sábado, 24 de septiembre de 2011

Los pensamientos de Dios y el ojo de los hombres

En su mensaje semanal, con fecha del 20 de setiembre, el Obispo de Canelones, Mons. Alberto Sanguinetti, asevera que “sólo Dios toca y cura el corazón”. El Obispo plantea que “se habla mucho de educación en valores”, lo que considera que “no está mal” pero, cuestiona “¿quién habla de que el corazón del hombre está enfermo desde el pecado original, y necesita ser sanado, curado, porque un corazón malo, mira con un ojo malo y ve maldad donde hay bondad y de aquí salen todas las malas obras?”.

Mons. Sanguinetti precisa que “no negamos que importen los ejemplos, las enseñanzas, y las listas de valores” pero “es la gracia de Dios, la que llama a trabajar, la que cura, y la misma que premia”.

Texto del mensaje semanal del Obispo de Canelones

La parábola del denario es siempre desconcertante (Mt. 19,30-20,16). Porque Dios es desconcertante y es natural que así lo sea.

No es desconcertante porque sea irracional o sea infiel a la palabra dada. Al contrario en la parábola aparece que se compromete con un justo salario y que cumple fielmente con la palabra dada. Dios es fiel a la razón, a la justicia, y a lo libremente pactado.

Sin embargo, Dios – que puede hacer libremente con sus dones – es libérrimo, es bondadoso, es simplemente bueno. Por eso decide darle también un salario pleno – un denario – a los que son últimos, los que fueron llamados a trabajar en la última hora,

Sin embargo, los hombres tendemos a hablar de justicia cuando se trata de revancha, y frecuentemente de envidia. ¡Qué poderosa es la envidia! ¡Qué inútil es la envidad! Con cuánta frecuencia se esconde bajo la capa de justicia.

El Señor dice: ¿va a ser tu ojo malvado porque yo sea bueno? (v.15) Es impresionante la profundidad de la palabra divina. El hombre ve con su ojo, pero el ojo depende del corazón del hombre. Por eso, ve, juzga, se enoja, murmura. Donde Dios hace un acto de bondad, dándole el jornal también al que trabajó poco, el de la primera hora ve que Dios es injusto porque no ve cuánto ha trabajado, si bien le ha pagado plenamente su jornal.

Se habla mucho de educación en valores. Y no está mal. Pero. ¿quién habla de que el corazón del hombre está enfermo desde el pecado original, y necesita ser sanado, curado, porque un corazón malo, mira con un ojo malo y ve maldad donde hay bondad y de aquí salen todas las malas obras?

Y, ¿cómo enfoca la educación en valores hacia el que puede sanar? Porque sólo Dios sana el corazón del hombre. No negamos que importen los ejemplos, las enseñanzas, y las listas de valores. Pero, sólo Dios toca y cura el corazón. Sólo Él hace reconocer el ojo malo, e infunde el colirio de su gracia, para enderezarnos a la humilde confesión de las profundidades oscuras del corazón y ponerse en sus manos para ser sanados. Es la gracia de Dios, la que llama a trabajar, la que cura, y la misma que premia.

Fuente: http://diocesiscanelones.com/iglesiacatolica/?p=165

No hay comentarios:

Publicar un comentario