miércoles, 3 de noviembre de 2010

Plaza San Pedro fue ocupada por millares de jóvenes en encuentro con el Papa

Publicado 2010/11/01
Autor : Gaudium Press

El evento de cerca de 100 mil jóvenes de la Acción Católica italiana con Benedicto XVI el sábado, trascurrió ocurrió en una atmósfera de alegría y esperanza juveniles

Ciudad del Vaticano (Lunes, 01-11-2010, Gaudium Press) Fue en una Plaza San Pedro repleta, y llena de entusiasmo, que Benedicto XVI se encontró el sábado con los jóvenes de la Acción Católica italiana, y también los demás jóvenes de otros países invitados. Eran en total 100 mil personas entre jóvenes, padres y profesores, conforme las previsiones iniciales, y durante todo el evento con la presencia del Papa la atmósfera fue de alegría y esperanza.

En la ocasión, el mensaje de Benedicto XVI a los jóvenes fue de fe, testimonio al Evangelio y vivir la vida en plenitud de amor. "Tengan coraje, la audacia de no dejar ningún ambiente sin Jesús". El encuentro fue una oportunidad de diálogo, ya que el Papa respondió a tres preguntas de jóvenes y educadores del grupo sobre temas candentes para la juventud católica.

La primera indagación se refirió al tema del encuentro, "Hay más, tornémonos grandes juntos". El Papa explicó, entonces, que crecer en tamaño no significa tornarse realmente grande. "Cuando era adolescente, cuando tenía la edad de ustedes, era uno de los menores de mi clase y, por eso, tenía más aún el deseo de ser un día muy grande, y no solamente grande en tamaño, sino que quería hacer algo de grande, más que mi vida, aunque no conociese esta palabra "existe más".

Para Benedicto XVI, para realmente ser grande es preciso crecer en la amistad con Dios. "Significa amar mucho a Jesús, escucharlo y hablar con Él en la oración, encontrarlo en los sacramentos, en la Santa Misa".

Con relación a la segunda pregunta, sobre los fundamentos del amor, el Pontífice resaltó que los jóvenes no deben considerar las relaciones amorosas como si éstas fuesen un "intercambio de mercaderías", y alertó sobre los excesos promovidos por los medios de comunicación y el mundo digital.

"Ustedes no pueden y no deben adaptarse a un amor reducido a la mercadería de intercambio, a ser consumida sin respeto por sí y los otros, incapaz de castidad y pureza. Eso no es libertad. Mucho 'amor' propuesto por los medios de comunicación, internet, no es amor, sino es egoísmo, cierre, y no los hace felices ni grandes, sino los prenden como una corriente que sofoca los pensamientos y los sentimientos más bonitos, los verdaderos impulsos del corazón, aquella fuerza inexorable que es el amor y que encuentra en Jesús su máxima expresión, y en el Espíritu Santo la fuerza y el fuego que incendia sus vidas, sus pensamientos y sus afectos."

La tercera pregunta partió de una educadora de la Acción Católica, que cuestionó justamente sobre cuál sería el papel ideal de los educadores. A lo que el Papa respondió que "significa tener una alegría en el corazón y comunicarla a todos para tornar la vida buena y bonita, ofrecer razones y metas para el camino de la vida, ofrecer la belleza de la persona de Jesús y apasionarse por Él, por su estilo de vida, su libertad, su grande amor lleno de confianza en Dios Padre".

Al final, antes de despedirse, Benedicto XVI dijo que "en medio de tanta alegría y entusiasmo", también se sentía pleno de alegría y "rejuvenecido". "También estoy muy alegre. Me siento revitalizado. ¡Gracias a todos ustedes, de corazón!".

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