Milán (Lunes, 04-06-2012, Gaudium Press) La familia Gómez Serrano con el hijo y la abuela era una de las siete familias invitadas ayer para el almuerzo con el Santo Padre en el Arzobispado de Milán a las 13:30 horas. Al final del almuerzo con las familias, el Santo Padre agradeció por el "clima de verdadera vida" y por la "experiencia de la Iglesia viva". Al mismo tiempo, 100 familias más necesitadas también tuvieron, organizado por la Cáritas ambrosiana, un almuerzo ofrecido por Benedicto XVI. Gestos de solidaridad y proximidad no solamente espiritual, sino también material y concreto por parte del Pontífice, dominaron la realización del VII Encuentro Mundial de las Familias en Milán.
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El Papa invitó para el almuerzo a siete familias representantes de todo el mundo. Además de la familia mexicana, estaban presentes: de Bagdad, en Irak, la familia Hassib; de Kinshasa, en el Congo, la pareja Botolo; de la Ciudad de México, en México, la familia Gómez Serrano con el hijo y la abuela; de España la pareja Burgos; de Australia, la familia Green con 4 personas, entre las cuales un hijo seminarista; de Filadelfia, en los Estados Unidos, la familia Tumco, formada por 7 personas: padre, madre y 5 hijos. De Milán, en Italia, la familia Colzani participó del almuerzo con los 4 hijos. Junto al Santo Padre almorzaron el Arzobispo de Milán, el Cardenal Angelo Scola, todos los cardenales asistentes, la comitiva papal y el Consejo Episcopal Milanés. El almuerzo concluyó a las 14:30 horas.
"La presencia del Señor está aquí"
"El Papa está aquí con vosotros. Él quiso este almuerzo. La presencia del Señor está también aquí, entre todos vosotros. Él me pidió para traeros su saludo". Con estas palabras el Cardenal Ennio Antonelli, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, aseguró a las 100 familias más necesitadas la proximidad del Papa. Las familias fueron recibidas en el refectorio de la Universidad Católica. Participaron del almuerzo solidario también el vicario general de la Diócesis de Milán, Mons. Mario Delpini, que trajo el saludo del Arzobispo de Milán, Angelo Scola, Mons. Luigi Sutcchi, vicario episcopal de Varese y Mons. Roberto Davanzo.
"No es un almuerzo de las familias pobres, sino un momento de convivencia y de solidaridad", observó Mons. Davanzo, presidente de la Cáritas ambrosiana. Fueron invitadas las familias en dificultad por la pérdida del trabajo, ya ayudadas por la Cáritas, por la Comunidad de San Egidio, por la Casa de la Caridad, por el Servicio "Siloe", por la Asociación Nocetum, por los Padres Somascos. Algunas familias fueron invitadas por indicación de los servicios de acogida en los diversos Decanatos de la ciudad, provenientes de toda la ciudad de Milán.
Benedicto XVI dejó Milán a las 17:00 horas. Después de las 16:30 el Santo Padre, en el patio del Arzobispado, saludó a los funcionarios, los colaboradores y algunos de los voluntarios que en estos meses colocaron a disposición de la Fundación Milán Familias 2012, su propio profesionalismo.
Una centena de personas lo aplaudió, emocionadas y agradecidas por los tres días de visita en la ciudad de Milán. "No sé qué hicieron en detalle, pero sé que trabajaron mucho -dijo el Santo Padre en agradecimiento- con un espíritu de gratuidad típicamente cristiano".
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