jueves, 8 de septiembre de 2011

Dios siempre responde a nuestras dificultades y sufrimientos, basta saber reconocer su presencia y voluntad, dice el Papa en la audiencia general

Publicado 2011/09/07
Autor : Gaudium Press

Benedicto XVI retomó hoy las audiencia generales en la Plaza de San Pedro. El regresará de forma definitiva al Vaticano en octubre

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 07-09-2011, Gaudium Press) Bajo una cálida bienvenida y los ritmos vivos de la música interpretada por la Orquesta Sinfónica Juvenil "Batuta" de Colombia, Benedicto XVI reanudó esta mañana las audiencias generales en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Hablando de "la escuela de oración" el Papa hoy propuso reflexionar sobre los Salmos, "libro de plegaria por Excelencia", comenzando con el Salmo 3, en el que "cada hombre puede reconocer aquellos sentimientos de dolor, de amargura y junto, la confianza en Dios" .

Después del verano Europeo, el Santo Padre que aún permanecerá durante septiembre en el Palacio de los Papas de Castel Gandolfo, retoma el ritmo habitual de las audiencia generales en el Vaticano. Del Castillo viene y regresa al final de la audiencia en helicóptero. Esta mañana, bajo hermoso sol y acompañado de la música colombiana, el Pontífice recorrió los diferentes sectores para saludar a los peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro.

Esta mañana, a la asistencia de 11 000 personas, incluyendo muchos grupos de América Latina, el Papa ofreció una meditación sobre el Salmo 3, que presenta un grito invocante a Dios en las dificultades de la vida en el enfrentamiento con los enemigos. Dios escucha y responde al grito, observó el Santo Padre; Él "es ayuda, protección, salvación, como escudo que protege al que a él se confía y Él le hace levantar la cabeza", especialmente en tiempos en que las agresiones amenazan con la pérdida de fe en el hombre.

La importancia de la oración es "la certeza de la presencia de Dios." Este salmo puede ser de ayuda en nuestras dificultades. "En el dolor -propuso el Papa- en el peligro, en la amargura de la incomprensión y de la ofensa, las palabras del Salmo abren nuestro corazón a la certeza confrontante de la fe. Dios está siempre cerca, también en las dificultades, en los problemas, en la oscuridad de la vida, escucha, responde y salva a su manera". El hombre debe "saber reconocer su presencia y aceptar sus caminos".

"La oración expresa la seguridad de una presencia divina, en la que el Señor nos regala la fe, viene en ayuda de neustra debilidad y nos hace capaces de creer y de orar en la angustia, en la noche oscura, en la duda o en los largos días del dolor, abandonándonos a Aquel que es nuestro escudo y nuestra gloria" - continuó Benedicto XVI en el saludo en español a los peregrinos presentes de Argentina, Colombia, Venezuela, El Salvador y otros países latinoamericanos, y agregó en portugués a los brasileños presentes que "Dios está siempre cerca, incluso en los períodos negros de la vida. Pero es preciso saber reconocer su presencia y aceptar sus caminos como hizo Jesús en el Golgota. E incluso cuando parece, a los ojos de los impíos, que Dios no intervino porque dejó a su Hijo morir en la Cruz, es entonces que se manifiesta, para todos los creyentes, la verdadera gloria y la realización definitiva de la salvación".

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