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Los "Caballeros de María", laicos de vida consagrada, viven como misioneros permanentes. En las vastitudes del Brasil, un país continente, su actividad constituye una de las expresiones públicas del impulso evangelizador de los Heraldos del Evangelio.
Esta comunidad móvil, "Caballería de María" recorre, en períodos de una semana o de días, una parroquia diferente, muchas veces de otras ciudades, y también, de otros estados brasileños.
Esta es su tarea: estar disponible, con alegría y dedicación, para ir a cualquier lugar donde, por invitación de los obispos y de los párrocos, puedan colaborar en la labor pastoral. Una de sus actividades características es tocar puerta por puerta, llevando la bella imagen del Inmaculado Corazón de María, transmitir palabras de aliento y de fé e invitar a todos para la celebración de la Misa en la parroquia.
Su trabajo es metódico: en cada casa, preguntan por la situación de la familia en relación a los sacramentos del Matrimonio, del Bautismo, de la Confirmación y de la Confesión. Al término de la Misión, entregan al párroco los formularios con los nombres de todos los que desean integrarse a la vida parroquial.
Esta comunidad móvil, "Caballería de María" recorre, en períodos de una semana o de días, una parroquia diferente, muchas veces de otras ciudades, y también, de otros estados brasileños.
Esta es su tarea: estar disponible, con alegría y dedicación, para ir a cualquier lugar donde, por invitación de los obispos y de los párrocos, puedan colaborar en la labor pastoral. Una de sus actividades características es tocar puerta por puerta, llevando la bella imagen del Inmaculado Corazón de María, transmitir palabras de aliento y de fé e invitar a todos para la celebración de la Misa en la parroquia.
Su trabajo es metódico: en cada casa, preguntan por la situación de la familia en relación a los sacramentos del Matrimonio, del Bautismo, de la Confirmación y de la Confesión. Al término de la Misión, entregan al párroco los formularios con los nombres de todos los que desean integrarse a la vida parroquial.
Otro esfuerzo de estos misioners de los Heraldos del Evangelio es incentivar los católicos a ser fuente de sustento de la parroquia. En realidad, los sacerdotes prestan a la comunidad un servicio indispensable, y dependen de esas contribuciones para poder tener una existencia digna y llevar adelante los proyectos pastorales.En todas las ciudades donde realizan actividades, los "Caballeros de María" informan a los fieles sobre la importancia de la contribución a la parroquia y de esta manera aumentar el número de colaboradores.
La Misión Mariana cuenta con la participación de la rama sacerdotal de los Heraldos del Evangelio, sacerdotes y diáconos que disponibles a la orientación de los párrocos locales, auxilian en la administración de los sacramentos, en la visita a los enfermos, en las celebraciones eucarísticas.Estos jóvenes evangelizadores se sienten felices en cooperar con los obispos y párrocos en esta gran obra de reaproximar a la Iglesia a los hijos distanciados.
Concluida la Misión Mariana, como continuidad de esa evangelización de puerta en puerta en las calles del área parroquial, son constituidos grupos de treinta familias los cuales permanecen con un Oratorio del Inmaculado Corazón de María. El Oratorio a lo largo de los meses recorre, diariamente, un nuevo hogar, siendo un recuerdo de la visita de la imagen peregrina bendecida por el querido Papa Juan Pablo II y un incentivo a la oración en familia.
Escríbanos a heraldos@adinet.com.uy
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