viernes, 23 de julio de 2010

Santa María Magdalena, fiel discípula de Jesús y primer testigo de su resurrección

María Magdalena lava los pies de Jesús

Publicado 2010/07/22
Autor: Gaudium Press
Sección: Espiritualidad


Bogotá (Jueves, 22-07-2010, Gaudium Press) "El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro y vio quitada la piedra que tapaba la entrada. Entonces se fue corriendo a donde estaban Simon Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho, y les dijo: ¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos donde lo han puesto! (...) María se quedó a fuera, junto al sepulcro, llorando. Y llorando como estaba se agachó para mirar dentro, y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús (...) Los ángeles le preguntaron: Mujer, ¿por qué lloras? Ella les dijo: Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto": así, el evangelista San Juan narra el momento en el cual María Magdalena, la fiel discípula de Jesús -cuya fiesta se celebra hoy en la Iglesia- se convierte en la primer testigo de la resurrección del Salvador.

María, que quiere decir "preferida por Dios", era oriunda de Magdala -de ahí su apelativo de Magdalena- una población ubicada en la costa occidental del lago Tiberíades en Galilea. Ella, además de ser la primera en presenciar que Jesús estaba vivo, tuvo el honor de ser la encargada -por el mismo Jesucristo- de comunicar la Buena Nueva de su resurrección.

Así lo detalla San Juan en su Evangelio: "(...) Jesús le preguntó: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo: Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, para que yo vaya a buscarlo. Jesús entonces le dijo: ¡María! Ella se volvió y le dijo en hebreo: ¡Rabuni! -que quiere decir "Maestro"-. Jesús le dijo: Suéltame, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes. Entonces María Magdalena fue y contó a los discípulos que había visto al Señor, y también les contó lo que él le había dicho".

Otros momentos de María Magdalena en el Evangelio

No es mucha la información que, sobre María de Magdala, figura en el Evangelio, pero -además de ser testigo de la resurrección y de ser la encargada de anunciar que Jesús había resucitado-, su nombre aparece en otros momentos significativos.

Uno de ellos -que relata San Lucas-, hace referencia a una mujer a quien Jesús expulsó 7 demonios: "Los doce apóstoles le acompañaban, como también algunas mujeres que él había curado de espíritus malignos y enfermedades. Entre ellas iba María, la llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios".

Por otra parte, San Juan, San Mateo y San Marcos cuentan que la Santa estuvo presente, junto con otras mujeres, en la crucifixión de Jesús. Mateo lo narra de la siguiente manera: "También habían algunas mujeres mirando de lejos; entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé".

Asimismo, suele identificarse a la Magdalena con otros personajes que se citan en el Nuevo Testamento. Tal es el caso del Evangelio de San Juan que hace referencia a una mujer, sorprendida cometiendo adulterio, que fue salvada por Jesús de la lapidación, o de la mujer -que cita Marcos- que unge con perfume de gran valor los pies de Jesús, así como María, la hermana de Marta y Lázaro, quien es mencionada en el Evangelio de Juan: "Había un hombre enfermo que se llamaba Lázaro, natural de Betania, el pueblo de María y de su hermana Marta. Esta María, que era hermana de Lázaro, fue la que derramó perfume sobre los pies del Señor y los secó con sus cabellos".

Pero, en la actualidad, no existe un documento oficial o sustentado en el Evangelio, que inique que la mención de la mujer pecadora, de la mujer que unge con perfume a Jesús y de María hermana de Lázaro y Marta, sea María Magdalena. Razón por la cual la Iglesia, fiel a lo que cita el Evangelio, habla de María Magdalena como una fiel seguidora de Cristo.

Gaudium Press / Sonia Trujillo

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