viernes, 20 de agosto de 2010

Evangelio del día

2010-08-20 - Evangelio según San Mateo 22, 34-40

Publicado 2010/08/20
Autor : Sagrada Biblia

Que lo confiesen los redimidos por el Señor, los que él rescató de la mano del enemigo, los que reunió de todos los países: norte y sur, oriente y occidente.

Libro del profeta Ezequiel 37, 1-14

En aquellos días, la mano del Señor se posó sobre mí y, con su Espíritu, el Señor me sacó y me colocó en medio de un valle todo lleno de huesos. Me hizo dar vueltas y vueltas en torno a ellos: eran innumerables sobre la superficie del valle y estaban completamente secos. Me preguntó: Hijo de Adán, ¿podrán revivir estos huesos?" Yo respondí: Señor, tú lo sabes."

Él me dijo: Pronuncia un oráculo sobre estos huesos y diles: "¡Huesos secos, escuchad la palabra del Señor! Así dice el Señor a estos huesos: Yo mismo traeré sobre vosotros espíritu, y viviréis. Pondré sobre vosotros tendones, haré crecer sobre vosotros carne, extenderé sobre vosotros piel, os infundiré espíritu, y viviréis. Y sabréis que yo soy el Señor.""

Y profeticé como me había ordenado y, a la voz de mi oráculo, hubo un estrépito, y los huesos se juntaron hueso con hueso. Me fijé en ellos: tenían encima tendones, la carne había crecido, y la piel los recubría; pero no tenían espíritu.

Entonces me dijo: Conjura al espíritu, conjura, hijo de Adán, y di al espíritu: "Así dice el Señor: De los cuatro vientos ven, espíritu, y sopla sobre estos muertos para que vivan."" Yo profeticé como me había ordenado; vino sobre ellos el espíritu, y revivieron y se pusieron en pie. Era una multitud innumerable.

Y me dijo: Hijo de Adán, estos huesos son la entera casa de Israel, que dice: "Nuestros huesos están secos, nuestra esperanza ha perecido, estamos destrozados." Por eso, profetiza y diles: "Así dice el Señor: Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y, cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que soy el Señor. Os infundiré mi espíritu, y viviréis; os colocaré en vuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago."" Oráculo del Señor.

Salmo 106

Que lo confiesen los redimidos por el Señor, los que él rescató de la mano del enemigo, los que reunió de todos los países: norte y sur, oriente y occidente. Erraban por un desierto solitario, no encontraban el camino de ciudad habitada; pasaban hambre y sed, se les iba agotando la vida. Pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación. Los guió por un camino derecho, para que llegaran a ciudad habitada. Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. Calmó el ansia de los sedientos, y a los hambrientos los colmó de bienes.

Evangelio según San Mateo 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús, y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?" El le dijo: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser". Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo".

Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas.

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