miércoles, 28 de abril de 2010

"Para mí, la Iglesia evocaba algo polvoriento y siniestro. Descubrí que ella era viva, encarnada por personas inteligentes y buenas"

Publicado 2010/04/23
Autor: Gaudium Press


París (Viernes, 23-04-2010, Gaudium Press) "Para mí, la Iglesia evocaba algo polvoriento y siniestro. Descubrí que ella era viva, encarnada por personas inteligentes y buenas". Tal fue la conclusión a la que llegó la famosa actriz Virginie Ledoyen, tras acompañar a tres seminaristas de la diócesis de París, para poder nutrir la película documental que pretende realizar, titulada "En nombre del Padre", según reporta el diario La Croix.

Para ello, durante un mes y medio acompañó a los tres candidatos al sacerdocio en sus más variadas actividades, para "percibir los misterios de la vocación".

Esta película documental está siendo realizada como una verdadera investigación. La aún joven actriz confiesa no poseer ninguna formación religiosa y ni siquiera haber comenzado a cuestionar su ateísmo. No siendo ni bautizada, entretanto siempre tuvo fascinación por el fervor religioso demostrado por algunos creyentes.

Concluye sin embargo que para ella "la Iglesia evocaba algo polvoriento y siniestro. Descubrí que ella era viva, encarnada por personas inteligentes y buenas". Interesante conclusión que demuestra así como el testimonio personal, sin temor, es argumento de primera calidad para la catequesis.

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