Lima (Martes, 05-02-2013, Gaudium Press) "Nuestra oración tiene una dimensión que abarca la comunión y que se convierte cada día en una misión", expresó el Cardenal Cipriani el pasado 2 de febrero día de la Candelaria, en la misa que celebró en el Monasterio de Concepcionistas Descalzas de San José, Lima, en el Encuentro Anual con las Religiosas de Clausura.
El Arzobispo de Lima animó a las religiosas de clausura a seguir cumpliendo con esa misión de la contemplación a Dios, poniendo como centro de sus vidas a la oración.
"La comunión tiene que ser el centro de la contemplación profunda de Dios, y esa contemplación se centra en la oración. Es como un oasis de paz, en el que podemos encontrar el agua que alimenta nuestra vida espiritual", dijo.
Señaló también que la oración es el medio para permanecer cerca de Dios y para poder saber lo que Él nos pide.
"Dense cuenta de que justamente en ese clima de oración y de recogimiento podemos encontrar con seriedad lo que el Señor les pide. De esa manera, Él vendrá para cuidar sus debilidades, transformándolas en fuerzas para el Evangelio", reflexionó.
"Por eso hermanas con tanto cariño contemplen al Señor, llénense de asombro, alegría y paz, y ello solo se logra cuando hay profundidad en la oración y en la contemplación", continuó.
Finalmente, el Pastor de Lima les recordó que la vida contemplativa es una necesidad en la sociedad y en la Iglesia.
"La vida contemplativa es el pulmón espiritual de la sociedad, para que a todo el activismo de la ciudad no le falte la respiración espiritual, la referencia de Dios y su designio de salvación", finalizó.
"La comunión tiene que ser el centro de la contemplación profunda de Dios, y esa contemplación se centra en la oración. Es como un oasis de paz, en el que podemos encontrar el agua que alimenta nuestra vida espiritual", dijo.
Señaló también que la oración es el medio para permanecer cerca de Dios y para poder saber lo que Él nos pide.
"Dense cuenta de que justamente en ese clima de oración y de recogimiento podemos encontrar con seriedad lo que el Señor les pide. De esa manera, Él vendrá para cuidar sus debilidades, transformándolas en fuerzas para el Evangelio", reflexionó.
"Por eso hermanas con tanto cariño contemplen al Señor, llénense de asombro, alegría y paz, y ello solo se logra cuando hay profundidad en la oración y en la contemplación", continuó.
Finalmente, el Pastor de Lima les recordó que la vida contemplativa es una necesidad en la sociedad y en la Iglesia.
"La vida contemplativa es el pulmón espiritual de la sociedad, para que a todo el activismo de la ciudad no le falte la respiración espiritual, la referencia de Dios y su designio de salvación", finalizó.
Con informaciones de la Oficina de Comunicaciones del Arzobispado de Lima.
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/43963#ixzz2KRnl83wW
Se autoriza su publicación desde que cite la fuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario