miércoles, 3 de noviembre de 2010

"Dios no juzga con preconceptos, ni excluye a nadie", afirma Benedicto XVI en el Ángelus

Publicado 2010/11/01
Autor : Gaudium Press

Antes de la recitación de la oración mariana del Ángelus, ayer domingo, el Papa discurrió sobre la misericordia divina después de la conversión, citando el pasaje del Evangelio que narra la conversión de Zaqueo, el cobrador de impuestos

Ciudad del Vaticano (Lunes, 01-11-2010, Gaudium Press) Dios, en su misericordioso amor, "no excluye a nadie, ni pobres ni ricos", y ofrece al pecador "la posibilidad de rescatarse, comenzar todo de nuevo, de convertirse". El Papa Benedicto XVI dedicó el discurso antes de la recitación de la oración mariana del Ángelus, este domingo, al tema de la conversión y la misericordia divina.

El Pontífice reflexionó sobre el Evangelio del día, que narraba el encuentro, en la ciudad de Jericó, del publicano Zaqueo, cobrador de impuestos, con Jesús, para la conversión del primero. Según el Papa, Dios hace cosas que parecen "imposibles" de realizar, pero que prevalecen debido a su misericordia.

"Jesús afirma que es muy difícil para un rico entrar al reino de los cielos", notó Benedicto XVI, resaltando, con todo, que prevalece la misericordia en el entendimiento de Cristo. "En el caso de Zaqueo, podemos ver precisamente que lo que parece imposible se realiza porque, como comenta San Jerónimo, dio su riqueza e inmediatamente la substituye con la riqueza del reino de los cielos".

Benedicto XVI afirmó que Dios "no se deja condicionar por nuestros preconceptos humanos", y "consigue convertir a aquellos que parecen enemigos y pecadores públicos". Porque en cada uno ve un "alma para salvar".

Después de la recitación del Ángelus, el Pontífice destacó la figura del obispo rumano Szilárd Bogdánffy, mártir del régimen comunista, proclamado ayer beato en la catedral de Oradea Mare, en Rumania, por el Cardenal Peter Erdö, permitiendo que el "heroico Pastor de la Iglesia hoy sea un consuelo para los perseguidos por causa del Evangelio".

El obispo Bogdánffy nació el 29 de octubre de 1911. Era un dedicado profesor de teología y fecundo periodista. Consagrado obispo, fue preso por la Gendarmería rumana y pasó cuatro años de sufrimientos y humillaciones.

En seguida, el Papa se dirigió a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro. No siempre el Papa saluda a los fieles en portugués. Este domingo, lo hizo, dirigiendo un "caluroso saludo", "de modo especial a los brasileños venidos de Franca, San Pablo". "Esta peregrinación a la tumba de los Apóstoles os confirme en la fe y en su anuncio a los otros. ¡Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo!".

No hay comentarios:

Publicar un comentario