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En un rincón del barrio más tradicional de Roma, el Trastévere, se encuentra esta pequeña iglesia, San Benito in Piscinula.
Por su pequeño tamaño puede pasar inadvertida, pero entre sus paredes custodia la memoria de un importante episodio de la historia de la Iglesia y de Roma.
Padre Eduardo Caballero EP
Vicepresidente Heraldos del Evangelio Italia
“Se trata de una iglesia costruida sobre la ‘Domus Aniciorum’, que así le decian, la casa de los Anicii. Una familia patricia romana emparentada con “San Benedetto da Nursia” en la cual, según cuenta la memoria histórica, el propio San Benito vino a vivir durante un periodo de cinco a siete años para ser senador”.
Esta pequeña habitación era la celda de San Benito. Años más tarde se construyó esta iglesia sobre los cimientos de su casa. Por eso, este lugar, con más de mil años de historia, continúa siendo uno de los centros de peregrinación más importantes para la orden benedictina.
Pero San Benito in Piscinula no sólo constituye parte de la historia de la Iglesia, sino también una parte muy especial de la historia del Arte ya que tiene auténticas joyas.
Por ejemplo, esta imagen de la Virgen de la Misericordia, el campanario más antiguo de Roma, costruído en el siglo XI y esta decoración de extraordinaria belleza en el suelo, llamada cosmatesco.
Padre Eduardo Caballero
“Tiene un cosmatesco muy original de las primeras etapas del arte de cosmatesco, incluso con algunos defectos que le dan mas valor. Las columnas de las naves laterales son todas de expolio, con los capiteles diferentes”.
La antigua casa de San Benito es hoy la casa de los Heraldos del Evangelio. Se trata de una asociación de fieles de derecho pontificio fundada en los años 70 por el sacerdote brasileño Joao Scognamiglio Clá. Su espiritualidad se centra en la adoración a la Eucaristía, la devoción a la Virgen y la fidelidad al Papa.
La diócesis de Roma les confió hace pocos años esta iglesia, uniéndo pasado, presente y futuro de la historia de la Iglesia en este pequeño rincón de Roma.
Por su pequeño tamaño puede pasar inadvertida, pero entre sus paredes custodia la memoria de un importante episodio de la historia de la Iglesia y de Roma.
Padre Eduardo Caballero EP
Vicepresidente Heraldos del Evangelio Italia
“Se trata de una iglesia costruida sobre la ‘Domus Aniciorum’, que así le decian, la casa de los Anicii. Una familia patricia romana emparentada con “San Benedetto da Nursia” en la cual, según cuenta la memoria histórica, el propio San Benito vino a vivir durante un periodo de cinco a siete años para ser senador”.
Esta pequeña habitación era la celda de San Benito. Años más tarde se construyó esta iglesia sobre los cimientos de su casa. Por eso, este lugar, con más de mil años de historia, continúa siendo uno de los centros de peregrinación más importantes para la orden benedictina.
Pero San Benito in Piscinula no sólo constituye parte de la historia de la Iglesia, sino también una parte muy especial de la historia del Arte ya que tiene auténticas joyas.
Por ejemplo, esta imagen de la Virgen de la Misericordia, el campanario más antiguo de Roma, costruído en el siglo XI y esta decoración de extraordinaria belleza en el suelo, llamada cosmatesco.
Padre Eduardo Caballero
“Tiene un cosmatesco muy original de las primeras etapas del arte de cosmatesco, incluso con algunos defectos que le dan mas valor. Las columnas de las naves laterales son todas de expolio, con los capiteles diferentes”.
La antigua casa de San Benito es hoy la casa de los Heraldos del Evangelio. Se trata de una asociación de fieles de derecho pontificio fundada en los años 70 por el sacerdote brasileño Joao Scognamiglio Clá. Su espiritualidad se centra en la adoración a la Eucaristía, la devoción a la Virgen y la fidelidad al Papa.
La diócesis de Roma les confió hace pocos años esta iglesia, uniéndo pasado, presente y futuro de la historia de la Iglesia en este pequeño rincón de Roma.
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