Bogotá (Viernes, 14-03-2014, Gaudium Press) La idoneidad humana, una gran profundidad espiritual y claridad en lo que significa guiar a otro en el camino de respuesta a la llamada de Dios, son algunas de las cualidades que debe tener un animador vocacional. Estos elementos, así como otros, fueron tema de reflexión en el encuentro de animadores vocacionales de las diócesis y comunidades de Colombia, que se celebró a finales de febrero en la ciudad de Medellín.
Sobre este evento, que reunió a unos 160 acompañantes vocacionales -tanto diocesanos, como de las comunidades religiosas- y se ocupó sobre los procesos y el acompañamiento de quienes optan por la vida religiosa y el sacerdocio, fue entrevistado recientemente el padre Juan Álvaro Zapata, Director del Departamento de Ministerios Ordenados de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), por la Oficina de Comunicaciones de la institución eclesial.
Unos 160 animadores vocacionales participaron en el encuentro de Medellín / Foto: CEC. |
De acuerdo con el sacerdote, estos procesos de acompañamiento vocacional -según se trató durante el encuentro en Medellín- deben comenzar desde las primeras etapas de formación en la fe al interior de la familia y en las comunidades parroquiales, y luego se deben ir cultivando "a través de un discernimiento en la juventud", que se lleva a los frutos, "a través de la cosecha, ya cuando se admiten en la casa de formación o en el seminario".
Asimismo, dijo que el acompañamiento vocacional debe fortalecerse desde que la persona llega a la casa religiosa o seminario, contribuyendo en su madurez humana, y apoyándole en su iniciación o maduración de la experiencia de fe. Allí también es muy importante, como agregó, "ayudarle si realmente es llamada y lo que implica la llamada vocacional; su exigencia, la radicalidad en la respuesta".
Asimismo, el sacerdote comentó que "hay una riqueza muy grande" con los procesos de formación vocacional que se adelantan en las diócesis y comunidades colombianas. Procesos que cuentan con un importante apoyo de los obispos del país.
El encuentro de animadores vocacionales tiene lugar cada año a finales de febrero, el más reciente ocurrió del 24 al 26 de ese mes en el Seminario Redemtoris Mater Medellín (ver noticia anterior). De acuerdo con el Padre Álvaro Zapata, el propósito de esta reunión es ayudar en la reflexión, orientar en lo que la Iglesia pide, así como en los retos que la sociedad plantea y en las nuevas técnicas que se deben buscar en la animación vocacional.
Con información de la CEC.
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/56816#ixzz2w2dw074z
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