Ciudad del Vaticano (Lunes, 06-02-2012, Gaudium Press) "La nieve es bella, pero espero que llegue pronto la primavera". Eso dijo el Papa sobre la nieve y el frío intenso que afectó a Roma desde el pasado viernes, y que paralizó la ciudad durante tres días. Benedicto XVI, en el contexto del Evangelio y en la proximidad de la Jornada Mundial del Enfermo, el 11 de febrero, dedicó la reflexión que precede el rezo del Ángelus al tema de la enfermedad y la curación. "Las enfermedades -observó el Papa- son un signo de la acción del Mal en el mundo y en el hombre, mientras que la curación demuestra que el Reino de Dios, y Dios mismo está cerca".
Aún en la atmósfera de invierno, con la Plaza de San Pedro congelada y toda blanca, con el árbol de Navidad y un gran Pesebre que no han sido desmontados, el Papa habló del doble sentido de la enfermedad. La enfermedad como condición física, así como espiritual. "Los cuatro evangelistas están de acuerdo en dar testimonio que la liberación de enfermedades y dolencias de todo género constituye, junto con la predicación, la principal actividad de Jesús en su vida pública", observó el Santo Padre recordando que "Jesucristo vino a luchar contra el Mal en la raíz" y "las curas son un anticipo de su victoria, lograda con su Muerte y Resurrección".
En la enfermedad, que es "una condición típicamente humana, en que experimentamos fuertemente que no somos autosuficientes, sino que necesitamos de los demás" es también una paradoja que ella "puede ser un tiempo saludable", porque "la fe puede hacer posible lo que es humanamente imposible". El Papa animó a los fieles a "superar la terrible experiencia de la enfermedad manteniendo el corazón sumergido en el amor de Dios", y citó el ejemplo de la beata Chiara Badano, una chica italiana que murió de un osteo-sarcoma antes de cumplir 19 años.
Benedicto XVI recordó también la necesidad de cuidado y afecto por los enfermos. "En la enfermedad -dijo- tenemos necesidad de calor humano; para consolar a una persona enferma, más que palabras, lo que cuenta es la proximidad serena y sincera."
La Plaza de San Pedro, a pesar de la nieve y el hielo, estaba repleta. Desde la tarde del viernes Roma se detuvo a causa de los atascos de tráfico. El Vaticano cerró la tienda y oficinas que por lo general siempre se abren en la tarde del viernes. La mayoría de las oficinas vaticanas y Museos del Vaticano están cerrados. Nadie podía entrar a los jardines del Vaticano. La Basílica de San Pedro fue cerrada a las 15 horas del viernes y reabierta a las 10 horas del sábado. La entrada se ha reorganizado. Nieve de 10 cm cubrió el Vaticano y toda la ciudad de Roma en la noche entre el 3 y 4 de febrero, de las 23:00 a las 5:30. El sábado pasado también fue cancelada la audiencia del Papa a SERMIG, debido a problemas con trenes y autobuses. Sólo el Vaticano ha limpiado las calles cubiertas de nieve.
miércoles, 8 de febrero de 2012
"La fe puede hacer posible todo lo que es humanamente imposible", dice el Papa en el Ángelus
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