Redacción (Jueves, 30-10-2014, Gaudium Press) Sigue a continuación el relato que misioneros canadienses de los Heraldos del Evangelio hicieron a su superior, sobre una reciente misión en Camerún. En la narración se puede tocar con las manos la fe viva de ese pueblo, reflejo de las gracias que la Providencia derrama sobre el continente, las que auguran un futuro de mucha esperanza. Los subtítulos son de la redacción de Gaudium Press:
¡Salve María!
Infelizmente tuvimos muy poco acceso a internet durante el viaje a Camerún, y el plan de mandar relatos diarios fue imposible de realizar.
Llegamos a Toronto el día 23 a la noche. El viaje duró 21 días. Fue muy bendecido y lleno de experiencias inesperadas y bonitas. Es muy difícil comunicar todo por escrito. Entretanto intentaremos poner en palabras las gracias más insignes y los acontecimientos más significativos.
Llegamos al aeropuerto de Yaundé, la capital, en la noche del 1 de octubre. Infelizmente cuando fuimos a buscar el equipaje, verificamos que la Imagen del Inmaculado Corazón de María no había llegado. ¡Estaba en el aeropuerto para buscarnos, el P. Samuel Tabeson, de la Diócesis de Mamfe donde íbamos a realizar la misión, un cooperador de los Heraldos que vive en Yaundé, el Sr. Paul Egpe y una delegación de 10 personas, todos vistiendo la camiseta con la Imagen de la Virgen impresa, especialmente preparada para la misión! ¡A pesar de la decepción -estábamos sin la imagen- ellos nos recibieron con cantos y danzas, a la medianoche!
El viernes, día 3 de octubre, estaba marcada una visita a la Parroquia de Nanga Eboko, una pequeña aldea de lengua francesa, cerca de la capital. En esa aldea vive el Sr. Jean Isidore, el primer cooperador de los Heraldos en Camerún. Él estaba tristísimo al saber que estábamos sin la Imagen. Pero en todo caso decidimos ir a Nanga Eboko, a visitar ese terciario nuestro que está en contacto con nosotros desde hace tantos años.
La Iglesia de Camerún es joven
¡Cuál no fue nuestra sorpresa, cuando el jueves, día 2, a las 10:00 de la noche, el P. Samuel recibió una llamada del aeropuerto avisando que la imagen había llegado! ¡Eso a pesar del hecho de que ni el aeropuerto ni la compañía aérea tenían ninguna información, ni esperaban nada antes de sábado a la noche! Fue un verdadero milagro.
Al día siguiente, en Nanga Eboko, la sorpresa cuando los fieles vieron la Imagen fue tan grande que la manifestación de alegría y entusiasmo espontáneos fue casi incontrolable. Hubo una procesión de algunos kilómetros con la Imagen, con cantos y danzas, y el rosario en la Iglesia. El entusiasmo fue muy auténtico y bonito. El terciario quedó muy emocionado.
¡Una señora a las tantas nos buscó y contó cómo la hija de ella ahora es monja en Nigeria y ella debía eso a los Heraldos! Fue impresionante porque nosotros ni tenemos una casa allá. Ella explicó que la hija recibió una gracia a través del apostolado del oratorio [ndr. un cuadrito con una imagen de la Virgen], etc.
Un pequeño paréntesis - La Iglesia en Camerún solamente cuenta con 100 años de vida. Los primeros misioneros, Palotinos, llegaron y comenzaron la evangelización en la última década del siglo 19. Hoy Camerún es un país católico. El pueblo tiene el entusiasmo de la gracia primaveral. Aún hay muchas misiones donde conversiones se realizan.
Una misa que terminó a las 2:30 de la madrugada
Pero todo eso ni de lejos nos preparó para lo que venía en frente. Al día siguiente salimos de mañana para la primera parroquia que íbamos a visitar en la Diócesis de Mamfe, diócesis nueva, creada en 1999. La visita en esa parroquia fue marcada para las 4:00 de la tarde. El viaje fue por calles que en ciertos lugares eran imtransitables por causa de la lama. Además perdimos el camino y acabamos llegando a las 11:00 de la noche. Pensábamos que íbamos a dormir ya al llegar. Pero... ¡ahí vimos la cosa más increíble que experimentamos en todo el viaje! ¡A las 11:00 de la noche, nos estaban esperando un grupo de 200-300 personas, cantando y bailando, con tambores, velas, pompones y campanas, llenos de entusiasmo! Fuimos recibidos por tres Sacerdotes, vestidos con sotanas impecables, con mucha benevolencia. Sin ninguna queja comenzaron el programa de la noche, con gran pompa y ceremonia -varios discursos, agradecimientos, después una procesión, rosario, veneración de los fieles, y Santa Misa a la una de la noche, terminando a las 2:30 de la madrugada, pues la Misa fue con coro, con cortejos, con incienso y ceremonia. Al día siguiente, domingo, había Misa a las 9:00 de la mañana, y la Iglesia estaba llena.
Al día siguiente el Párroco nos contó que esa parroquia tiene 29 misiones, algunas que son inaccesibles por vehículos por falta de calles, y que quedan a 5-6 horas de la parroquia caminando. Ese Padre tiene que visitar todas esas misiones regularmente. Y -cosa increíble- varios que estuvieron en la ceremonia de la noche anterior, que esperaron desde las 4:00 de la tarde hasta las 11:00 de la noche, y que asistieron a esa Misa que terminó a las 2:30 de la madrugada, venían de esas misiones, caminando 5-6 horas. Y tuvieron que volver a pie después de la Misa. Fue realmente emocionante. Y nadie se quejó. ¡Al contrario estaban transbordando de gratitud, los Sacerdotes incluidos!
Continuamos la misión, visitando una parroquia cada tarde, y visitando familias en la parroquia al día siguiente. Generalmente en cada parroquia nos recibían en la entrada de la aldea, el jefe tradicional coronaba la Imagen, y realizaban una procesión con cantos y danzas hasta la Iglesia. En las Iglesias se rezaba el rosario, consagraban la Parroquia a María, tenían la veneración de los fieles, y la Santa Misa, siempre con gran solemnidad. En total visitamos 13 parroquias, 146 familias y 9 instituciones. Cada visita más bonita que la última, tenemos tantas cosas para contar. Apenas contamos algunos hechos bonitos, dejando los otros para contar personalmente, si Nuestra Señora lo permite.
La Diócesis de Mamfe tiene 250 misiones, pero solamente 40 sacerdotes para todas esas misiones. Ellos muchas veces tienen que viajar a pie entre las misiones, por estradas de lodo, bajo condiciones inimaginables. Algunos son nigerianos, otros de Camerún. Casi no tienen misioneros. La ciudad de Mamfe, no tiene un solo ‘blanco', como dicen los africanos.
Por eso los niños tienen una canción, que la letra es más o menos así - ¡"Desde que mi madre me dio a luz, nunca vi un blanco"!
La obtención del hospital
Una visita muy bonita fue en Fontem, un área muy pobre y rural. Las tradiciones tribales aún son muy prevalecientes en ese lugar. En esa región vive la tribu de Bangwa. Esa tribu, 50 años atrás estaba siendo diezmada por las enfermedades. 98 por ciento de los niños morían en el primer año de vida. Intentaron todas las curas tradicionales pero para nada sirvieron.
No sabiendo qué hacer, esos africanos, con los pocos cristianos que había entre ellos, se preguntaron: "¿Pero por qué Dios nos abandonó?". Y concluyeron: "Es porque no rezamos". Entonces, todos decidieron de común acuerdo: "¡Recemos por un año; quien sabe si Dios no se recordará de nosotros!".
Rezaron todos los días por un año. Terminado el plazo, notaron, sin embargo, que no había ocurrido nada.
Sin desanimar, los pocos cristianos dijeron al pueblo: "Dios no nos atendió porque no rezamos bastante. Recemos más un año". Rezan otro año, el año entero. Pasa el segundo año y nada. Entonces se reunieron y dijeron: "¿Por qué Dios nos abandonó? Porque nuestras oraciones no valen delante de Dios. Nosotros somos malos. Hagamos una colecta de dinero para dar al obispo que hará rezar una tribu más digna, a fin de que Dios tenga compasión de nosotros".
El obispo se conmovió. Comenzó a interesarse; fue a encontrarlos, prometiendo un hospital. Pasaron tres años y nada de hospital. A cierta altura por la intervención de Roma llegaron médicos de los Focolares. Esa historia me dla contó un salvadoreño del movimiento.
De cómo los jefes dejaron de ser polígamos
Hoy los Focolares hacen gran presencia en ese pueblito. Ellos abrieron un hospital, ‘María, Salud de África' y un colegio, ‘Sede de la Sabiduría'.
Ese salvadoreño nos contó una cosa muy interesante. En general en esas tribus la tradición exigía que el jefe de la tribu practicase la poligamia. Y el pueblo no entendía un jefe monógamo. Pero varios jefes nuevos fueron bautizados. Entonces se creó el problema. Para ser jefe precisaba tener varias mujeres. Él me contó que varios de ellos renunciaron públicamente a la poligamia, y por el respeto que el pueblo tiene por los jefes, esto rompió esa tradición en esas tribus.
En Mamfe
Después de visitar varias villas así, al final llegamos a nuestro destino, Mamfe. Estuvimos hospedados en la Casa del Obispo en Mamfe, el primer hospedaje un poco civilizado... El Obispo, D. Andrew Nkea Fuanya, estaba en Roma para el Sínodo pero el Secretario del Obispo, P. Peter Paul y el Obispo Emérito, Mons. Francis Teke Lysinge nos recibieron muy abierto y muy amables. El Obispo titular llegó unos días después. Hombre culto, inteligente y capaz, también él estaba muy abierto y tuvo la gentileza de contarnos acerca de su visita a Roma. Solo tiene 47 años.
De allá continuamos las visitas a las parroquias. Otra visita interesante fue a una parroquia cerca de la frontera con Nigeria llamada Ekok. Casi no llegamos a la Parroquia, pues la calle estaba tan llena de lodo que el auto no consiguió pasar. El Comandante de la Policía mandó su auto para sacarnos de la lama, pero el auto quedó preso en la lama. Él nos sacó al final pero precisaron otros autos para sacar su auto. El pueblo en esa parroquia estaba muy abierto.
La Misión terminó con una Misa Solemne en la Catedral de Mamfe presidida por el Obispo, y un evento cultural con presentaciones por las varias tribus y comida tradicional.
En las Parroquias la pregunta más frecuente era, si teníamos planes de abrir una comunidad en Mamfe.
El seminario mayor ya cuenta con 64 alumnos.
Las visitas a los colegios fueron muy interesantes. Aquellos niños que nunca vieron un celular, nunca asistieron la televisión o usaron internet, que cuando tienen 4-5 años aprenden a cortar el pasto con machetes, que nunca en la vida vieron los ‘blancos', son muy preservados e inocentes. Si les tratan con un poco de bondad, cosa muy rara para ellos, se derriten y hacen amistad.
En anexo mando una selección de fotos. Fue difícil seleccionar entre millares.
Hay tantas otras impresiones que podemos contar. Y esperamos también poder hacerlo personalmente. Por ahora con muchas saudades y pidiendo oraciones por ese continente y ese país, terminamos aquí.
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/64295#ixzz3HlHjjF8h
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