viernes, 7 de diciembre de 2012

Profanadores de templo en Siria piden perdón y regresan bienes hurtados

Homs (Jueves, 22-11-2012, Gaudium Press) Las oraciones de los fieles católicos de la ciudad de Qara, en la Diócesis de Homs, Siria, fueron escuchadas en lo que constituye un inesperado caso de arrepentimiento calificado como "un milagro" por los pobladores locales. En medio de la violencia reinante en el país y en una ciudad controlada por completo por la oposición armada, un acto de sacrilegio y vandalismo culminó en un ejemplo de arrepentimiento y reconciliación.

SIRIA_(f)_0803_-_Cristiani.jpg
Los católicos de Siria se refugian en la oración en medio de la situación de violencia .
El pasado 19 de noviembre, un grupo de hombres ingresó por la fuerza al histórico templo de los Santos Sergio y Baco, construido en el siglo IV. Los criminales robaron más de 20 valiosos iconos de los siglos XVIII y XIX, manuscritos antiguos y vestiduras sagradas. El altar fue profanado durante el ataque y un fresco del siglo XII con la imagen de la Santísima Virgen , la "Madonna de la Leche", fue dañado en dos lugares al intentar arrancarlo de la pared.

Después del acto sacrílego, la comunidad greco-católica dirigida por el sacerdote Georges Luis, quien permanece en el lugar para celebrar la Eucaristía con las pocas familias cristianas aún presentes, organizó una serie de vigilias de oración en desagravio. A los actos religiosos se sumaron incluso no cristianos que lamentaron los hechos. Diversas autoridades religiosas condenaron el suceso y pidieron tanto al gobierno como a los rebeldes el respeto por las comunidades y lugares dedicados al culto religioso.

El inesperado desenlace se produjo el pasado 21 de noviembre, fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen en el Templo: Durante la mañana, un camión lleno de hombres encapuchados se detuvo frente a la iglesia. Los hombres solicitaron hablar con el Padre Georges y le manifestaron: "No nos parece bien lo que han hecho nuestros compañeros. Le rogamos que nos perdonen". En medio de la sorpresa del sacerdote y la comunidad, los profanadores regresaron la mayor parte de los objetos robados, que de otra forma se hubieran perdido en el mercado negro.

Los desconocidos se comprometieron con el sacerdote a respetar la comunidad y garantizar su seguridad. "Somos una comunidad, un pueblo, una nación. Su seguridad es la nuestra. Están bajo nuestra responsabilidad", manifestaron los hombres, según refirió el P. George a la Agencia Fides. El sacerdote invitó a sus inesperados visitantes a tomar café arábigo y algunos fieles locales se unieron a la particular convivencia.
Con información de Agencia Fides.

No hay comentarios:

Publicar un comentario