miércoles, 3 de noviembre de 2010

"Quien vive siguiendo a Jesús y realiza las mismas obras de Jesús, transforma muchas veces su vida en un anticipo del cielo"

"Quien vive siguiendo a Jesús y realiza las mismas obras de Jesús, transforma muchas veces su vida en un anticipo del cielo", dijo Arzobispo de Concepción durante Festividad de Todos los Santos, en Chile

Publicado 2010/11/02
Autor: Gaudium Press
Sección: América

Concepción (Lunes, 02-11-2010, Gaudium Press) "Efectivamente la gloria del paraíso, la vamos construyendo a o largo de toda nuestra existencia. Hoy, nosotros, los que estamos aquí, estamos llamados a construir la vida feliz y eterna de Dios; a nosotros nos corresponde la gracia que Dios ha regalado, los frutos que Él espera de nuestra vida. Por eso, el Evangelio nos invita a vivir las bienaventuranzas del reino".

Con estas palabras, el Arzobispo de Concepción, monseñor Ricardo Ezzati, llamó a los fieles a perseverar en la santidad y a vivir como auténticos cristianos. Lo anterior, durante la celebración eucarística de la Festividad de Todos los Santos realizada al mediodía en el Cementerio General de la capital regional.

Continuando con su homilía, el prelado reflexionó sobre las Bienaventuranzas y el camino de salvación que este mensaje conlleva, agregando que la santidad se manifiesta también como una plenitud y fecundidad en la vida personal de cada cristiano.
"Quien vive siguiendo a Jesús y realiza las mismas obras de Jesús, transforma muchas veces su vida en un anticipo del cielo. La santidad, que nos hace seguidores de Jesús, dentro de la humildad de nuestra vida, se manifiesta también como la fecundidad grande de nuestra vida", dijo.

Testigos del Señor en medio de la historia

Más adelante, el obispo indicó que la santidad no es "un privilegio de algunos", sino que es una condición de vida que comparten todos los bautizados y que ha sido dada a conocer por medio de muchos hermanos nuestros que ya han fallecido, quienes encarnaron el ejemplo de vida de las bienaventuranzas en nuestras realidades cotidianas.

"Hoy queremos dar gracias a Dios, porque muchos discípulos de Él, muchos también de los que están descansando, en este cementerio, a lo largo de su vida han hecho el bien, han multiplicado el bien y han sido testigos del Señor en medio de la historia que han vivido", señaló.

Y agregó: "Los que descansan en este cementerio y que han sido discípulos del Señor también participan de la gloria del Señor y son santos aunque alguien ya no lo recuerde y aunque nadie haya proclamado la gloria de su santidad en los diarios de este mundo. Hoy queremos alabar al Señor porque a todos nuestros hermanos difuntos, que fueron fieles a su seguimiento, que vivieron la bienaventuranza del Reino, han alcanzado la gloria del cielo y han sido constructores de una sociedad más fraterna y más justa para todos nosotros".

Renovar el propósito de vivir como auténticos cristianos

En este mismo sentido, recalcó a los presentes que esta celebración nos recuerda que la santidad es una tarea personal que nos toca asumir a cada uno, siendo verdaderos discípulos de Jesucristo y renovando constantemente nuestro propósito de vivir conforme al Evangelio.

"Efectivamente la gloria del paraíso, la vamos construyendo a lo largo de toda nuestra existencia. Hoy, nosotros, los que estamos aquí, estamos llamados a construir la vida feliz y eterna de Dios; a nosotros nos corresponde la gracia que Dios ha regalado, los frutos que Él espera de nuestra vida. Por eso, el Evangelio nos invita a vivir las bienaventuranzas del reino", finalizó.

Gaudium Press / Igor Roco

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