Phoenix (Sábado, 22-02-2014, Gaudium Press) Gina Charrlin, una mujer de 52 años que vive en Rio Rancho, Minnesota, Estados Unidos, relató cómo en 2013 la intercesión de la Santísima Virgen le obtuvo el milagro de recobrar la salud tras visitar el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, en 2013. Para ese momento, la mujer libraba una intesa batalla contra el cáncer: "Había tenido 21 cirugías en mi vida y esta sería la número 22", relató Charrlin a The Catholic Sun, el informativo de la Arquidiócesis de Phoenix, al explicar que se tenía previsto realizar una intervención para remover tres tumores en su cuello. Dios tenía otros planes.
Gina Charrlin. Foto: The Catholic Sun. |
Después de las apariciones de la Santísima Virgen a Santa Bernardita Soubrious en 1858 (18 apariciones en total, en las que la Madre de Dios se presentó como la "Inmaculada Concepción"), el lugar se hizo un importante centro de peregrinación que ha acogido a lo largo de su historia más de 200 millones de personas.
Durante las apariciones, Santa Bernardita descubrió una fuente de agua siguiendo las indicaciones de Nuestra Señora y desde entonces muchas personas han experimentado curaciones milagrosas al bañarse en el agua de dicha fuente.
Por este motivo Gina Charrlin emprendió una peregrinación desde Estados Unidos hasta Francia con el apoyo de la Orden de Malta, una orden de caballería medieval que en la actualidad dedica sus esfuerzos a las obras benéficas, especialmente en el sector de la salud. La profunda fe que la motivaba le fue inculcada por su madre y especialmente experimentada cuando su vida corrió un grave peligro durante un embarazo de gemelos que resultó ser ectópico (ubicado fuera del útero) y que al romperse la dejó al borde de la muerte.
"Esa gran sensación del amor de Dios"
"Literalmente morí dos veces ese día", recordó Charrlin, "y eso cambió mi vida, la forma como miraba las cosas, como veía el sufrimiento". Mientras los doctores la reanimaron en dos oportunidades y atendieron una grave pérdida de sangre, la mujer afirma haber atravesado una fuerte experiencia de dolor y haber podido ver su propio cuerpo, completamente pálido y con los labios azules, y a los doctores junto a ella pedir ayuda a sus colegas. En ese momento, relató, sintió "este grande, extremo, sobrecogedor amor de Dios... Su amor por cada uno de nosotros es tan inmenso que podría aplastarte en tu forma humana".
El Santuario de Nuestra Señora de Lourdes en Francia, uno de los principales centros de devoción mariana en el mundo. Foto: Vincenzo Patricolo. |
Una vez se encontró frente a la milagrosa agua en Lourdes, la mujer oró a Dios para pedirle que se cumpliera su voluntad y si Él lo quería, que quedara sana. "Estábamos a 50 grados (Fahrenheit - unos 10 grados Celsius) y el agua estaba aún más fría", relató Charrlin. "Mis dientes estaban tiritando, estaba muy nerviosa sobre esto. No esperaba nada para mí misma". Después del baño, la mujer fue llevada a una iglesia, donde los caballeros y damas de la Orden de Malta lavaron los pies de los enfermos.
Charrlin se sintió sobrecogida por la experiencia de "que alguien bese tus pies". Durante el rito, se les retiran los zapatos y las medias a los enfermos y un sacerdote ora sobre ellos y vierte agua sobre sus pies. En ese momento, Gina Charrlin experimentó el milagro. "Percibí esta gran sensación del amor de Dios, del amor de María" narró. "Sentí como si María estuviera abrazándome. Fue sorprendente. Volvía mi cuarto y lloré durante una hora", relató, llorando de nuevo al recordarlo.
Lo que Charrlin esperaba en su interior fue ratificado por su médico tratante al regresar a Estados Unidos, donde se le practicó un examen de ultrasonido: "Ella leyó los resultados y dijo: 'Gina, no hay tumores aquí'. Yo miré al computador y por primera vez en dos años no habían tumores", recordó. "Mi esposo y yo caímos de rodillas. La doctora puso sus brazos alrededor mío, ella también lloraba. Dijo 'Gina, estás libre de cáncer'".
Numerosas experiencias como la de Gina Charrlin se han vivido en las peregrinaciones al Santuario de Lourdes, pero la curación física no se concede a todos los devotos. Muchos de ellos afirman haber recibido la gracia para soportar y aceptar su situación y otros beneficios morales y espirituales. En el caso de Estados Unidos, la Orden de Malta continúa organizando una peregrinación anual con enfermos que son recomendados por los sacerdotes en las parroquias y que viajan con un acompañante al importante Santuario Mariano.
Con información de The Catholic Sun.
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/56177#ixzz2uNKGLOVs
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