domingo, 30 de septiembre de 2012

Tres uruguayos participarán en Asamblea del Sínodo sobre Nueva Evangelización

Tres uruguayos participarán en la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que tendrá lugar en el Vaticano, del 7 al 28 de octubre de 2012, sobre el tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”.

Mons. Alberto Sanguinetti Montero, Obispo de Canelones fue elegido directamente por el Papa Benedicto XVI para participar de la Asamblea. Mons. Sanguinetti forma parte del pequeño grupo compuesto por 12 Cardenales, 12 Arzobispos, 8 obispos y 4 reverendos y padres de todo el mundo, elegidos directamente por el Papa.
Participará, asimismo, el Obispo Auxiliar de Montevideo, Mons. Milton Tróccoli, quien fue designado por la Conferencia Episcopal Uruguaya.

Un tercer uruguayo participará en la Asamblea del Sínodo, aunque hace ya muchos años que vive en Roma, es el Profesor Guzmán Carriquiry, quien se desempeña como Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina y fue invitado para oficiar de auditor.

El Sínodo es una asamblea de obispos convocados por el Papa y tiene como tarea ayudar al Romano Pontífice en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo. Esta asamblea se conforma por un número indeterminado de obispos elegidos, unos directamente por el Papa sin sujeción a regla, otros por las Conferencias Episcopales y otros en representación de los institutos religiosos clericales.

El Sínodo de los obispos fue creado por el Papa Pablo VI el 15 de septiembre de 1965 con el Motu proprio “Apostolica sollicitudo”, en respuesta a los deseos de los padres del Concilio Vaticano II de mantener vivo el espíritu de colegialidad nacido de la experiencia conciliar.

Durante las asambleas sinodales el Santo Padre y los obispos tratan ordinariamente cuestiones relativas a la Iglesia universal, aunque también pueden referirse a las Iglesias particulares. Es el Sumo Pontífice quien convoca el Sínodo, elige el tema a tratar, designa a sus miembros, preside él mismo la asamblea o designa al Presidente y recibe las sugerencias presentadas por los obispos.

NUEVA EVANGELIZACIÓN

La XIII Asamblea General Ordinaria del Sinodo de los Obispos, que tendrá lugar en el Vaticano, del 7 al 28 de octubre, en torno al tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, fue anunciada por el Papa el 24 de octubre de 2010, durante la Misa presidida en la Basílica Vaticana, con la que se clausuró la Asamblea especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos.

El 4 de marzo de 2011, el arzobispo Nikola Eterovic, secretario general del Sínodo de los Obispos, presentó en la Oficina de Prensa de la Santa Sede los “Lineamenta”, que constituyen un primer esbozo sobre el tema sinodal, publicado en ocho idiomas (latín, francés, inglés, italiano, polaco, portugués, español y alemán). El texto incluye un cuestionario general relacionado con los argumentos tratados, cuyas respuestas -71- debían ser enviadas a la secretaría general del Sínodo hasta el 1 de noviembre de 2011. La síntesis de las respuestas forma el “Instrumentum laboris” o documento de trabajo del sínodo.

La Beata Laura Montoya y la Virgen como puerta de entrada en sus misiones

Redacción (Viernes, 28-09-2012, Gaudium Press) Realmente fascinante es la vida de la Beata colombiana Laura Montoya (1874-1949), cuyo proceso de canonización sigue su buen curso. Su vida es una epopeya, llena de hechos maravillosos. Narra la fundadora de la Congregación de Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena en su emocionante y fascinante autobiografía (1), que después de fundar varias casas en el occidente del departamento de Antioquia, (Dabeiba, Frontino) se lanza con alma de conquistadora de almas para la Iglesia, en lugares donde no había presencia del cristianismo.

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La Beata Madre Laura
Ella junto a sus Hermanas llegaron a Puerto César y después de hacer un viaje a Quibdó, se instalaron en una escuela de la intendencia del Chocó, donde trabajarían con los indios Kunas de la costa de Unguía. Más adelante llegaron a las tierras del istmo de Panamá. Bien podemos imaginar lo que era el transporte de la época, los peligros comunes. Nos refiere la Madre Laura en su autobiografía que el clima era malo, ardiente y húmedo... pero para quien ama no hay obstáculo. San Agustín decía: ama y haz lo que quieras. Quien mucho se sacrifica es porque ama mucho.

Rápidamente se vieron contagiadas de paludismo. Poco a poco los indios Caribes se fueron acercando a las hermanas. En toda ésta región del Golfo, nadie conoce una mujer Kuna o Caribe, la ocultan con sumo escrúpulo.

Para atraer a los nativos las religiosas colocaron a la entrada de la casa una imagen de la Virgen, lazo en el cual cayeron los felices visitantes. "¿Y quién es ésta?", preguntaban intrigados, porque nunca habían visto ni sabido nada de María Santísima. Este interés sirvió para irlos catequizando, suavemente. Los indios regresaban a sus comunidades, allí hablaban de Nuestra Señora, y volvían para conocerla aún más. Las Hermanas hablaban de las bellezas morales de María, su fidelidad, de Ella como modelo de mujer y madre y cómo Ella es la Madre de Jesús y nuestra. Estas explicaciones penetraban a fondo y poco después los indios pedían el bautismo. Las conversiones se sucedían una tras otra.

Se regó como pólvora la noticia de la llegada de las Hermanas y de la Virgen. Varios indios de las tierras panameñas vinieron a conocerlas y viendo que una religiosa le ponía flores a la imagen, preguntaban el porqué, a lo que se les respondía que Ella desde el cielo quedaba encantada y sonreía desde lo alto.
Movido por estas explicaciones, cierto día apareció un indio que venía de lejos, trayendo en su canoa una maceta con flores traída de su tierra: era para que la Señora de las religiosas se riera. Estos bellos testimonios prueban que la devoción a María Santísima son un marco y puerta para la evangelización. Por medio de Ella entra rápidamente Jesús, la Iglesia, sacramentos y la doctrina.

El profesor Plinio Corrêa de Oliveira, inspirador de Mons Juan Clá, fundador de los Heraldos del Evangelio, comentaba en cierta ocasión con un grupo de colombianos, que le impresionaba la fe de éste pueblo, pero sobretodo le llamaba la atención como Nuestra Señora ama a Colombia. Una cosa es el amor que sube y otra es el amor que baja desde arriba. Y es verdad, la riqueza de Colombia está en la fe profunda y en ese amor a Jesús por medio de María; este don se lo debe a esos misioneros(as) ardorosas que evangelizaron este pueblo, como el caso de la intrépida y aguerrida Madre Laura Montoya.

Por Gustavo Ponce
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1. Beata Laura Montoya Upegui Autobiografía. Cuarta Edición Congregación de Misioneras de Maria Inmaculada. Medellín, febrero de 2008.

Obispos de EE.UU. declaran el próximo octubre como Mes de Respeto a la Vida

Washington (Viernes, 28-09-2012, Gaudium Press) El Cardenal Daniel DiNardo, Secretario del Comité de Actividades Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), anunció la declaración del próximo mes de octubre como Mes del Respeto a la Vida el pasado 25 de septiembre. El también Arzobispo de Galveston-Houston expresó que ésta es una oportunidad para "renovar el compromiso personal de defender toda vida humana, especialmente la de los miembros más vulnerables de la familia humana".

La importancia del testimonio de los católicos en favor de la vida es fundamental, debido al origen trascendente de su defensa. "Solo un amor que busca servir a los más necesitados, sin importar cual sea el costo personal, es lo suficientemente fuerte para superar una cultura de la muerte y construir una civilización digna de los seres humanos hechos a imagen de Dios", expresó el Cardenal DiNardo.

Para el año 2012 -13, el programa Respeta la Vida de la USCCB ha señalado como tema "La Fe abre nuestros ojos a la vida humana en toda su grandeza y belleza". Esta valoración de la vida humana, destacada por Benedicto XVI en su viaje a Líbano, está fundamentada en Dios. "Debemos combinar nuestros esfuerzos", exhortó el Santo Padre, "para desarrollar una visión justa de la persona humana. Sin esto es imposible construir la verdadera paz".

Entre las amenazas actuales a la vida humana, el Cardenal DiNardo citó el aborto (con sus terribles consecuencias para la madre), la eliminación de embriones y la "reducción selectiva" de niños durante los procedimientos de fertilidad asistida, la investigación y manipulación de las células madre embrionarias y la eutanasia que se extiende a mayores y jóvenes.

El programa Respeta la Vida fue creado por la USCCB en 1972, y es promovido por las 195 Diócesis católicas de Estados Unidos. La declaración completa y materiales de difusión en inglés y español están disponibles en la página de la USCCB.

Argentinos hacen campaña para recibir al Papa antes de la JMJ Río-2013

Argentina (Viernes, 28-09-2012, Gaudium Press) ¿A quién no le gustaría recibir al Sumo Pontífice Benedicto XVI en su país? Es en ese sentimiento, de querer tener al Santo Padre en su territorio natal, que algunos argentinos comenzaron una campaña a fin de poder recibir al Papa el próximo año, antes de la visita papal al Brasil, para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en julio, en Río de Janeiro. La campaña tiene el lema: "Benedicto, Argentina te espera", con publicación en blog y una página en red social.

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Católicos argentinos desean visita del Papa al país y lanzan
campaña con el lema: "Benedicto, Argentina te espera"
La iniciativa no se trata de una campaña oficial de la Iglesia local, sino de los propios católicos argentinos que tienen ese deseo y, sin muchos recursos, pero movidos por la buena voluntad y amor al Papa, intentan motivar más personas y posteriormente ver cumplido su deseo.

"El país pasa por momentos difíciles. La familia está siendo atacada, la vida viene siendo despreciada, existe un intento muy fuerte de unificar el Código Civil y Comercial, abriendo la puerta para todos los tipos de aberraciones: el aborto, la adopción por parejas homosexuales, manipulación de embriones, alquiler de vientres... La visita del Papa es vista como una oportunidad para fortalecer la fe de los argentinos e iluminar y mostrar a las personas lo que está sucediendo, desde el punto de vista del evangelio", dijo Carlos Colazo, uno de los organizadores de la iniciativa.

Marcada para julio de 2013, la JMJ ocurrirá en Río de Janeiro y tendrá la presencia del Papa Benedicto XVI y, por ser raras las visitas del Sumo Pontífice a América Latina, los países vecinos del Brasil intentan articularse para también recibir una visita papal.

El Vaticano todavía no oficializó ninguna estadía en algún país fuera el Brasil, pero existen personas próximas al Papa interesadas en concretizar otra visita. El Santo Padre también está de acuerdo, sin embargo, todo depende de si su salud permitirá extender el viaje.

Profesor Carriquiry exhortó a los laicos a comprometerse con la llamada universal a la santidad

Lima (Viernes, 28-09-2012, Gaudium Press) Una invitación para que los laicos se comprometan cada vez más en la llamada universal a la santidad hizo esta semana el Secretario General de la Pontificia Comisión para América Latina, profesor Guzmán Carriquiry, durante una conferencia que ofreció en Lima sobre "El papel de los laicos en la Nueva Evangelización".

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El Prof. Carriquiry ofreció en Lima la conferencia "El papel de los laicos en la Nueva Evangelización" / Foto: Arzobispado de Lima
"Los laicos somos protagonistas de la Nueva Evangelización, tenemos ese llamado universal a la santidad por el bautismo. Solo los santos son los más auténticos renovadores y evangelizadores de la Iglesia. Reflorezcan ahora en Lima y en todo el Perú nuevos testimonio de santidad y así serán protagonistas de la Nueva Evangelización", señaló el Profesor Carriquiry a las centenas de personas que se dieron cita el pasado martes 25 de septiembre en el auditorio del Colegio San Agustín, para escuchar a la autoridad vaticana.

En este sentido, exhortó a los presentes a ser testimonio de coherencia cristiana y de santidad en el ámbito de la familia, el trabajo, la educación, la cultura y la política: "Todos nosotros debemos llevar la presencia de la Iglesia en la vida matrimonial, en el ejercicio profesional, en las fabricas, las oficinas, los campos de la vida política y social, compartiendo nuestra fe".

Ante lo cual añadió que hoy es necesario demostrar que "el cristianismo es la propuesta humana más plena", y que los laicos comprometidos "sean capaces de evangelizar el mundo del trabajo, la economía y la política".

Continuó señalando que hoy también es necesario que los laicos sean "coherentes con la fe" y tengan "capacidad de juicio cultural, de competencia profesional y pasión de servicio al prójimo".

Vivir la catolicidad con radicalidad, totalidad y fidelidad

En otro momento, el Secretario General de la Pontificia Comisión para América Latina alentó a los presentes a vivir la catolicidad con radicalidad, totalidad y fidelidad: "Ser católico hoy día es ir contracorriente, es ser signo de contradicción, pero a la vez de sorprendente novedad. Por eso hay que anunciar sin inhibiciones ni cobardías la Buena Nueva de Cristo. Debemos adherirnos a todos los contenidos de la doctrina cristiana, sintetizados de modo admirable en el Catecismo de la Iglesia Católica".

Conferencia Porf Guzmán.jpgTambién advirtió en la actualidad existen agentes a nivel mundial que están tratando de relativizar la vida humana, que "consideran la tradición católica de nuestro pueblo como una anomalía a la que es necesario manipular y desvirtuar".

Y dijo, además, que la mayor amenaza de hoy "es la construcción de una cultura dominante, global, relativista y hedonista que induce estilos de vida y comportamientos cada vez más distantes, respecto a la tradición católica".

El evento contó con la presencia del Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima, quien en su saludo de bienvenida y agradecimiento al Profesor Carriquiry expresó: "Con mucho gozo y esperanza contemplo el auditorio lleno de gente, porque todos respondemos a esa voz inscrita en nuestros corazones que nos invita a seguir a Cristo junto a su madre la Virgen Santísima. Son tiempos de esperanza y de fe para gente valiente y generosa. Es la hora de la conversión al amor de Jesús, a la práctica de los sacramentos y a la oración. Que los bautizados, desde sus mil ocupaciones, iluminen el mundo de hoy".

Con información de la Oficina de Comunicaciones de y Prensa del Arzobispado de Lima. 

La segunda edición del Premio Ratzinger va para el filósofo francés Brague y al jesuita patrólogo de los Estados Unidos Daley

Ciudad del Vaticano (Viernes, 28-09-2012, Gaudium Press) El día 20 de octubre próximo en el Vaticano, por segunda vez el Santo Padre entregará el Premio Ratzinger a dos ilustres estudiosos: un filósofo e historiador del pensamiento francés, Rémi Brague, y el Padre jesuita de los Estados Unidos Brian E. Daley, teólogo y patrólogo a su vez, de relieve internacional, especialmente en el área anglófona. Los nombres fueron anunciados hoy en la conferencia de prensa de presentación en la Sala Stampa vaticana por el Cardenal Camillo Ruini, presidente del comité científico de la "Fundación Vaticana Joseph Ratzinger - Benedicto XVI". El año pasado el primer Premio Ratzinger fue dado al Prof. Manlio Simonetti, italiano, laico, estudioso de Literatura cristiana antigua y Patrología; al Prof. Olegario González de Cardedal, sacerdote español, docente de Teología sistemática; y al Prof. Maximilian Heim, cisterciense, alemán, Abad del Monasterio de Heiligenkreuz en Austria y docente de Teología fundamental y dogmática.

La elección de los premiados es hecha por el comité científico de la Fundación vaticana según las áreas lingüísticas y según las disciplinas en aquellos que se ocupan "sobre la cuestión de Dios". La Fundación es abierta también a los estudiosos no creyentes. El número de los premiados, en la primera edición fueron 3, en la segunda 2, son ligados a las posibilidades económicas de la Fundación, explicó el Card. Ruini. La ceremonia ocurre el día 20 de octubre próximo en la Sala Clementina.

En la presentación de los premiados, el purpurado observó que Rémi Brague es conocido también en Italia, participando de las varias iniciativas culturales, últimamente en el Congreso Internacional sobre Dios hoy, a fines del 2009. Algunos de sus muchos libros tuvieron éxito e interés internacional, entre los cuales los volúmenes: "Europe, la voie romaine", "La Sagesse du monde. Histoire de l'expérience humaine de l'univers", "Du Dieu des chrétiens et d'un ou deux autres", o "Les Ancres dans le ciel. L'infrastructure métaphysique".

El profesor francés nació en París hace 65 años, es casado y tiene cuatro hijos y dos nietos. Estudió Filosofía y Lenguas Clásicas en la École Normale Supérieure de París y después también hebraico y árabe. Enseñó por veinte años, de 1990 a 2010, en la Sorbonne y actualmente la cátedra "Romano Guardini" de Ciencia e Historia de las Religiones y de Weltanschauung cristiana en la Universidad Ludwig-Maximilian de Múnich. Fue también y continúa siendo ‘Visiting Professor' en varias universidades americanas, españolas y también en la Universidad Vita-Salute San Raffaele de Milán. Es miembro del Institut de France, y la Académie des Sciences Morales et Politiques. Obtuvo numerosos y prestigiosos premios internacionales, entre los cuales el Grand Prix de Philosophie de l'Académie Française.

El Padre Brian Edward Daley nació en Orange, New Jersey, en 1940. Estudió en la Fordham University de Nueva York y después, de 1961 a 1964, profundizó la historia y filosofía antigua en el Merton College de Oxford. En 1964 entró a la Compañía de Jesús, completó los estudios filosóficos en Loyola Seminary en el Estado de Nueva York y los teológicos en la Hochschule Skt. Georgen de Frankfurt, donde fue también Asistente del gran historiador de cristología Alois Grillmeier. Obtuvo diploma de doctorado en Oxford, publicando una edición crítica de las obras de Leonzio Bizantino.

Enseñó por 18 años, de 1978 a 1996, teología e historia de la teología en la Weston School of Theology de Cambridge en Massachusetts y después, hasta hoy, en la Universidad de Notre Dame.

Es autor de volúmenes importantes como "The hope of the Early Church: a Handbook of Patristic Eschatology". Contribuyó al gran "Handbuch der Dogmengeschichte", en particular por la doctrina de la salvación en la Sagrada Escritura y para la escatología en la patrística. También tradujo en inglés las antiguas homilías griegas sobre la Dormición de María, el libro de Hans Urs von Balthasar Liturgia cósmica, "L'universo secondo Massimo il Confessore" y homilías patrísticas griegas y bizantinas sobre la Transfiguración del Señor. Es también autor de una antología de textos de espiritualidad de los jesuitas, con el título "Companions in the Mission of Jesus". Publicó un número imponente, y podría decirse increíble, de artículos científicos sobre la teología patrística, pero también de estudios sobre la vida y la espiritualidad de la Compañía de Jesús. Varios otros libros y artículos serán publicados próximamente.

En la conferencia para la prensa fueron presentadas otras actividades de la "Fundación Vaticana Joseph Ratzinger - Benedicto XVI": las becas de estudio para los doctorandos y el segundo Congreso Teológico que ocurrirá en Río de Janeiro, después de aquel primero en Bydgoszcz, Polonia. Como objetivo, la Fundación vaticana también promueve a jóvenes estudiosos. Hasta ahora las becas de estudio fueron dadas a los doctorandos que se presentaron en la Fundación alemana "Joseph Ratzinger Benedikt XVI.-Stiftung".

Poco tiempo antes de la premiación en Río de Janeiro, Brasil, en la Universidad Católica de Río, sucederá del 8 al 9 el segundo Congreso promovido por la Fundación vaticana sobre el tema de carácter antropológico: "Lo que hace que el hombre sea hombre". Más de 90 universidades ofrecieron su participación.

Mons. Scotti, presidente de la Fundación vaticana agradeció por la contribución en la organización del Congreso a los Heraldos del Evangelio. Son personas, explicó monseñor a los periodistas, que "viven una fe intensa y simple en el sentido más bello de la palabra. Simple no quiere decir banal, no quiere decir incapaz de comprender el mundo. Que viven en profunda sintonía con el Papa, en sintonía teológica y también con deseo de profundización continua".

lunes, 24 de septiembre de 2012

San Pío de Pietrelcina: un alma crucificada

Redacción (Sábado 22-09-2012, Gaudium Press) «En cuanto a mí, Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo» (Gal 6, 14).

Padre Pío de Pietrelcina, al igual que el apóstol Pablo, puso en la cumbre de su vida y de su apostolado la Cruz de su Señor como su fuerza, su sabiduría y su gloria. Inflamado de amor hacia Jesucristo, se conformó a Él por medio de la inmolación de sí mismo por la salvación del mundo. En el seguimiento y la imitación de Cristo Crucificado fue tan generoso y perfecto que hubiera podido decir «con Cristo estoy crucificado: y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí» (Gal 2, 19).

Derramó sin parar los tesoros de la graciaque Dios le había concedido con especial generosidad a través de su ministerio, sirviendo a los hombres y mujeres que se acercaban a él, cada vez más numerosos, y engendrado una inmensa multitud de hijos e hijas espirituales.

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Este es uno de esos hombres extraordinarios que Dios envía a la tierra de vez en cuando para la conversión de los hombres" (Papa Benedicto XV)
Este es uno de esos hombres extraordinarios que Dios envía a la tierra de vez en cuando para la conversión de los hombres", dijo al Papa Benedicto XV a un Obispo de Uruguay luego de visitar al Padre Pío.

Con esas palabras, el Prelado supo dar a la figura del fraile capuchino toda su dimensión: es la visita que Dios hace a la Humanidad en determinadas épocas, para indicarle el camino a la salvación. Con su inmensa popularidad y sus asombrosos dones sobrenaturales, San Pío de Pietrelcina fue, por encima de todo, un alma crucificada, ofrecida como víctima voluntaria por el mundo, sumida en un permanente coloquio con el Señor. De esas íntimas profundidades emerge la fuerza con la cual llegó a identificarse por entero con Cristo. Los estigmas de la Pasión son el sello exterior de esa unión mística entre el Creador y su criatura.

La vocación

Francisco Forgione de Nunzio nació el 25 de mayo de 1887 en Pietrelcina, pequeño poblado vecino a Benevento, en el sur de Italia. Sus padres, Grazio y María Giuseppa, lo llevaron a la pila bautismal al día siguiente en la iglesia Santa María de los Ángeles, iglesia donde realizó después su primera comunión a los doce años.
Era tenido por un niño callado porque raras veces jugaba con los demás. Cuando le pedían explicaciones a ese respecto, respondía que "ellos blasfemaban". Sus silencios correspondían a precoces pero hondas meditaciones, a momentos de oración entremezclados con la práctica de austeridades que ya señalaban la vocación que desde los 5 años veía con claridad: ser capuchino.

En enero de 1903, con 16 años, entró como novicio a la Orden de los Frailes Menores Capuchinos en Morcone. Terminado el año de noviciado emitió sus votos simples, que son profesados solemnemente en enero de 1907.

Con los frecuentes traslados de convento durante los estudios necesarios para la ordenación, su precario estado de salud empeoró tanto, que le fue necesario volver a la casa paterna por orden de sus superiores, para la convalecencia. Aun así, no abandonó la vida regular de oración y meditación, unido en espíritu a sus hermanos que permanecían en el monasterio. En enero de 1910 pidió ser ordenado sacerdote prematuramente, ya que temía morir en cualquier momento. En agosto del mismo año fue ordenado en la capilla del Arzobispo de Benevento. Tuvo que regresar en seguida a Pietrelcina, donde permaneció hasta 1916.

En septiembre de 1916, sus superiores notaron una pequeña mejoría en su estado de salud y decidieron mandarlo al convento de Santa María de las Gracias, situado en San Giovanni Rotondo. Fue una alegría para él poder dedicarse a la vida de comunidad y seguir la regla de los capuchinos.

El día 25 de mayo de 1917 merece ser registrado en su larga y santa vida. Cumplió 30 años; y mientras rezaba en el coro de la iglesia, fue agraciado con los estigmas de la crucifixión de Jesús, que permanecerán en él por más de 50 años.

En el convento comenzó desempeñándose como director espiritual y maestro de novicios. También confesaba a los habitantes del pueblo que frecuentaban la iglesia conventual. Estos fueron quienes, poco a poco, notaron las especiales características del nuevo padre: sus misas a veces duraban tres horas, pues con frecuencia entraba en éxtasis, y los consejos que daba en el confesionario revelaban a alguien que "leía las almas".

Cierta vez llegó una joven de Florencia, muy atribulada pues un familiar cercano había tenido la desgracia de suicidarse arrojándose al río Arno. Ya había oído hablar del padre de San Giovanni y después de la misa se dirigió a la sacristía para hablar con él. Apenas éste vio a la joven, completamente desconocida para él, le dijo con dulzura:

- Del puente al río hay unos segundos...
La joven, sorprendida y llorando, sólo pudo responder:
- Gracias padre.
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Hechos maravillosos como éste se repetían todos los días. Llegaban incrédulos que salían arrepentidos de su falta de Fe. Personas desesperadas recobraban la confianza y la paz de alma. Enfermos volvían curados a sus hogares.

La compañía del Ángel de la Guarda

Un rasgo que descubre su privilegiado contacto con el mundo sobrenatural es la estrecha relación que mantuvo la vida entera con su Ángel de la Guarda, al que llamaba "mi amigo de infancia". Era su mejor confidente y consejero. Cuando aún era un niño, un profesor decidió comprobar si esa magnífica intimidad era cierta. Le escribió varias cartas en francés y latín, lenguas que el padre Pío desconocía entonces. Al recibir las respuestas, estupefacto exclamó:

- ¿Cómo puedes saber el contenido, ya que del griego no conoces siquiera el alfabeto?

- Mi ángel de la Guarda me lo explica todo.

Gracias a un amigo como ése, junto al auxilio sobrenatural de Jesús y María, el santo pudo ir purificando su alma en el crisol de los sufrimientos físicos y morales que nunca le faltaron.

El amor a las almas

Enardecido por el amor a Dios y al prójimo, Padre Pío vivió en plenitud la vocación de colaborar en la redención del hombre, según la misión especial que caracterizó toda su vida y que llevó a cabo mediante la dirección espiritual de los fieles, la reconciliación sacramental de los penitentes y la celebración de la Eucaristía. El momento cumbre de su actividad apostólica era aquél en el que celebraba la Santa Misa. Los fieles que participaban en la misma percibían la altura y profundidad de su espiritualidad.

En el orden de la caridad social se comprometió en aliviar los dolores y las miserias de tantas familias, especialmente con la fundación de la «Casa del Alivio del Sufrimiento», inaugurada el 5 de mayo de 1956.
Para el Siervo de Dios la fe era la vida: quería y hacía todo a la luz de la fe. Estuvo dedicado asiduamente a la oración. Pasaba el día y gran parte de la noche en coloquio con Dios. Decía: «En los libros buscamos a Dios, en la oración lo encontramos. La oración es la llave que abre el corazón de Dios». La fe lo llevó siempre a la aceptación de la voluntad misteriosa de Dios.

Estuvo siempre inmerso en las realidades sobrenaturales. No era solamente el hombre de la esperanza y de la confianza total en Dios, sino que infundía, con las palabras y el ejemplo, estas virtudes en todos aquellos que se le acercaban. El amor de Dios le llenaba totalmente, colmando todas sus esperanzas; la caridad era el principio inspirador de su jornada: amar a Dios y hacerlo amar. Su preocupación particular: crecer y hacer crecer en la caridad.

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"Nunca abandonaré el compromiso que
asumí, delante de Dios y de mi conciencia,
el cuidado de las almas."
Expresó el máximo de su caridad hacia el prójimo acogiendo, por más de 50 años, a muchísimas personas que acudían a su ministerio y a su confesionario, recibiendo su consejo y su consuelo. Era como un asedio: lo buscaban en la iglesia, en la sacristía y en el convento. Y él se daba a todos, haciendo renacer la fe, distribuyendo la gracia y llevando luz. Pero especialmente en los pobres, en quienes sufrían y en los enfermos, él veía la imagen de Cristo y se entregaba especialmente a ellos.

Ejerció de modo ejemplar la virtud de la prudencia, obraba y aconsejaba a la luz de Dios.

Su preocupación era la gloria de Dios y el bien de las almas. Trató a todos con justicia, con lealtad y gran respeto. Brilló en él la luz de la fortaleza. Comprendió bien pronto que su camino era el de la Cruz y lo aceptó inmediatamente con valor y por amor. Experimentó durante muchos años los sufrimientos del alma. Durante años soportó los dolores de sus llagas con admirable serenidad. Aceptó en silencio las numerosas intervenciones de las Autoridades y calló siempre ante las calumnias.

Un gran confesor

Cuando el Padre Pío cantó su primera Misa solemne, su antiguo confesor, el P. Agostino, dirigió a su pupilo en el sermón unas palabras que se mostraron proféticas: "No tienes mucha salud, no puedes ser un predicador. Te deseo, pues, que seas un gran confesor".

Décadas más tarde alguien le preguntó qué misión Cristo le había encomendado; el santo capuchino respondió con sencillez: "¿Yo? Yo soy confesor".

Los prodigiosos dones místicos recibidos de la Providencia no eran sino un anzuelo para arrastrar a las almas a purificarse de sus pecados en el sacramento de la Reconciliación. Pasaba hasta 15 horas al día en el confesionario.

A sus pies se arrodillaban personas de todas las edades y condiciones sociales, hasta obispos y sacerdotes, en busca de absolución, consejo y paz de alma. Las colas para confesarse eran enormes, al punto de hacer necesaria la distribución de números con que ordenar
la atención.

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"Aunque conscientes de nuestra deuda con Dios, no
dudemos que nuestros pecados son perdonados
en la confesión. Así como hizo el Señor,
coloquemos sobre ellos una piedra sepulcral."
Él leía al interior de las almas como en un libro abierto. Cierto día, un comerciante le pidió la cura de una hija muy enferma y recibió esta respuesta:

- Tú estás mucho más enfermo que tu hija; yo te veo muerto. ¿Cómo puedes estar bien con tantos pecados en la conciencia? ¡Estoy viendo por lo menos treinta y dos!

El hombre, sorprendido, respondió prontamente a la gracia recibida, hincándose para confesarse. Al terminar, le dijo a quien quisiera oírlo: "¡Él sabía todo y me ha dicho todo!".

Otra vez, un abogado de Génova, ateo militante, decidió ir a San Giovanni Rotondo para "desenmascarar ese fraude de frailes". No bien entró a la sacristía con los peregrinos, cuando el Padre Pío lo interpeló sin nunca haberlo visto antes, denunciando sus malas intenciones. Enseguida, sin decir más, le señaló el confesionario.

Ante la estupefacción general, el abogado se arrodilló, abrió su corazón y con la ayuda del santo examinó toda su vida pasada. Se levantó hecho otro hombre. Permaneció tres días en el convento, saboreando la inocencia recobrada, y retornó a su ciudad natal. Su conversión fue titular de los periódicos. Poco después regresó a San Giovanni para recibir del Padre Pío el escapulario de la Orden Tercera Franciscana.

Amor al sufrimiento

Cuando tuvo que sufrir investigaciones y restricciones en su servicio sacerdotal, todo lo aceptó con profunda humildad y resignación. Ante acusaciones injustificadas y calumnias, siempre calló confiando en el juicio de Dios, de sus directores espírituales y de la propia conciencia.

Recurrió habitualmente a la mortificación para conseguir la virtud de la templanza, de acuerdo con el estilo franciscano. Era templado en la mentalidad y en el modo de vivir.

Consciente de los compromisos adquiridos con la vida consagrada, observó con generosidad los votos profesados. Obedecióen todo las órdenes de sus superiores, incluso cuando eran difíciles. Su obediencia era sobrenatural en la intención, universal en la extensión e integral en su realización. Vivió el espíritu de pobreza con total desprendimiento de sí mismo, de los bienes terrenos, de las comodidades y de los honores. Tuvo siempre una gran predilección por la virtud de la castidad. Su comportamiento fue modesto en todas partes y con todos.

Se consideraba sinceramente inútil, indigno de los dones de Dios, lleno de miserias y a la vez de favores divinos. En medio a tanta admiración del mundo, repetía: "Quiero ser sólo un pobre fraile que reza".

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"Abramos nuestros corazones a la confianza y la esperanza. Nuestra Señora viene con las manos llenas de gracias y bendiciones. Debemos amar a nuestra Madre celestial con perseverancia y Ella no nos abandonará en el dolor cuando parta de aquí".
Su salud, desde la juventud, no fue muy robusta y, especialmente en los últimos años de su vida, empeoró rápidamente.

Madre mía, ¿ya partes y me dejas enfermo?. . .
Las enfermedades del Padre Pío desconcertaron a cuanto médico las trató. Antes de los 30 años lo examinó un especialista en enfermedades pulmonares, que
le pronosticó pocas semanas de vida... y vivió aún más de medio siglo. Sus estigmas sangraron diariamente por más de cincuenta años, sin nunca infectarse ni cicatrizar.

El 25 de abril de 1959 los médicos le diagnosticaron bronconeumonía complicada con pleuresía, que lo obligó a un reposo absoluto. Esto lo hacía sufrir, por privarlo de ejercer su ministerio para bien de las almas.

Ese mismo día llegó a Italia la imagen de Nuestra Señora de Fátima. En San Giovanni Rotondo fue recibida por el Arzobispo y todo el clero de la región, junto a una multitud de fieles.

El Padre Pío les había dicho: "Abramos nuestros corazones a la confianza y a la esperanza. Ella viene con las manos llenas de gracias y bendiciones.

Debemos amar a nuestra madre celestial con perseverancia, y no nos abandonará en la pena cuando se vaya de aquí".

Moviéndose en silla de ruedas, el santo había podido besar los pies de la imagen sagrada y colocar un rosario entre sus manos. Por la tarde la imagen partió en helicóptero desde la terraza del hospital con destino a Sicilia, dando tres vueltas sobre al convento para una última bendición a la muchedumbre reunida en la plaza.

El Padre Pío, que miraba todo desde una ventana, no pudo contenerse y exclamó:

- -¡Señora, Madre mía! Desde que has entrado a Italia estoy enfermo... ¿Ahora te vas y me dejas así!?
En el acto sintió un "escalofrío en los huesos" y dijo a sus hermanos presentes:

- ¡Estoy curado!

Y lo estaba de verdad. El 10 de agosto pudo celebrar misa nuevamente, afirmando: "Estoy sano y fuerte como nunca en mi vida".

Al final, la glorificación

La hermana muerte lo sorprendió preparado y sereno el 23 de septiembre de 1968, a los 81 años de edad. Sus funerales se caracterizaron por una extraordinaria concurrencia de personas.

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San Pío de Pietrelcina fue, sobre todo,
un alma crucificada, ofrecida como victima
voluntaria por el mundo, escondida en un
permanente coloquio con el Señor
El 20 de febrero de 1971, apenas tres años después de la muerte del Siervo de Dios, Pablo VI, dirigiéndose a los Superiores de la orden Capuchina, dijo de él: «!Mirad qué fama ha tenido, qué clientela mundial ha reunido en torno a sí! Pero, ¿por qué? ¿Tal vez porque era un filósofo? ¿Porqué era un sabio? ¿Porqué tenía medios a su disposición? Porque celebraba la Misa con humildad, confesaba desde la mañana a la noche, y era, es difícil decirlo, un representante visible de las llagas de Nuestro Señor.

Era un hombre de oración y de sufrimiento».

Ya durante su vida gozó de notable fama de santidad, debida a sus virtudes, a su espíritu de oración, de sacrificio y de entrega total al bien de las almas.

En los años siguientes a su muerte, la fama de santidad y de milagros creció constantemente, llegando a ser un fenómeno eclesial extendido por todo el mundo y en toda clase de personas.

De este modo, Dios manifestaba a la Iglesia su voluntad de glorificar en la tierra a su Siervo fiel. No pasó mucho tiempo hasta que la Orden de los Frailes Menores Capuchinos realizó los pasos previstos por la ley canónica para iniciar la causa de beatificación y canonización. Examinadas todas las circunstancias, la Santa Sede, a tenor del Motu Proprio «Sanctitas Clarior» concedió el nulla osta el 29 de noviembre de 1982. El Arzobispo de Manfredonia pudo así proceder a la introducción de la Causa y a la celebración del proceso de conocimiento (1983-1990). El 7 de diciembre de 1990 la Congregación para las Causas de los Santos reconoció la validez jurídica. Acabada la Positio, se discutió, como es costumbre, si el Siervo de Dios había ejercitado las virtudes en grado heroico. El 13 de junio de 1997 tuvo lugar el Congreso Peculiar de Consultores teólogos con resultado positivo. En la Sesión ordinaria del 21 de octubre siguiente, siendo ponente de la Causa Mons. Andrea María Erba, Obispo de Velletri-Segni, los Padres Cardenales y obispos reconocieron que el Padre Pío ejerció en grado heroico las virtudes teologales, cardinales y las relacionadas con las mismas.

El 18 de diciembre de 1997, en presencia de Juan Pablo II, fue promulgado el Decreto sobre la heroicidad de las virtudes. Para la beatificación del Padre Pío, la Postulación presentó al Dicasterio competente la curación de la Señora Consiglia De Martino, de Salerno (Italia). Sobre este caso se celebró el preceptivo proceso canónico ante el Tribunal Eclesiástico de la Archidiócesis de Salerno-Campagna-Acerno de julio de 1996 a junio de 1997 y fue reconocida su validez con decreto del 26 de septiembre de 1997. El 30 de abril de 1998 tuvo lugar, en la Congregación para las Causas de los Santos, el examen de la Consulta Médica y, el 22 de junio del mismo año, el Congreso peculiar de Consultores teólogos. El 20 de octubre siguiente, en el Vaticano, se reunió la Congregación ordinaria de Cardenales y obispos, miembros del Dicasterio, siendo Ponente Mons. Andrea M. Erba, y el 21 de diciembre de 1998 se promulgó, en presencia de Juan Pablo II, el Decreto sobre el milagro.

view7.jpgEl 2 de mayo de 1999 a lo largo de una solemne Concelebración Eucarística en la plaza de San Pedro Su Santidad Juan Pablo II, con su autoridad apostólica declaró Beato al Venerable Siervo de Dios Pío de Pietrelcina, estableciendo el 23 de septiembre como fecha de su fiesta litúrgica.

Para la canonización del Beato Pío de Pietrelcina, la Postulación ha presentado al Dicasterio competente la curación del pequeño Mateo Pio Colella de San Giovanni Rotondo. Sobre el caso se ha celebrado el regular Proceso canónico ante el Tribunal eclesiástico de la archidiócesis de Manfredonia?Vieste del 11 de junio al 17 de octubre del 2000. El 23 de octubre siguiente la documentación se entregó en la Congregación de las Causas de los Santos. El 22 de noviembre del 2001 tuvo lugar, en la Congregación de las Causas de los Santos, el examen médico. El 11 de diciembre se celebró el Congreso Particular de los Consultores Teólogos y el 18 del mismo mes la Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos. El 20 de diciembre, en presencia de Juan Pablo II, se ha promulgado el Decreto sobre el milagro y el 26 de febrero del 2002 se promulgó el Decreto sobre la canonización.

Fuente:
www.vatican.va

"Podemos ganar la batalla contra la eutanasia", afirma Card. O'Malley

Boston (Sábado, 22-09-2012, Gaudium Press) La Iglesia en Massachusetts, Estados Unidos, se prepara para enfrentar en noviembre la propuesta de ley de "muerte con dignidad", que legalizaría la eutanasia en ese estado y que se definirá en las votaciones de noviembre de 2012. "Tenemos oportunidad de vencer, pero será un camino cuesta arriba", manifestó el Cardenal Sean O' Malley, Arzobispo de Boston, en una entrevista concedida a National Catholic Register.

Cardenal Sean O'Malley, Arzobispo de Boston.
El prelado expuso detalles de la norma que se pretende aprobar, los motivos para la a oposición de la Iglesia y las estrategias para vencer a los poderosos grupos de presión que apoyan el cambio de legislación. "Los pacientes a quienes se haya dicho que les quedan seis meses de vida podrían obtener la prescripción de una dosis letal", denunció.

El Arzobispo también denunció que la situación de enfermedad puede causar depresión en los pacientes, y los puede llevar a considerar el suicidio. "Una vez que se legaliza esa opción, se pone presión sobre el enfermo terminal", advirtió el Card. O'Malley. La eutanasia lleva al paciente a considerarse una carga sobre la familia y ve en el suicidio una forma de no incomodar o ahorrar recursos.

Otra idea nociva que subyace bajo la eutanasia es que el ser humano no puede depender de otros, comentó el prelado. "La mentalidad de la autonomía completa está muy errada", continuó el Cardenal. "La realidad es que somos muy dependientes unos de otros, en particular en el inicio y al final de la vida". Pretender la autonomía total es un reflejo del individualismo extremo de la cultura, explicó.

En contradicción, la Iglesia propone el verdadero amor cristiano y un espíritu de solidaridad. "La comunión es dar la vida(...). Espero que la gente vea que la verdadera compasión y misericordia es proteger la vida cuando es más vulnerable", manifestó el Arzobispo.

Sobre las estrategias para poder llevar este mensaje a los votantes, el Cardenal explicó que la Iglesia trabaja en dos vertientes: "Una es una catequesis de nuestras propias personas, profundizando su entendimiento de los valores del Evangelio, la doctrina moral de la Iglesia y lo preciosa que es la vida", expuso el prelado. "Cuando tratamos con el resto de la sociedad, buscamos aliados con quienes iniciar un diálogo sobre nuestros valores y la sacralidad de la vida humana".

Con información de National Catholic Register.

Santuario Nacional de Estados Unidos acogerá Peregrinación por la Vida y la Libertad

Washington (Sábado, 22-09-2012, Gaudium Press) La Basílica y Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, Estados Unidos, será la sede de la Misa y Peregrinación por la Vida y la Libertad el próximo 14 de octubre. la celebración será presidida por el Arzobispo de Baltimore, William Lori, quien es además el Secretario del Comité Ad Hoc sobre Libertad Religiosa de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos(USCCB).

La Basílica y Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington.
Esta Eucaristía marcará el inicio de la Novena del Rosario, de la cual Mons. Lori recitará el primer día al final de la Eucaristía. Los Obispos de Estados Unidos destacaron la iniciativa, que se extenderá hasta el día 22 de octubre, a través de un comunicado especial. "La libertad religiosa tiene profundas implicaciones para el bien común de nuestra nación y del mundo", afirmaron.

Así mismo, recordaron las palabras de Benedicto XVI en su mensaje para el Día Mundial del Paz de 2011: "Cuando la libertad religiosa es tenida en cuenta, la dignidad de la persona humana es respetada en sus raíces, y la ética e instituciones de la gente son fortalecidas", explicó entonces el Santo Padre. "Cuando se niega la libertad religiosa, y se intenta restringir que las personas profesen su religión o fe y vivir de acuerdo a ella, se ofende la dignidad humana, con una amenaza resultante para la justicia y la paz".

La Eucaristía y Peregrinación de octubre 14, programada para mediodía, será precedida por unas horas dedicadas al sacramento de la Confesión y después de ella se llevará a cabo un tiempo de Adoración Eucarística. A continuación se rezará el Santo Rosario del primer día de la novena y Mons. Lori dirigirá una reflexión corta y procederá a la Solemne Bendición con el Santísimo Sacramento, a las 2:30 de la tarde.

La USCCB publicó una serie de materiales de apoyo para la campaña de octubre sobre la vida y la libertad religiosa, disponible en su página web. Además, puede descargarse el texto en español de la Novena del Rosario. La Eucaristía y Peregrinación de octubre 14 será transmitida en directo para televisión a través del canal EWTN.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Escritora abraza fe católica al investigar al posible primer beato de Uruguay


Mons. Jacinto Vera + / Laura Inés Álvarez Goyoaga
Mons. Jacinto Vera + / Laura Inés Álvarez Goyoaga
ROMA, 13 Sep. 12 / 02:07 pm (ACI/EWTN Noticias).- Hace unos días se presentó en Roma el libro "Don Jacinto Vera, el misionero santo", una historia novelada sobre el primer Obispo de Uruguay, que cada vez está más cerca de convertirse en el primer beato del país sudamericano. Su autora, la abogada y escritora Laura Inés Álvarez Goyoaga, reveló que investigar al Siervo de Dios le permitió abrazar la fe católica.
En una entrevista concedida a ACI Prensa, la escritora confesó que no era católica y fue educada en el anticlericalismo.
"Yo no era católica, vengo de una familia no católica por los dos lados, por vía materna y paterna, y también bastante anticlerical. Pero, un día, un poco compulsivamente, fui a una Misa donde me encontré con un sacerdote ejemplar, ahora Mons. Sanguinetti –Obispo de Canelones–, que me abrió un panorama totalmente distinto de la fe, y los pre conceptos que uno trae de una sociedad tan secularizada como la nuestra", recordó.
Álvarez Goyoaga agregó que "a partir de allí surgió la invitación a una conferencia, y me dije, aquí voy porque va a ser algo interesante, y me encontré con este personaje, Don Jacinto Vera, una maravilla que realmente cambió mi vida y me hizo crecer tremendamente junto con él, lo que es un proceso de conversión en la fe".
Mons. Jacinto Vera, "fue un obispo gaucho, hijo de inmigrantes españoles de las Islas Canarias, creció en Uruguay siendo un campesino".
"Fue un ejemplo típico de lo que la viveza criolla, la garra charrúa, algo con lo que nos identifican a los uruguayos en el mundo, un exponente cabal de lo que es ser uruguayo, a su vez, un sacerdote ejemplar, y un hombre de una caridad extrema impresionante".
Don Jacinto Vera
El primer Obispo de Montevideo, Mons. Jacinto Vera, fue un incansable misionero que durante el siglo XIX recorrió todo el país en guerra para mantener viva la tradición católica de de su pueblo y está cada vez más cerca de convertirse en el primer beato uruguayo.
La Positio –el libro que relata la vida, escritos y testimonios de quienes dieron testimonio de santidad–, ya está en la Congregación para las Causas de los Santos, según se informó desde el Vaticano.
El libro "Don Jacinto Vera. El misionero santo", de Laura Álvarez Goyoaga se ha convertido en un best seller en Uruguay y ha acercado la vida de este ejemplar pastor a miles de católicos y no creyentes.
El Obispo de Canelones, Mons. Alberto Sanguinetti, Vice-Postulador de la causa de Mons. Vera, recuerda en el prólogo, cómo este personaje, por su lucha por la paz y la fe, se ha convertid en "la persona más conocida personalmente y más querida en todo el Uruguay en la segunda mitad del siglo XIX".
El Secretario de la Comisión Pontificia para América Latina, Dr. Guzmán Carriquiry, señaló a ACI Prensa, que para la Iglesia del país, sería una gracia inmensa ver ascender a los altares al Prelado, ya que hasta el momento, "sería el primer santo, y el primer beato del Uruguay".
"La personalidad, el hombre, el uruguayo más conocido por los otros uruguayos y más querido por los uruguayos, quien, -en el siglo XIX-, se dedicó a reavivar la fe de la vieja cristiandad", agregó.
Para la escritora, en un mundo donde el secularismo asfixia cada vez más lo católico al ámbito privado, "Jacinto Vera trae de vuelta a través de su mensaje de compromiso tan grande con la fe y con la misión esa posibilidad que tenemos todos los uruguayos y a todos los católicos del mundo, el enfrentarse a las adversidades, a la providencia, y a partir de allí, lograr resultados de excelencia contra todo pronóstico negativo".
"Es una historia que a uno lo eleva, lo hace realmente vivir de una forma diferente la fe y la vida de cada día, de la vida cotidiana", concluyó.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Los cuentos de hadas: llave para la comprensión del mundo

Washington (Lunes, 17-09-2012, Gaudium Press) Los cuentos de hadas no han desaparecido, según afirmó a la Deustche Welle Wolfgang Mieder, quien ganó el Premio Europeo de Cuentos de Hadas de 2012, y es autor de más de 200 publicaciones y 500 artículos sobre el tema de fábulas, sagas y proverbios.
Para Mieder -quien afirma que las narrativas de hadas estás bastante presentes en la literatura, cine y televisión de hoy, aunque adaptadas- el futuro del género ‘fábula' puede considerarse con optimismo, y tiene un lugar garantizado en el futuro.

4.jpgMieder no es solo autor sino un investigador en el tema, con una tradición ya de 40 años en el campo. Según su pesquisa la influencia propia de los cuentos de hadas alemanes aún es muy grande: "Los cuentos de hadas alemanes tienen, como siempre tuvieron, una gran importancia. No hay prácticamente ningún país, en el cuál los cuentos de los Hermanos Grimm, por ejemplo, no estén presentes", afirma.
Aún adaptados a los públicos y canales actuales, la estructura original de los cuentos de hadas conserva su sello original, y es esa la que encanta: "Los cuentos mágicos, con sus finales felices y didácticos, son los que acaban siendo siempre escogidos. Es claro que ellos contienen siempre algo del mal, pero la belleza del cuento de hadas está en el hecho de que siempre hay una cierta justicia y que el bien acaba venciendo", expresa.

Desde el descubrimiento de los poemas de Gilgamesh -tal vez los relatos fantásticos más antiguos hallados hasta ahora- el lector contempla que el ser humano poco ha cambiado en su psicología básica, en sus instintos fundamentales, en sus tendencias, sus aspiraciones. Algo parecido afirma Mieder, para quien los cuentos de hadas hacen explícitas verdades comunes sobre el ser humano que los torna atemporales e independientes de situaciones culturales específicas: "En los cuentos están representados los problemas arquetípicos del ser humano, pero a través de un lenguaje poético y simbólico. Así podemos identificarnos más allá de las fronteras entre las culturas", concluye Mieder.

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Este autor-investigador tiene sangre alemana y americana, de las cuáles aprovecha características propias para sus labores. Él enseña en Filología Alemana y Folclor en la Universidad de Vermont en los EE. UU.

¿Pero el premio que ganó? Como no podía dejar de ser, el premio lo recibió en Volkach, cerca a Würzburg, al sur de Alemania.

Los libaneses ofrecieron una "recepción maravillosa" al Papa

Beirut (Domingo, 16-09-2012, Gaudium Press) En la tarde del domingo el Papa dejó el Líbano después de tres días de visita al país, una "estadía muy breve".
Antes de despedirse en el Aeropuerto Internacional Rafiq Hariri, el Papa paró, fuera del programa, en las monjas carmelitas para bendecir la primera piedra para un nuevo monasterio. Benedicto XVI fue recibido por la madre superiora que tiene 90 años.

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Foto: Radio Vaticana
Fue un viaje caluroso, no solamente por la temperatura en Beirut, que llegaba a 30°, sino principalmente por la "recepción maravillosa" que ofrecieron los libaneses. El balance es "absolutamente positivo" de estos "días históricos", dijo el Padre Lombardi a los periodistas en el centro para la prensa de Beirut.

"El Papa hizo su servicio por el Líbano y por su armonía, la convivencia entre componentes diversos, la paz. Fue un peregrino de paz - resaltó el portavoz vaticano - Fue bien recibido y bien comprendido por todos. Hubo una atmósfera de paz como sentimos a través de las noticias. El Papa llevó palabras de esperanza y esperamos que sean oídas también fuera del Líbano porque era un mensaje dirigido a toda la región. Esperamos que sus palabras traigan frutos de paz".
"Hubo momentos más oficiales, otros más íntimos, momentos de alta densidad religiosa y fervorosa oración, y otros también marcados por el entusiasmo de la juventud". Benedicto XVI también recordó los momentos en la Biblia en el cual se habla sobre el Líbano. "Dentro del edificio el cedro era esculpido de coloquíntidas y flores abiertas" (cfr 1 Reyes 6, 18). El Líbano estaba presente en el Santo y en el Santo de los Santos, en el Santuario de Dios.

En el discurso de la ceremonia de despedida el Papa repitió los augurios para el Líbano de "un rico y bello mosaico" que sea un país pacífico y próximo de Dios. "¡Pueda el Líbano de hoy - deseó - sus habitantes, continuar estando presentes en el Santuario de Dios! Pueda el Líbano continuar siendo un espacio donde hombres y mujeres vivan en armonía y paz unos con otros, para dar al mundo, no solo el testimonio de la existencia de Dios, sino también de la comunión entre los hombres, cualquiera sea su sensibilidad política, comunitaria y religiosa".

En las últimas palabras el Papa reafirmó su proximidad espiritual con el país e hizo votos de todo bien necesario. "Rezo a Dios por el Líbano, para que viva en paz y resista con coraje a todo lo que podría destruirla o amenazarla". Benedicto XVI saludó a los libaneses en árabe: "Lè yo barèk al-Rab jami'a kôm!" (¡Dios os bendiga a todos!).

El presidente Suleiman habló en privado con el Santo Padre en presencia de su esposa y otras autoridades políticas. La ceremonia de despedida tuvo un carácter oficial con honores militares.

Fue un viaje rico en mensajes y emociones, aunque el programa haya tenido pocos encuentros. Benedicto XVI dejó principalmente un aliento a seguir el empeño por la paz y fraternidad en el Líbano para llevarlas a todo Oriente Medio.

Como preámbulo al Año de la Fe, Uruguay celebrará Semana Teológica

Montevideo (Lunes, 17-09-2012, Gaudium Press) A pocas semanas del inicio del Año de la Fe, convocado por el Santo Padre para iniciar el próximo 11 de octubre, son diversas las iniciativas que las Iglesias particulares, en unión con la Iglesia Universal, vienen realizando como preparación a este tiempo especial de gracia centrado en la fe.

Este es el caso de la Iglesia uruguaya que desde el próximo 24 al 27 de septiembre llevará a cabo la "Semana Teológica 2012", como preámbulo al Año de la Fe y para conmemorar el 50º aniversario del Concilio Vaticano II.

Semana Teología.jpgCon el tema "El Vaticano II, 50 años después", la Semana Teológica es organizada por la Facultad de Teología del Uruguay Mons. Mariano Soler, institución erigida por la Congregación para la Educación Católica hace 12 años, y contará con la presencia del Cardenal argentino Estanislao Esteban Karlic como invitado especial.

El próximo lunes 24 de septiembre, el purpurado impartirá la conferencia inaugural "El Ministerio de Cristo en el Concilio Vaticano II", y el martes 25 ofrecerá otra titulada "El Ministerio de Cristo en el Catecismo de la Iglesia Católica".

El jueves 26, por su parte, el Arzobispo de Montevideo, Mons. Nicolás Cotugno, ofrecerá otra conferencia sobre "La Eclesiología del Concilio Vaticano II. Novedades teológicas, pastorales y espirituales"; y el viernes 27 de septiembre, Mons. Milton Tóccoli, Obispo Auxiliar de Montevideo dará la conferencia "La relación Iglesia-Mundo en el Concilio Vaticano II".

El evento tendrá lugar en el Aula Magna "Pablo VI" de la Facultad de Teología del Uruguay en Montevideo.

La Facultad de Teología del Uruguay Mons. Mariano Soler

La Facultad de Teología del Uruguay Mons. Mariano Soler, fue erigida por la Congregación para la Educación Católica el 22 de julio del año 2000, en homenaje a Mons. Soler, quien fue el primer Arzobispo de Montevideo.

Entre los objetivos de la facultad, como menciona en su página web, está el "enseñar la Divina Revelación y las disciplinas relacionadas con ella, atendiendo particularmente a la formación del clero, así como de los demás miembros del Pueblo de Dios". Igualmente, "investigar el patrimonio de la cultura cristiana en vistas a la evangelización de la cultura en el Uruguay", colaborar con el Episcopado Uruguayo, y publicar investigaciones científicas en las ciencias eclesiásticas, entre otros.

Con información de la Conferencia Episcopal Uruguaya. 

Sin la apertura hacia lo transcendente el hombre se torna incapaz para la justicia y para la paz

Beirut (Sábado, 15-09-2012, Gaudium Press) Benedicto XVI propuso una bella, grande y fuerte lección sobre el humanismo en el encuentro con los miembros del gobierno, de las instituciones de la República, con el cuerpo diplomático, los jefes religiosos y representantes del mundo de la cultura en el segundo día de su visita al Líbano. En el Palacio presidencial de Baabda, el Santo Padre reafirmó la necesidad de "vivir un nuevo tipo de fraternidad", donde aquello que une en la realidad caracterizada por las diferencias culturales, sociales y religiosas, es "el sentido común de la grandeza de toda persona".

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Fotos: Radio Vaticano
"El Líbano es llamado, ahora más que nunca, a ser un ejemplo. Por eso os invito a vosotros, políticos, diplomáticos, religiosos, hombres y mujeres del mundo de la cultura, a dar testimonio a vuestro alrededor y con coraje, en tiempo favorable y fuera de él, de que Dios quiere la paz, de que Dios nos confía la paz. ¡«Salàmi ?-t?kum», - dice Jesucristo (Jn 14, 27)! ¡Que Dios os bendiga!", fueron los votos del Pontífice.

Cuando se habla sobre el Oriente Medio, se hace alusión a los conflictos que amenazan su realidad. Benedicto XVI, bien consciente de los problemas y de las dificultades del Líbano y de todo el Oriente Medio, hizo una profunda lección sobre el humanismo y sobre los valores muchas veces olvidados por la actual escena política y social, los de la paz, la sociedad, la dignidad de la persona, de los valores de la familia y la vida, del diálogo y la solidaridad que "pueden y deben ser vividos".

En un largo discurso, todo proferido en francés, el Papa recordó al inicio la responsabilidad de los ciudadanos, hombres y mujeres, en la construcción del futuro del país. De cada uno y todos juntos, depende su futuro y su capacidad de comprometerse por la paz. Tal compromiso solo será posible en una sociedad unida". Después agregó que "la unidad no es la uniformidad".

La cohesión de la sociedad se da en "el respeto constante por la dignidad de cada persona"

La base de la cohesión de la sociedad es "el respeto constante por la dignidad de cada persona" y la participación responsable de cada uno según las propias capacidades, según el "designio de Dios" en el cual "cada persona es única e insubstituible". Después, más adelante en el discurso, desarrolló su pensamiento afirmando que "el espíritu humano posee el gusto innato de lo bello, lo bueno y lo verdadero" un "sello de lo divino, la marca de Dios en él", de la cual "deriva una concepción moral firme y justa, que siempre coloca a la persona en el centro".

Sobre el tema de la paz Benedicto XVI recordó a los políticos y hombres de cultura, que el "primer lugar de humanización" y "la primera educadora para la paz" es la familia. "Para construir la paz -dijo- nuestra atención debe fijarse sobre la familia a fin de facilitar su tarea, para así apoyarla y consecuentemente promover por todas partes una cultura de la vida". Continuando el tema, el Pontífice observó que "la eficacia del compromiso a favor de la paz depende del concepto que el mundo pueda tener de la vida humana". La familia es llamada a "educar para la paz, construyendo una cultura de paz", esto es, "es acompañar la madurez de la capacidad de hacer elecciones libres y justas, que puedan ir contracorriente relativamente a las opiniones generalizadas, las modas, las ideologías políticas y religiosas".

"¡Si queremos la paz, defendamos la vida!"

"¡Si queremos la paz, defendamos la vida!", dijo el Pontífice reafirmando que "esta lógica deslegitima no solo la guerra y las acciones terroristas, sino también cualquier atentado contra la vida del ser humano". Delante de Dios tenemos la responsabilidad de reconocer la dignidad incondicionada de todo ser humano, de su carácter sagrado. "Debemos unir nuestros esfuerzos para desarrollar una sana antropología que integre la unidad de la persona. Sin eso, no es posible construir la paz auténtica".

480924_390482164356364_571147888_n.jpgTodas las amenazas de nuestros tiempos: "estas guerras repletas de vanidades y horrores -, los atentados a la integridad y la vida de las personas", "el desempleo, la pobreza, la corrupción y todo lo demás que se les junta como la explotación, los tráficos ilícitos de toda especie y el terrorismo acarrean, para más allá del sufrimiento inaceptable de los que son sus víctimas, una debilitación del potencial humano". Benedicto XVI reafirmó el valor de toda persona. "Cada vida humana que se pierde es una pérdida para la humanidad entera. Esta es una gran familia, de la cual todos somos responsables", dijo.

El Santo Padre advirtió también contra "ciertas ideologías" que "poniendo en cuestión de manera directa o indirecta, e incluso legalmente, el valor inalienable de cada persona y el fundamento natural de la familia, minan los pilares de la sociedad". La sociedad debe ser "efectiva" en las acciones de colaboración y de verdadero diálogo, ofrecer "una nueva manera de vivir juntos" para constituir "el antídoto" a aquello que "impide el respeto por todo el ser humano". Eso requiere un "estilo de convivencia social, sereno y dinámico" que a su vez, precisa de la "confianza en el otro, sea él quien fuere".

"Hoy, las diferencias culturales, sociales, religiosas -observó el Pontífice- deben llevar a vivir un nuevo tipo de fraternidad, donde aquello que une es justamente el sentido común de la grandeza de cada persona y el don que ella constituye para sí misma, para los otros y para la humanidad.

Está aquí el camino de la paz. ¡Aquí está el compromiso que nos es pedido! Aquí está la orientación que debe presidir a las elecciones políticas y económicas en sus diversos niveles y en la escala planetaria!".

El Papa reafirmó también la lección sobre la esencia del mal que "no es una fuerza anónima que actúa en el mundo de forma impersonal o determinista", sino "el mal, el demonio, pasa a través de la libertad humana, a través del uso de nuestra libertad" buscando en nosotros "un aliado". Por eso, precisamos de la conversión del corazón. "Sin ella, las «liberaciones» humanas tan deseadas decepcionan, porque se mueven en el espacio reducido que les concede la mezquindad del espíritu del hombre, su dureza, sus intolerancias, sus favoritismos, sus deseos de venganza y sus instintos de muerte". Mientras, para una transformación profunda del espíritu y el corazón, es necesario "reencontrar una cierta clarividencia e imparcialidad, el sentido profundo de la justicia y del bien común", que traen una "contribución decisiva" a las diversas religiones.

Sobre la libertad religiosa

En ese contexto, como último tema, Benedicto XVI reafirmó la necesidad de la garantía de la libertad religiosa. "El diálogo solo es posible - comenzó - con la consciencia de que hay valores comunes a todas las grandes culturas, porque estas están radicadas en la naturaleza de la persona humana" y que "pertenecen a los derechos de cada ser humano". Como el derecho de la libertad religiosa que es un derecho fundamental "indispensable para la paz".

"La pérdida o la disminución de esta libertad priva a la persona del derecho sagrado a una vida íntegra en el plan espiritual. (...) Y, sin la apertura a lo transcendente que permite encontrar respuestas para los interrogantes del propio corazón sobre el sentido de la vida y sobre cómo vivir de forma moral, el hombre se torna incapaz de actuar según la justicia y comprometerse en pro de la paz".

"La fe auténtica- dijo el Santo Padre en la conclusión del discurso - no puede llevar a la muerte. El artesano de paz es humilde y justo. Por eso, los creyentes tienen hoy un papel esencial: dar testimonio de la paz que viene de Dios y que es un don concedido a todos en la vida personal, familiar, social, política y económica (cf. Mt 5, 9; Heb 12, 14). La inercia de los hombres de bien no debe permitir que el mal triunfe. ¡Lo peor de todo es no hacer nada!"

La mañana del segundo día de la visita del Pontífice al Líbano tuvo un carácter oficial. Inició con tres breves encuentros privados en el Salón de los Embajadores: con el presidente de la República, Gen. Michel Suleiman, con el presidente de la Cámara de los Diputados, Nabih Berri; con el presidente del Consejo de los Ministros Nagib Mikati.

La parte pública del encuentro inició con un gesto simbólico plantando en el jardín presidencial un Cedro del Líbano (Cedrus libani), símbolo del país. Usando la imagen del "pequeño árbol", el Papa recordó la necesidad del crecimiento y la madurez que necesita la sociedad y la política del país hoy para "volverse robusta y lanzar sus ramos majestuosos". En recuerdo de su visita el Papa ofreció al presidente un facsímile del "Papiro Bodmer VIII - BAV", cuyo original fue descubierto en torno de 1952 y adquirido por un conocido coleccionador suizo, Martin Bodmer. A partir de los años 50 fue depositado en la Biblioteca Bodmeriana en Cologny, Suiza. En 1969 fue donado al Papa Pablo VI y desde entonces conservado en la Biblioteca Apostólica Vaticana. El Papiro contiene dos Cartas de Pedro.

Después del encuentro de esa mañana, Benedicto XVI volvió en auto a la Nunciatura Apostólica de Harissa, desde donde se transfirió al Patriarcado Armenio-católico de Bzommar para el almuerzo con los patriarcas y los obispos del Líbano, los miembros del Consejo Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos y la comitiva papal. En la entrada el Papa bendijo la estatua del monje armenio Hagop, redactor del primer libro impreso en lengua armenia, publicado en 1512.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Obispo de Maldonado, Uruguay, afirma a los jóvenes que "la castidad no está fuera de moda"

Montevideo (Miércoles, 12-09-2012, Gaudium Press) Mons. Rodolfo Wirz, obispo de Maldonado, Uruguay, recordó a los millares de jóvenes reunidos en la ciudad, que "la castidad no está fuera de moda" aunque algunas veces parezca lo contrario.

Durante la Celebración Eucarística que encerró la 34ª Jornada Nacional de la Juventud, el prelado reflexionó sobre el lema "Encuéntrate con Cristo, tu vida cambiará".

El Obispo declaró que Cristo puede ser seguido, ya que es fuente de felicidad y Él "da todo y no nos pide nada". Además, afirmó también que para seguir a Cristo y tener una vida bella, grande y libre, se debe vivir la castidad. "Tu vida cambiará y nada ni nadie nos impedirá, salvo nosotros mismos, porque Él respeta nuestra libertad", aseguró.

"Siguiendo a Cristo todo cambia si descubrimos cada día, de nuevo, nuestra identidad, vocación, santidad, realidad y felicidad", afirmó el prelado que resaltó también que en la lucha por la castidad y la felicidad "seremos felices, aunque la vida nos traiga sus sorpresas y complicaciones y casi todo salga al revés".

Mons. Wirz concluyó declarando que es posible encontrar al Señor en un amor duradero, como el matrimonio y en la entrega exclusiva a Dios en la vida consagrada.
El evento reunió a más de 4 mil jóvenes de todo Uruguay, que rezaron y se confesaron con algunos de los 50 sacerdotes que estaban presentes.

¿Cuál es la misión de los Obispos en la Iglesia?

Redacción (Miércoles, 12-09-2012, Gaudium Press) Estando cierta vez en una ciudad provincial de España, me deparé con una escena simple, pero inolvidable. Estaba yo en mi cuarto cuando el ruido provocado por campanas y un murmullo de voz humana eran traídos por la suave brisa de la tarde.

Al asomarme a la ventana del cuarto, vi que un rebaño de cerca de 40 ovejas se apiñaba junto al pastor que desde lo alto de su púlpito, una piedra de la colina, conversaba con ellas. Una, pequeñita, estaba en su hombro, parecía herida. La otra la acariciaba con la mano. Otra recibía una reprimenda por haberse alejado imprudentemente del rebaño colocándose al alcance de los lobos españoles. A todas trataba el pastor con el nombre y las ovejas, como si poseyeran inteligencia, escuchaban con avidez las palabras del buen campesino.

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"Yo soy el buen pastor. Conozco mis ovejas
y ellas me conocen. Por ellas doy mi vida"
(Jn 10, 14.15).

Esta escena, rara en nuestro ambiente urbano, pero tan antigua como el mundo, es una imagen de la función de los obispos en la Iglesia, prefigura por el Divino Maestro.

"Yo soy el buen pastor. Conozco mis ovejas y ellas me conocen. Por ellas doy mi vida" (Jn 10, 14.15). En este pasaje de la escritura, vemos a Nuestro Señor presentarse como el perfecto pastor, capaz de ir al encuentro de una sola oveja que se haya descarriado del rebaño, al punto de, si es preciso, dar su propia vida. Hecho que se dio realmente al consumar su pasión en el Calvario. Por su muerte, redimió a todos los hombres, salvándolos de la culpa original, y abriéndoles las puertas del Cielo [1].

Notamos, además, por esta narración hecha por el evangelista, un especial afecto y predilección para con la función de pastor entre los hombres. De ella se valió el Divino Maestro para simbolizar de una manera insuperable, su celo y amor por todos los hombres [2]. Y este oficio, el Pastor Eterno lo quiso confiar a San Pedro, constituyéndolo pastor y jefe de la Iglesia Universal, diciéndole después de su resurrección: "Apacienta mis ovejas" (Jn 21, 15-17). Con estas palabras, Nuestro Señor, además de reafirmar el poder del apóstol de unir y desunir en la tierra y en el cielo, le dio la completa autoridad sobre la Iglesia, pasando Su propia función de apacentarlas.

Además, como nos enseña el Concilio Vaticano II: "Así como permanece el ‘munus' confiado por el Señor singularmente a Pedro, primero entre los Apóstoles, y que se debía transmitir a sus sucesores, del mismo modo permanece el ‘munus' de los Apóstoles de apacentar la Iglesia, el cual debe ser ejercido perpetuamente por la sagrada Orden de los Obispos". [3]

Y esto es de hecho, pues Aquel que eligió a San Pedro como cabeza y fundamento de la Iglesia, escogió algunos discípulos, dándoles el nombre de Apóstoles (Cf. Lc 6, 13). "Del mismo modo que la autoridad de Pedro es necesariamente perpetua en el Pontificado romano, también los Obispos, en su calidad de sucesores de los Apóstoles, son los herederos del poder ordinario de los apóstoles, de tal suerte que el orden episcopal forma parte de la constitución íntima de la Iglesia" [4]. "Por institución divina, los Obispos suceden a los Apóstoles, como pastores de la Iglesia; quien los oye, oye a Cristo; quien los desprecia, desprecia a Cristo y Aquel que envió a Cristo (cfr. Luc 10,16)." [5]

Siendo sucesores de los apóstoles, también pasan a formar parte del colegio apostólico. Del mismo modo que los apóstoles eran unidos a San Pedro, los Obispos están de igual forma unidos al Romano Pontífice, sucesor de San Pedro, de manera que, sin la autoridad y unión con el Vicario de Cristo, ese colegio episcopal pierde todo su poder [6].

Reuniéndose en concilios, este colegio episcopal guió al pueblo de Dios desde los primeros siglos de la cristiandad. Por él las verdades de la Fe son enseñadas; el rebaño de Cristo es orientado; los hombres reciben la luz para llegar a la plena santificación. En suma, a través de los Concilios, la nave de la Iglesia es guiada por los mares de la Historia con el fuerte impulso de la suave brisa del Espíritu Santo.

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"Los Obispos son los heraldos de la fe que para Dios conducen nuevos discípulos"

La misión de enseñar

Después de la resurrección milagrosa estando junto a los discípulos en el monte de los Olivos antes de ascender a los Cielos, Jesús con su voz indescriptible y adorable ordenó: "Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura" (Mc 16,15); "Bautizadlas en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo." (Mt 28,19) Con estas palabras, Jesús quiso dejar sellada para siempre la misión de los apóstoles, y sucesivamente, la de todos los obispos.

Según las palabras del Salvador, los Obispos, junto con los presbíteros y diáconos - sus colaboradores - tienen como deber principal anunciar con todo el empeño el Evangelio de Dios. Siendo dotados de la propia autoridad de Jesucristo, "los Obispos son los heraldos de la fe que para Dios conducen nuevos discípulos" [7]. Entretanto, la simple presencia de un sucesor de los apóstoles debe también ser un reflejo vivo de la palabra divina que anuncia, pues solo de esta forma hará brotar las semillas que alejan los errores. A ese propósito exhortaba San Pablo: "predica la palabra, insiste oportuna e importunamente, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y empeño de instruir. Sé prudente en todo, paciente en los sufrimientos, cumple la misión de predicador del Evangelio, conságrate a tu ministerio" (2 Tim 4,2.5).

Esa es la principal función para la cual todo Obispo se compromete: llevar, por el bien de sus súbditos, la misión pastoral evangelizadora sin interrupciones [8]. Los fieles, entretanto, deben estar de acuerdo con las enseñanzas de su pastor, pues ellos anuncian infaliblemente las doctrinas de Jesús, al estar en comunión con el Obispo de Roma. Por su sabiduría, sus personas se tornan sagradas delante de los fieles, los cuales deben manifestar respeto y veneración por estos hombres, testigos y reflejos vivos de la doctrina divina y católica.

La misión de santificar

"El Obispo y los presbíteros santifican la Iglesia con su oración y su trabajo, por medio del ministerio de la palabra y los sacramentos" [9]. Por estas dos formas, la Iglesia en su conjunto, es elevada a un más alto nivel de santidad. La buena administración de los sacramentos, y en especial la eucaristía -por la cual Cristo quiso perpetuar la memoria de su pasión- hace que las Gracias infinitas de Dios se difundan sobre el orbe, comprando por los méritos de Cristo, los beneficios para la salvación de la humanidad.

La misión de gobernar

Por su propia potestad sagrada venida desde los Apóstoles, los Obispos actúan como legados del Señor en sus iglesias particulares, trabajando de manera que todos sean enteramente unidos por medio del cuerpo y sangre de Nuestro Señor Jesucristo [10]. Deben de este modo aconsejar, alertar y persuadir a su rebaño rumbo a la verdad y la santidad, a través, no solo de sus palabras, sino principalmente por sus ejemplos y virtudes.

En fin, el obispo jamás puede ofuscar su vista delante de la gran vocación que el Señor le dio, pero sí tener siempre presente el ejemplo del Buen pastor que vino al mundo para servir y no ser servido (Cf. Mt 20,28). Servicio que "para rescatar a esas ovejas confió a Pedro y a sus sucesores", [11] entregó su cuerpo, derramando por completo su preciosa sangre en la cruz.

En este sentido, así nos dice la encíclica Lumem Gentium: "Teniendo que prestar cuentas a Dios por sus almas (cfr. Hebr. 13,17), debe, con la oración, la predicación y todas las obras de caridad, tener cuidado tanto de ellos como de aquellos que todavía no pertenecen al único rebaño, los cuales él debe considerar como habiéndole sido confiados por el Señor". Siguiendo estas enseñanzas, el Obispo hará todo lo necesario "para que la gracia se torne copiosa entre muchos y redunde el sentimiento de gratitud, para gloria de Dios" (2 Cor 4,15).

Éste es el sentimiento y la compenetración que un católico debe poseer cuando se encuentra delante del Obispo diocesano, el Pastor de un innumerable rebaño.

Por Lucas Antonio Pinatti
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[1] Cf. S. Th. III, q. 49, a.5
[2] Cf. DIAS, João Clá. A maior felicidade. Arautos do Evangelho. São Paulo: Associação Arautos do Evangelho. n. 55, p.14.
[3] II Concílio do Vaticano, Const. dogm. Lumen Gentium, 20: AAS 57 (1965) 24.
[4] LeãoXIII. Carta Encicl. Satis cognitum, 29 jun. 1896: ASS 28 (1895-96)
[5] II Concílio do Vaticano, Const. dogm. Lumen Gentium.Opus cit.
[6] Cf. Idem. 22
[7] II Concílio do Vaticano, Const. dogm. Lumen Gentium, 25: AAS 57 (1965) 29.
[8] Cf. S. Th. II-II, q. 185, a. 5.
[9] FERNÁNDEZ, Luis Martínez. Diccionario teológico del Catecismo de la Iglesia Católica. B.A.C.:Madrid, 2004. p. 246.
[10] Oração moçarabe. PL 96, 759 B
[11] São João Crisóstomo. De sacerdotio II.

Inauguran Catedral en antiguo campo de concentración comunista en Kazajistán

Karaganda (Miércoles, 12-09-2012, Gaudium Press) Un acontecimiento de especial significado tuvo lugar en Kazajistán, en los terrenos que ocupaban los campos de concentración soviéticos de Karlag: una bella Catedral construida en honor de las víctimas y como centro de expiación fue inaugurada el pasado 09 de septiembre.

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El templo, según recordaron los Obispos de Kazajistán en una declaración especial, es "un epitafio en memoria de todas las víctimas del Karlag y un lugar de oración y expiación por los incontables crímenes perpetrados por un régimen totalitario y sin Dios en Karaganda y Kazajistán, en contra de Jesucristo y en contra de la dignidad humana".

Karaganda, tierra de martirio

Ninguna otra tierra en Kazajistán "ha sido tan profusamente humedecida por la sangre y las lágrimas de las víctimas inocentes de la represión comunista", afirmaron los prelados. En ese lugar muchos sacerdotes vivieron, trabajaron forzadamente y finalmente murieron, dando un testimonio heroico de su fe. Entre ellos, los Obispos destacaron al Beato Nikita Budek, Obispo y mártir, Beato Alexis Zaritzki, sacerdote y mártir, el Siervo de Dios Obispo Alexander Khira y el Siervo de Dios Padre Vladimir Bukovinsky.

Como enviado de Su Santidad Benedicto XVI, el Cardenal Angelo Sodano presidió el rito de consagración del templo y concelebró la solemne Eucaristía con el Obispo de Karaganda, Mons. Janusz Kaleta y otros Obispos y sacerdotes del país. Según Agencia Fides, unos 1500 fieles asistieron a la liturgia. El Card. Sodano había bendecido los terrenos donde se construyó la Catedral en mayo de 2003, durante una visita al país como Secretario de Estado de la Santa Sede.

La Catedral de la Bienaventurada Virgen María de Fátima - Madre de todas las Naciones, fue construida gracias al aporte de muchos católicos de varias naciones y con el especial apoyo de una sociedad constituida para tal fin. La advocación de la Virgen aparecida en Portugal fue naturalmente seleccionada porque Ella expresó en 1917 su preocupación por los crímenes que el comunismo llegaría a cometer. "Nuestra Señora habló de los peligrosos errores que Rusia extendería por el mundo entero", recordaron los Obispos kazajos.

La belleza del templo, instrumento de evangelización

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Después de agradecer a todos los fieles, sacerdotes y prelados que hicieron posible la obra con sus aportes materiales y "con sus oraciones y sacrificios espirituales", los Obispos recordaron el sentido que tienen las catedrales y los templos en la vida de fe de la Iglesia Católica. "La consagración de una Catedral es el momento más favorable para recibir abundantes gracias para su propia renovación espiritual", explicaron, "porque cualquier iglesia que es materialmente visible es un símbolo del santuario invisible de la Santísima Trinidad que está oculta profundamente dentro de cada bautizado que vive en el estado de gracia santificante".


Por este motivo, los prelados destacaron la belleza exterior del templo, que refleja la belleza interior con la cual cada quien debe adornar su alma. "Mientras admiran la belleza exterior de una iglesia, y cuando entran en ella a orar, los fieles deben recordar las palabras de la Sagrada Escritura: ¿No saben que ustedes son templo de Dios?". Por este motivo, esta Catedral es "una profesión visible de la fe católica y un instrumento de evangelización", una nueva evangelización que se hace "a través de la piedra, a través de la belleza y a través de la cultura".

Los Obispos también recordaron los numerosos pasajes bíblicos en los que Dios mismo ordena a los hombres construir altares y templos para su adoración, que encontrarían su plenitud en el cuerpo mismo de Cristo, muerto en la cruz y presente en la tierra de forma perpetua en la Eucaristía.

La belleza de la fe católica es reconocida por los no cristianos


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La Catedral de la Bienaventurada Virgen María de Fátima fue construida con el mayor esmero posible. Su estilo gótico, inconfundiblemente católico, es un testimonio de fe en medio de una población mayoritariamente musulmana en la cual los católicos representan apenas un 2% del total de habitantes. Según el Obispo Auxiliar de Karaganda, Mons. Athanasius Schneider, el uso de los mejores elementos y la perfección artística "facilita el cumplimiento del primer mandamiento y el fin último de toda la creación: el culto y glorificación de Dios".
La belleza también facilita la relación con los no católicos. "La población se siente honrada por tener un edificio de tanta belleza arquitectónica y alto significado cultural en su localidad", explicó Mons. Schneider. "Las autoridades civiles valoran la Nueva Catedral como un gesto de la Iglesia Católica en la promoción de la cultura".

Su eficacia evangelizadora comenzó incluso antes de su inauguración. "Muchas personas ya han visitado la nueva Catedral. La mayoría no eran católicos e incluso no cristianos. Fueron atraídos por la belleza". Esas oportunidades son aprovechadas para explicar la espiritualidad cristiana a través del arte. El Obispo recordó haber expuesto el templo a una pareja no cristiana durante una media hora, tras la cual la mujer afirmó: "En esta hora he limpiado mi alma. ¿Puedo venir de nuevo a solas? Porque quiero ver estas cosas bellas en silencio".

"La reacción de la mayoría de personas que han visitado la Catedral, especialmente los no cristianos, era la admiración espontánea, el silencio, la apertura a lo sobrenatural". La conclusión del Obispo auxiliar es impactante: "He notado en estos casos la verdad de que el alma humana es naturalmente cristiana". Conociendo esta capacidad del hombre de reconocer a Dios, el prelado recordó que el deber de los católicos es conducir esas almas hacia Cristo. "En grandes letras de bronce en la entrada de la Catedral están escritas estas palabras de la Sagrada Escritura", describió el prelado: "Esta es la casa de Dios, esta es la puerta del cielo. esas santas palabras son un lema muy apropiado para esta Catedral".

Con información de Agencia Fides, Asia News y Zenit.