miércoles, 18 de agosto de 2010

Cuando decaen los animos


Por Edelmira Rojas, legionaria de María, Trujillo.

Una de las consecuencias funestas de la falta y/o descuido de la vida de oración es el desaliento en sus diversas facetas: cansancio o aburrimiento, falta de entusiasmo, no importa la puntualidad, no se da cuenta del vacío llenado por el maligno de una falta injustificable al trabajo apostólico, faltas de caridad con mucha facilidad... es un tobogán que nos lleva al alejamiento...
¡Alerta! ¡Despierta!

¡Cójete de la mano de la Madre!, ¡Mastica tu Catena! como niño pequeño cuéntale con sencillez y honestidad lo que te pasa, como si Ella no lo supiera y luego quédate en silencio, llora si deseas pero descansa en ella, un buen rato permanece así (10, 20 30' minutos) Su maternidad eficiente y eficaz te alcanzará las gracias que estás necesitando.

Los entendidos aseguran que el Espíritu Santo "vuela" hacia el alma que se acurruca en el corazón de la Madre ¡ Qué ventaja la del legionario que tiene como natural estos impulsos.

Sta. María, la Mujer fiel, te conducirá por la ruta del amor hacia el Corazón de su Hijo que está orando en ti y lo hace por ti; pero tú no lo haces suficiente silencio para tomar conciencia de esta hermosa realidad.

Busca el silencio, tanto exterior como interior y percibirán que Jesús está orando en tu interior y lo único que debes hacer es unirte, adherirte a su oración con tu voluntad libre, vigorosamente, concientemente. ¡Hazlo ya!.

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