El evangelio de hoy describe como Juan Bautista fue víctima de la corrupción y de la prepotencia del Gobierno de Herodes. Le mataron sin proceso, durante un banquete de Herodes con los grandes del reino. El texto trae mucha información sobre el tiempo en que Jesús vivía y sobre como los poderosos de la época ejercían el poder. Desde el comienzo del evangelio de Marcos todo queda como en un suspense. El había dicho: “Después que tomaron preso a Juan, Jesús fue a la provincia de Galilea y empezó a proclamar la Buena Nueva de Dios” (Mc 1,14). En el evangelio de hoy, casi de repente, nos enteramos de que Herodes había matado a Juan Bautista. Así, en la cabeza del lector surge la pregunta: “¿Y qué hará con Jesús? ¿Tendrá el mismo destino?” Además, al hacer un balance de las opiniones de la gente y de Herodes sobre Jesús, Marcos plantea otra pregunta: “¿Quién es Jesús?” Esta última pregunta va creciendo a lo largo del evangelio hasta recibir la respuesta definitiva por boca del centurión a los pies de la Cruz: "¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!" ¡Aniversario y banquete de fiesta, con danzas y orgías! Era el ambiente en que se fraguaban las alianzas. La fiesta contaba con la presencia “de los grandes de la corte, de los oficiales y de las personas importantes de Galilea”. Y éste es el ambiente en el que se trama el asesinato de Juan Bautista. Juan, el profeta, era una denuncia viva de este sistema corrompido. Por esto, fue eliminado bajo el pretexto de un problema de venganza personal. Todo esto revela la flaqueza moral de Herodes. Tanto poder acumulado en la mano de un hombre ¡sin control sobre si mismo! En el entusiasmo de la fiesta y del vino, Herodes hizo un juramento liviano a una joven bailarina. Supersticioso como era, pensaba que debía mantener este juramento. Para Herodes, la vida de los súbditos no valía nada. Disponía de ellos como disponía de la posición de las sillas en su sala. Marcos cuenta el hecho tal cual y deja a las comunidades la tarea de sacar conclusiones. ¿Conoces casos de personas que han muerto víctimas de la corrupción y del dominio de los poderosos? Y en nuestra comunidad e iglesia, ¿hay víctimas de autoritarismo?
Comentarios realizados por: José Valiente Lendrino (Viceconsiliario Nacional de Cursillos en España)
jueves, 4 de febrero de 2010
Comentario del Evangelio de hoy
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