Mendoza (Jueves, 20-04-2017, Gaudium Press) Un sacerdote argentino, el P. Alejandro Béjar, vivió lo que él califica como un suceso milagroso cuando sobrevivió a un aparatoso choque de un tren contra su vehículo. Si bien el presbítero pudo ponerse a salvo en el momento de la colisión, abandonó las Hostias consagradas que llevaba dentro del vehículo y luego constató que de forma inexplicable éstas quedaron intactas tras el choque.
El vehículo del sacerdote fue arrollado por el tren en Mendoza, Argentina. Foto: Minsiterio de Seguridad. |
Al regresar al automóvil, el sacerdote constató un hecho inexplicable: el bolso que contenía la Eucaristía continuaba intacto en el asiento del pasajero. "El bolso no se movió del asiento. Quedó en el mismo lugar donde lo había puesto", afirmó a la agencia ACI. "Y eso que el asiento del acompañante quedó aplastado porque recibió todo el golpe. El bolso no se movió". En la parte trasera el padre llevaba una bolsa de harina, la cual en contraste se rompió y derramó su contenido, mientras que la Eucaristía fue preservada.
Reflexionando sobre el hecho, el P. Béjar indicó que se sentía avergonzado por no proteger instintivamente la Eucaristía, pero reconoció que el hecho resulta providencial y que fue Dios mismo quien permitió que continuara con vida. "Doy gracias a Dios porque estuve calmo y no me desesperé", declaró. "Fue una señal de Dios que estaba presente en ese momento y me ayudó a tener esos reflejos".
Con información de ACI.
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