domingo, 23 de diciembre de 2012

El pueblo vio una gran luz en la Ciudad de David

Belén de Judá (Martes, 25-12-2012, Gaudium Press)
En una correspondencia enviada desde Belén, Lucas Evangelista --basándose en fuentes seguras-- narra, al inicio de su nota que "José subió de la ciudad de Nazareth, en Galilea, hasta la ciudad de David llamada Belén, en Judea, para registrarse con María su esposa, que estaba por dar a luz.

Los días para el parto se habían completado y María dió a luz a su hijo primogénito". María era descendiente de David y era Virgen.

Según Lucas, "un ángel del Señor apareció a los pastores y les dijo 'hoy en la Ciudad de David os nació un Salvador que es Cristo Señor. Esto os servirá de señal: encontraréis un recién nacido envuelto en pañales y recostado en un pesebre'". Su nombre será Jesús.

Dos mil años
En la noche en que el Niño Jesús dejó el claustro virginal de María Santísima y pasó a habitar entre nosotros, toda la naturaleza se regocijó y los pastores vieron una enorme cantidad de ángeles que entonaba con voces celestiales: "Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad".

Aún de acuerdo a la correspondencia de Lucas, amabilidad, afecto, perdón, lealtad, justicia, bondad, alegría, paz, perdón, harmonía, sinceridad, amor, caridad.., fue de lo que se llenó la tierra aquella noche!

Hoy
Hoy... dos mil años después de esos acontecimientos descritos por Lucas, queremos ofrecer a nuestros lectores esas mismas bendiciones que fueron abundantes en la noche en que Jesús nació.

Deseamos para todos aquellos que acompañan con nosotros la continuación de la historia del Niño Jesús en nuestros días, las mismas gracias que en el nacimiento del Señor estremecieron de alegría toda la naturaleza, y hasta a los Ángeles.

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