Publicado 2010/04/03
Autor : Gaudium Press
Dentro de las celebraciones de la Semana Santa hay una muy especial, en donde los enfermos de cuerpo y espíritu pueden tener un encuentro íntimo con Jesucristo, dador de vida y fortaleza
Bogotá (Viernes, 02-04-2010, Gaudium Press) Dentro de las celebraciones de la Semana Mayor, se ha destinado una tiempo especial para los enfermos. A través de un sentida Eucaristía, comúnmente realizada el Jueves Santo, los dolientes de cuerpo y espíritu encuentran un momento para orar por cada una de sus necesidades. Gaudium Press, dialogó con el sacerdote paulino Martín Sepúlveda, quien realizó esta importante ceremonia en el barrio la Estrella en Ciudad Bolívar.
"Podríamos decir que todos los días para nosotros es viernes santo, porque todos los días Cristo se entrega en la Eucaristía. Hay una frase del evangelio muy bonita, y creo que es nuestra actitud en esta mañana, que dice: "todos los que estaban allí tenían los ojos fijos en él". Nosotros hoy también tenemos los ojos fijos en Cristo nuestro Salvador; miramos a Cristo y miramos al mundo, porque el mundo necesita más que nunca ese perdón de Dios y esa salvación de Dios, miramos a Cristo y miramos a nuestros hermanos enfermos porque queremos presentárselos para que el Señor les conceda la salud, la sanación en su cuerpo o en su espíritu. El primer paso para esa sanación es arrepentirnos por nuestros pecados, el primer paso de esa salvación del cuerpo y el espíritu es decirle al Señor de corazón que sentimos mucho haberle fallado", expresó el padre Martín en su homilía.
Y es precisamente en busca de esa sanación y de esa paz interior que quienes asisten a la Eucaristía ponen sus vidas en manos de Dios Padre, quien se manifiesta en el santo óleo con que son ungidos los fieles.
"El óleo santo, -recién consagrado por el Obispo-, es un aceite sagrado símbolo a través del cual nosotros sentimos que la fortaleza de Dios está presente en estas personas. El aceite es especialmente fortaleza y protección del Señor, este aceite representa la fortaleza que es para ellos el mismo señor Jesucristo", explicó el Sacerdote.
Presencia de Dios vivo que ayuda a los enfermos a superar las difíciles adversidades a las que se someten con la enfermedad que los aqueja, enfermedades que no solo afectan el cuerpo sino también el espíritu.
"Es que la enfermedad no es solo física, la enfermedad es espiritual y muchas veces las mayores parálisis del hombre, no son las parálisis físicas o las enfermedades físicas, si no las enfermedades espirituales (...). De este modo, los retos de la Pastoral de Salud son muy grandes, porque primero depende también de las parroquias, pero en realidad hay muchas personas enfermas y no solamente eso, si no que a veces están solas, entonces la presencia de los servidores de la Pastoral de la Salud es supremamente importante. En este momento, yo creo que es una de las pastorales fundamentales, porque es la parroquia que se acerca a la persona que sufre, que físicamente sufre y necesita muchas veces ese consuelo y esa cercanía, porque en ciertos ambientes el enfermo se deja a un lado, es un estorbo, no se le presta la atención adecuada, y es ahí donde debe llegar la Iglesia. Para el enfermo es muy importante que alguien los visite, que alguien ore con ellos, que él se sienta que es importante para alguien y que no es un estorbo", concluyó el padre Martín.
martes, 5 de enero de 2010
"Para los enfermos es muy importante que alguien los visite, que alguien ore con ellos": padre Martín Sepúlveda
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