viernes, 4 de febrero de 2011

El mundo de hoy precisa de un renovado dinamismo apostólico, afirma el Papa

Publicado 2011/02/03
Autor: Gaudium Press
Sección: Europa

Ciudad del Vaticano (Jueves, 03-02-2011, Gaudium Press) "En un mundo frecuentemente desorientado y en la búsqueda de nuevas razones de vida la luz de Cristo debe ser llevada a todos" dijo hoy el Santo Padre a los miembros de la Comunidad del Emamnuel recibidos en audiencia privada esta mañana en el Vaticano, por ocasión del 20º aniversario de la muerte de uno de sus fundadores, Pierre Goursat.

Según el Pontífice, el mundo de hoy precisa de un renovado dinamismo apostólico radicado en una vida alimentada por la Eucaristía. El Papa alentó a los miembros de la comunidad a guardar "la sed de anunciar la Palabra de Dios" y a tornarse "ardientes misioneros del Evangelio". Esto principalmente debe realizarse a través de las familias, los jóvenes y los ambientes intelectuales.

El Papa les pidió también "renovar desde dentro de la comunidad el dinamismo apostólico de las parroquias, desarrollando sus orientaciones espirituales y misioneras" y ayudando a las personas que vuelven a la Iglesia a "radicar la propia fe en una vida auténticamente teologal, sacramental y eclesial". Para los países más necesitados esto puede tornarse "una fuerza para la construcción de un mundo más justo y más fraterno", evaluó Benedicto XVI.

Al final del discurso, el Papa habló sobre la vida comunitaria, diciendo que la misma "no es una simple solidaridad entre los miembros de una misma familia espiritual", sino una vivencia que se fundamenta en la "relación con Cristo y en el empeño común para servirlo" y para la sociedad es "un testimonio vivo del amor fraterno que debe animar todas las relaciones humanas".

La Comunidad del Emmanuel fue fundada en febrero de 1972 por dos laicos, Pierre Goursat y Martine Laffitte. Fue reconocida por la Santa Sede en diciembre de 1992 como una "asociación universal de fieles". En 1998, los estatutos de la Comunidad fueron aprobados oficialmente por el Pontificio Consejo para los Laicos.

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