Publicado 2010/03/30
Autor : Gaudium Press
El pasado Domingo, los fieles católicos del mundo se congregaron para celebrar el Domingo de Ramos y dar inicio a la Semana Santa. En Lima, el Cardenal Juan Luis Cipriani compartió durante su homilía una importante reflexión frente a la humildad
Lima (Martes, 30-03-2010, Gaudium Press) El pasado domingo en la Catedral Basílica de Lima - Perú y con motivo de la celebración del Domingo de Ramos, el Cardenal Juan Luis Cipriani, reflexionó, durante la homilía, sobre la humildad y la importancia de ésta en la vida de todos los católicos.
"Atrévete, la pasión es un hecho real. Y qué nos dice la pasión a cada uno. Es algo que hoy la iglesia te anima a renovar. Métete en la escuela de esa pasión de Cristo y aprende, todos estos días, unos minutos en tu casa o acercándote al templo para confesarte. Es el momento ideal. Parecería que Jesús y que todos los santos están mirando de modo especial a la Tierra, a sus hijos, para animarlos. Para esto, hermanos, hace falta una actitud de humildad", expresó el Cardenal.
Humildad con la que debemos acercarnos durante estos días santos al Señor, y así poder entender la grandeza de su amor y sacrificio para con nosotros, un sacrificio que en cruz, es símbolo de unión con la humanidad.
Humildad, obediencia a la voluntad del Padre
"Fíjate que todo lo que hace Jesús es por obedecer la voluntad de su padre, Dios. Él dice: ‘mi alimento es hacer tu voluntad'. Hoy, que tantas veces uno no obedece a nadie, ni a sus padres, ni a las autoridades, tantas veces que hay esa rebeldía, esa soberbia. Pues mira a Jesús, con qué humildad hasta el final le está diciendo a su padre: "aparta de mí este cáliz", le cuesta obedecer a su padre Dios, pero "no se haga mi voluntad sino la tuya". Aprende esa oración. La Iglesia tiene que ser humilde y obediente a nuestro padre Dios, la Iglesia no es un invento de ahora, la Iglesia no es una opinión frente a discusiones, la Iglesia es un proyecto de Dios, Dios Uno y Trino, que enviaron a la segunda persona, Jesucristo, para que padeciendo y resucitando, fundando la Iglesia católica, abra el camino y la puerta a la vida eterna, al perdón de los pecados", agregó el Arzobispo de Lima.
¿Pero qué debemos entender por humildad, qué implicaciones tiene la humildad en la vida de los católicos, cómo seguir ese gran ejemplo de nuestro Señor Jesucristo?
¿Qué es la humildad?
"La humildad es la verdad. "Yo soy el camino, la verdad y la vida", así nos ha enseñado Jesús. Ser humildes es ser sinceros. Sincero, primero con Dios, Él conoce tu corazón, te perdona, te ayuda, te acompaña, pero quiere le abras el corazón. Sincero con los demás, en tu manera de comportarte, de hablar, de enseñar, de servir a los demás especialmente a tu familia. Y sincero contigo mismo, no tengas temor a conocerte, para eso está el sacramento de la confesión, para eso está el sacramento de la eucaristía, la oración", expresó el purpurado.
Finalmente, el Cardenal primado del Perú emitió un mensaje de esperanza y caridad, de cuño pascual: "Todo tiene arreglo, es un gran mensaje de esta humildad de Jesús en estos días, por eso te animo a que busques el perdón de Dios, a que busques la misericordia de Dios, a que enciendas la luz de la fe, de la verdad, la humildad y que aprendamos todos a amar. Ya nos hemos dado cuenta de esa lección de amor. Tanto nos ama que entrega su vida, no tengas miedo, nuestro Dios es una maravilla. El hijo de Dios hecho hombre vivo es buenísimo y la escuela de amor que Él ha abierto con la pasión nos dice: "se llega al gozo por el dolor, se llega a la vida por la muerte al pecado, si quieres ser fiel no tengas miedo al sacrificio", dijó.
lunes, 11 de enero de 2010
“Y, ¿qué es la humildad? La humildad es la verdad”: Cardenal Juan Luis Cipriani
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