Madrid (Miércoles, 26-07-2017, Gaudium Press) Con ocasión del Día de los abuelos, que tiene lugar el 26 de julio, en la fiesta de los santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María y abuelos del Niño Jesús, el Cardenal Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, ha dirigido un mensaje a todos los abuelos y abuelas de su archidiócesis.
"Con mucho amor y esperanza, en su momento, afrontasteis la tarea de educar a vuestros hijos. Lo hicisteis tratando de darles lo mejor y también conscientes de que debía ser con rigor y exigencia, combinando todo ello con la justa dosis de flexibilidad y procurando ayudar a cada uno según su circunstancia y necesidad", señala el purpurado tras saludar con "todo afecto" a cada uno de los abuelos.
Dice que ahora, cuando ven crecer a los hijos de sus hijos, es importante abrirse "y entender la realidad presente", tan diferente a aquella que les correspondió cuando criaron a sus propios hijos, e indica que hoy su responsabilidad frente a los nietos es muy diferente a la de ser padres, pero "no menos importante y trascendente para la educación y el desarrollo de las nuevas generaciones".
Luego, haciendo eco de palabras del Papa Francisco, el Cardenal Osoro subraya que los abuelos son "‘la sabiduría de la historia', ‘la memoria de un pueblo' y, junto con los niños, ‘la esperanza de cada pueblo'".
El 26 de julio, fiesta de San Joaquín y Santa Ana, es también el día de los abuelos / Foto: Cathopic. |
En este sentido exhorta a los abuelos: "vuestros nietos necesitan escucharos y aprender de vosotros, pues vosotros les conectáis con la vida, con la historia y con la realidad, que nos antecede y que da razón de lo que somos cada uno de nosotros. Y vosotros, por vuestra parte, necesitáis de vuestros nietos, que, casi sin daros cuenta, os conectan con el presente y os abren y os proyectan al futuro, al tiempo que fundan vuestra esperanza de que otro mundo, nuevo y diferente, es posible; y lo será si de verdad se aprende de la historia vivida y contada por nuestros mayores, y si nadie se enroca en su tiempo como si ya no pudiera existir nada más".
Unido a lo anterior, el Arzobispo de Madrid anima para que no se rompa la cadena que une a las generaciones, que hace que adultos, jóvenes y niños, se sientan protagonistas de una historia y de una vida que es común para todos y que trasciende.
En otro momento el purpurado también habló de la importancia que tienen los abuelos en la transmisión de la fe, destacando la figura de los abuelos del Niño Jesús: "Nuestro Señor Jesucristo aprendió, humanamente hablando, a conocer al Padre desde el testimonio y gracias a la vida de piedad de sus padres terrenos, María y José. Pero podemos imaginar, sin temor a equivocarnos lo más mínimo, que en el hogar de Nazaret también estaban muy presentes Joaquín y Ana, los abuelos del Niño".
Al concluir, llama a los abuelos "a crear, favorecer y cuidar el buen clima familiar" tomando como modelo a los padres de la Virgen María, y animándoles a imitar sus virtudes. "Ya sabéis, no es cuestión de hablar mucho y de estar en todas partes, sino de decir las palabras oportunas y a su tiempo, y de haceros presentes allí donde y cuando seáis necesarios, discreta y eficazmente. La siembra evangélica, hecha con ese espíritu, Dios la bendice siempre y la hace fructificar abundantemente; ¡no lo dudéis!", manifiesta.
Con información de la Archidiócesis de Madrid.
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