jueves, 19 de junio de 2008

Quebec: Declaraciones del Cardenal Tomko en Congreso Eucarístico Internacional

Quebec, 19/06/2008 – Ayer, con gran participación de fieles, el 49º Congreso Eucarístico Internacional continuó con las reflexiones del arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, sobre el tema “La Eucaristía edifica la Iglesia, sacramento de salvación”.
Entrevistado por Radio Vaticano, el representante pontifício para este Congreso, Cardenal Jozef Tomko, habló del binomio Eucaristía-evangelización.
Ha dicho lo siguiente:
Cardenal Jozef Tomko: -“El Congreso es también un instrumento de evangelización para las personas que se encuentran alejados o -digamos- no muy decididas en relación a la fe, que tienen algunas dudas; pero la Eucaristia también significa mucho para la evangelización porque da fuerzas. La evangelización no es chiste: la evangelización requiere, sobretodo , del testimonio. Este es el primer instrumento. Para tener fuerza de dar testimonio, de dónde se puede sacar esas fuerzas a no ser del propio Cristo? Por lo tanto, la Eucaristia, que es la presencia viva de Cristo vivo resucitado, es fundamental”.Pregunta: Cuáles son los fenómenos que dan esperanza de una renovación espiritual del mundo y de la Iglesia? Cardenal Jozef Tomko: -“Sobretodo la presencia de la fe viva, y talvez también la presencia de dificultades, porque fueron relatados casos de nuestros tiempos en que la Eucaristía fue de un apoyo enorme. Traje ejemplos de mi Patria, Eslovaquia, porque muchos de aquellos que salían de las prisiones me contaron lo que significaba para ellos la Eucaristía, que muchas veces les llegaba de modo increíble; muchas veces escondida en una galleta, en un pan... que tenía que pasar por el control carcelario. Pero que fuerza tenía esa Eucaristía! Son cosas bonitas y fuertes! También traje para este Congreso el ejemplo -muy conocido- del cardenal vietnamita François Xavier Nguyên Van Thuân, que en la celda de castigo conseguía celebrar la missa. Abastecerse del pan era más fácil, pero el vino tenía que recibirlo bajo el rótulo de 'medicamento'. De este modo él celebraba la Eucaristía, consagrando algunas gotas de vino colocadas en la palma de la mano. El se sabía toda la liturgia de la misa de memoria y este era él único modo de celebrar en la cárcel”.

Fuente: Radio Vaticano y Fotografía Gustavo Kralj (Heraldos del Evangelio)