viernes, 7 de mayo de 2010

"¡Él casi me llama en horas de completas!": padre Alexander Castañeda

Publicado 2010/05/06
Autor: Gaudium Press
Sección: América


Bogotá (Lunes, 03-05-2010, Gaudium Press) Generalmente, un gran número de sacerdotes descubren su vocación e inician su formación sacerdotal en su juventud. Sin embargo el padre José Alexander Castañeda Pacheco, presbítero de la Parroquia Santa Engracia, de la Diócesis de Fontibón, en Bogotá, Colombia, decidió ingresar al seminario a la edad de 46 años.

Él, desde muy niño había sido tocado por el amor de Dios, pues se inició como acólito en la Parroquia del Divino Rostro, ubicada en el barrio Tunjuelito, de Bogotá. "De ahí fue creciendo ese primer amor que es Jesucristo, se fue afianzando más en Él, fue creciendo con ese afecto (...). De por sí mis padres son de mucha fe, sobre todo mi madre era de mucha fe. Luego de algunos años le dije a mi madre que yo quería ser sacerdote y entonces hablamos con el párroco del barrio, pero yo tenía un problema, mi madre me había tenido cuando era soltera. Entonces el párroco de esa época -años 68 o 70- dijo que eso era una limitante para un seminarista", expresó el sacerdote.

Aún a pesar de ese primer obstáculo, a la edad de 18 años, el padre Alexander se presenta a la comunidad Benedictina, ubicada en el Rosal - Cundinamarca, allí duró tan solo 5 meses, pues necesitaba madurar más su fe.

Economista agrario y Especialista en planeación y desarrollo regional

Una vez se retiró de la comunidad, y en busca de continuar con su vida se desempeño en diversos trabajos, como obrero de construcción en el parque de la Calera, y como carpintero. Para el año 1973 ingresó a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), trabajando para esta entidad por un espacio de 27años, iniciándose como mensajero y terminando como profesional especializado en Planeación. Estando en esta institución decidió iniciar la carrera de Economía Agraria, en la Universidad Inca de Colombia, y una vez terminada la carrera lo trasladaron para la zona de Ubaté y Chiquinquira, trabajando como técnico forestal y en control y recuperación de suelos por varios años. Posteriormente fue trasladado a la zona de Tequendama laborando en la misma actividad.

En el año 80 y con la inquietud vocacional, realizó un Cursillo de cristiandad, el cursillo 123 de hombres. Sin embargo, como muchos jóvenes que viven despreocupados de su fe, se alejó de la Iglesia por varios años. "Así me paso también a mí", agregó el padre Alexander.

Continuando con sus estudios, el Presbítero realizó una especialización en planificación y desarrollo regional en la Universidad de los Andes, formación que le permitió ascender una vez más dentro de la CAR.

Casi abogado

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