sábado, 24 de septiembre de 2011

"Tenemos que ver de nuevo la inmensidad del mundo, el cielo y la tierra", dice el Papa en el Reichstag

Publicado 2011/09/23
Autor: Gaudium Press
Sección: Europa

Berlín (Jueves, 22-09-2011, Gaudium Press)
"Es preciso volver a abrir las ventanas, tenemos que ver de nuevo la inmensidad del mundo, el cielo y la tierra y aprender a usar todo esto de manera correcta". Benedicto XVI ofrece una lección de "verdadera política" en el Reichstag, sede del gobierno alemán. Con referencias a la dramática historia del país, el Pontífice afirma la obligación con la justicia y el servir a los derechos fundamentales irrenunciables de la humanidad.
Como Papa y Obispo de Roma "que trae la suprema responsabilidad para la cristiandad católica" el Pontífice alemán, Benedicto XVI, delante de los parlamentarios alemanes quiso afirmar el "criterio último y la motivación para su trabajo" de políticos, basado en las palabras del Primer Libro de los Reyes: "Concede a tu siervo un corazón dócil, para saber administrar la justicia a tu pueblo y discernir el bien del mal".

"La política debe ser un compromiso en pro de la justicia y, así, crear las condiciones de fondo para la paz". El Papa resaltó que el éxito en el campo político debe estar "subordinado al criterio de la justicia, a la voluntad de actuar el derecho y a la inteligencia del derecho" porque el éxito "puede tornarse también una preparación, abriendo así la estrada a la falsificación del derecho, la destrucción de la justicia".

Con las fuertes palabras de San Agustín "¿Si se deja de lado el derecho, que distingue entonces al Estado de una gran banda de ladrones?", el Santo Padre hizo referencia a los momentos dramáticos de la historia alemana cuando el Estado "se convirtiera en el instrumento para la destrucción del derecho: se volviera una banda de ladrones muy bien organizada, que podía amenazar al mundo entero e impulsarlo al borde del precipicio". El deber "fundamental " y "urgente" del político debe ser "servir al derecho y combatir el dominio de la injusticia", continuó el Papa resaltando que esto vale para cualquier época.

El Pontífice recordó la contribución del cristianismo para la cultura jurídica que parte de un movimiento filosófico y jurídico del siglo II a.C., que fue desarrollado en la Edad Media cristiana, y que alcanza el clímax en la Declaración de los Derechos Humanos de 1949. Pero hoy la ética y la religión son consideradas "fuera del ámbito de la razón en el sentido estricto del término". Benedicto XVI espera que haya "una discusión pública" para superar los preconceptos positivistas que crearon una mentalidad reductora de la religión que es considerada como "una sub-cultura".

"La razón positivista - observó el Santo Padre - que se presenta de modo exclusivista y no es capaz de percibir algo más allá de lo que es funcional, se asemeja a los edificios de cimiento armado sin ventanas, en los cuales nos damos el clima y la luz por nosotros mismos y ya no queremos recibir estos dos elementos del amplio mundo de Dios. Y entretanto no podemos engañarnos, pues en tal mundo auto-construido bebemos en secreto e igualmente en los "recursos" de Dios, que transformamos en productos nuestros. Es preciso volver a abrir las ventanas, debemos mirar de nuevo la inmensidad del mundo, el cielo y la tierra y aprender a usar todo esto de modo justo".

Benedicto XVI habló también a los parlamentarios sobre el tema del medio ambiente, observando que el hombre no consigue encontrar su plenitud solamente en la naturaleza, a pesar de que la ecología es un aspecto importante de la propia vida y la sociedad. "Debemos oír - dijo el Papa - el lenguaje de la naturaleza y responderle coherentemente. Pero quiero también enfrentar decididamente un punto que, hoy como ayer, es ampliamente descuidado: existe también una ecología del hombre. También el hombre posee una naturaleza, que debe respetar y no puede manipular como le apetece.

El hombre no es solo una libertad que se crea por sí misma. El hombre no se crea a sí mismo. Él es espíritu y voluntad, pero es también naturaleza, y su voluntad es justa cuando él escucha la naturaleza, la respeta y cuando se acepta a sí mismo por aquello que es y que no se creó por sí mismo. Asimismo, y solo así, es que se realiza la verdadera libertad humana".

El Bundestag

Benedicto XVI es el primer Pontífice que va en visita a la sede del gobierno alemán, el Bundestag. El encuentro sucedió a invitación del presidente de Bundestag, Norbert Lammert.

El palacio de Reichstag de Berlín fue construido como sede para las reuniones del Reichstag: el Parlamento del Reich alemán. Fue inaugurado en 1894 y volvió a ser la sede del Parlamento en 1999 después de la reunificación de Alemania y el retorno de la capital a Berlín.

En 1992, Sir Norman Foster venció otro concurso arquitectónico para la reconstrucción del edificio. La reconstrucción fue considerada un éxito y se convirtió en una atracción turística también porque el Reichstag y principalmente la gran cúpula de vidrio que fue erigida sobre el tejado en memoria al original de 1894, proporcionan una de las panorámicas más atrayentes para los visitantes de Berlín, dando una vista notable de la ciudad, especialmente de noche.

El Bundestag está compuesto por 622 diputados, electos por un sistema mixto: mitad en colegios uninominales con el sistema mayoritario ‘plurality' y la otra mitad con el sistema proporcional del cociente. El sistema legislativo alemán prevé la presencia, además del Bundestag, también del Bundesrat, el Consejo federal. El Bundestag tiene cuatro funciones principales: es el órgano decisivo para la formación del gobierno: aquí es electo el canciller. Es el fulcro del procedimiento legislativo: en el Bundestag el texto definitivo de toda ley es aprobado después de varias discusiones. Es el órgano de control del gobierno y de la política gobernativa: puede requerir y solicitar al gobierno la prestación de cuentas de sus acciones. Es el órgano de representación de todo el pueblo: el Bundestag tiene el deber de ocuparse de los problemas de todos los grupos sociales discutiéndolos públicamente. La actual legislatura es la décima séptima, con los parlamentarios así distribuidos entre las varias fuerzas políticas. El término Reichstag se compone de las palabras alemanas Reich (reino pero también imperio) y Tag ("asamblea": aquí el término indica "día" pero deriva del verbo "tagen" que significa "reunir en asamblea").

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