Roma (Jueves, 13-12-2012, Gaudium Press) La última conferencia del Congreso "Ecclesia en América" que se desarrolló en Roma, estuvo a cargo del Cardenal-Arzobispo de Boston, EE. UU. Sean Patrick O´Malley, O.F.M. Cap.
El purpurado inició su interesante intervención relatando tres simpáticas anécdotas de la vida del Beato Juan XXIII, y se refirió a él como siendo un Pontífice muy bien enterado de las necesidades de América Latina.
El Cardenal -que vestía su hábito de franciscano capuchino- comentó cómo después de su ordenación diaconal sus superiores le destinaron a la Isla de Pascua en Chile, pero antes de partir, una solicitud del entonces Arzobispo de Washington se cruzó en el camino de su viaje y le cambió el rumbo de su destino. Acabó en Washington, donde tomó conocimiento de lo que era la realidad de los latinos en América del Norte. Y allí supo "lo difícil que es ser extranjero en una tierra extraña en donde el ambiente puede ser hostil".
El Cardenal Arzobispo de Boston relató cómo ha trabajado veinte años con los inmigrantes hispanos, la mayoría indocumentados. Pero también con los empleados de las numerosas embajadas y organizaciones internacionales que tienen su sede en la capital de los Estados Unidos. Allí fue donde el Cardenal conoció de primera mano lo que era el tráfico de seres humanos. Al ver como ellos -los funcionarios de las embajadas- trataban a los inmigrantes, comprendió la dura realidad de esa vida de estas gentes.
Palabras del Cardenal
"La comunidad hispana sigue creciendo en los EEUU. Hay notas que ellos dan acentuadamente: la alegría, la generosidad, la piedad mariana, etc. Hay un refrán que dice: ‘Pobre Méjico tan lejos de Dios y tan cerca de los EE.UU.' Nuestra tarea es que todos nos acerquemos a Dios y todos nosotros los unos a los otros. Las diócesis de EE.UU. han recogido los beneficios de los misioneros que regresaron de América Latina y ellos ayudaron mucho la Iglesia de EE.UU.
El fenómeno nuevo actualmente es la llegada de sacerdotes de Latinoamérica: 500 son oriundos de Méjico y 250 los son de Colombia. Muy pronto la mayoría de los católicos americanos serán hispanos. Latinoamérica no solo nos está enviando muchos buenos sacerdotes sino que también las iglesias de Latinoamérica nos envían seminaristas que luego trabajarán en las diócesis de EE.UU.
Hay sacerdotes que trabajan en Boston y lo hacen muy bien y fueron formados en un seminario de Méjico que prepara a sacerdotes, que una vez ordenados se van a EE.UU. a realizar su trabajo.
En pocos años los católicos hispanos serán mayoría aplastante en la Iglesia de los EE.UU.
Las Conferencias de Obispos deben trabajar unidas para aplicar los criterios de formación de los sacerdotes que van a ser destinados al Canadá y a los EE.UU. Si no se cuida bien de esos sacerdotes puede haber graves consecuencias en las comunidades en donde van a trabajar.
En Boston tenemos millares de brasileños de Minas Gerais. Es un fenómeno que ocurre en muchas diócesis, llegan muchas personas de una misma diócesis de América Latina.
El documento "Ecclesia en América" nos recuerda que hay que promover una cultura de solidaridad. Es necesario una unión de las Conferencias Episcopales para buscar salidas a los problemas de inmigraciones desde el punto de vista jurídico de los estados. La globalización se ha llevado por delante muchas diferencias culturales y geográficas.
Nos enfrentamos todos a una secularización en todos los países. Necesitamos una nueva apologética que responda a las preguntas que la gente tiene.
La preparación de líderes laicos comprometidos sigue siendo una tarea primaria en nuestros países.
Los EE.UU. es un país que cuenta con muchísimos diáconos permanentes. Eso es una gran riqueza. No obstante no hemos llegado al modelo de catequista que existe en latinoamerica. El intercambio de ideas sobre estas dos realidades puede ser muy interesante para ambos episcopados, el de EE.UU. y los de América.
Las Jornadas Mundiales de la Juventud son una ocasión de oro para una experiencia de comunión entre obispos y jóvenes de toda América.
Los fenómenos modernos de comunicación hacen que se disminuya la distancia entre EE.UU. y el sur. Millares de personas de América del Norte hablan español y millares de personas de América del Sur hablan inglés.
El problema de los abusos de parte de sacerdotes en materia de menores nos enseña que la protección a los niños debe ser una prioridad de la Iglesia. Es fundamental tener protocolos para saber cómo se debe actuar. Hemos aprendido una dura lección, pero Dios saca Bien del mal, y creo que mucho bien puede salir de nuestras experiencias.
Hay escases de católicos en la política y en los medios de comunicación social
En toda América hay escases de católicos en la política y en los medios de comunicación social. Eso es una prioridad también para la Iglesia. Debe haber políticos que sean coherentes con su Fe. No se puede ser fiel católico sin defender el Evangelio de la Vida. Hasta que no tengamos un laicado bien formado, las cosas irán de mal en peor.
El proceso de secularización está mucho más afianzado en los EE.UU. que en el resto de los países del Continente, pero eso influye en Iberoamérica. Si fracasamos en preparar líderes católicos veremos la erosión de la moral pública. El CELAM junto con las Conferencias Episcopales debería llevar adelante iniciativas para formar líderes políticos con base en retiros, cursos de formación cursos de doctrina social de la Iglesia. Los Obispos nos sentimos abandonados por la mayoría de los políticos católicos.
Los medios de comunicación social suelen presentar a los católicos como integristas. Los MCS son los areópagos con altares con muchos falsos dioses. Nosotros tenemos que hablarles del Dios desconocido que les ama y les quiere dar todo bien. Debemos preparar católicos que presenten la verdad de una manera atractiva ´La iglesia tiene que estar presente en el mundo de los Medios de Comunicación Social para evangelizar; si no, vamos a experimentar un gran fracaso en nuestro deseo de evangelizar.
Hay que establecer puentes de amistad entre las diócesis que envían y las diócesis que reciben inmigrantes.
Las redes sociales podrían promover una pertenencia a la Iglesia universal. El testimonio mutuo enriquecería la fe de nuestra gente e incrementaría nuestra consciencia de ser parte de una misma Iglesia.
Refiriéndose a los pueblos de EE.UU. y del resto de América el Cardenal afirmó: "La raza cósmica es el pueblo nacido en la pila bautismal que oye la voz de María que dice: ‘no son gemelos pero sí son hermanos'. Solo la Fe es capaz de superar las fronteras, el racismo, las desigualdades injustas, la crisis económica, el individualismo extremo..."
"María abrió la puerta que Dios tocó. La primera palabra de María en el Evangelio es su Fiat. Y la última: ‘Haced lo que El os diga'. Juntos tenemos que decir sí a Dios y abrir esa puerta de par en par".
Al término de la conferencia del Cardenal Arzobispo de Boston, -que fue largamente aplaudida por los congresistas, -Cardenales, Arzobispos, Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos de las tres Américas- el Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Cardenal Marc Ouellet, señaló que el Cardenal O´Malley había mostrado toda "una sabiduría cosechada en base a una experiencia muy rica. Con sugerencias concretas que nos ponen en perspectiva de acción, pero de acción desde la Fe, desde la unidad de América, que es un pueblo de bautizados que tienen la misma Madre".
Gaudium Press / José Alberto Rugeles
El purpurado inició su interesante intervención relatando tres simpáticas anécdotas de la vida del Beato Juan XXIII, y se refirió a él como siendo un Pontífice muy bien enterado de las necesidades de América Latina.
Card. Sean Patrick O´Malley |
El Cardenal Arzobispo de Boston relató cómo ha trabajado veinte años con los inmigrantes hispanos, la mayoría indocumentados. Pero también con los empleados de las numerosas embajadas y organizaciones internacionales que tienen su sede en la capital de los Estados Unidos. Allí fue donde el Cardenal conoció de primera mano lo que era el tráfico de seres humanos. Al ver como ellos -los funcionarios de las embajadas- trataban a los inmigrantes, comprendió la dura realidad de esa vida de estas gentes.
Palabras del Cardenal
"La comunidad hispana sigue creciendo en los EEUU. Hay notas que ellos dan acentuadamente: la alegría, la generosidad, la piedad mariana, etc. Hay un refrán que dice: ‘Pobre Méjico tan lejos de Dios y tan cerca de los EE.UU.' Nuestra tarea es que todos nos acerquemos a Dios y todos nosotros los unos a los otros. Las diócesis de EE.UU. han recogido los beneficios de los misioneros que regresaron de América Latina y ellos ayudaron mucho la Iglesia de EE.UU.
El fenómeno nuevo actualmente es la llegada de sacerdotes de Latinoamérica: 500 son oriundos de Méjico y 250 los son de Colombia. Muy pronto la mayoría de los católicos americanos serán hispanos. Latinoamérica no solo nos está enviando muchos buenos sacerdotes sino que también las iglesias de Latinoamérica nos envían seminaristas que luego trabajarán en las diócesis de EE.UU.
Hay sacerdotes que trabajan en Boston y lo hacen muy bien y fueron formados en un seminario de Méjico que prepara a sacerdotes, que una vez ordenados se van a EE.UU. a realizar su trabajo.
En pocos años los católicos hispanos serán mayoría aplastante en la Iglesia de los EE.UU.
Las Conferencias de Obispos deben trabajar unidas para aplicar los criterios de formación de los sacerdotes que van a ser destinados al Canadá y a los EE.UU. Si no se cuida bien de esos sacerdotes puede haber graves consecuencias en las comunidades en donde van a trabajar.
En Boston tenemos millares de brasileños de Minas Gerais. Es un fenómeno que ocurre en muchas diócesis, llegan muchas personas de una misma diócesis de América Latina.
El documento "Ecclesia en América" nos recuerda que hay que promover una cultura de solidaridad. Es necesario una unión de las Conferencias Episcopales para buscar salidas a los problemas de inmigraciones desde el punto de vista jurídico de los estados. La globalización se ha llevado por delante muchas diferencias culturales y geográficas.
Nos enfrentamos todos a una secularización en todos los países. Necesitamos una nueva apologética que responda a las preguntas que la gente tiene.
La preparación de líderes laicos comprometidos sigue siendo una tarea primaria en nuestros países.
Los EE.UU. es un país que cuenta con muchísimos diáconos permanentes. Eso es una gran riqueza. No obstante no hemos llegado al modelo de catequista que existe en latinoamerica. El intercambio de ideas sobre estas dos realidades puede ser muy interesante para ambos episcopados, el de EE.UU. y los de América.
Las Jornadas Mundiales de la Juventud son una ocasión de oro para una experiencia de comunión entre obispos y jóvenes de toda América.
Los fenómenos modernos de comunicación hacen que se disminuya la distancia entre EE.UU. y el sur. Millares de personas de América del Norte hablan español y millares de personas de América del Sur hablan inglés.
El problema de los abusos de parte de sacerdotes en materia de menores nos enseña que la protección a los niños debe ser una prioridad de la Iglesia. Es fundamental tener protocolos para saber cómo se debe actuar. Hemos aprendido una dura lección, pero Dios saca Bien del mal, y creo que mucho bien puede salir de nuestras experiencias.
Hay escases de católicos en la política y en los medios de comunicación social
En toda América hay escases de católicos en la política y en los medios de comunicación social. Eso es una prioridad también para la Iglesia. Debe haber políticos que sean coherentes con su Fe. No se puede ser fiel católico sin defender el Evangelio de la Vida. Hasta que no tengamos un laicado bien formado, las cosas irán de mal en peor.
El proceso de secularización está mucho más afianzado en los EE.UU. que en el resto de los países del Continente, pero eso influye en Iberoamérica. Si fracasamos en preparar líderes católicos veremos la erosión de la moral pública. El CELAM junto con las Conferencias Episcopales debería llevar adelante iniciativas para formar líderes políticos con base en retiros, cursos de formación cursos de doctrina social de la Iglesia. Los Obispos nos sentimos abandonados por la mayoría de los políticos católicos.
Los medios de comunicación social suelen presentar a los católicos como integristas. Los MCS son los areópagos con altares con muchos falsos dioses. Nosotros tenemos que hablarles del Dios desconocido que les ama y les quiere dar todo bien. Debemos preparar católicos que presenten la verdad de una manera atractiva ´La iglesia tiene que estar presente en el mundo de los Medios de Comunicación Social para evangelizar; si no, vamos a experimentar un gran fracaso en nuestro deseo de evangelizar.
Hay que establecer puentes de amistad entre las diócesis que envían y las diócesis que reciben inmigrantes.
Las redes sociales podrían promover una pertenencia a la Iglesia universal. El testimonio mutuo enriquecería la fe de nuestra gente e incrementaría nuestra consciencia de ser parte de una misma Iglesia.
Refiriéndose a los pueblos de EE.UU. y del resto de América el Cardenal afirmó: "La raza cósmica es el pueblo nacido en la pila bautismal que oye la voz de María que dice: ‘no son gemelos pero sí son hermanos'. Solo la Fe es capaz de superar las fronteras, el racismo, las desigualdades injustas, la crisis económica, el individualismo extremo..."
"María abrió la puerta que Dios tocó. La primera palabra de María en el Evangelio es su Fiat. Y la última: ‘Haced lo que El os diga'. Juntos tenemos que decir sí a Dios y abrir esa puerta de par en par".
Al término de la conferencia del Cardenal Arzobispo de Boston, -que fue largamente aplaudida por los congresistas, -Cardenales, Arzobispos, Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos de las tres Américas- el Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Cardenal Marc Ouellet, señaló que el Cardenal O´Malley había mostrado toda "una sabiduría cosechada en base a una experiencia muy rica. Con sugerencias concretas que nos ponen en perspectiva de acción, pero de acción desde la Fe, desde la unidad de América, que es un pueblo de bautizados que tienen la misma Madre".
Gaudium Press / José Alberto Rugeles
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