelio, como Asociación Internacional de Fieles de Derecho Pontificio. La misa tuvo lugar en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, localizada en la Sierra de la Cantareira, en San Pablo.

La ceremonia, llena, con la presencia de cerca de 500 personas, fue presidida por el Padre Rodrigo Alonso Solera Lacayo, EP, y concelebrada por 18 sacerdotes de los Heraldos del Evangelio. En su homilía, el Padre Rodrigo recordó la importancia del reconocimiento pontificio por parte del Papa Juan Pablo II, y cómo esto impactó positivamente la comunidad.

El sacerdote también destacó el papel de Mons. João Scognamiglio Clá Dias, fundador de los Heraldos, de motivar a todos con su carisma, especialmente su fuerte devoción a Nuestra Señora. Mons. João, también presente en la celebración, concedió la bendición final de la misa.

Ceremonias similares tuvieron lugar en los más de 70 países donde hacen presencia los Heraldos del Evangelio


Aprobación Pontificia

El reconocimiento oficial, por parte de la Santa Sede, de los Heraldos del Evangelio como Asociación Internacional de Fieles de Derecho Pontificio ocurrió el 22 de febrero del 2001, día de la Cátedra de Pedro, a través de un decreto del entonces Papa Juan P ablo II.

La Asociación, actualmente está presente en 78 países y tiene como carismas principales la Eucaristía, la Virgen María y el Papa. La defensa fiel de los valores, expresados en el Evangelio, y la búsqueda de la perfección en los actos diarios también son elementos característicos de la Asociación.

Santo del día

San Valerio
Publicado 2011/02/25
Autor : Catholic.net


Eremita, 25 Febrero

Santo de heroicas virtudes y de invicta paciencia en la adversidad.

Nacido en Astorga y cristiano desde pequeño. La región del Bierzo es el escenario de sus virtudes y de su vida. Quiso entrar en el monasterio que fundó san Fructuoso en Compludo, pero por razones todavía hoy desconocidas no pudo entrar.

Fallido el intento monacal, comienza una vida de oración y penitencia viviendo al estilo de los antiguos eremitas. Su modo de vivir, poco frecuente en la época, hace que de boca en boca vaya pasando la noticia de su existencia entre los habitantes del lugar que empiezan a visitarle en la ermita que hay junto al castillo llamado de la Piedra, en Astorga. Allá concurren con deseos de escucharle y de ser confortados en sus penas. El clérigo el cuidador de la ermita sólo comienza a interesarse por ella cuando advierte el sonar de las monedas y huele los pingües beneficios de las ofrendas; como se posesiona de ellas de mala manera, el santo se marcha para no facilitar su codicia extrema; pero hasta los pocos libros que tenía hubo de dejarlos en la ermita por considerar el clérigo chupón que fueron de ella.

La gente del lugar le echa de menos y le sugieren un nuevo sitio para vivir, rezar y predicar. En Ebronato le edifican los fieles un oratorio donde se instala y recomienza. Como la gente se arremolina en torno a él, el obispo nombra un presbítero para que atienda la pequeña iglesia construida; Justo se llama el pastor y su justicia en el nombre se queda. De nuevo queda Valerio sin techo y reducido a la miseria. La gente sigue queriéndole y sufre la mala envidia de Justo que en alguna ocasión llegó a emplear la violencia física contra Valerio.

En el mismo Bierzo, allí donde Fructuoso fundó el monasterio de san Pedro, encuentra un lugar tranquilo y puede reanudar una vez más su vida penitente y orante de eremita. El obispo de Astorga, Isidoro, le llama y pide su compañía para asistir al concilio de Toledo, al que no llegan por la muerte del prelado.

También escribió dejando por escrito testimonio de la época. Esta literatura se conservó en el monasterio de Carracedo y la mantuvo como tesoro la iglesia de Oviedo. Su pluma dejó a la posteridad la vida de san Fructuoso, un abundante grupo de máximas y consejos a los religiosos del Bierzo, las revelaciones de los monjes Máximo y Bonelo y la historia del abad Donadeo.

Terminó su vida a finales del siglo VII y sus reliquias se conservaron en el Altar Mayor de la iglesia del monasterio de san Pedro de los Montes, de la orden benedictina, cerca de Ponferrada.

A quien se interna en su vida le da la sensación de que Dios lo preparó para la contrariedad. Y lo muy curioso del caso es que sus enfrentados siempre fueron clérigos. ¿Tan feo les pareció Valerio? Muchos de los buenos afirman, con pueril benevolencia, que es muy difícil convivir en esta tierra con un santo verdadero; pero quizás no caen en la cuenta de que a quien seriamente le cuesta convivir con los demás es al que lleva vida recta.

martes, 22 de febrero de 2011

Uruguay: Heraldos animan Misas Dominicales en el Canal 4





Los Heraldos del Evangelio fueron invitados a cantar en las Misas que se irradian todos los domingos a las 8 y media de la mañana por Canal 4.
Fueron designados, para tan bello oficio, los hermanos Almeida, María de los Angeles y Juan José.
Ellos acompañaron al Padre Guillermo Porras en la grabación de cuatro Misas del Tiempo Común, tres del mes febrero y una de marzo.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Evangelio del día

2011-02-16 - Evangelio según San Marcos 8,22-26
Publicado 2011/02/16
Autor : Sagrada Biblia


De ahora en adelante, mientras dure la tierra, no cesarán la siembra y la cosecha, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche".

Libro de Génesis 8,6-13.20-22

Al cabo de cuarenta días, Noé abrió la ventana que había hecho en el arca, y soltó un cuervo, el cual revoloteó, yendo y viniendo hasta que la tierra estuvo seca. Después soltó una paloma, para ver si las aguas ya habían bajado.

Pero la paloma no pudo encontrar un lugar donde apoyarse, y regresó al arca porque el agua aún cubría toda la tierra. Noé extendió su mano, la tomó y la introdujo con él en el arca. Luego esperó siete días más, y volvió a soltar la paloma fuera del arca. Esta regresó al atardecer, trayendo en su pico una rama verde de olivo. Así supo Noé que las aguas habían terminado de bajar.

Esperó otros siete días y la soltó nuevamente. Pero esta vez la paloma no volvió. La tierra comenzó a secarse en el año seiscientos uno de la vida de Noé, el primer día del mes. Noé retiró el techo del arca, y vio que la tierra se estaba secando.

Luego Noé levantó un altar al Señor, y tomando animales puros y pájaros puros de todas clases, ofreció holocaustos sobre el altar. Cuando el Señor aspiró el aroma agradable, se dijo a sí mismo: "Nunca más volveré a maldecir el suelo por causa del hombre, porque los designios del corazón humano son malos desde su juventud; ni tampoco volveré a castigar a todos los seres vivientes, como acabo de hacerlo.

De ahora en adelante, mientras dure la tierra, no cesarán la siembra y la cosecha, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche".

Salmo 115

¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo?
Alzaré la copa de la salvación e invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis votos al Señor, en presencia de todo su pueblo.
¡Qué penosa es para el Señor la muerte de sus amigos!
Cumpliré mis votos al Señor, en presencia de todo su pueblo,
en los atrios de la Casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén. ¡Aleluya!

Evangelio según San Marcos 8,22-26

Cuando llegaron a Betsaida, le trajeron a un ciego y le rogaban que lo tocara.
El tomó al ciego de la mano y lo condujo a las afueras del pueblo. Después de ponerle saliva en los ojos e imponerle las manos, Jesús le preguntó: "¿Ves algo?".
El ciego, que comenzaba a ver, le respondió: "Veo hombres, como si fueran árboles que caminan".
Jesús le puso nuevamente las manos sobre los ojos, y el hombre recuperó la vista. Así quedó curado y veía todo con claridad.
Jesús lo mandó a su casa, diciéndole: "Ni siquiera entres en el pueblo".

El gran Predicador

Anselmo y Mario, dos grandes amigos, no podían ser más diferentes uno del otro en lo que a dotes naturales se refiere. El primero era talentoso, elegante, rico y de buena familia. El segundo, pobre y apagado. Sin embargo, por encima de esas diferencias, algo los unía estrechamente: ambos eran grandes de alma. Una mañana de domingo, Anselmo le comunicó a su amigo que estaba por partir al Convento de Santo Domingo, donde entraría de novicio. Quiero ser predicador, como buen hijo de Santo Domingo, para convertir mucha almas a Cristo y divulgar la devoción del Santo Rosario. Aunque entristecido por el inminente fin de tantos años de convivencia, Mario felicitó a su amigo y lo incentivó a seguir adelante en aquella sublime vocación:
–Siempre estaremos unidos en oración. Rezaré mucho para que seas un gran predicador santo – respondió, enfatizando el adjetivo santo.
Pocos meses después, Mario encontró la manera de alojarse también en el Convento de Santo Domingo, en el que prestaba pequeños servicios a la comunidad. Y… de vez en cuando conversaba un poco con su estimado amigo, al que repetía siempre:
–Rezo para que seas un santo predicador.
Al fin llegó el esperado día de la ordenación sacerdotal de Anselmo. Su primer sermón arrebató y estremeció a los fieles. Desviando de vez en cuando la mirada, el predicador veía que Mario, en un rincón de la iglesia, desgranaba discretamente las cuentas de su rosario. “¡Está rezando por mí!”– pensaba, agradecido.
Al cabo de pocos años, Fray Anselmo se hizo un predicador famoso. Llegaban solicitudes de todas partes Además de ser inteligente y culto, preparaba con esmero sus prédicas, cuyos buenos efectos quedaban confirmados en las numerosas conversiones y los brotes de renovación espiritual en todos los lugares donde se dejaban oír sus ardorosas palabras. Mario seguía en el convento, donde los monjes lo llamaban “Hermano Mario”. Hombre habilidoso, encontró la manera de acompañar a Fray Anselmo en todos los viajes para “cuidar de sus cosas”. Y –¡curioso detalle!– no se perdía un sermón siquiera. Ahí estaba siempre, con su gran rosario en las manos, rezando, rezando…
Pero, ¿qué hacía Fray Anselmo para arrebatar y convertir a las multitudes?
Un Viernes Santo, el obispo le encargó la homilía sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Apiñados en la Catedral, todos los fieles escuchaban atentamente. Cuando hubo llegado al punto en que el Divino Redentor inclinó la cabeza y expiró, el predicador hizo una pequeña pausa, para decir luego estas sencillas palabras:
–¡Y Dios murió! …
El respetuoso silencio fue roto por sollozos, y las lágrimas cayeron de muchos rostros. La divina tragedia del Hijo de Dios muerto en la Cruz había tocado a fondo los corazones. En otra oportunidad, siendo Noche Buena, y después de componer vívida y cuidadosamente en la imaginación del auditorio la escena de la Gruta de Belén, el gran predicador llamó la atención sobre el trascendental acontecimiento que iba a darse en ese momento. Y añadió: –Entonces, el Hijo de Dios se hizo Niño y se posó sonriente en los brazos de María. Hubo un estallido de alegría en la iglesia. La emoción tomó cuenta de hombres y mujeres, niños, adultos y ancianos. De esos corazones subía hacia el Niño Dios una ola de ternura, de
afecto y adoración. Pasaron los años, a lo largo de los cuales escenas como ésas se hicieron habituales en la vida de Fray Anselmo. A su paso, iba dejando una estela de conversiones, de radicales cambios de vida, de fervor renovado.
Hasta que un día…
En la celebración de una gran solemnidad, el famoso predicador subió al púlpito y pronunció las primeras palabras del sermón mientras miraba maquinalmente hacia el lugar donde solía colocarse el buen Hermano Mario.
No había nadie. “¿Dónde estará?” – se preguntó, preocupado.
Pero Fray Anselmo tenía que ocuparse de la homilía, así que continuó.
Las ideas se formaban en su mente con la acostumbrada claridad, mientras sus palabras límpidas y claras resonaban en la amplitud del inmenso templo. Pero –¡cosa extraña!– no encontraban eco en las almas. Esforzóse más el predicador, poniendo en juego los innumerables recursos de su oratoria para
mover esos corazones a una actitud interior de fe y piedad. Fue en vano. ¿Qué habría ocurrido?
Terminada la Misa, Fray Anselmo regresó al Convento y le preguntó al portero:
– ¿Dónde está el Hermano Mario?
–Falleció hace casi media hora. Su cuerpo está aún tibio en la celda.
Tras rezar junto al cuerpo sin vida de su viejo y fiel amigo, el predicador quiso saber el motivo de aquella muerte tan inesperada. El Padre Rector le explicó:
–En los últimos meses el Hermano Mario daba indicios de estar gravemente enfermo, pero se negaba a reposar, alegando siempre que debía “cuidar de las cosas de Fray Anselmo”.
–Pero, ¿qué es lo que hacía?
– ¡Muchas oraciones! Rezaba incansablemente.
Cuando alguien le preguntaba para quién eran tantas oraciones, solamente respondía: “Nuestra Madre sabe”.
–Era un santo – comentó Fray Anselmo, conmovido.
–Y mucho…
El gran predicador siguió con su vida de intenso apostolado, pero sentía que un cambio inexplicable se había producido. Preparaba sus sermones con el máximo esmero. Las palabras acudían a sus labios con abundancia y claridad. Los fieles lo escuchaban con agrado. Pero no daban muestra alguna de contrición ni de fervor. Algo había desaparecido. En la Misa solemne de la fiesta de Santo Domingo, Fray Anselmo hablaba… hablaba… para oídos atentos pero corazones cerrados. En cierto momento se calló, como alcanzado por una visión, y empezó a palidecer. Algunos de los presentes lo ayudaron, conduciéndolo a la sacristía, donde un médico le dio este
diagnóstico: –Fatiga grave, Padre. Usted necesita cambiar de aires, reposar. Esbozando una ligera sonrisa, Fray Anselmo respondió: –¡No, no, nada de eso! Era él… con sus interminables oraciones. ¡La causa de todas aquellas conversiones era él, mi pobre amigo! Llévenme a la tumba del Hermano Mario. Al llegar allá, el famoso predicador lloró largamente, humillado, sí, pero convertido. Al final, iluminado por la gracia, había comprendido que todo el éxito de sus sermones no se debía a su brillante oratoria, sino a las fervorosas oraciones del humilde Hermano Mario.


Como un benéfico torrente de luz, acudieron a su mente los recuerdos de sus estudios sobre el indispensable papel de la gracia para mover a las almas a la conversión. Porque los discursos más lógicos, más brillantes, son incapaces de suscitar cualquier buen movimiento de alma. Es Dios el que convierte, mediante la gracia. Y ésta se obtiene por la oración a través de la Virgen Santísima.
Ahora Fray Anselmo veía con claridad la importancia del Hermano Mario, el simple, el opaco… ¡el poderoso Hermano Mario! Permaneció por varias horas ante su tumba, rezando serenamente. Acercándosele, el Padre Rector preguntó:
– ¿Le pide al buen Hermano Mario la recuperación de la salud?
–No, Padre Rector, ¡le pido la virtud de la humildad! – respondió el gran predicador, con un rostro marcado por las lágrimas.

Santo del día

Santa Juliana
Publicado 2011/02/16
Autor : Catholic.net


Biografía 16 de febrero S III

Cuando llegó la paz de Constantino, la matrona Sofronia tomó las reliquias del cuerpo de la mártir Juliana con la intención de llevarlas consigo a Roma. Por una tempestad, tuvo que desembarcar en Puzoli donde le edificó un templo que luego destruyeron los lombardos. Las reliquias se vieron peligrar y prudentemente se trasladaron a Nápoles donde reposan y se veneran con gran devoción.

En Nicomedia tuvieron lugar los hechos, de mil maneras narrados y con toda clase de matices comentados, en torno a esta santa que hizo un proyecto de su vida contrapuesto al deseado por su padre. Los narraré escuetamente adelantando ya que fue por la persecución de Maximiano.

Juliana es hija de una conocida familia ilustre pero con un padre pagano metido en el ejercicio del Derecho - que cuando llega el momento llega a convertirse en perseguidor de los cristianos - y una madre agnóstica. Ella, por la situación del entorno familiar nada favorable para la vivencia cristiana, se ha hecho bautizar en secreto. Además se le ha ocurrido entregarse enteramente a Cristo y no entra el casamiento en sus planes de futuro. Este es el marco.

La dificultad del caso comienza cuando Eluzo, que es un senador joven, quiere casarse con Juliana. La cosa se pone aún más interesante porque, conociendo que Eluzo bebe los vientos por su hija, ya ha concertado el padre el matrimonio entre el senador y la joven, comprometiendo su honorabilidad.

La supuesta novia lo recibe amablemente y con cortesía haciendo gala de su esmerada educación. Pero, al llegar el momento culminante de los detalles matrimoniales, salta sobre el tapete una condición al aspirante con la intención de desligarse del compromiso. No lo aceptará -le dice- mientras no sea juez y prefecto de la ciudad. Claro que eso era como pedir la luna; pero se vio pillada en sus palabras ya que en poco tiempo, gracias a influencias, dinero y valía personal, Eluzo se ha convertido en juez y prefecto de Nicomedia; además, continúa insistiendo en sus pretensiones matrimoniales con Juliana. La doncella mantiene la dignidad dándole toda clase de felicitaciones y parabienes, al tiempo que le asegura no poder aceptar el matrimonio hasta que se dé otra condición imprescindible para cubrir la sima que los separa: debe hacerse cristiano.

Ante tamaño disparate es el propio Eluzo quien pondrá al padre al corriente de lo que está pasando y de la «novedad» que se presenta. «Si eso es verdad, seremos juez y fiscal para mi hija». Juliana sólo sabe contestar a su padre furioso que ansía ser la primera dama de la ciudad, pero que sin ser cristiano, todo lo demás lo estima en nada.

«Por Apolo y Diana! Más quiero verte muerta que cristiana».

Convertida al cristianismo, se destacó por su entusiasmo y ardor en la difusión de la fe, por lo que fue encarcelada, torturada y finalmente decapitada el año 305. Su cuerpo fue trasladado a Cumas, en Italia, y posteriormente su reliquias llegaron a España, donde en su honor los condes de Castilla levantaron el célebre monasterio de Santillana (Santa Ileana), uno de los mejores monumentos de la Edad Media española


En la conversación tratará a su padre con respeto y amor de hija, pero... «mi Salvador es Jesucristo en quien tengo puesta toda mi confianza». Vienen los tormentos esperados cuando las razones no son escuchadas. Estaño derretido y fuego; además, cárcel para darle tiempo a pensar y llevarla a un cambio de actitud. Finalmente, con 18 años, se le corta la cabeza el 16 de febrero del 308.

Alguna vez hay padres «se pasan» al forzar a sus hijos cuando tienen que elegir estado. Esto tiene más complicaciones si razones profundas, como la fe práctica, dificulta la comprensión de los motivos que distancian. ¿No pensaría el padre de Juliana que sin matrimonio y cristiana su hija sería desgraciada? Quizá con viva fe cristiana llegara a vislumbrar que Jesucristo llena más que el dinero, el poder, la dignidad y la fama.

"Para mantener a flote la barca" de nuestras vidas debemos subir a "la barca de Jesús", dijo el Cardenal Rivera

Publicado 2011/02/14
Autor : Gaudium Press


El Primado de México recordó la historia del Titanic, e invitó a los fieles a poner su confianza primero en Dios

Ciudad de México (Lunes, 14-01-2011, Gaudium Press) "Mantener a flote la barca" de nuestras vidas: fue ese el eje sobre el que giró la homilía del Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, en la Catedral metropolitana de la capital del país el domingo pasado. Para ello, Jesucristo debe estar en el centro de la existencia humana.

"Todos nosotros somos navegantes, somos caminantes que buscamos la felicidad como destino; no perdamos el rumbo, no nos llenemos de soberbia pensando que por nuestra fuerza, nuestras capacidades, nuestras habilidades, podemos llegar a nuestro destino".

"Reconozcamos que somos frágiles, que somos débiles, conscientes de que cualquier tempestad nos puede hundir, acudamos a Cristo Jesús, que es el poder de Dios, subamos a su barca, que es la Iglesia y así llegaremos a puerto seguro", expresó el purpurado.

Apelando a un imaginario de hoy, el Cardenal Rivera recordó la historia del Titanic, el barco que "Ni Dios lo hundía" pero que terminó en el fondo del mar, sin poder llegar a su destino.

Entonces, ¿qué hacer para no zozobrar?

"¿En qué nos tenemos que poner de acuerdo con Cristo Jesús? En tener sus mismos criterios, en tener sus mismos juicios, nosotros sabemos muy bien que esos criterios son muy distintos a los criterios que están de moda".

"También debemos reconciliarnos con él (Jesús), al cual ofendemos, pero también reconciliarnos con nuestro prójimo, pongámonos de acuerdo mientras vamos en el camino para que el odio, la envida, el rencor, no se aniden en nuestro corazón", manifestó el prelado, haciendo una invitación a la reconciliación.

Esa unión fruto de la reconciliación conducirá también a un consenso social, a visiones comunes con las que se enfrenten los problemas de la nación, siempre de acuerdo con la doctrina cristiana.

lunes, 14 de febrero de 2011

2011-02-14 - Evangelio según San Marcos 8,11-13

Publicado 2011/02/14
Autor : Sagrada Biblia


Adán se unió a su mujer, y ella tuvo un hijo, al que puso el nombre de Set, diciendo: "Dios me dio otro descendiente en lugar de Abel, porque Caín lo mató".

Libro de Génesis 4,1-15.25

El hombre se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín. Entonces dijo: "He procreado un varón, con la ayuda del Señor". Más tarde dio a luz a Abel, el hermano de Caín, Abel fue pastor de ovejas y Caín agricultor.

Al cabo de un tiempo, Caín presentó como ofrenda al Señor algunos frutos del suelo, mientras que Abel le ofreció las primicias y lo mejor de su rebaño. El Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda, pero no miró a Caín ni su ofrenda. Caín se mostró muy resentido y agachó la cabeza. El Señor le dijo: "¿Por qué estás resentido y tienes la cabeza baja?

Si obras bien podrás mantenerla erguida; si obras mal, el pecado está agazapado a la puerta y te acecha, pero tú debes dominarlo". Caín dijo a su hermano Abel: "Vamos afuera". Y cuando estuvieron en el campo, se abalanzó sobre su hermano y lo mató. Entonces el Señor preguntó a Caín: "¿Dónde está tu hermano Abel?". "No lo sé", respondió Caín. "¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano?".

Pero el Señor le replicó: "¿Qué has hecho? ¡Escucha! La sangre de tu hermano grita hacia mí desde el suelo. Por eso maldito seas lejos del suelo que abrió sus fauces para recibir la sangre de tu hermano derramada por ti. Cuando lo cultives, no te dará más su fruto, y andarás por la tierra errante y vagabundo". Caín respondió al Señor: "Mi castigo es demasiado grande para poder sobrellevarlo.

Hoy me arrojas lejos del suelo fértil; yo tendré que ocultarme de tu presencia y andar por la tierra errante y vagabundo, y el primero que me salga al paso me matará". "Si es así, le dijo el Señor, el que mate a Caín deberá pagarlo siete veces". Y el Señor puso una marca a Caín, para que al encontrarse con él, nadie se atreviera a matarlo.

Adán se unió a su mujer, y ella tuvo un hijo, al que puso el nombre de Set, diciendo: "Dios me dio otro descendiente en lugar de Abel, porque Caín lo mató".

Salmo 50

Salmo de Asaf. El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el ocaso.
No te acuso por tus sacrificios: ¡tus holocaustos están siempre en mi presencia!
Dios dice al malvado: "¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos y a mencionar mi alianza con tu boca, tú, que aborreces toda enseñanza y te despreocupas de mis palabras?
te sientas a conversar contra tu hermano, deshonras al hijo de tu propia madre.
Haces esto, ¿y yo me voy a callar? ¿Piensas acaso que soy como tú? Te acusaré y te argüiré cara a cara.

Evangelio según San Marcos 8,11-13

Entonces llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con él; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo.
Jesús, suspirando profundamente, dijo: "¿Por qué esta generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo".

Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla.

“Desde el Verdún”: nuevo blog de Mons. Jaime Fuentes

www.verdunverdun.blogspot.com y en www.desdelverdun.org

El Obispo de Minas, Mons. Jaime Fuentes, clausuró su blog “El clero oriental” y el 10 de enero dio inicio a uno nuevo que denomina “Desde el Verdún”.

El Obispo expone en el blog los motivos que lo impulsan a dar vida a este nuevo espacio de comunicación. En primer lugar, se propone hacer eco con noticias y comentarios al “Triunfo de María”, “esa magnífica certeza de Benedicto XVI y de su predecesor, el gran papa Juan Pablo II”. En segundo lugar, dar a conocer a la imagen mariana que a lo largo de 110 años ha convocado a miles de hermanos en el cerro del Verdún. Por último, “Desde el Verdún quiere seguir los pasos (con propuestas, iniciativas, gestiones...) para concretar una antigua iniciativa: levantar en la cumbre del Cerro un santuario dedicado a la Inmaculada Concepción”.

Con vistas a este proyecto, Mons. Fuentes ofrece en el blog una encuesta donde los interesados pueden sugerir el “Santuario que yo quiero”, eligiendo lugar (en la base o en la cumbre del cerro); definiendo la cantidad de personas que debería albergar, quiénes debieran atenderlo… y ya se tiraron abajo los servicios sanitarios deplorables que se encontraban en el lugar y el Obispo ya encargó la construcción de nuevos sanitarios para el próximo 19 de abril. Para recibir donaciones para este fin el Pastor abrió la cuenta del Banco República 0260024011.


Siguiendo con las iniciativas del flamante Pastor de la Diócesis de Minas, a los 4 días de creado el blog propuso subir al Cerro rezando el Rosario el 19 de cada mes, a las 8 de la mañana, comenzando por el pasado 19 de enero.

La verdadera felicidad

Publicado 2011/02/14
Autor: Gaudium Press
Sección: Opinión

Redacción (Lunes, 14-01-2011, Gaudium Press)

Aún entre las diversas opiniones existentes en la actualidad, el orden moral prevalece sobre todos las demás relacionadas con el obrar humano, pues dice respecto al hombre como tal, y los otros hacen referencia al hombre de cara a fines particulares. [1]

Para Santo Tomás, la moral no se restringe al ámbito de lo religioso y mucho menos a una actitud particular, pero sustenta él que el acto humano practicado afecta al ser humano en su conjunto - "el hombre como hombre y como moral". [2]

Entretanto, el ser humano no es inerte, sino que se mueve en dirección a la felicidad que es propia de su naturaleza, o sea, la bienaventuranza. Por tanto, el hombre recorre una caminata en este mundo a fin de alcanzar la meta de plena felicidad - a pesar de no alcanzarla por entero en esta vida. [3]

Si la moral tomista, por tanto, nos coloca delante de la perspectiva de la unidad del ser humano como practicante del acto y deseoso de la felicidad con vistas a un fin último, se puede decir que una fuerza intrínseca mueve al hombre a la práctica del bien. [4]

La expresión "fuerza intrínseca" resalta el papel creador de Dios, que obra por medio de las tres Personas de la Santísima Trinidad. Esto implica que el hombre contiene en sí ciertas verdades establecidas por Dios, no con la intención de aprisionarlo en una moral cruel, sino de liberarlo a la verdadera felicidad que consiste en practicar los actos moralmente buenos y, con esto, asemejarse más a Él. [5]

Por Thiago de Oliveira Geraldo
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1 Cf. JUAN PABLO II. La perenne validità dell'etica tomista. In: Doctor Comunnis. Roma, 1992, ano XLV, n. 1, p. 4.
2 S Th I-II, q. 21, a. 2.
3 Cf. PIEPER, Josef. Felicidade e contemplação, lazer e culto. São Paulo: Herder, 1969, p. 17-18.
4 Cf. Veritatis Splendor, n. 7.
5 Cf. LAUAND, Luiz Jean. Tomás de Aquino, hoje. Curitiba: Champagnat, 1993, p. 41.

Frase

¡Feliz el hombre que no ha faltado con su lengua ni es atormentado por el remordimiento!

viernes, 11 de febrero de 2011

El Hermano llavero - cuentos para niños

En las frías noches de invierno, junto al agradable fuego de las hogueras, aún hoy, en rincones de la Vieja Europa, los abuelos cuentan a sus nietos esta legendaria historia...
Hace mucho tiempo vivía en una simpática aldea un niño llamado Lucas. Soñaba todos los días con vivir como un monje en el antiguo e imponente monasterio que se erguía en lo alto de la colina, fuera de los muros de la ciudad.

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Santo del día

Nuestra Señora de Lourdes
Publicado 2011/02/11
Autor : Catholic.net


Fiesta, Febrero 11


Martirologio Romano: Memoria de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes. Cuatro años después de la proclamación de su Inmaculada Concepción, la Santísima Virgen se apareció en repetidas ocasiones a la humilde joven santa María Bernarda Soubirous en los montes Pirineos, junto al río Gave, en la gruta de Massabielle, de la población de Lourdes, y desde entonces aquel lugar es frecuentado por muchos cristianos, que acuden devotamente a rezar.

Bernardita de Soubirous fue la elegida por Dios para ser testigo y mensajera de tan extraordinaria iniciativa del Creador. La Madre de Jesús, nuestra Madre también, supo como siempre enamorar a las multitudes y convocar a los pueblos de las naciones alrededor de la majestuosa imagen que de Ella se difundió.

Lourdes ha sido fuente de sanación física para mucha gente, y quizás ha sido este el milagro más visible que Dios ha realizado para confirmar y sostener la fe en la obra. Pero sin dudas que la sanación espiritual, la conversión de las almas, ha sido el fruto más extraordinario que las generaciones han manifestado como evidencia de la potencia de los actos de Dios en esta tierra.

Bernardita fue también instrumento de confirmación del Dogma de la Inmaculada Concepción, para alegría de los que amamos la pureza de María, reconocida de este modo en las propias palabras de la Reina del Cielo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Hoy, después de 150 años, las palabras de María resuenan en nuestros oídos con la misma fuerza, como un cristal puro que resuena y sacude con su timbre los tímpanos del mundo.

Gloria a Dios por Su Amor manifestado en regalo tan extraordinario. Nuestra Señora de Lourdes renueve nuestros corazones y nuestras mentes, para que emerja sonriente y esplendorosa nuestra propia conversión.

Organización de la Jornada Mundial de la Juventud dio a conocer la agenda del Santo Padre en Madrid

Publicado 2011/02/10
Autor : Gaudium Press


Mons. César Franco, obispo auxiliar de Madrid y coordinador general de la JMJ, fue quien presentó la agenda que tendrá el Papa en el encuentro de jóvenes católicos. Entre las actividades, el Santo Padre se reunirá con discapacitados y profesores

Madrid (Jueves, 10-02-2011, Gaudium Press) Un encuentro con discapacitados, otro con religiosas jóvenes y seminaristas, y una jornada con voluntarios, serán algunas de las actividades -además de las ya tradicionales-, que el Santo Padre realizará en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que ocurrirá en Madrid en agosto de este año.

La agenda del Santo Padre, en el evento juvenil católico más grande del mundo, fue dada a conocer por la Organización de la JMJ Madrid 2011, en cabeza de Mons. César Franco, obispo auxiliar de Madrid y coordinador general de la JMJ, quien agradeció al Papa que "haya aceptado generosamente todas nuestras propuestas de encuentros en los que van a participar los jóvenes".

Según la agenda, el Pontífice llegará hacia el medio día del jueves 18 de agosto al aeropuerto de Barajas, donde tendrá lugar, en el Pabellón de Estado, una ceremonia de bienvenida. De allí, iniciará en el Papamóvil un recorrido de entrada a Madrid hasta la Nunciatura. Ya hacia las 19:00 horas comenzará un acto de bienvenida con jóvenes que representan los cinco continentes. Éste iniciará con un recorrido en la Plaza de la Independencia, cruzará por la conocida Puerta de Alcalá y luego será trasladado hasta la Plaza de Cibeles; allí tendrá lugar un acto festivo con los jóvenes participantes de la Jornada.

El viernes 19, hacia las 11:30 de la mañana, el Papa tendrá un encuentro con un grupo de religiosas jóvenes en el Patio de los Reyes del Monasterio de El Escorial, luego, en la Basílica, se reunirá con alrededor de 2.000 profesores universitarios jóvenes, y a las 19:30, presidirá el Vía Crucis juvenil en la Plaza de Cibeles.

Al día siguiente, sábado 20 de agosto, el Santo Padre presidirá a las 10:00 de la mañana una Eucaristía con los seminaristas en la Catedral de la Almudena. El mismo día, a las 19:40, se encontrará con personas discapacitadas en la Fundación Instituto San José de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios. Ya a las 20:30, presidirá uno de los actos más esperados por los jóvenes participantes de la JMJ: la Vigilia en el aeródromo de Cuatro Vientos.

El domingo 20, último día del Santo Padre en Madrid, presidirá la Misa de Clausura de la JMJ 2011 -que tendrá lugar también en Cuatro Vientos-. Antes realizará un recorrido en el Papamóvil por la zona del aeródromo.

A las 17:30 horas, y en modo de agradecimiento por su labor, se reunirá con los voluntarios de la jornada en el recito ferial IFEMA. A las 18:30 partirá del aeropuerto de Barajas de regreso a Roma.

Con información de la Oficina de Prensa de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Gaudium Press / Sonia Trujillo

Evangelio del día

2011-02-11 - Evangelio según San Marcos 7,31-37
Publicado 2011/02/11
Autor : Sagrada Biblia


Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que sopla la brisa, se ocultaron de él, entre los árboles del jardín.

Libro de Génesis 3,1-8

La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho, y dijo a la mujer: "¿Así que Dios les ordenó que no comieran de ningún árbol del jardín?". La mujer le respondió: "Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín. Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: "No coman de él ni lo toquen, porque de lo contrario quedarán sujetos a la muerte"».

La serpiente dijo a la mujer: "No, no morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal".

Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió. Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera.

Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que sopla la brisa, se ocultaron de él, entre los árboles del jardín.

Salmo 31

De David. Poema. ¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado y liberado de su falta!
¡Feliz el hombre a quien el Señor no le tiene en cuenta las culpas, y en cuyo espíritu no hay doblez!
Pero yo reconocí mi pecado, no te escondí mi culpa, pensando: "Confesaré mis faltas al Señor". ¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado!
Por eso, que todos tus fieles te supliquen en el momento de la angustia; y cuando irrumpan las aguas caudalosas no llegarán hasta ellos.
Tú eres mi refugio, tú me libras de los peligros y me colmas con la alegría de la salvación.

Evangelio según San Marcos 7,31-37

Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis.
Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos.
Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua.
Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: "Efatá", que significa: "Abrete".
Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban
y, en el colmo de la admiración, decían: "Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos".


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Frase

¿Has pecado, hijo mío? No lo vuelvas a hacer, y pide perdón por tus faltas pasadas.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Fallece en Brasil comunicador español y miembro de los Heraldos del Evangelio

Publicado 2011/02/07
Autor: Gaudium Press
Sección: América


San Pablo (Lunes, 07-02-2011, Gaudium Press) En las horas de la tarde del sábado pasado, falleció en la megalópolis brasileña de San Pablo, el Sr. Francisco Javier Burgos Aranda, miembro español de los Heraldos del Evangelio. Su deceso se produjo por un ataque cardiaco fulminante, que lo alcanzó a la joven edad de 36 años.

Don Javier ingresó desde muy joven a los Heraldos del Evangelio y ejerció su apostolado no solo en su tierra natal, sino también en los EE.UU. y Brasil, país donde residió los últimos años. Don Javier fue un eficaz comunicador. Colaboró con programas en Radio María - España, y en Brasil trabajó con especial dedicación y profesionalismo en órganos de información de la Iglesia.

Don Javier también se destacó por su fino talento musical, que puso generosamente al servicio del apostolado, habiendo dirigido el Coro de los Heraldos del Evangelio de España, y participado de múltiples actividades musicales, particularmente litúrgicas, en los lugares donde vivió como consagrado. Catequista consumado, supo ejercer este ministerio en los sitios donde vivió, como por ejemplo parroquias de la Arquidiócesis primada de España, Toledo, lugar donde fue también miembro del Consejo diocesano de laicos.

Hoy, en la sede del "Apostolado del Oratorio" en San Pablo, y antes de partir a Zaragoza donde será enterrado, se realizó una misa de despedida en sus intenciones, que fue concelebrada por cuatro sacerdotes de los Heraldos del Evangelio, dos de los cuales son españoles, el P. Pablo Werner y el P. Santiago Canals. En la misa se rezaron las oraciones de exequias.

Evangelio del día

2011-02-09 - Evangelio según San Marcos 7,14-23
Publicado 2011/02/09
Autor : Sagrada Biblia

Cuando se apartó de la multitud y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron por el sentido de esa parábola.

Libro de Génesis 2,4-9.15-17

Cuando el Señor Dios hizo la tierra y el cielo, aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra ni había brotado ninguna hierba, porque el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra. Tampoco había ningún hombre para cultivar el suelo, pero un manantial surgía de la tierra y regaba toda la superficie del suelo.

Entonces el Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente. El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado.
Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes para la vista y apetitosos para comer; hizo brotar el árbol del conocimiento del bien y del mal.

El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara. Y le dio esta orden: "Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte".

Salmo 103

Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad y te envuelves con un manto de luz. Tú extendiste el cielo como un toldo Todos esperan de ti que les des la comida a su tiempo: se la das, y ellos la recogen; abres tu mano, y quedan saciados.

Si escondes tu rostro, se espantan; si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo. Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la tierra.

Evangelio según San Marcos 7,14-23


Y Jesús, llamando otra vez a la gente, les dijo: "Escúchenme todos y entiéndanlo bien. Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo hace impuro es aquello que sale del hombre. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!".

Cuando se apartó de la multitud y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron por el sentido de esa parábola.
El les dijo: "¿Ni siquiera ustedes son capaces de comprender? ¿No saben que nada de lo que entra de afuera en el hombre puede mancharlo, porque eso no va al corazón sino al vientre, y después se elimina en lugares retirados?". Así Jesús declaraba que eran puros todos los alimentos.

Luego agregó: "Lo que sale del hombre es lo que lo hace impuro. Porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, los engaños, las deshonestidades, la envidia, la difamación, el orgullo, el desatino.
Todas estas cosas malas proceden del interior y son las que manchan al hombre".

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El verdugo de San Dionisio - cuentos para niños

¡Que la paz sea contigo!.
Con esta frase, Laercia despertó a su esposo, el rubio y gigantesco Tubaldo, que abandonó su cama rezongando, porque esa clase de saludos no eran de su agrado.
¡Bah! ¿Quién piensa perturbar la paz? Harías mejor si recurrieres a Wotan (el dios de los germanos) para hacerme ganar unas buenas monedas hoy en la feria.


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lunes, 7 de febrero de 2011

Minuto con María - Fuente de nuestro coraje

Pidamos a María la gracia de alcanzar la constante perseverancia en la virtud y un creciente amor a Su Divino Hijo.

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Evangelio del día

2011-02-07 - Evangelio según San Marcos 6,53-56
Publicado 2011/02/07
Autor : Sagrada Biblia

Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres!

Libro de Génesis 1,1-19

Al principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se cernía sobre las aguas. Entonces Dios dijo: "Que exista la luz". Y la luz existió.

Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas; y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el primer día.

Dios dijo: "Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una separación entre ellas". Y así sucedió.

Dios hizo el firmamento, y este separó las aguas que están debajo de él, de las que están encima de él; y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el segundo día.

Dios dijo: "Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y que aparezca el suelo firme". Y así sucedió.

Dios llamó Tierra al suelo firme y Mar al conjunto de las aguas. Y Dios vio que esto era bueno.

Entonces dijo: "Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla y árboles frutales, que den sobre la tierra frutos de su misma especie con su semilla adentro". Y así sucedió.

La tierra hizo brotar vegetales, hierba que da semilla según su especie y árboles que dan fruto de su misma especie con su semilla adentro. Y Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el tercer día.

Dios dijo: "Que haya astros en el firmamento del cielo para distinguir el día de la noche; que ellos señalen las fiestas, los días y los años, y que estén como lámparas en el firmamento del cielo para iluminar la tierra". Y así sucedió.

Dios hizo los dos grandes astros - el astro mayor para presidir el día y el menor para presidir la noche - y también hizo las estrellas. Y los puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra, para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios vio que esto era bueno.

Así hubo una tarde y una mañana: este fue el cuarto día.

Salmo 103

Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad y te envuelves con un manto de luz. Tú extendiste el cielo como un toldo Afirmaste la tierra sobre sus cimientos: ¡no se moverá jamás!
El océano la cubría como un manto, las aguas tapaban las montañas; Haces brotar fuentes en los valles, y corren sus aguas por las quebradas.
Las aves del cielo habitan junto a ellas y hacen oír su canto entre las ramas.
¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡Todo lo hiciste con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas!
Que los pecadores desaparezcan de la tierra y los malvados ya no existan más. ¡Bendice al Señor, alma mía! ¡Aleluya!

Evangelio según San Marcos 6,53-56

Después de atravesar el lago, llegaron a Genesaret y atracaron allí.
Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba.

En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados.

Frase

El que cava una fosa caerá en ella y el que tiende una red quedará enredado.

La Hermana Marie Simon Pierre revela detalles inéditos de su curación

Publicado 2011/02/04
Autor : Gaudium Press

La religiosa francesa, cuya curación sirvió para llevar adelante la beatificación de Juan Pablo II, habló con la RAI y la televisión católica francesa KTO sobre los sorprendentes detalles de su milagrosa recuperación

París (Viernes, 04-02-2011, Gaudium Press) El 14 de febrero pasado, en una entrevista coproducida por la RAI y la televisión católica francesa KTO, la hermana Marie Simon Pierre dio a conocer detalles inéditos de su curación milagrosa, que tras el examen científico y la aprobación de Benedicto XVI, posibilitó la pronta beatificación del Siervo de Dios Juan Pablo II, el 1ro. de mayo, día de la Divina Misericordia.

La religiosa francesa, que pertenece a las Hermanitas de las Maternidades Católicas, nació en 1962 y tuvo diagnóstico de mal de Parkinson (el mismo que al final de su vida sufrió Juan Pablo II) en junio de 2001. En su caso la enfermedad avanzó rápidamente, afectando toda la parte derecha del cuerpo.

Padeciendo el mismo mal que el Papa polaco, sentía por ello -además del vínculo que la ligaba al vicario de Cristo como tal- la unión que da el compartir el mismo dolor. Por eso, cuando Juan Pablo II falleció el 2 de abril del 2005, "se me vino el mundo encima. Había perdido al amigo que me entendía y que me daba la fuerza de seguir adelante", declara la hermana Marie con emoción.

Entretanto, a los pocos días de su muerte, el Pontífice difunto ya le traía dignos consuelos. El 13 de mayo de 2005, y estableciendo una excepción a las normas canónicas vigentes, el actual Papa Benedicto XVI anunciaba el inicio del proceso de beatificación de Juan Pablo II. Desde el día siguiente las casas francesas y africanas de la congregación de la hermana Marie no dejaron de pedir la intercesión del Papa Wojtila por el restablecimiento total de su salud.

Entretanto - y aunque fortalecida por las oraciones de sus hermanas en religión- ella seguía empeorando, velozmente.
En la Hermana Marie brillan las bellas cualidades que Dios quiso dar a la nación francesa. Discreción en el porte, lógica, concisión y claridad en la exposición, elegancia en la expresión, candidez en la narración. Además se suman los dones propios de la observancia religiosa: modestia en su actitud, espíritu de fe y piedad, y un dominio sobre las emociones que entretanto cede en un momento su imperio, ante la dramaticidad de los hechos que narra a KTO- RAI, y que tuvo la felicidad que vivir.

La cura

El 2 de junio de 2005 "por la mañana yo estaba completamente impedida y ya no podía más".

"Pensé en buscar a Sor Marie [superiora de su comunidad] para pedirle mi dimisión, dejar de brindar mi servicio en la maternidad donde trabajaba con muchas personas a mi cargo. Me sentía muy pesada y me dije: es necesario que pare, que deje el servicio. Yo no puedo hacer que esto deje de avanzar, no es posible", narra la religiosa. Entretanto la superiora denegó la petición con dulzura, y le pidió seguir confiando en la intercesión de Juan Pablo II.

Cuando esto ocurrió, "sentimos por un buen momento un gran cambio en su oficina, diría que una gran paz, una paz muy grande y una gran serenidad, me sentía muy apacible, ella también".

La superiora le pidió que escribiera el nombre de Juan Pablo II. Sus manos ya no respondían como otrora. Entretanto ante la insistencia de Sor Marie ella garabateó unos trazos ilegibles, para pensar después que podría ocurrir "un milagro si es que creo".

"Me fui y seguí con mi servicio. Esa noche seguí la jornada como de costumbre con la comida comunitaria, luego un poco más de servicio y después la oración nocturna en la capilla".

Al retornar a su cuarto quiso Marie Simon-Pierre obligarse a escribir y tuvo una gran sorpresa al comprobar que pudo hacerlo con relativa facilidad.

De forma diversa a los días anteriores pudo dormir bien, sin el insomnio habitual que la aquejaba agudamente. El 3 de junio se despertó a las 4:30, una hora antes de lo establecido, y tuvo mucho tiempo para prepararse para la jornada que iniciaba. Entretanto, ese tiempo fue empleado mejor para hacer una feliz introspección: "Ya no era la misma. Había una alegría interior y una gran paz; y luego me sorprendí mucho por los gestos de mi cuerpo".

Sintió la hermana Marie un "gran deseo de rezar. A esa hora no tenía autorización para rezar, pero recé". Se dirigió al oratorio de la comunidad, directo al tabernáculo, "siempre con una alegría muy profunda". Se acompañaba de un pequeño folleto con "el rosario de Juan Pablo", y meditó los misterios luminosos.

"A las 6:00 de la mañana teníamos una oración antes de la Eucaristía comunitaria, así que fui a la capilla con mis hermanas. Al ir hacia la capilla me di cuenta de que mi brazo izquierdo ya no se quedaba inmóvil al caminar sino que se balanceaba normalmente. En la Eucaristía tuve la certeza de que estaba curada", concluye la religiosa, con una dulce sonrisa en el rostro, que evidencia el gozo no solo de gozar de buena salud, sino también de estar siendo instrumento para la glorificación del Papa polaco.

Gaudium Press / S. C.

viernes, 4 de febrero de 2011

El mundo de hoy precisa de un renovado dinamismo apostólico, afirma el Papa

Publicado 2011/02/03
Autor: Gaudium Press
Sección: Europa

Ciudad del Vaticano (Jueves, 03-02-2011, Gaudium Press) "En un mundo frecuentemente desorientado y en la búsqueda de nuevas razones de vida la luz de Cristo debe ser llevada a todos" dijo hoy el Santo Padre a los miembros de la Comunidad del Emamnuel recibidos en audiencia privada esta mañana en el Vaticano, por ocasión del 20º aniversario de la muerte de uno de sus fundadores, Pierre Goursat.

Según el Pontífice, el mundo de hoy precisa de un renovado dinamismo apostólico radicado en una vida alimentada por la Eucaristía. El Papa alentó a los miembros de la comunidad a guardar "la sed de anunciar la Palabra de Dios" y a tornarse "ardientes misioneros del Evangelio". Esto principalmente debe realizarse a través de las familias, los jóvenes y los ambientes intelectuales.

El Papa les pidió también "renovar desde dentro de la comunidad el dinamismo apostólico de las parroquias, desarrollando sus orientaciones espirituales y misioneras" y ayudando a las personas que vuelven a la Iglesia a "radicar la propia fe en una vida auténticamente teologal, sacramental y eclesial". Para los países más necesitados esto puede tornarse "una fuerza para la construcción de un mundo más justo y más fraterno", evaluó Benedicto XVI.

Al final del discurso, el Papa habló sobre la vida comunitaria, diciendo que la misma "no es una simple solidaridad entre los miembros de una misma familia espiritual", sino una vivencia que se fundamenta en la "relación con Cristo y en el empeño común para servirlo" y para la sociedad es "un testimonio vivo del amor fraterno que debe animar todas las relaciones humanas".

La Comunidad del Emmanuel fue fundada en febrero de 1972 por dos laicos, Pierre Goursat y Martine Laffitte. Fue reconocida por la Santa Sede en diciembre de 1992 como una "asociación universal de fieles". En 1998, los estatutos de la Comunidad fueron aprobados oficialmente por el Pontificio Consejo para los Laicos.

Vicariato de Roma pone al aire site sobre la beatificación de Juan Pablo II

Publicado 2011/02/03
Autor : Gaudium Press

La ceremonia de beatificación del Papa Wojtyla será, como en todas las demás, sin ingresos y gratuita. En la página en internet, es posible encontrar información sobre el fallecido pontífice, detalles de su proceso de beatificación, noticias, entre otros

Ciudad del Vaticano (Jueves, 03-02-2011, Gaudium Press) www.karol-wojtyla.org es el site oficial con la información sobre la causa de beatificación de Juan Pablo II que el Vicariato de Roma acaba de poner al aire. El servicio está disponible en 6 lenguas: inglés, francés, español, italiano, polaco y rumano.

La idea es reunir información sobre el Pontífice y, principalmente, sobre su proceso de beatificación, como sus etapas, postuladores y testigos. En el site, el visitante encontrará también datos sobre la biografía del Papa Wojtyla, escritos, documentos y reflexiones, además de avisos de grupos de oración y otras iniciativas.

El site trae también todas las noticias sobre la beatificación de Juan Pablo II y sobre otras ceremonias relacionadas. Hasta ahora, la única ceremonia confirmada por ocasión de la beatificación es la vigilia de oración en el Circo Máximo el 30 de abril, en la noche que antecede la ceremonia en el Vaticano.

Ingreso gratuito a la beatificación

Tanto el Vicariato de Roma, que es responsable por la organización de la beatificación, como el Departamento de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, recuerdan a los peregrinos que quieran asistir a la ceremonia que el ingreso será realizado gratuitamente y que la Iglesia nunca cobrará por la entrada en ninguna otra ceremonia similar. Este anuncio se hace con el fin de alertar contra impostores, puesto que ya circulan sites que venden entradas falsas para la beatificación.

El Vaticano resalta que la ceremonia se realizará sin entradas de ingreso o reservas gratuitas, como en otras ocasiones, puesto que por cuestiones de organización, se hizo necesario.

Evangelio del día

2011-02-04 - Evangelio según San Marcos 6,14-29
Publicado 2011/02/04
Autor : Sagrada Biblia


Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?". "La cabeza de Juan el Bautista", respondió esta.

Carta de San Pablo a los Hebreos 13,1-8

Perseveren en el amor fraternal. No se olviden de practicar la hospitalidad, ya que gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a los ángeles. Acuérdense de los que están presos, como si ustedes lo estuvieran con ellos, y de los que son maltratados, como si ustedes estuvieran en su mismo cuerpo.

Respeten el matrimonio y no deshonren el lecho conyugal, porque Dios condenará a los lujuriosos y a los adúlteros.
No se dejen llevar de la avaricia, y conténtense con lo que tienen, porque el mismo Dios ha dicho: No te dejaré ni te abandonaré. De manera que podemos decir con plena confianza: El Señor es mi protector: no temeré. ¿Qué podrán hacerme los hombres?

Acuérdense de quienes los dirigían, porque ellos les anunciaron la Palabra de Dios: consideren cómo terminó su vida e imiten su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será para siempre.

Salmo 27

De David. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré?
Aunque acampe contra mí un ejército, mi corazón no temerá; aunque estalle una guerra contra mí, no perderé la confianza.

Sí, él me cobijará en su Tienda de campaña en el momento del peligro; me ocultará al amparo de su Carpa y me afirmará sobre una roca. Mi corazón sabe que dijiste: "Busquen mi rostro". Yo busco tu rostro, Señor, no lo apartes de mí. No alejes con ira a tu servidor, tú, que eres mi ayuda; no me dejes ni me abandones, mi Dios y mi salvador.

Evangelio según San Marcos 6,14-29

El rey Herodes oyó hablar de Jesús, porque su fama se había extendido por todas partes. Algunos decían: "Juan el Bautista ha resucitado, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos: Otros afirmaban: "Es Elías". Y otros: "Es un profeta como los antiguos".

Pero Herodes, al oír todo esto, decía: "Este hombre es Juan, a quien yo mandé decapitar y que ha resucitado". Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado.

Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano". Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.

Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras y te lo daré".

Y le aseguró bajo juramento: "Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino". Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?". "La cabeza de Juan el Bautista", respondió esta.

La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: "Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".

El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla. En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan.

El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre. Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.

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El Monje y el ruiseñor

Érase una vez un joven monje, de nombre Urbanus, piadoso y diligente, que habiendo sido nombrado bibliotecario del monasterio, se entregó a su función en cuerpo y alma. Cuidaba los libros, estudiaba mucho, y le gustaba leer especialmente las Sagradas Escrituras.
Un día, se impactó con un versículo del Salmo 89 que demasiado le intrigó: “Porque mil años delante de Vos, son como el día de ayer, que ya pasó, como una sola vigilia de la noche”.

“Esto me parece imposible” – pensó. Y esa duda se fijó en su mente, pasando a incomodarlo desde aquel momento. Sucedió que una tarde, después de terminar su trabajo, bajó de la sombría biblioteca dirigiéndose hacia el bello y luminoso claustro.
Al mirar hacia el jardín, vio un lindo ruiseñor posado en la rama de un arbusto, que cantaba del modo más bello que se pueda imaginar. El monje se aproximó al pajarito, pero en el momento de cogerlo, voló para una rama próxima, al tiempo que cantaba más fuerte y más claro. En cierto momento el ruiseñor sobrevoló el pequeño muro del monasterio, y el monje lo siguió, saliendo por la puerta del jardín. El joven se adentró en el bosque próximo, pero después de caminar un poco, dejó de oír al ruiseñor y lo perdió de vista. Resolvió, entonces, volver apresuradamente, ya que no había pedido autorización para salir, y las campanas del monasterio tocaban el Angelus de la tarde. Al regreso, vio por el camino árboles enormes, los cuales no recordaba. Con certeza tanto lo había atraído el canto del ruiseñor que ni los percibió. Con todo, al avistar el monasterio, quedó espantado. “¿Me habré equivocado de camino? ¡Pero si anduve tan poco!”. El hecho es que el muro era más alto, y la puerta del jardín había desaparecido. En fin, no era el momento de pensar en esas cosas; había que correr hasta el portón principal, entrar rápido y explicar al abad lo que había ocurrido.

Al llamar, fue atendido por un portero que no conocía, y que no quería dejarlo pasar. Urbanus forzó la entrada, siguió rápido en dirección al jardín y... ¡Oh sorpresa! ¡Éste había cambiado completamente! Recorrió con sus ojos el claustro y no lo reconoció: puertas nuevas, mosaicos que nunca había visto... Al menos la sólida iglesia monacal continuaba allí al lado. Entretanto, era flanqueada por varias construcciones enormes que – y de esto tenía certeza – nunca habían estado en ese lugar. Temiendo que estuviese soñando, Urbanus se dirigió a un monje que cuidaba las plantas y casi le gritó: “Hermano, ¿Qué sucedió? ¿Cómo cambió todo de repente?” El otro, intrigado y entre risas, respondió: “Hace veinte años que estoy aquí, y todo sigue igual. Pero, anciano hermano, permítame preguntarle, ¿de dónde viene Ud.?”, a lo que él replicó:
“¿Por qué me llama anciano? ¡Tengo cuando mucho la mitad de su edad!” “¿La mitad de mi edad?
– preguntó el otro. “¿Con ese cabello tan blanco?” Urbanus se sintió desfallecer; bajó la cabeza, y sólo ahí notó la larga barba, blanca como la nieve, que le caía hasta la cintura. Sin comprender nada, deambuló por los corredores, extrañando que todos se apartaban de él como si estuviesen viendo un fantasma. En cierto momento, vio caminar en su dirección a un grupo de monjes encabezados por el abad, quien, llevando en alto un crucifijo, dijo solemnemente: “Oh alma del otro mundo, en nombre de Jesucristo, parad y decid, ¿Qué deseáis aquí, en nuestra abadía?”
“¡Yo vivo aquí!” – replicó Urbanus afligido. “Uds. son los extraños...¿Dónde está el Abad Félix, y dónde están mis hermanos de hábito?” La sorpresa era general. En esto, un joven se adelantó y dijo al abad: “Esto me recuerda algo que leí en un diario del monasterio.
Pido autorización para traerlo”. En dos minutos estaba de vuelta con el grueso volumen, harto envejecido. Lo abrió y leyó en voz alta:

“En este año del Señor de 1067 – hace trescientos años – Urbanus, el joven bibliotecario del monasterio desapareció sin dejar rastro. Nunca se supo si huyó de la vida monacal o si se volvió loco.” Urbanus suspiró y, con los ojos en lágrimas y voz trémula, dijo:
“Ah, ruiseñor, ¿ese era entonces tu mensaje? ¡Yo te seguí durante tres minutos, escuchando tu cantar, y tres siglos transcurrieron! ¡Era una canción del cielo la que yo oía! ¡Cómo el tiempo de nuestras vidas no es nada en comparación con la eternidad! Ahora comprendo y alabo a Dios.”