Ciudad del Vaticano (Viernes, 20-12-2013, Gaudium Press) El Prefecto de la Congregación para la Educación Católica, Cardenal Zenon Grocholewski, presentó un documento elaborado por el dicasterio sobre el aporte de la educación católica en el diálogo intercultural el pasado 19 de diciembre. La tarea educativa desempeñada en todo el mundo y que beneficia a millones de familias no exclusivamente cristianas hace parte de la construcción de "una civilización del amor" en la cual no se puede perder la identidad, "sino al contrario, reforzarla, ni tanto menos su misión puede separarse de la evangelización".
Cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica. |
Según el Cardenal, la Iglesia debe continuar su trabajo y aplicar su experiencia en contextos multiculturales y multireligiosos para fomentar la convivencia en una nueva situación de relaciones globalizadas entre las culturas. En el documento presentado, "se ha abordado la identidad de la escuela católica y de la comunidad educativa que tiene su fundamento en Cristo. Esa identidad la sostiene la enseñanza de la religión católica, que se conjuga muy bien con el respeto de la libertad personal y de la formación continua de los dirigentes y docentes", recordó el purpurado.
El Cardenal Grocholewski citó experiencias de educación católica en Latinoamérica, en Bosnia-Herzegovina tras el conflicto y en Oriente Medio, donde "45 escuelas católicas del Patriarcado Latino, sin desalentarse ni por las bombas ni por la violencia, llevan a cabo un trabajo paciente y perseverante con sus alumnos de religiones y naciones diversas que aprenden a conocerse y a construir relaciones de respeto y amistad".
Preservar la identidad para poder aportar
Una condición fundamental para esta misión es mantener eficazmente la calidad espiritual de la formación para aportar desde la fe católica. "Yo he recibido muchas críticas", relató el Cardenal, según refirió el informativo Vatican Insider. "Han llegado padres que me dicen: ‘yo mando a mis hijos a la escuela católica porque quiero que tenga la formación católica'.
Si la escuela católica no me ayuda a educarlos cristianamente es mentirosa, hipócrita, porque se llama católica y en realidad no es católica", afirmó. "Esto es un problema".
Como ejemplo de una situación en la cual se debe mantener la identidad católica a pesar de las presiones, el Prefecto describió el intento de imposición de una visión de la sexualidad humana contraria a la moral católica, así como la "teoría del género" que ataca la identidad de la persona y la familia. Para el Card. Grocholewski, una escuela católica que sigue estas corrientes "no da cuenta de su propia misión".
"Ciertamente nosotros, la Santa Sede, no tenemos policía y no mandamos a la policía en estos casos", agregó el Prefecto al ser preguntado por algunos casos específicos de instituciones educativas. "Buscamos con diálogo, convencimiento y en ocasiones con procedimientos, intentamos sanar. De hecho en algún caso se hizo necesario declarar a alguna institución ya no nuestra", recordó el purpurado. "Nuestra política es siempre sanar las instituciones".
Con información de Vatican Information Service y Vatican Insider.
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