sábado, 1 de diciembre de 2012

En el hielo de Antártida, la imagen de la Virgen más austral del mundo cumple ocho años de entronización

Antártida (Sábado, 24-11-2012, Gaudium Press) En una particular expresión del mandato evangélico de ir por todo el mundo para llevar la Buena Noticia a todas las personas, una expedición española compuesta por científicos y militares llevó una réplica de la Virgen de Vallivana, patrona de la localidad valenciana de Picassent hasta la base española "Gabriel de Castilla" en la Antártida.La entronización de la imagen tuvo lugar el 24 de noviembre de 2004, hace exactamente ocho años.

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Esta estatuilla de 50 centímetros de altura, ubicada en Isla Decepción y venerada por los efectivos de la guarnición militar durante su estancia anual de noviembre a marzo, es la imagen de la Santísima Virgen ubicada más al sur del planeta. Según la Cofradía de Nuestra Señora de la Vallivana, en Picassent, la Virgen "sigue siendo acogida con enorme cariño por parte de las tripulaciones de otros buques que visitan la base".

"No hay noticia de que exista otra imagen más al sur que la patrona de Picassent", informaron fuentes de la Cofradía a la agencia AVAN. La Santísima Virgen "forma parte el equipo y los expedicionarios la saludan y se despiden de Ella en cuanto llegan y salen de la base", añadieron.

Esta réplica de la imagen tallada en madera y venerada en Picassent es obra de la escultora Isabel Martínez y fue fabricada en resina de poliéster con decoraciones en oro y plata. Antes de su viaje, fue bendecida por el entonces rector del Seminario de Valencia, P. Rafael Albert y dispuesta en un contenedor especial de hierro herméticamente cerrado y adecuado con una espuma resistente a temperaturas inferiores a los cuarenta grados bajo cero.

El promotor de la iniciativa fue el subteniente especialista de la Unidad Militar de Emergencias de Bétera ,Juan José Lara, oriundo de Picassent y miembro de la cofradía Nuestra Señora de la Vallivana y quien hizo parte de la expedición que viajó a la Antártida en 2004. Por las excepcionales características climáticas del lugar, la imagen fue entronizada dentro de una urna especial de metacrilato y ha permanecido intacta pese a las inclemencias del clima del continente congelado.

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