"La Madre piadosa estaba junto a la cruz y lloraba mientras el Hijo pendía". Así comienza este bonito canto gregoriano, narrando el sufrimiento de la Virgen Madre de Dios por ver a su propio Hijo muriendo crucificado. Y mientras todos huían, confundidos por la muerte de Jesús, María rezaba, confiando en las palabras de Su Hijo: "Al tercer día resucitaré".
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viernes, 2 de abril de 2010
Stabat Mater
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