Redacción (Jueves, 22-11-2012, Gaudium Press) De acuerdo con la Constitución Apostólica Veterum Sapientia, que trata del uso del latín por la Iglesia, esa lengua:
Nacida en los confines del Lacio, ella auxilió de modo admirable la difusión del nombre cristiano en las regiones occidentales. No sin disposición divina sucedió que aquel idioma que reunió por muchos siglos en una amplísima sociedad de pueblos bajo la autoridad del Imperio Romano fue asumido como lengua propia de la Sede Apostólica y, guardada por la posteridad, unió unos a otros los pueblos cristianos de Europa en un alto vínculo.
Por su propia naturaleza la lengua latina es apta a promover junto a cualquier pueblo toda cultura humana; y como no suscita la envidia y se presenta con equidad delante de todos los pueblos, sin favorecer ninguna parte, es para todos aceptable y agradable. Y no se debe negar que en la oración latina hay una nobleza de forma y estructura, posibilitando un estilo conciso, rico, variado, lleno de majestad y de dignidad, que contribuye de manera singular a la claridad y la perspicacia.[2]
A nadie es lícito dudar que no exista en los discursos de los romanos o en sus venerables cartas una fuerza intrínseca para instruir las mentes informes de los adolescentes. A través de ella, de hecho, se forman, maduran, se perfeccionan las mejores capacidades del alma; se agudizan la acuidad de la mente y la capacidad del juicio; también, la inteligencia pueril es más convenientemente preparada para comprender y juzgar en el justo sentido de cada cosa; en fin, se aprende a pensar y a hablar con suma orden [razón].[3]
Santo Tomás de Aquino con San Pedro y San Pablo, Catedral de Dijon, Francia |
Entretanto, como bien resalta Haroldo Bruno el latín es "una lengua viva (del pasado)",[4] o sea, no se puede negar que el latín actualmente sea una lengua que no disfruta del status de idioma oficial de alguna gran nación. El único gobierno que mantiene el latín como lengua oficial es la Ciudad del Vaticano, la Sede Apostólica de la Iglesia, menor Estado del mundo. Con eso, actualmente el latín no tiene el prestigio político que disfrutó hasta el siglo XVIII.
Entretanto, el latín es una lengua viva. Muchas comunidades, alrededor del mundo, todavía preservan el latín. Sin contar que él es fundamental para el estudio y la comprensión de la rica cultura occidental. Es preciso tener consciencia que la producción cultural de Occidente (literatura, filosofía, teología, etc.) fue realizada, durante más de 1500 años, con la lengua latina. Sin ella no tendríamos, por ejemplo, la elocuencia de Cicerón el gran orador romano, la mística y el arte monástico y el genio humanístico de Tomás de Aquino. Por causa de esos y otros factores que no fueron mencionados es necesario, más que nunca, superar el "preconcepto de que el latín es una lengua muerta"[5] y sumergirnos en la investigación de esa importante y clásica lengua occidental.
Apenas para tener una pequeña idea del interés creciente en torno al latín, recientemente un grupo de estudiantes universitarios crearon un site enteramente en latín.[6] Movidos por la belleza y precisión de la lengua latina, algunos estudiantes del Instituto Teológico Santo Tomás de Aquino (ITTA), en San Pablo, realizaron una iniciativa inédita en Brasil: crearon un site escrito en latín. Se trata del Praecones Latine (http://latine.blog.arautos.org/), que reúne textos, artículos, oraciones y noticias.
El latín "singularmente contribuye a la claridad y a la seriedad" [7] de la reflexión y del pensamiento. Muchos literatos y pensadores jamás habrían compuesto sus obras si no fuese por medio del auxilio, directo o indirecto, del latín. Por causa de eso él mucho contribuyó y contribuye "para el progreso del género humano",[8] permitiendo, al mismo tiempo, que la "comunicación sea universal",[9] pero "también inmutable".[10]
En nuestros días son innúmeros los ejemplos que pueden ser dados sobre el uso del latín. Entre esos ejemplos se cita: la importancia del latín para la enseñanza de portugués,[11] el uso del latín en la liturgia católica,[12] la discusión sobre la estética barroca,[13] la actualidad de la configuración en latín clásico y en latín vulgar[14] y hasta incluso la realización de las propuestas para unificación de la terminología empleada en sistemas agroforestales.[15]
No es intención de este pequeño artículo presentar toda la rica actualidad de la lengua latina. La intensión es mucho más modesta. El objetivo de este artículo es presentar la importancia del latín para los estudios tomistas.
Es preciso realizar dos importantes aclaraciones. La primera es que a lo largo de la discusión no serán abordadas o definidas expresiones, como, por ejemplo, tomismo y tomista. Esa discusión fue realizada por estudiosos como Paulo Faitanin,[16] Francisco Elias de Tejada[17] y João Clá Dias.[18] La segunda es que temas de suma importancia para la comprensión del latín en Tomás de Aquino no serán tratados. Entre esos temas se cita: fonología, morfología y los aspectos sintácticos. En gran medida ellos fueron pesquisados por Nestor Dockhorn.[19]
Con estas dos aclaraciones se pasa a presentar un conjunto de siete explicaciones que demuestran la importancia del latín para los estudios tomistas.
(Mañana: las 7 explicaciones de la importancia del latín en los estudios tomistas)
Por Ivanaldo Santos [1]
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[1] El autor es Doctor en estudios del linguagem de la UFRN, y profesor del Departamento de Filosofía e del Programa de Posgrado en Letras de la UERN.
[2] PAPA JOÃO XXIII. Constitución Apostólica Veterum Sapientia. Sobre o uso do Latim, n. 3. AAS ... (Tradução minha) Quarum in varietate linguarum ea profecto eminet, quae primum in Latii finibus exorta, deinde postea mirum quantum ad christianum nomen in occidentis regiones disseminandum profecit. Siquidem non sine divino consilio illud evenit, ut qui sermo amplissimam gentium consortionem sub Romani Imperii auctoritate saecula plurima sociavisset, is et proprius Apostolicae Sedis evaderet et, posteritati servatus, christianos Europae populos alios cum aliis arto unitatis vinculo coniungeret.
Suae enim sponte naturae lingua Latina ad provehendum apud populos quoslibet omnem humanitatis cultum est peraccommodata: cum invidiam non commoveat, singulis gentibus se aequabilem praestet, nullius partibus faveat, omnibus postremo sit grata et amica. Neque hoc neglegatur oportet, in sermone Latino nobilem inesse conformationem et proprietatem; siquidem loquendi genus pressum, locuples, numerosum, maiestatis plenum et dignitatis habet, quod unice et perspicuitati conducit et gravitati.
[3] PAPA JOÃO XXIII. Constitución Apostólica Veterum Sapientia. Sobre o uso do Latim, n. 9. Neque vero cuique in dubio esse potest, quin sive Romanorum sermoni sive honestis litteris ea vis insit, quae ad tenera adulescentium ingenia erudienda et conformanda perquam apposita ducatur, quippe qua tum praecipuae mentis animique facultates exerceantur, maturescant, perficiantur ; tum mentis sollertia acuatur iudicandisque potestas; tum puerilis intellegentia aptius constituatur ad omnia recte complectenda et aestimanda; tum postremo summa ratione sive cogitare sive loqui discatur.
[4] BRUNO, H. Latim e formação linguística. In: Alfa, Revista de Linguística, São Paulo, n. 34, 1990, p. 70.
[5] BRUNO, H. Latim e formação linguística. op., cit, p. 69.
[6] ESTUDANTES BRASILEIROS CONSTROEM UM SITE ESCRITO EM LATIM. In: ITTA Notícias. Disponível em http://ittanoticias.arautos.org/?p=1416. Acessado em 15/08/2011.
[7] PAPA JOÃO XXIII. Constitución Apostólica Veterum Sapientia. Sobre o uso do Latim, n. 5.
[8] PAPA JOÃO XXIII. Constitución Apostólica Veterum Sapientia. Sobre o uso do Latim, n. 2.
[9] PAPA JOÃO XXIII. Constitución Apostólica Veterum Sapientia. Sobre o uso do Latim, n. 5.
[10] PAPA JOÃO XXIII. Constitución Apostólica Veterum Sapientia. Sobre o uso do Latim, n. 6.
[11] BORTOLANZA, J. O latim e o ensino de português. In: Revista Philologus, Rio de Janeiro: set./dez. 2000, n. 18, p. 77-85.
[12] PAPA PIO XII. Mediator Dei. Sobre a sagrada liturgia, n. 173-174; 177. AAS [citar a Acta Apostolicae Sedis] ; PAPA BENTO XVI. Carta Apostólica em forma de Motu Próprio Summorum Pontificum, n. 1 e 3. Tradução portuguesa pela CNBB. São Paulo: Paulinas, 2011.
[13] SANTO, A. E. A estética barroca do latim da Clavis Prophetarum do P. António Vieira. In: Ágora, Estudos Clássicos em Debate, n. 1, 1999, p. 105-131.
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