sábado, 17 de septiembre de 2011

El "silencio de Dios" conduce a la "victoria de la fe", dice el Papa en la audiencia general

Publicado 2011/09/14
Autor : Gaudium Press

La audiencia general de hoy de mañana ocurrió en la Sala Pablo VI en el Vaticano. El Papa continúa residiendo en Castel Gandolfo

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 14-09-2011, Gaudium Press) "La oración pide escucha y respuesta, solicita un contacto, busca una relación que pueda dar consuelo y salvación. Pero si Dios no responde, el grito de ayuda se pierde en el vacío y la soledad se torna insostenible". Fue la observación del Santo Padre en la audiencia general hecha hoy de mañana para las 8 mil personas presentes en la Sala Pablo VI, al reflexionar sobre el Salmo 22. El Salmo que habla sobre el grito del inocente perseguido y el silencio de Dios.

En el ciclo de las catequesis sobre la oración, Benedicto XVI presenta desde la semana pasada un ciclo sobre los salmos-oración. El Salmo 22, en forma de una larga composición poética presenta "una oración triste y emotiva, de una densidad humana y una riqueza teológica" de un inocente "perseguido y cercado por adversarios que quieren su muerte", sin embargo que no quiere abandonar la esperanza.

El grito "Mi Dios, mi Dios, porque me abandonaste" tiene una "fuerte implicación cristológica". El Papa observó que la denominación "mi" confirma "un extremo acto de confianza y de fe" que, a pesar de las dificultades el orante no pierde. Este grito del salmista "expresa toda la desolación del Mesías, Hijo de Dios, que está enfrentando el drama de la muerte, una realidad totalmente contrapuesta al Señor de la vida. Abandonado por casi todos los suyos, traicionado y renegado por los discípulos, cercado por quien lo insulta, Jesús está bajo el peso aplastante de una misión que debe pasar por la humillación y el aniquilamiento".

Jesús transforma la desesperación de la súplica en la "certeza de la gloria". "En su pasión - continuó el Papa - en la obediencia al Padre, el Señor Jesús atraviesa el abandono y la muerte para alcanzar la vida y donarla a todos los creyentes". El Salmo 22 nos enseña que Dios "no puede desmentirse". Él está siempre presente incluso cuando parece "ausente". Su "silencio" nos lleva a la "victoria de la fe" que "puede transformar la muerte en don de la vida, el abismo del dolor en fuente de esperanza".

En el saludo en portugués el Papa recordó la fiesta de "Exaltación de la Santa Cruz" deseando a los peregrinos de Brasil presentes que nos dejemos envolver "por la luz del misterio pascual, para reconocer el camino de la exaltación precisamente en la humillación, colocando toda nuestra esperanza en Dios, y así nuestro grito de ayuda se transformará en cántico de alabanza".

Gracias a la numerosa presencia de fieles, el Papa hizo la catequesis en el Vaticano, llegando en helicóptero de Castel Gandolfo, a donde volvió después de la audiencia general. Hoy, además de grupos de Brasil, estaban presentes también grupos de otros países latinoamericanos: Argentina, Chile, Colombia, México y Venezuela.

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