La verdad, el amor y la justicia son las respuestas a los desequilibrios de hoy, afirma Benedicto XVI

Publicado 2011/05/17
Autor : Gaudium Press

Inició ayer en Roma el Congreso Internacional por el 50° aniversario de la Encíclica "Mater et magistra" del Beato Juan XXIII, dedicado al tema de la justicia y la globalización

Ciudad del Vaticano (Martes, 17-05-2010, Gaudium Press) La verdad, el amor, la justicia son los criterios fundamentales para superar los desequilibrios sociales y culturales de la actual globalización, y el mundo de hoy necesita del "christifideles laici" (laicos fieles a Cristo) bien preparados espiritual, profesional y éticamente. Esta fue la observación del Santo Padre a los participantes del Congreso Internacional promovido por el Pontificio Consejo Justicia y Paz, en el 50° aniversario de la Encíclica social del Papa Beato Juan XXIII, "Mater et magistra", que fueron recibidos ayer en la mañana en la Sala Clementina del Palacio Apostólico en el Vaticano.

El Congreso ocurre sobre el tema "Justicia y globalización: de la "Mater et magistra" a la "Caritas in veritate"".

La doctrina social es un "elemento esencial" de la misión evangelizadora de la Iglesia que necesita de un laicado empeñado en la justicia social en los varios campos de la propia actividad, dijo Benedicto XVI. El humanismo actual precisa de un pensamiento cristiano formado por una nueva evangelización.

"Sin un pensamiento moral -explicó el Papa- que supere la impostación de las éticas seculares, como aquellas neo-utilitarísticas y neocontractualísticas, que se fundamentan en un substancial escepticismo y en una visión prevalentemente inmanentista de la historia, se torna arduo para el hombre de hoy tener acceso al conocimiento del verdadero bien humano".

En seguida, el Pontífice recordó que desequilibrios globales, como las desigualdades, diferencias de riqueza, son causa de los varios problemas de justicia y dijo que es urgente una correcta distribución de los recursos y las oportunidades, principalmente para los pobres. Un grave desequilibrio en el campo financiero, citado por el Papa, son los "fenómenos de especulación" de los alimentos, el agua y la tierra. El aumento de los precios de los recursos energéticos primarios, dijo Benedicto XVI, causó consecuencias negativas en el ambiente y en el propio hombre.

En este contexto, continuó el Santo Padre, "la cuestión social de hoy es sin duda cuestión de justicia social mundial", e invita al nivel universal a una adecuada distribución de los recursos materiales e inmateriales y a una globalización de la democracia substancial, social y participativa.