Ciudad del Vaticano (Martes, 05-02-2013, Gaudium Press) Un momento de transformación, renovación y retorno a los orígenes. Así describe la situación actual de la vida religiosa el Cardenal João Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada, en palabras proferidas a propósito del día Mundial de la Vida Consagrada.
Él purpurado afirmó que mientras en Asia, África y América Latina existe la necesidad de confirmar si todas las vocaciones que surgen son de buena fe; en Europa, Estados Unidos, Canadá y Australia es necesario un empeño para volver a las enseñanzas de los fundadores y reforzar la vida comunitaria aunque eso suponga disminuir el número.
Él purpurado afirmó que mientras en Asia, África y América Latina existe la necesidad de confirmar si todas las vocaciones que surgen son de buena fe; en Europa, Estados Unidos, Canadá y Australia es necesario un empeño para volver a las enseñanzas de los fundadores y reforzar la vida comunitaria aunque eso suponga disminuir el número.
Para el Cardenal, "Lo más importante no son las obras. Aunque ellas se desarrollen mucho, las obras son fruto de un carisma. Tenemos que estudiar si trabajando en tantas obras el carisma permanece. Porque, si el carisma no se mantiene, las obras morirán. Es mejor disminuir las obras y que el carisma sea mantenido. O sea, volver al mensaje fundamental de los fundadores enfocado en el Evangelio".
El cardenal explica la importancia de ‘volver a las raíces' y muestra que en la historia hubo casos de congregaciones que tenían un solo miembro viviendo auténticamente su misión y después volvieron a tener 3.000 miembros.
"Si no se tiene como centro la gracia por la cual nació la congregación, el carisma morirá, si no se cuida de eso", dijo Mons. João Braz de Aviz.
"Si no se tiene como centro la gracia por la cual nació la congregación, el carisma morirá, si no se cuida de eso", dijo Mons. João Braz de Aviz.
Otro desafío apuntado por el cardenal fueron las relaciones entre las Órdenes Religiosas. Es necesario que exista una mayor comunión entre ellas, dijo.
El Prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada mostró que "en la Iglesia tenemos que aprender a ayudarnos. Si un carisma sufre, necesita de otro que está en una buena situación que pueda ayudar. Sin embargo, en todos los sentidos: económicamente, en la formación, en las vocaciones. ¡Cuántas cosas se puede hacer juntos para ayudarnos, a veces estamos demasiados aislados y esto nos trae daño!".
Mons. João Braz de Aviz dijo que es más importante la autenticidad de la misión que el número de miembros o instituciones. El Cardenal ve señales de esperanza aunque haya mucho trabajo para ser hecho. (JS)
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/43941#ixzz2KRnejFdi
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