lunes, 23 de agosto de 2010

EL ROSARIO: POR QUÉ Y PARA QUÉ?


La Virgen ha bajado muchas veces del cielo para pedirnos que recemos el Rosario (Lourdes, Fátima, Medjugorje,... )

Nuestra devoción a María Santísima incluye nuestro entusiasmo, nuestro trato cotidiano con ELLA en el trabajo, en las alegrías, en las dificultades, en todo. "La Misericordia de Dios se extiende de generación en generación". Si, y el cauce de esta misericordia, MARÍA, Madre de Dios y de la Iglesia, Medianera de todas las gracias, estrella y camino para ir a Jesús, de quien todo lo recibe y a quien todo lo conduce.

Es realmente importante acogernos filialmente a la protección de María. Todos los Santos la han tenido siempre como señal de predestinación. Y, al contrario, rechazar a María es señal de estar fuera de la Iglesia, y es común denominador de herejes. "NO HAY CRISTIANO AUTÉNTICO SIN MARÍA". En nuestro camino hacia la santidad tiene una eficacia asombrosa el que vayamos de su mano, acudiendo a Ella para expresarle nuestra admiración, nuestro cariño, nuestras necesidades; y tomándola como ejemplo y guía, e ir por María hacia el corazón de su hijo.

"Marialis Cultus" 54, nos dice que, después de la Misa y la Liturgia de las Horas, el Santo Rosario es la oración más recomendada. "Compendio de todo el Evangelio". Si, porque a través de los 20 misterios recorremos la vida de nuestro Salvador, ya que contiene los Dogmas de nuestra Fe. Oración predilecta de tantas personas buenas. Pero al mismo tiempo, esta devoción, que con sencillez va anunciando los misterios e hilvanando el Padrenuestro y las 10 Avemarías, oraciones ambas del Evangelio, no es acogida por todos. Hay quienes se pavonean de ser "cristianos de avanzada", y les parece monótono ir repitiendo las oraciones y dicen ser devoción de mujeres y niños. Y es que, lamentablemente, no puede "saborear esta maravillosa intimidad porque tiene atrofiado el paladar por esa arrogante autosuficiencia y esa manía de criticarlo todo".

Aún cuando no se contemplara el misterio, con sólo meditar lo que vamos repitiendo, ya tenemos bastante.

Pero la cuestión práctica para nosotros, es que debemos procurar rezarlo. Rezarlo aunque no nos entusiasme mucho; hacerlo: porque los obsequios hacen al gusto de quien lo recibo, ya nos ha manifestado María en Lourdes y Fátima, que quiere y nos pide que recemos el Rosario.

Hay quienes aducen que prefieren no hacerlo porque se distraen; pero recordemos: ¿A quién pidió María en primicia que lo hicieran?. Fue a unos chiquillos a los niños, a ellos que son esencialmente distraídos.

Nosotros nos distraeremos también; pero Ella atenderá... ¿No lo rezaréis?.

¡Que no tiene tiempo!. Es una excusa fútil decir eso. Se tiene exactamente 24 horas cada día. El asunto está en la importancia que concedemos a cada cosa. Si para ti la oración es lo primero, que te falte tiempo para comer o dormir, pero no para tus ejercicios espirituales. Personalmente yo, aducía muchos motivos por los que no podía rezar el Rosario, pero me hizo reflexionar el ejemplo de muchas personas importantes que, sin embargo, cada día no rezan no cinco sino los quince misterios del Santo Rosario. Entre ellos, su Santidad Juan Pablo II.

¿Cómo rezar el Rosario? Escuchemos las palabras de Pablo VI en "Marialis Cultus" 46: "La repetición del Avemaría constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplación de los misterios". Y remarca: "SIN CONTEMPLACIÓN, EL ROSARIO ES UN CUERPO SIN ALMA". Por eso, nuestra lengua pronuncia las oraciones, la mente y el corazón ha de vivir las escenas del misterio anunciado, contemplar a los protagonistas, captar los sentimientos. De este modo, las oraciones serán como un canto o, mejor, la música de fondo que acompaña a nuestra MEDITACIÓN. Desde luego que, viviendo así esta intimidad, asimilaremos enseñanzas para nuestra vida y brotará un compromiso más profundo con Jesús. Además de esto, ¿PARA QUÉ EL ROSARIO? María de Fátima dijo: "Continuad rezando el Rosario par conseguir el fin de la guerra; Yo soy la Virgen del Rosario; rezadlo todos los días". Mensaje para todos, sobre todo para los que deseamos agradarle. Ella tiene fe en esta pequeña arma, incluso contra la guerra. La guerra existió y existe en el mundo, ya sea en el estado caliente, de lucha declarada. Y María dice que, para estas catástrofes, tenemos el Rosario, Ella cree. ¿Creemos nosotros? Si quieres mantenerte en pie en este ambiente de guerra moral, debes armarte de este instrumento de victoria; consérvalo siempre contigo; toma tu rosario en el momento de tentación; aléjala y aprende a prevenirla con el rezo entusiasta del Rosario. Es verdad que esas cuentas hilvanadas son valores. Tu que dices amar y conservar los recuerdos, los regalos recibidos ¿Conservas tu Rosario? Dónde lo tienes ahora? ¿Qué no tienes uno?. Solicítanos ahora mismo sin costo; será tal vez con el que rece tu esposa o el que tomen tus niños aprendiendo de ti a orar, el que convierta en el Rosario de la familia. Desgrana sus cuentas por entre tus dedos, siéntete audaz, desafía el tiempo y la eternidad.

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