Bérgamo (Jueves, 21-09-2017, Gaudium Press) La Catedral de San Alessandro en Bérgamo, Italia, contiene un tesoro de arte sacro que manifiesta la riqueza del patrimonio de fe y belleza de la Iglesia, un legado que se puede expresar hasta en el último detalle. En un artículo para New Liturgical Movement, su editor en jefe, Gregory DiPippo, hizo un recorrido por los diferentes aspectos de la obra, elaborada por el artista Andrea Fantoni en 1705 por encargo del Canónigo Penitenciario P. Giovan Pietro Mazza.
"El verdadero propósito del arte sacro, como el de la buena teología, no es decir algo sobre Dios, sino ser un medio a través del cual el creyente puede participar en las realidades significadas por la obra, finalmente insertarnos en la acción continua del Misterio de Cristo", expuso DiPippo. "Ante el mundo misteriosos y simbólico de los Sacramentos, el cristiano está llamado a penetrar en su sentido interior con la ayuda de la gracia y los maestros espirituales". Cristo se mantiene presente, oculto en los Sacramentos, y el trabajo de los fieles es descubrirlo allí, desde donde los convoca a la salvación.
Las ricas tallas del confesionario son coronadas por una imagen de Dios Padre que desciende entre las nubes con los brazos abiertos con la vista hacia abajo, sobre el recinto en el cual se celebra el Sacramento de la Penitencia. Inmediatamente debajo de la figura de Dios se revela un óvalo con un bajorrelieve que representa la escena de la entrega de las llaves del Cielo a San Pedro a la misma altura de cuatro figuras que representan las cuatro virtudes del confesor: Misericordia, Sabiduría, Mansedumbre y Discreción.
El recinto del sacerdote está lleno de simbolismo: La puerta está bellamente decorada con la escena de la resurrección del hijo de la viuda de Naím que representa lo que sucede en el alma del penitente, mientras que el interior muestra a Moisés haciendo salir agua de la roca - una imagen de la misericordia de Dios que fluye a través de la roca que es Cristo -. Dos paneles cubren el rostro del sacerdote mientras confiesa, uno con un ángel que representa la justicia, y otro con una figura femenina que representa la Misericordia. Sobre los reclinatorios de los fieles se muestran en uno de los costados la imagen de la Santísima Virgen Dolorosa y la de Santa María Magdalena , mientras que en el otro se muestra la Flagelación del Señor y la figura de Santa Margarita de Cortona.
"Este confesionario representa de manera atractiva el Misterio de la Penitencia. El acercamiento sobrecogedor de la Divina Misericordia es un gesto de amor ofrecido para elevar y ennoblecer la naturaleza humana, satisfacer la sed permanente de reconciliación del hombre". Las imágenes sobre los temas de la conversión, la resurrección y el descenso del Padre no hablan del pecado mortal o las condiciones requeridas para la válida administración del sacramento. En su lugar, "presenta el Misterio en sus más grandes líneas, a través de los más nobles medios de la Escritura, exquisitamente traída a la vida por la mano del artista, y el cuerpo humano, cuyas poses dramáticas llegan directamente al corazón", explicó. "Un hombre no puede sino desear altar a esta corriente, el Misterio de la Penitencia que inunda el mundo".
La obra de arte fue destacada como "un material excelente sobre el cual los educadores podrían basar un curso sobre catequesis sobre los misterios del Sacramento de la Penitencia". El arte ayuda no solo a aprender los contenidos sino a comprender cómo hacerlos parte de su vida. "Esta es la esencia de la vida cristiana, y es precisamente lo que el arte sacro intenta hacer: incitarnos a configurarnos a la Forma a través de las formas, y hacernos recipientes adecuados del Espíritu Santo".
Con información de New Liturgical Movement.
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/90041#ixzz4tVOkoZbl
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sábado, 23 de septiembre de 2017
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