Autor : Catecismo de la Iglesia Católica
Santísima Virgen que os dignasteis aparecer a tres humildes pastorcitos y les revelasteis los tesoros de gracias contenidos en el rezo del Rosario, inculcad profundamente en nuestra alma el debido aprecio que debemos tener por esta devoción.
1. La primera lección que nos dais es que recemos cada día el santo Rosario. Ya que vos lo deseáis, así lo haré con toda la familia, reunida en vuestro nombre, sin que la negligencia ni las ocupaciones me retraigan de hacerlo. Avemaría.
2. La segunda lección que de Vos recibimos es la devoción a vuestro Inmaculado Corazón, a vuestro corazón de Virgen, de Madre, de Reina y de Abogada. Así lo haré desde hoy, y digo y diré siempre con toda confianza: Dulce Corazón de María, sed la salvación mía. Avemaría.
3. La tercera lección que de Vos hemos aprendido es, sobre todo evitar el pecado, porque ya demasiado ofendido está el Señor, huir del pecado, que es la ruina de nuestra alma y el que nos conduce a nuestra eterna perdición. A vuestros pies lo digo, Madre mía: Antes morir que cometer un pecado mortal.
Madre, aquí tenéis a vuestro hijo: guardadme.
Madre, aquí tenéis a vuestro hijo: salvadme.
Madre, aquí tenéis a vuestro hijo: llevadme con Vos al cielo, donde en vuestra compañía pueda ver y poseer a Dios. Así sea.
viernes, 9 de julio de 2010
Oración a Nuestra Señora de Fátima
Etiquetas: heraldos del evangelio, uruguaay, uruguauy, uruguay, uruuguay
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario