Roma (Miércoles, 23-09-2015, Gaudium Press) El P. Francesco Bamonte, Presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas, sostuvo recientemente una reunión con 150 exorcistas italianos en la cual evaluaron los desafíos actuales del ministerio. Como fruto de sus deliberaciones, los presbíteros hicieron un llamado a los Obispos de Italia y a otros prelados en el mundo para solicitar una mayor formación y designación de sacerdotes exorcistas, como respuesta a un aumento del ocultismo y el satanismo.
El Santo Rosario es un importante recurso para detener la acción del maligno, explicó el P. Bamonte. Foto: FotoKatolik. |
La invocación no es un juego
El P. Benigno Palilla, exorcista de la Diócesis de Palermo, explicó al diario la proliferación de prácticas ocultistas disfrazadas de juego en las escuelas. Uno de estos ejemplos es el llamado "Charlie, Charlie", un supuesto juego de invocación en el cual se busca que dos lápices se muevan para ofrecer respuestas a preguntas. Si los lápices se mueven sin causas físicas como el viento, "significa que hay una entidad que los mueve. Ahora bien, esta entidad no puede ser Dios: Él, de hecho, no se presta a estos juegos. Por lo tanto, sólo puede ser el diablo", advirtió. "Es, entonces, una evocación del diablo a través de este juego, eso no es un juego". Este mismo principio se aplica para las sesiones de espiritismo y otras prácticas como la escritura automática.
Además de esta advertencia, el P. Benigno, se refirió también al recurso a prácticas ocultas ante un problema de salud. en estos casos, recordó, el demonio nunca sana una enfermedad, pero puede suspender los síntomas temporalmente con el fin de engañar. "La enfermedad, por tanto, permanece", comentó. Lo que se obtiene en cambio es un vínculo exigente con el maligno a través del ocultista. El recurso al ocultismo también afecta la psicología de la persona como ocurre entre quienes consultan a adivinos o talismanes. "Lo oculto ayuda a crear una mentalidad de no actuar a la espera de una 'alimentación externa'".
El P. Bamonte concluyó su explicación del fenómeno exponiendo la importancia de la devoción a la Santísima Virgen. "En el curso de nuestro ministerio de exorcistas, a menudo experimentamos que el Rosario, rezado así, es especialmente temido por el diablo", concluyó. "Una vez, cuando el diablo estaba tratando de arrebatarle la camándula que había puesto alrededor del cuello de una persona atormentada exclamó con enojo: 'Quien se aferra a esta cadena nunca se perderá'".
Con información de Avvenire.
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