jueves, 17 de marzo de 2011

Apostolado Mundial de Fátima realiza jornada de reflexión sobre el mensaje dado a los tres pastorcitos

Publicado 2011/03/16
Autor: Gaudium Press
Sección: Europa


Fátima (Miércoles, 16-03-2011, Gaudium Press)
El Apostolado Mundial de Fátima (AMF), Asociación Internacional de Fieles reconocida por la Santa Sede, ha programado una jornada de estudio y reflexión sobre el Mensaje dado por la Virgen a los tres partorcitos en Cova da Iria, Fatima, en 1917, en su sede internacional en Fátima, Portugal.

El encuentro se destina principalmente a miembros provenientes de los Estados Unidos y se han inscrito alrededor de 150 personas. Él reunirá estudiosos del Mensaje de Fátima y familiares de los tres pastorcitos, teniendo en vista una trasmisión de la esencia del Mensaje, y su aplicación a los problemas del mundo hoy.

Los participantes tendrán "una experiencia memorable" en Fátima. Se visitarán los lugares de las apariciones, serán proyectados filmes y documentales seguidos de momento de debate, y además de las conferencias se han destinado espacios para la oración.

El programa está disponible en www.worldfatima.com

El 13 de mayo de 1917

En la primavera de 1917, el 13 de mayo, tres pastorcitos, Lucía de Jesús dos Santos de 10 años, y sus primos Francisco y Jacinta Marto, con 9 y 7 años, después de ir a misa en la iglesia de Aljustrel, caserío de la parroquia de Fátima, se dirigieron a la sierra y allí juntaron su pequeño rebaño de ovejas.

Tras comer su merienda y rezar el rosario, cerca del mediodía, subieron a una parte más elevada de la propiedad y comenzaron a jugar... Súbitamente, en medio de su inocente recreo, los tres niños vieron algo como una claridad de relámpago que los sorprendió. Contemplaron el cielo, el horizonte y, después, se miraron entre sí: cada uno vio al otro mudo y atónito; el horizonte estaba limpio y el cielo luminoso y sereno. ¿Qué habría pasado?

Con redoblado temor, apresuraron el paso continuando el descenso. Sin embargo, apenas habían llegado al fondo de la "Cova" se pararon, confusos y maravillados: allí, a corta distancia, sobre una encina de un metro y poco de altura, se les aparecía la Madre de Dios.

Era "una Señora vestida toda de blanco, más brillante que el sol, irradiando una luz más clara e intensa que un vaso de cristal lleno e agua cristalina, atravesado por los rayos del sol más ardiente". Su semblante era de una belleza indescriptible, ni triste ni alegre, sino serio, tal vez con una suave expresión de ligera censura. ¿Cómo describir con detalle sus trazos? ¿De qué color eran los ojos y los cabellos de esa figura celestial? ¡Lucía que es quien relata nunca lo supo decir con certeza!

En esta primera aparición, Nuestra Señora pide a los 3 pastorcitos que vengan seis meses seguidos, el día 13, a la misma hora. Y dice que incluso, vendría en una séptima ocasión.

Con información de Radio Vaticano

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