sábado, 29 de agosto de 2015

Quién era Junípero Serra. El beato será canonizado por el Papa en Estados Unidos

Washington (Jueves, 27-08-2015, Gaudium Press) El próximo 23 de septiembre, en el marco del viaje apostólico del Papa Francisco a los Estados Unidos, será canonizado el beato Junípero Serra, franciscano español que es conocido como "El Apóstol de California". La ceremonia de canonización será presidida por el Pontífice y tendrá lugar a las 16:15 horas en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington.

¿Quién era el fraile franciscano?

Junípero Serra Ferrer era originario de España. Nació el 24 de noviembre en Petra, Mallorca, y era hijo de los agricultores Antonio Nadal Serra y Margarita Rosa Ferrer, quienes lo bautizaron el mismo día de su nacimiento con el nombre de Miguel José.

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Con su canonización Junípero Serra se convertirá en el segundo santo nativo de las Islas Baleares tras Santa Catalina Tomás / Foto: mlhradio.
Desde muy joven recibió educación por parte de los franciscanos, asistiendo con ellos a la escuela primaria y luego, a sus 15 años, tomando clases de filosofía en el monasterio de San Francisco en la Palma.

No sería de esperar que su vocación fuese justamente la franciscana, es por eso que en septiembre de 1730 ingresa como novicio al Convento de Jesús situado fuera de las murallas de Palma. Al año siguiente profesa sus votos escogiendo el nombre de Junípero en memoria del hermano compañero de San Francisco de Asís.

Su viaje a América lo emprende el 13 de abril de 1749 junto con su hermano franciscano Francisco Palóu, llegando a Veracruz, México el 7 de diciembre de 1749, de donde emprende 250 kilómetros de camino hasta Ciudad de México. Al poco tiempo se une como voluntario para las misiones de Sierra Gorda, en el estado mexicano de Querétaro, donde permaneció entre los años 1750 y 1758 realizando un fuerte apostolado con los indios Pame, para ello aprendió la lengua otomí e hizo uso de métodos visuales para enseñar religión.

Casi 10 años después, en 1767, es nombrado presidente de las misiones exjesuitas de Baja California; y en 1768 se ofrece con gran entusiasmo como voluntario en las expediciones de la Alta California, llegando a San Diego el 1º de julio de 1769. De camino el beato funda la misión en San Fernando de Velicatá. Cuenta en su diario que el recorrido fue bastante difícil para él ya que tuvo que ser transportado en camilla debido a una dolencia en sus piernas.

En los años posteriores entrega su labor evangelizadora a la Alta California donde funda nueve misiones: San Diego, San Carlos; Monterrey-Carmel; San Antonio; San Gabriel, San Luis Obispos, San Francisco; San Juan Capistrano, Santa Clara, y San Buenaventura.

El beato Serra permaneció en San Diego hasta el 14 de abril de 1770 cuando emprendió viaje a Monterrey, Alta California, donde falleció el 28 de agosto de 1784. Se encontraba en la residencia principal de la Misión de San Carlos.

Su proceso camino en honor de los altares comenzó en 1934 en la Diócesis de Monterrey-Fresno, finalizando su proceso diocesano en 1949. Fue beatificado por San Juan Pablo II el 25 de septiembre de 1988. Con su canonización se convertirá en el segundo santo nativo de las Islas Baleares tras Santa Catalina Tomás.

Con información de la USCCB.

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Santuario de Fátima, Portugal, será sede de Congreso Eucarístico Nacional en 2016

Fátima (Jueves, 27-08-2015, Gaudium Press) La Conferencia Episcopal Portuguesa determinó que la sede del IV Congreso Eucarístico Nacional, que se realizará los días 10 al 12 de junio de 2016, sea el Santuario de Fátima, construido en el lugar de las apariciones de la Santísima Virgen a tres pequeños pastores a inicios del siglo XX en la localidad de Cova de Iría.

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Diseño oficial de convocatoria al  IV Congreso Eucarístico Nacional de Portugal, que exhibe la representación del Ángel de la Eucaristía que dio la Sagrada Comunión a los niños videntes durante las apariciones en Fátima.
El lema del Congreso será "Vivir la Eucaristía, Fuente de Misericordia", y su contenido se enmarca tanto en el Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco como las celebraciones del Centenario de las Apariciones de Fátima. "El mensaje de Fátima está íntimamente unido a la Eucaristía tanto en lo que dice respecto a las apariciones del Ángel, en 1916, como a las de Nuestra Señora, en 1917", explicaron los organizadores", quienes destacaron también el carácter eucarístico de las apariciones en Pontevedra (los años 1925-1926) y en Tui (años 1927-1929), cuando la Hermana Lucía, única vidente sobreviviente, vivía en las comunidades de las Hermanas Doroteas.

Durante los tres días del Congreso Eucarístico Internacional se tiene previsto que se lleven a cabo conferencias sobre el Sacramento de la Eucaristía, así como espacios de adoración y celebraciones especiales. La Eucaristía inaugural del Congreso se unirá a la Peregrinación Nacional de los Niños a Fátima, el día 10 de junio, y la Eucaristía de Clausura se celebrará en la víspera de la Peregrinación Aniversaria del 13 de junio. La organización del evento cuenta con el apoyo del Santuario de Fátima y del Secretariado Nacional del Apostolado de Oración.

La Conferencia Episcopal indicó que el Congreso está abierto a la participación de todos los fieles pero "se destina especialmente a los agentes pastorales, que, en las parroquias y en otras comunidades, ejercen diversos ministerios y servicios: sacerdotes, diáconos, laicos y miembros de institutos de vida consagrada". Así mismo, animó la preparación espiritual hacia el Congreso Eucarístico a través del propósito " de practicar con regularidad una obra de misericordia que vea más prioritaria en su situación concreta". Las inscripciones se llevarán a cabo principalmente a través de Internet a partir del día 15 de octubre en la página web del Congreso.

Con información de Santuario de Fátima

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Presentan en Uruguay la 'Positio' del proceso de canonización del Venerable Jacinto Vera

Montevideo (Jueves, 27-08-2015, Gaudium Press) Avanza el proceso de canonización del primer Obispo de Montevideo, en Uruguay, Mons. Jacinto Vera. Así lo ha hecho saber la Conferencia Episcopal Uruguaya al anunciar que este jueves 27 de agosto, a las 19:00 horas, será presentado la ‘Positio' del prelado -quien fue declarado Venerable por el Papa Francisco el pasado mayo-, la cual será entregada a las principales bibliotecas del país.

La presentación del documento ocurrirá en la Sala Bauzá de la Universidad Católica de Uruguay (UCU) y estará a cargo de un panel conformado por Mons. Alberto Sanguinetti, Obispo de Canelones y autor de la ‘Positio'; el Profesor Fernando Ordóñez, de la Universidad de la República; el Profesor Gabriel González Merlano, de la Universidad Católica; el Padre Daniel Bazzano, de la Facultad de Teología del Uruguay "Mons. Mariano Soler" y el Profesor Agapo Palomeque del Departamento de Canelones.
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El Venerable Jacinto Vera nació en el Océano Atlántico durante el viaje en el que sus padres, procedentes de las islas Canarias, inmigraban al Uruguay.
La ‘Positio' es uno de los pasos necesarios incluidos dentro de un proceso de Canonización. En ella el Relator de la Causa, que ha sido nombrado por la Congregación para las Causas de los Santos, elabora un documento en el que se incluyen los testimonios de los testigos, los principales aspectos de la vida, virtudes y escritos del Siervo de Dios.

"La ‘Positio' es un alegato fundado que, con documentos fidedignos, muestra tanto las virtudes, signos y prodigios que se le atribuyen, la santidad en vida de Don Jacinto y su fama hasta el presente, como la devoción que le tienen los fieles. Un trabajo verdaderamente monumental, de más de 2000 páginas, realizado con las declaraciones de los testigos, documentos, biografía, cartas, testimonios de prensa, visitas pastorales, misiones, escritos, sermones, gracias y favores, que demandó de un arduo trabajo de casi 15 años", expone el Episcopado Uruguayo en una nota de prensa.

El Venerable Jacinto Vera es considerado el Padre de la Iglesia en Uruguay. Fue el fundador del clero nacional, animador del laicado y fundador de la prensa católico local, además de promotor de la presencia de órdenes religiosas masculinas y femeninas en el país.

Nació el 3 de julio de 1813 en el Océano Atlántico durante el viaje en el que sus padres, procedentes de las islas Canarias, inmigraban al Uruguay. Su bautizo fue en Florianopolis, en la Isla de Santa Catarina, Brasil, durante una escala del barco en el que viajaba junto con sus progenitores. Instalado junto con su familia en Uruguay, hizo su Primera Comunión en la Capilla de Nuestra Señora del Carmen en Toledo, Canelones, y en 1832 sintió su llamado a la vocación sacerdotal.

Su formación inicial la hizo como pudo al lado de sacerdotes, y de manera formar desde 1836 a 1841 con los Padres Jesuitas en Buenos Aires. Su ordenación presbiteral ocurrió el 28 de mayo de 1841 de manos de Mons. Mariano Medrano. El 4 de octubre de 1859 es nombrado Vicario Apostólico, luego, el 16 de julio de 1865, Obispo de Melgara; y el 13 de julio de 1878, como primer Obispo de Montevideo.

Procuró la renovación del clero, animando los primeros Ejercicios Espirituales para los sacerdotes, también realizó varios viajes de misión y trabajó arduamente por el retorno de los sacerdotes jesuitas a su país, así como por la presencia de los Padres Salesianos, quienes llegaron al país en diciembre de 1876. Sobre ello es conocido que Mons. Vera mantenía correspondencia con San Juan Bosco, fundador de la Congregación Salesiana.

Siendo Obispo de Montevideo, bendijo la primera piedra del Seminario Conciliar de la ciudad, que tuvo sus primeros alumnos en 1880. Su muerte ocurrió el 6 de mayo de 1881 durante una misión en Pan de Azúcar.

Con información de la Conferencia Episcopal Uruguaya.

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viernes, 21 de agosto de 2015

Triunfo de Gedeón

Redacción (Martes, 18-08-2015, Gaudium Press) Tal era la desproporción entre el número de sus hombres y el de los enemigos -madianitas, amalecitas y otros paganos-, que Gedeón quedó inseguro. Pero Dios le dijo que debería ir hasta el campamento de ellos a la noche, pudiendo llevar su escudero, y agregó: "Al oír lo que están hablando, te sentirás animado" (Jueces 7, 11).

Sueño de un madianita

A escondidas, él fue con su escudero hasta el campamento; llegando cerca de una tienda, oyó un hombre contar a otro el sueño que tuviera: vio un pan de cebada descendiendo y rodando sobre el campamento de ellos y, cuando golpeó en una tienda, la derrumbó. Su compañero comentó: "Esto solo puede ser la espada de Gedeón [...] Dios entregó Madián y todo el campamento en sus manos" (Jueces 7, 14).

Realmente, aquel sueño tiene un significado simbólico: "El pan de cebada representa a los israelíes, agricultores; la tienda, a los amalecitas, nómadas." Oyendo eso, Gedeón se prosternó en adoración a Dios, lleno de fe (cf. Hb 11, 32). Volvió al lugar donde estaban los israelíes y les gritó: "¡Levantaos! ¡El Señor entregó el campamento de Madián en vuestras manos!" (Jueces 7, 15).

Confiando en Dios, Gedeón organizó a sus 300 guerreros para la embestida victoriosa contra los enemigos. Los dividió en tres batallones y entregó a cada soldado una trompeta y un cántaro vacío, dentro del cual había una antorcha encendida. Era noche.

Caos en el campamento de los enemigos

Y les dijo: "Cuando yo y los que están conmigo toquemos las trompetas que tenemos en la mano, tocad también vuestras trompetas alrededor del campamento y gritad todos juntos: ‘Por el Señor y por Gedeón'" (Jueces 7, 18).

Juntamente con 100 hombres que lo acompañaban, Gedeón entró al campamento a la medianoche y, en el momento en que se hacía el intercambio de centinelas, él y sus compañeros comenzaron a tocar las trompetas y romper los cántaros.

Entonces, los otros 200 hicieron lo mismo. "Sosteniendo las antorchas con la mano derecha y las trompetas con la izquierda, tocaban y gritaban: ‘¡Espada por el Señor y por Gedeón! '" (Jueces 7, 20).

Inmediatamente todo el campamento se puso en desorden, y dando grandes gritos comenzaron a matarse unos a otros, con golpes de espada; 120.000 murieron y 15.000 consiguieron huir.

Un efod es objeto de idolatría

Gedeón, con sus 300 guerreros, fue en persecución de ellos y capturó dos reyes de Madián, sembrando así el pánico en todos los que restaban del ejército de los madianitas.

El varón de Dios preguntó a esos reyes cómo eran los hombres que ellos habían masacrado en el Monte Tabor. Respondieron: "Se parecían a ti. Tenían apariencia de príncipes" (Jueces 8, 18). Gedeón les dijo que aquellos eran sus hermanos; y en seguida quitó la vida de los dos monarcas.

Los israelíes quisieron que Gedeón se tornase rey, pero él no aceptó y pidió que le diesen todos los anillos de oro conseguidos de los enemigos vencidos. Los anillos fueron traídos y también otras joyas.

"Los anillos de oro pedidos totalizaron casi veinte kilos, sin contar los broches en forma de medialuna, los aros y las vestiduras de púrpura que los reyes de Madián usaban" (Jueces 8, 26).

Con tales objetos, Gedeón hizo un efod, esto es, una vestidura sagrada usada por el sumo sacerdote. Y "todo Israel vino allí cometer idolatría delante del efod" (Jueces 8, 27).
El país vivió tranquilo durante 40 años, mientras él vivió. Pero después de su muerte "los israelíes volvieron a prostituirse con los ídolos de Baal" (Jueces 8, 33).

Fue la adoración de aquel efod que "causó la ruina a Gedeón y su casa" (Jueces 8, 27).

Un asesino es proclamado rey de Israel

Gedeón tuvo muchos hijos de varias mujeres. Señal de decadencia, pues era la poligamia que volvía a ser practicada por los principales de Israel.

Entretanto, después de su muerte, uno de ellos, llamado Abimelec, mató de una sola vez 70 hijos hombres de Gedeón, restando apenas el más joven que estaba escondido.

Y los israelíes proclamaron como rey de Siquén al asesino Abimelec, que continuó haciendo los crímenes más hediondos.

Posteriormente, él llegó a matar a todos los habitantes de Siquén. El terror por él instaurado fue un castigo para los hebreos, que duró tres años.

Pero Dios le quitó la vida de un modo humillante, por mano de una mujer que, desde lo alto de una torre, le lanzó una gran piedra.

Pidamos a la Santísima Virgen que nos obtenga la virtud de la vigilancia, recordándonos siempre las palabras de Nuestro Señor: "Vigilad y orad, para no caer en tentación" (Mc 14, 38).

Por Paulo Francisco Martos
(in Noções de História Sagrada (41))
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1 - BIBLIA SAGRADA - Tradução da CNBB. 8.ed. Brasília: Edições CNBB; São Paulo: Canção Nova, nota na p. 275.
2 - Cf. FILLION, Louis-Claude. La Sainte Bible commentée. 3. ed. Paris: Letouzey et ané. 1923, v.II , p. 139.
3 - Cf. SÃO JOÃO BOSCO. História Sagrada. 10 ed. São Paulo: Salesiana, 1949, p.95.

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Museo de Fátima cumple 60 años y lo celebra con entradas gratuitas

Fátima (Jueves, 20-08-2015, Gaudium Press) El Museo de Fátima, ubicado en el Santuario construido en el lugar de las célebres apariciones en Portugal, conmemoró los 60 años del decreto episcopal que lo creó, por disposición de Mons. José Alves Correia da Silva, Obispo de Leiria. Para celebrar este aniversario, el Rector del Santuario, P. Carlos Cabecinhas, permitió la entrada gratuita de los fieles a la Casa-Museo de Aljustrel y a la exposición Fátima Luz y Paz el día 13 de agosto.

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Parte de la exposición temporal Ser, el Secreto del Corazón, hecha con gran éxito por el Museo del Santuario de Fátima en 2013. Foto: Santuario de Fátima.
Según explicó Marco Daniel Duarte, Director del Museo del Santuario de Fátima, esta institución fue creada para preservar viva la memoria de hechos que comenzaban a ser remotos, para preservar "no sólo los testimonios materiales que se referían a los videntes y a los restantes protagonistas de la historia de Fátima, si no también los que hacían memoria del Santuario y de sus peregrinos". El Museo lleva el Mensaje de Fátima a tres públicos principales, explicó: el de los peregrinos que desean conocer más, el de los visitantes por otros motivos a Cova de Iría y al del mundo académico. "El Museo del Santuario ha sido, así, lugar de inequívoca transmisión y vivencia del Mensaje de Fátima y, así, de la Cultura que resulta de ese Mensaje", agregó.

El Mensaje llega más lejos a través de la belleza

La colección del Museo es única y tiene un alto valor simbólico porque sus piezas no fueron buscadas y adquiridas en el mercado. "La colección se fue constituyendo a través de ofrendas de los peregrinos y ellas reflejan su relación personalísima con la Madre de Dios que tienen por mediadora", comentó el Director. "Hay, obviamente, piezas más emblemáticas: todas las que se relacionan con los videntes de Fátima y con la historia del Santuario y, así, del impacto de Fátima en el mundo. La corona preciosa de la Imagen de Nuestra Señora de Fátima, las diferentes ofrendas de los papas, desde las rosas de oro hasta los otros objetos que aquí muestran la importancia de Fátima para la Iglesia universal son piezas importantísimas". Sin embargo destacó el gran valor de las piezas anónimas y supuestamente de poca valía, como lo podrían ser los lentes de un peregrino a quien la Santísima Virgen restituyó su visión y que quedaron en el Santuario como testimonio del milagro o las anotaciones devotas de un niño que se encomienda a la Madre de Dios.

Sobre el desarrollo actual del Museo, Duarte explicó que se avanza en la dimensión comunicativa del mismo, llevando el Mensaje de Fátima a más personas. En palabras del experto, este Mensaje "llega muy lejos cuando el soporte es artístico o habla de lo bello" y esto ha dado lugar a iniciativas con gran éxito. "Las exposiciones temporales se han revelado como una prueba cabal de que es posible transmitir el mensaje específico del lugar a través de una museografía actual", afirmó, indicando que el número de visitantes ha aumentado notablemente hasta llegar a casi 62 mil el año anterior.

"El gran desafío para el futuro va a ser el de llevar estos contenidos cada vez más lejos y a más personas, pues el lenguaje de los museos es -así lo queremos- verdaderamente universal, como universal es, por definición, el mensaje de Cristo y de su Iglesia y el específico mensaje fijado a partir de las apariciones de Fátima", concluyó.

Con información de Santuario de Fátima.

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La Eucaristía es el mayor acontecimiento de la historia humana: Prof. Guzmán Carriquiry

Redacción (Jueves, 20-08-2015, Gaudium Press) La Eucaristía es el mayor acontecimiento de la historia humana, esto es lo que ha dicho el Profesor Guzmán Carriquiry, Secretario encargado de la Vice-Presidencia de la Pontificia Comisión para América Latina, durante la conferencia que ofreció en el reciente Congreso Eucarístico y Mariano Internacional que organizó la Arquidiócesis de Piura, en Perú (Ver nota: Más de 20 mil fieles participan en Congreso Nacional Eucarístico y Mariano en Piura, Perú)
"Proclamemos todos, junto a los apóstoles en torno a Pedro, con sus sucesores, con los santos y mártires, con el magisterio perenne de la Iglesia y el ‘sensus fidei' del pueblo de Dios, de generación en generación... que el Verbo de Dios encarnado, Jesucristo crucificado y resucitado, está verdadera, real y sustancialmente presente en la Eucaristía, en los signos del pan y del vino", destacó el representante del dicasterio vaticano al dar inicio a su intervención que llevó por título "La dimensión social de la Eucaristía".

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Profesor Guzmán Carriquiry, Secretario encargado de la Vice-Presidencia de la Pontificia Comisión para América Latina / Foto: UCA.
Para el Profesor, en cada Eucaristía "la Pascua de Cristo es evocada, re-presentada, actualizada. Todo cambia con la muerte del Verbo encarnado y su glorificación como Señor del universo entero. Es la victoria de la vida -¡la vida eterna!- contra las potencias de muerte: la victoria de la suprema libertad contra todas las cadenas de esclavitudes; la victoria del amor contra el odio y el egoísmo. Es la perfecta reconciliación del hombre con Dios, consigo mismo, con los demás hombres y con la naturaleza: la certeza y promesa de un ‘cielo nuevo y una tierra nueva' donde no habrá más llanto ni crujir de dientes".

Expuso, además, que en la Eucaristía "participamos en un inaudito acontecimiento, el más decisivo en la vida de las personas, en la historia humana, en el destino del cosmos".

"Ser partícipes, mediante la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo, en obediencia al Padre, por gracia del Espíritu Santo, nos injerta en el dinamismo más radical y total que con-mueve el corazón de la persona, que atraviesa y guía la historia humana, que se enseñorea del cosmos entero (...) Se trata de un acontecimiento que abraza todas las dimensiones de nuestra existencia. Por eso, la dimensión personal, social, histórica y cósmica del evento son inseparables", agregó el Prof. Carriquiry.

Dijo, además, que el encuentro personal con Cristo, que se renueva en cada Eucaristía, "es la respuesta sobreabundante pero totalmente correspondiente y satisfactoria a los anhelos de verdad y amor, de felicidad y justicia, de los que está hecho el corazón del hombre".

Más adelante, al abordar el tema de la dignidad trascendente de la persona humana, el Profesor señaló que hoy es cada vez más urgente la tarea de custodiar la dignidad que trasciende, la cual "no puede ser reducida a mera célula desechable del vientre materno, a eslabón de la cadena biológica, a productor o consumidor dentro de una lógica economicista, a la sola condición de ciudadano bajo la administración del Estado, a espectador pasivo de terminales electrónicos y televisivos, a objeto de todo tipo de manipulaciones".

En este sentido, destacó que "la Eucaristía es la suprema exaltación de lo humano", puesto que, si es verdadero encuentro con Cristo, así como profunda comunión, "cambia la vida de quienes lo encuentran".

Asimismo, señaló que el encuentro eucarístico del cristiano ha de irradiar el amor de quien dio la vida por nosotros. "Aquí entramos en esta otra inseparable dimensión de la Eucaristía como Sacrificio. Sabemos que la institución de la Eucaristía y la muerte de Jesús en la Cruz, signo de su amor redentor, son, de hecho, en su significado más profundo, un único misterio. El gesto profético en la última Cena ofreciendo su cuerpo ‘entregado' y su sangre ‘derramada' por muchos, anticipa y presupone, así como anuncia e interpre¬ta la muerte ya inminente de cruz. La Eucaristía es el memorial de ese Sacrifi¬cio perfecto y definitivo del Verbo hecho carne. Jesús abraza todo posible sufrimiento del hombre, realmente, cargando ‘con la iniquidad de todos nosotros'", recalcó el Secretario encargado de la Vice-Presidencia de la Pontificia Comisión para América Latina.

En consecuencia -como prosiguió el profesor- "participar en la Eucaristía nos tiene que llevar, si la vivimos en toda su verdad, a amar a nuestro prójimos como los ama Jesús, con sus mismos sentimientos, con su misma disponibilidad de entrega y servicio".

"Nos quiere Jesús como sus colaboradores para la liberación del mundo por piedad hacia los hombres. ‘Este es el gran tiempo de la misericordia. No lo olviden: éste es el gran tiempo de la misericordia", puntualizó citando palabras del Papa Francisco.

Con información de la Pontificia Comisión para América Latina.

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lunes, 17 de agosto de 2015

Obispo de Zipaquirá, Colombia, dedicó nueva iglesia de los Heraldos del Evangelio

Bogotá (Viernes, 14-08-2015, Gaudium Press) En solemne ceremonia el pasado sábado en las horas de la mañana, fue "dedicada" la iglesia Nuestra Señora de Fátima de los Heraldos del Evangelio, ubicada en Tocancipá, en las afueras de la capital colombiana. La celebración ha sido presidida por Mons. Héctor Cubillos Peña, obispo de Zipaquirá. 

Asistieron a la dedicación de la iglesia alrededor de 9.000 personas.

La Dedicación de un templo es como su ‘bautismo'. Es éste un rito que hunde sus raíces en los primeros tiempos de la Iglesia y que tiene por finalidad principal la habilitación del altar como ara, como mesa de Cristo, lugar donde se renovará de manera incruenta el sublime sacrificio redentor del Salvador de la humanidad. La eucaristía es "fuente y cima de toda la vida cristiana". La eucaristía es el centro y culmen de la vida de la Iglesia. Por ello ésta reviste la dedicación de un templo con una pompa y solemnidad especial.

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Cortejo de entrada de la ceremonia
Foto: Ricardo Castelo Branco / Gaudium Press

El rito de Dedicación, que se realiza en el marco de una eucaristía, da a ésta características especiales, particularidades que estuvieron vistosamente presentes en la ceremonia de dedicación de la iglesia de los Heraldos el pasado sábado.

Tras la entrada en cortejo de la imagen de la Virgen de Fátima al templo, ingresó Mons. Cubillos, acompañado de los varios sacerdotes concelebrantes, ceremoniario, diáconos y acólitos. El obispo de Zipaquirá, con paso cadenciado marcado por el apoyo de su báculo de pastor, ofrecía sus bendiciones a los feligreses que ya se habían sumergido en la atmósfera sacral de la ceremonia, y que recibían el sacramental con absoluta piedad. Es tradición la ‘entrega' de las llaves de la Iglesia. El ingeniero encargado de la construcción se las ofreció al Sr. Obispo ya ubicado en el presbiterio, quien se las cedió luego al P. Carlos Tejedor, Superior de los Heraldos del Evangelio en Colombia, presbítero encargado de la administración del templo que estaba siendo dedicado.

En una misa de dedicación el Acto Penitencial se reemplaza por el rociamiento al pueblo con el agua bendita. Esta especificidad se trasformó en un gesto de delicadeza para las más de seis mil personas que no pudieron entrar a la iglesia, y que asistían a la ceremonia en carpas provistas de grandes pantallas de televisión. En efecto, mientras algunos sacerdotes aspergían de agua bendita a los fieles al interior del templo, el propio obispo celebrante recorrió los espacios donde se hallaba la feligresía afuera. Mientras, el Coro acompañaba el acto con las bellas melodías del ‘Sicut Cervus', maravilloso canto polifónico de autoría de Giovanni Pierluigi da Palestrina: "Sicut Cervus desiderat ad fontes aquarum, ita desiderat animea ad te Deus..." - Así como el Ciervo desea los manantiales de agua, así te desea mi alma, Dios - . Verdaderamente, en el templo los fieles podrán abrevarse del agua viva del Alimento eucarístico y de la Palabra de Dios.

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Mons. Cubillos Peña entrega la llave de la iglesia al P. Carlos Tejedor, EP

Homilía de Mons. Cubillos Peña
Tras las lecturas de la Escritura (tomadas del libro de Nehemías, del Salmo 18, de la Carta a los Efesios y el texto del Evangelio de San Juan en el que Jesús profetiza la reconstrucción del "Templo" de su cuerpo en tres días - Jn 2, 10-22), Mons. Cubillos Peña profirió sentida y profunda homilía.

El prelado destacó que la palabra "Dedicación" expresaba la acción que se estaba realizando en esos momentos. Dedicación es un acto de entrega, de consagración, en el que se pide al Señor que tome para sí la obra material de la iglesia que se está dedicando. Es un acto de ofrenda al Señor del templo, con la particularidad que se ofrece a Dios de lo que Él mismo nos da, sus bienes, como ocurre con las ofrendas de la misa, el pan y el vino.

"Este templo maravilloso y bellísimo es la ofrenda", donde a su vez se ofrecerá, de múltiples formas, los dones infinitamente bellos de Dios. "Estamos llenos de alegría, experimentando el gozo de esta celebración", afirmó con gozo el prelado celebrante principal. "Este templo material nos está diciendo a nosotros lo que somos como templo espiritual, como Iglesia".

"El templo material tiene un centro", resaltó Mons. Cubillos. Ese centro es el altar, "la mesa donde se sirve el alimento de la vida eterna", altar que también "nos recuerda el sacrificio de Cristo en la Cruz". "El altar es el símbolo de Cristo Nuestro Señor" y Cristo debe ser el centro de todo. "Cristo es la Verdad, Cristo es el amor". Lo que está llamado a ser Cristo para nosotros y para el mundo, eso es lo que está representado en el altar.

El Obispo de Zipaquirá se refirió en su sermón a la previa entrada del Leccionario a la iglesia, libro de lecturas sagradas que fue colocado en el ambón, al lado del altar, simbolizando que es también el templo el lugar donde los fieles escuchan "la proclamación de la Palabra de Dios".

Finalmente Mons. Cubillos expresó que la ceremonia recordaba que todos están llamados a pertenecer la familia de los Hijos de Dios, la Iglesia, a la cual se ingresa por el bautismo, y a la que se entra para servir, unos como ministros y otros como meros fieles, todos sirviendo de acuerdo al mandamiento del amor.

Otra particularidad de las misas de dedicación es la "Colocación de las reliquias" en el altar, la cual se realiza después de la lectura o canto de las letanías de todos los Santos, que reemplaza la oración de los fieles. Debajo del ara - que en sentido lato es altar pero en sentido estricto es la losa o piedra superior del altar - fueron colocadas reliquias de santos mártires españoles, de santos carmelitas y de santos patronos de los Heraldos del Evangelio.

Oración de Dedicación, la Unción, la Incensación, el Revestimiento y la Iluminación del Altar
Tras la colocación de reliquias, se siguió la oración de Dedicación, la Unción, la Incensación, el Revestimiento y la Iluminación del Altar. 

"Aquí las aguas de la divina gracia cubran los pecados de los hombres... Aquí tus fieles, rodeando la mesa del altar, celebren el memorial de la Pascua... Aquí resuene alegre la oblación de la alabanza... Aquí los pobres encuentren misericordia, los oprimidos obtengan la verdadera libertad, y todos los hombres se revistan con la dignidad de hijos tuyos, hasta que lleguen, llenos de alegría, a la Jerusalén celestial", rezó la plegaria de Dedicación, previa al ungimiento.

El altar es ungido con el crisma, aceite sagrado con el cual se frota también a reyes, sacerdotes y pontífices. Con la unción, el altar se torna símbolo de Jesús Redentor, el "Ungido" por excelencia de Dios, quien en el altar de su cuerpo sacrosanto ofreció el sacrificio de su vida, y se tornó víctima perfecta por la salvación del pueblo. En la unción Mons. Cubillos Peña, revestido con un gremial de lino a la manera de digno delantal, trazó sobre el altar cinco cruces con el aceite sagrado, cruces que simbolizan místicamente las llagas benditas de Jesús recibidas en la Pasión. Las paredes de la iglesia fueron ungidas por sacerdotes de la diócesis de Zipaquirá, que recorrieron todas las naves marcando con el Santo Crisma doce cruces, debidamente dispuestas para ello.

Tras la unción, y en uno de los momentos más emocionantes de la ceremonia, un gran recipiente plateado conteniendo brasas es ofrecido al obispo celebrante, en el cuál deposita abundante y odorífero incienso que se transforma en sugestivo humo. La fuerte y decidida humarada subió lentamente hacia las azules cúpulas góticas, seguida de las miradas expectantes y contentas de todos, como símbolo del buen aroma del sacrificio de Cristo que sube hasta el Padre Eterno, sacrificio redentor que vehicula y sirve de propiciación a las esperanzas y los pedidos de los fieles. Por su vez, ayudantes del altar recorrían los pasillos con turíbulos incensarios, llenando de una agradable ‘niebla' todo el recinto. Después siguió el revestimiento del altar, su iluminación, la liturgia eucarística, la comunión, las oraciones finales y la procesión de salida secundada por las notas del Hallelujah del Mesías de Handel, que expresaban el júbilo y el agradecimiento a Dios por este lugar de bendición.

Lentamente, sin prisa y casi que sin verdadero deseo, los fieles fueron saliendo del templo. 

En sentido contrario, quienes estaban afuera ingresaban, para percibir los aromas de la gracia de la celebración aun presente. Durante buenos minutos y a pesar de lo extenso de la ceremonia, numerosos fieles permanecieron en los espacios del templo y sus alrededores.

Preludio y confirmación de que allí regresarán. Tal vez llevando a otros, tras hacer apostolado, invitándolos a ingresar o renovar su presencia al interior de la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo.

Gaudium Press / S. C.


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Santa Gertrudis Magna postulada como Doctora de la Iglesia

Hinojo (Viernes, 14-08-2015, Gaudium Press) A continuación la entrevista a la Hna. Ana Laura Forastieri, religiosa de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia (Trapenses), encargada de la difusión de la causa del doctorado de Santa Gertrudis en América Latina. La Hna. Ana Laura reside en el Monasterio de la Madre de Cristo, ubicado en la localidad rural de Hinojo, Argentina.

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¿Cómo surgió la propuesta de postular a S. Gertrudis como Doctora de la Iglesia?
Hna. Ana Laura - Es una iniciativa nacida entre las Órdenes monásticas, a partir de una propuesta que hizo el Abad General de la Orden Cisterciense, Don Mauro Giuseppe Lepori, a los superiores de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia (Trapenses), en el capítulo general de 2011. Fue allí que las dos Órdenes Cistercienses se unieron para promover la declaración de santa Gertrudis como Doctora de la Iglesia. Luego invitaron a sumarse a la Orden de San Benito, con la intención de que la causa pudiera ser introducida por todos los integrantes de la gran familia benedictina. Así se formó la "Comisión para la promoción del doctorado de Santa Gertrudis" compuesta por dos miembros de cada una de las tres Órdenes, más una Postuladora y un Vice-Postulador. Actualmente se está trabajando en la difusión de la causa en todo el mundo, invitando a sumarse a las diversas instituciones eclesiales, a fin de lograr un movimiento universal a favor del doctorado de santa Gertrudis.

¿Quiénes pueden participar en la propuesta y cuál es la forma de participar?
Hna. Ana Laura - Se promueve una amplia participación, invitando a sumar su apoyo a la causa a: las conferencias episcopales, cardenales, obispos, universidades católicas, facultades de teología, centros culturales o de espiritualidad, congregaciones religiosas, movimientos laicales, medios de comunicación, teólogos, expertos y fieles en general.

El modo de participar consiste en dirigir una ‘Carta al Santo Padre', en la que se expresa el apoyo al doctorado de santa Gertrudis y se dan algunos fundamentos. La carta debe ser emitida por el responsable general de la institución, en original, con membrete, firma y sello, y para el caso de América Latina debe ser enviada a nuestro monasterio: Hna. Ana Laura Forastieri, Monasterio de la Madre de Cristo CC 16 - B 7318 XAA - Hinojo, Argentina. De aquí las enviamos a la Postuladora.

Las personas e instituciones que apoyan la causa no asumen otra consecuencia que el derecho de difundir la figura de santa Gertrudis en su medio eclesial y promover -en la medida de sus posibilidades-, iniciativas pastorales, académicas o editoriales, que contribuyan a dicha difusión.

¿Qué difusión se está realizando en América Latina?
Hna. Ana Laura - En nuestro continente se comenzó con la difusión en el ámbito monástico, presentando el tema en el IX Encuentro Monástico Latinoamericano (EMLA) que tuvo lugar en México en 2013. Allí se obtuvo el apoyo de las tres conferencias monásticas que reúnen a las 135 comunidades que siguen la Regla de San Benito en América Central, del Sur y Caribe:
- SURCO: Conferencia de comunidades monásticas del Cono Sur,
- CIMBRA: Conferencia de intercambio monástico del Brasil,
- ABECCA: Asociación benedictino cisterciense del Caribe y los Andes.

Luego, a través de estas tres conferencias monásticas, se canalizó la difusión en los países latinoamericanos. CIMBRA designó a la hermana Andrea da Santissma Trindade Freitas osb, del Mosteiro da Santissima Trindade de Rio Grande Do Sul como delegada para la difusión en Brasil; yo soy la delegada por parte de SURCO, que agrupa a las comunidades monásticas de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, y coordino también la difusión de los demás países latinoamericanos, por medio de referentes locales. La difusión en cada país se realiza a nivel del episcopado, de las congregaciones religiosas, en el ámbito universitario y a nivel popular, a través de distintas iniciativas, que surgen generalmente de las personas e instituciones que dan su apoyo a la causa.

¿Podría recordarnos quien es Santa Gertrudis?
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Hna. Ana Laura Forastieri
Hna. Ana Laura - Santa Gertrudis es una monja alemana, de la tradición monástica benedictino cisterciense, que nació en 1256 y que murió en 1301. No se conocen sus orígenes familiares; a los cinco años ingresó al monasterio de Helfta para su educación, adquiriendo una gran cultura literaria y filosófica. A los 16 años profesó como monja, pero sus primeros años se caracterizaron por la rutina y la tibieza, hasta que a los 25 años tuvo una visión de Cristo adolescente que le prometió salvarla de su vacío interior. A partir de allí se convirtió a una vida monástica ferviente y dejó los estudios liberales para dedicarse a los teológicos. Comenzó a tener frecuentes visiones del corazón de Cristo y se convirtió en maestra y consejera espiritual de cuantos acudían a ella. 

Recibió grandes dones místicos como la presencia continua del Señor a su corazón, los estigmas interiores, la herida del costado y el intercambio de corazones con Cristo. A los 9 años de su primera visión el Señor le mandó poner por escrito sus visiones. Los últimos años de su vida los pasó postrada por frecuentes enfermedades. Murió el 17 de noviembre de 1301 o 1302, a la edad de 45/47 años.

¿Cuáles son sus obras?
Hna. Ana Laura - En 1289 el Señor le ordenó poner por escrito su vida. Este es el "Memorial de la Abundancia de la Divina Misericordia", escrito por la misma Gertrudis, en el estilo de las Confesiones de san Agustín. En el último período de su vida sus hermanas tomaron nota del relato de sus visiones y las recopilaron y agregaron lo que ella ya había escrito, formando el libro completo del "Heraldo de la Divina Ternura o Mensajero de la Divina Misericordia", en latín ‘Legatus Divinae Pietatis'; una obra compuesta de cinco volúmenes, de los cuales el Libro II es el Memorial de la Abundancia de la Divina Misericordia, escrito por Gertrudis, como recién dijimos. El Libro I, contiene la vida y virtudes de Gertrudis; el Libro III, revelaciones diversas que ella recibió sobre la Eucaristía, el Sagrado Corazón y la devoción a la Pasión del Señor; el Libro IV, las revelaciones que tuvo con ocasión de las fiestas litúrgicas; el Libro V, las revelaciones que tuvo sobre la recompensa o castigo de varias personas, después de su muerte. Todo el conjunto está precedido por una nota en la que consta que fue examinado y aprobado por teólogos franciscanos y dominicos de su tiempo.

Gertrudis escribió también los Ejercicios Espirituales, un libro de oración que Benedicto XVI calificó como "una rara joya de la literatura espiritual medieval" (catequesis del 6.10.10). Esta obra está compuesta de siete ejercicios que recorren las etapas fundamentales de la vida de una monja, desde el bautismo hasta la muerte; se trata de un conjunto de oraciones ardientes y poéticas, compuestas a partir de la Liturgia y la Sagrada Escritura, que expresan la búsqueda de la unión con Cristo como esposo, por parte del creyente, personificado como una esposa enamorada y fiel.

Hoy se atribuye a santa Gertrudis el trabajo principal de redacción del "Libro de la Gracia Especial", la obra de recopilación de la experiencia espiritual de santa Matilde de Hackeborn. Por lo demás, se sabe que Gertrudis escribió otras obras en alemán, probablemente comentarios a la Sagrada Escritura, que se han perdido.

¿Cuándo fue canonizada?
Hna. Ana Laura - Poco después de su muerte, el monasterio de Helfta fue destruido en 1342 por las tropas del conde Alberto de Brunswick y la comunidad debió trasladarse a Nueva Helfta (Eisleben) en 1346. Esto determinó que los manuscritos originales de sus obras se perdieran y tampoco quedara rastro de la sepultura de Gertrudis. Así, su nombre cayó en el olvido por algo más de dos siglos. Pero en el siglo XVI sus escritos fueron redescubiertos y publicados gracias a la imprenta, primero en alemán, en 1502, y luego en latín, en 1536, adquiriendo rápidamente fama y difusión en toda Europa y en Iberoamérica y motivando continuas reediciones y traducciones.

Debido a su fama de santidad y al hecho de que se desconocía su apellido, en el siglo XVII se la comenzó a llamar con el título de Magna; la Sede de Roma tuvo que comenzar a conceder autorizaciones locales para su culto: en 1606 pudieron celebrar su fiesta las monjas benedictinas de Lecce, Italia; en 1609, las monjas de la Concepción de México, y así sucesivamente hasta que en 1674 se extendió su fiesta a toda la Orden de San Benito. 

Finalmente, el 22 de enero de 1678 se dispuso su inscripción en el canon de los santos. Su fiesta se aprobó para toda la Iglesia en 1739 y se celebra el 16 o el 17 de noviembre.

¿Qué lugar tiene Santa Gertrudis en América Latina?
1.jpgHna. Ana Laura - Santa Gertrudis está presente en nuestro continente desde la primera evangelización, propagada por las órdenes misioneras y más tarde por la Compañía de Jesús, dentro de su acción de difusión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Llegó a ser muy conocida en la América Colonial, tanto en México, como en Brasil y Perú, entrando en la devoción popular, cultivada por medio de hagiografías, triduos, septenarios y novenas.

En 1609 el Monasterio de la Concepción de México fue el segundo en el mundo, en obtener el privilegio de celebrar su fiesta, antes de que fuera inscrita en el Martirologio Romano (1678). 

Tuvo una gran difusión en el México colonial, la cual quedó atestiguada en la iconografía. Los jesuitas pusieron una de sus últimas misiones en el norte de México (hoy California), bajo la advocación de santa Gertrudis. De allí se difundió el dato de que Gertrudis habría sido declarada Patrona de las Indias occidentales, es decir, co-patrona de América, con Santa Rosa de Lima. Este dato lo refieren muchos historiadores pero no ha podido ser verificado con un documento pontificio.

En Brasil su figura se difundió desde fines del siglo XVI a través de las primeras fundaciones de monasterios benedictinos provenientes de la congregación de Portugal, que pertenecía al movimiento de reforma de Monserrat, cuyos monjes eran fervientes difusores de la devoción a santa Gertrudis en España.

En Perú su devoción se desarrolló a partir del Monasterio de las Cistercienses de Lima, fundado en 1580, donde se le dedicó un altar especial, con imagen y culto solemne, donde se predicaban novenas en su honor. Su imagen actualmente se conserva en el Monasterio de la Santísima Trinidad de Lurín. En 1650 se la declaró Patrona de Oruro.

En el Río de la Plata su figura fue introducida a principios del siglo XX por los benedictinos de la Abadía de San Benito de Buenos Aires, que tradujeron sus obras y difundieron su espiritualidad, en el marco de su obra de propagación del movimiento litúrgico precedente al Concilio Vaticano II. Actualmente se la venera en todos los monasterios benedictinos y cistercienses del Cono Sur.

¿Hay actualmente devoción popular a Santa Gertrudis en América Latina?
Hna. Ana Laura - Actualmente existen varios templos y parroquias dedicados a ella en Hispanoamérica: en Orizaba en el estado de Veracruz, México; en Villa Juárez, estado de San Luis de Potosí, México; en Chilapa de Júarez, Guerrero, México; en Zacapoatxla, estado de Puebla, México hay una capilla de la Santa; en la ciudad de Grecia, Costa Rica; en Juticalpa, estado de Olancho, Honduras; en Envigado, Antioquia, Colombia y en Rovira también Colombia; en Sachaca, Arequipa, Perú y hay al menos tres parroquias en Brasil. 

Estos son los templos más importantes.

Hay también muchos pueblos y parajes que conservan desde muy antiguo el nombre de santa Gertrudis, sobre todo en México y América Central. Allí se celebra su fiesta con los signos de la devoción popular y el folklore local. Sin embargo, se conoce poco de su historia y espiritualidad. Se puede ver en ello un signo de la evangelización de los jesuitas en el siglo XVIII, época en que propagaban a la santa juntamente con la devoción al Sagrado Corazón. La repentina expulsión de los jesuitas explicaría el hecho de que el nombre de santa Gertrudis haya sido conservado tan celosamente en tantos lugares y parajes, y al mismo tiempo, el hecho de que prácticamente se desconoce su historia y espiritualidad.

¿Cuál es la importancia de Gertrudis en la espiritualidad cristiana?
Hna. Ana Laura - Santa Gertrudis es conocida en la historia de la espiritualidad, como la Santa de la Humanidad de Cristo, porque su espiritualidad se centra en el Misterio de la Encarnación. Se la considera teóloga del Sagrado Corazón de Jesús y precursora de su devoción, porque el corazón de Jesús tiene un lugar central en sus Revelaciones y encuentra en sus escritos una expresión viva y ardiente. Se la tiene además por modelo de Espiritualidad Litúrgica, porque su vida mística se da en el marco de las celebraciones litúrgicas y es desarrollo pleno de las potencialidades del Bautismo.

La formación del culto al Sagrado Corazón tal como conocemos hoy, estuvo ligada a la figura inspiradora de santa Gertrudis, que ejerció su influencia en el siglo XVII francés, tanto en santa Margarita María de Alacoque, como también en muchos otros santos y santas, que supieron traducir su doctrina para su tiempo y su cultura. Fue en el siglo XVII cuando santa Gertrudis fue inscripta en el catálogo de los Santos, como consecuencia de la generalización de su culto, en forma contemporánea a la configuración de la devoción al Corazón de Jesús en su forma actual.

Gertrudis recibió la revelación del Corazón del Jesús, en su contacto con la Palabra de Dios, la enseñanza de los Padres y la vivencia de la Liturgia eucarística y monástica. En Gertrudis la devoción al Sagrado Corazón es un aspecto más de la devoción a la Pasión del Señor y a sus sagradas llagas, y se integra dentro de su devoción a la Humanidad de Cristo. Sus visiones y revelaciones aportan un conjunto de imágenes y símbolos para traducir la realidad inefable del corazón de Cristo, que influyeron en las místicas posteriores, a lo largo de la historia de esta devoción, cada una de las cuáles las encarnará según su tiempo y su cultura propia.

¿Qué significa el título de Doctora de la Iglesia?
Hna. Ana Laura - El Doctorado de la Iglesia no es un escalón más o una categoría más alta de la santidad. El Doctor o Doctora de la Iglesia no son más santos que otros santos. El doctorado es un carisma; es un modo particular de santidad, un don especial que Dios da a un santo o santa determinados para el bien de toda la Iglesia. Lo específico del carisma de Doctor/a, es la capacidad de aportar a la Iglesia una comprensión más profunda sobre los misterios de la fe. Se confiere a aquellos santos y santas que (...) con su doctrina han contribuido a la profundización del conocimiento de la revelación divina, enriqueciendo el patrimonio teológico de la Iglesia.

Los requisitos para ser declarado Doctor/a de la Iglesia son tres: santidad notoria, doctrina eminente y declaración del Papa.

La Declaración del Papa: este el acto formal de reconocimiento del doctorado para la Iglesia. La santidad notoria implica una misión especial para la Iglesia: mientras que muchos santos/as se santifican en la vida cristiana ordinaria correspondiente a su estado, otros han recibido de Dios una misión particular para influir de manera decisiva en la Iglesia de todos los tiempos. Este es el caso de los doctores/as, que con su enseñanza han aportado al progreso de la comprensión de la fe en la Iglesia.

La doctrina eminente es el requisito específico del doctorado. Significa que la obra de ese santo/a ilumina aspectos nuevos de la Revelación o del depósito de la fe, con carácter de universalidad y actualidad. Estas notas son muy importantes: universalidad quiere decir que esa enseñanza tiene validez para todos los tiempos, para todas las culturas y en todos los ámbitos de la Iglesia; actualidad, quiere decir que esa doctrina resulta siempre vigente a lo largo de los siglos y que también es iluminadora para los hombres y mujeres de hoy. 

Ningún genio humano puede producir una doctrina con estas características, que son como una prolongación de las propiedades de la Palabra de Dios, que es eterna. Por eso, si bien para el Doctorado no se requiere un milagro, como para la beatificación o la canonización, la existencia de doctrina eminente y de un movimiento universal que solicita el reconocimiento del Doctorado, son signos muy grandes del Espíritu Santo, algo que solo puede provenir de la gracia de Dios.

¿Por qué se solicita ahora la declaración de santa Gertrudis como Doctora de la Iglesia?
Hna. Ana Laura - La iniciativa no es nueva: La Sagrada Congregación para las causas de los santos certifica haber recibido entre 1992 y 2012, súplicas colectivas, firmadas por cerca de 8700 fieles de diversas diócesis de Alemania, España, Suiza, Austria, Francia, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Suecia, Reino Unido, Lituania, Perú, Brasil, Canadá y Estados Unidos, pidiendo al Santo Padre que confiera a santa Gertrudis el título de Doctora de la Iglesia. Podemos resumir la importancia histórica y actual de la figura de santa Gertrudis con las palabras de Benedicto XVI en la catequesis que le dedicó en la audiencia general del miércoles 6 de octubre de 2010:

"Gertrudis es una de las místicas más famosas, la única mujer de Alemania que recibió el apelativo de ‘Grande', por su talla cultural y evangélica: con su vida y su pensamiento influyó de modo singular en la espiritualidad cristiana. La vida de santa Gertrudis continúa siendo una escuela de vida cristiana, de recto camino, que nos muestra que el centro de una vida feliz es la amistad con Jesús, el Señor. Y esta amistad se aprende en el amor por la Sagrada Escritura, en el amor por la Liturgia, en la fe profunda, en el amor a María, de manera de conocer siempre más realmente a Dios mismo y así la verdadera felicidad, la meta de nuestra vida".

¿Cuál es la importancia de Gertrudis para el mundo de hoy?
Hna. Ana Laura - La espiritualidad de santa Gertrudis es optimista, basada en una profunda confianza en la obra de la gracia en el ser humano, el cual ha sido creado a imagen de Dios y está llamado a una relación de profunda comunión con El. Cristo conoce la debilidad del hombre. El acoge nuestra buena voluntad, purifica y perfecciona nuestras obras, y remedia nuestra insuficiencia ante el Padre. Al nosotros nos corresponde abrirnos a la acción de la gracia en una actitud de humildad y plena confianza. Dice el Señor a Gertrudis:
"Mi corazón divino, conocedor de la fragilidad e inestabilidad humanas, desea y espera siempre con anhelante deseo, que tú le encomiendes (...) que supla y realice en tu lugar, lo que tú te sientes incapaz de realizar, ya que él puede realizarlo muy fácilmente con su omnipotente fuerza, lo conoce perfectamente con su inescrutable sabiduría y desea ardientemente realizarlo con el gozo naturalmente inscrito en la ternura de su bondad" (L III, 25.1).

Gertrudis nos transmite a un Cristo cercano que entabla una relación muy íntima con nosotros, a quien encontramos en la liturgia de la Iglesia, en la Misa y los sacramentos. La alabanza divina, la espiritualidad litúrgica, la comunión frecuente, son elementos centrales de la espiritualidad de Santa Gertrudis. Otro elemento es la mística esponsal, es decir la posibilidad de dirigirnos al Señor como esposo, que nos viene dada desde nuestro bautismo. Los místicos y las místicas que han experimentado el misterio en carne propia nos señalan el camino a seguir para encontrarnos con el Señor, quien siempre está abierto a concedernos sus dones. En nuestra época de desorientación y materialismo los místicos cobran interés, porque nos recuerdan el deseo de Dios inscripto en el corazón humano y nos señalan el camino para llegar a la unión con Él.

¿Qué mensaje te parece que transmite Santa Gertrudis a los Heraldos del Evangelio?
Hna. Ana Laura - Quiero agradecer muy especialmente a los Heraldos del Evangelio su apoyo a la causa, expresado en la carta al Santo Padre dirigida por su fundador y Presidente General Mons. Jôao Scognamiglio Clá Dias, en la cual enfatiza la actualidad de la doctrina Gertrudis para el mundo de hoy. Me agradó mucho la expresión de Mons. Jôao donde dice que los Heraldos del Evangelio pueden considerar también como propia a esta santa, a la que el mismo Cristo llamó "Heraldo del Amor divino".

En efecto, ella recibió de Dios la misión de "comunicar los arcanos de la piedad divina" (L I,2,1). En el Prólogo general del Legatus se pone en escena el título de la obra. Primero Gertrudis presenta al Señor la primera parte, escrita por ella, y el Señor le da el título de: Memoriales abundantiae divinae suavitatis (L Pr.2). Más tarde presenta al Señor la segunda parte, es decir los restantes cuatro libros y el Señor le da el título de: Legatus divinae pietatis (L Pr.4). Gertrudis comprende entonces que al Señor le agrada que ambas partes sean reunidas en un solo libro, cuyo título resultará de la unión de los dos precedentes, quedando en el centro el título correspondiente a la parte escrita por ella misma: Legatus Memoriales abundantiae divinae pietatis (L Pr.5).

Este relato simbólico expresa que el Legatus divinae pietatis es un hijo elegido, fruto de un trabajo de concepción y alumbramiento por parte de Gertrudis. El libro mismo es una persona viviente, cuyos padres se conocen; un hijo que tiene por misión ser un legatus, un heraldo, un pregonero, un juglar, un trovador, un embajador "que llevará el anuncio oficial de mi divina ternura en memoria para mis amigos" (L Pr. 5).

Qué importante resulta este relato para los Heraldos del Evangelio, que han recibido del Espíritu la misión de ser en nuestro tiempo pregoneros y anunciadores de la Buena Noticia. Sin duda la Buena Noticia, el Evangelio, es el acontecimiento de la salvación en Cristo. Pero precisamente esta salvación obrada por Cristo es la manifestación de la divina pietas, la misericordia divina. Esto es lo que nos dice la Primera carta a Timoteo 3,16: "Ahora se ha revelado el gran misterio de la piedad (eusebéias mysterion, pietatis sacramentum): Cristo se manifestó en la carne, fue justificado en el Espíritu, contemplado por los ángeles, predicado a los paganos, creído en el mundo y elevado a la gloria".

El misterio de la divina pietas es por lo tanto, el núcleo del Evangelio que los Heraldos desean proclamar al mundo de hoy. Deseo invitar vivamente a los Heraldos del Evangelio a continuar en nuestro tiempo esta misión recibida por santa Gertrudis. Que así como ella supo traducir para su tiempo la revelación de la misericordia divina, de la que tanta necesidad tiene el mundo de hoy, los Heraldos del Evangelio puedan traducirla también de un modo accesible y elocuente para los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Animo también vivamente a los Heraldos del Evangelio a difundir la vida, la misión y la doctrina espiritual de Santa Gertrudis dentro de su propio apostolado y carisma, y a trabajar en forma conjunta con nosotros en la difusión de la causa de su doctorado, promoviendo el apoyo de los obispos e instituciones eclesiales de las diócesis donde su carisma está presente.

(Entrevista realizada por la Hna. Juliane Vasconcelos Almeida Campos, EP)

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viernes, 14 de agosto de 2015

El sueño que marcó a Don Bosco para toda la vida

Redacción (Miércoles, 12-08-2015, Gaudium Press) Cuando San Juan Bosco contaba con tan sólo 9 años de edad tuvo un sueño que lo marcó para toda su vida. De acuerdo con varios conocedores de sus Memorias Biográficas, donde se narran 159 sueños de Don Bosco, éste sería el primer sueño-revelación que marcaría el inicio de lo que es hoy la Obra Salesiana.

Al acercarse la conmemoración por los 200 años de nacimiento del santo italiano, que ocurrirá el próximo 16 de agosto, compartimos algunos apartes de éstas "revelaciones de Dios", como se refería a estos sueños el Padre Lemoyne, gran amigo de Don Bosco.

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"Yo soy el Hijo de aquella a quien tu madre te acostumbró a saludar tres veces al día" / Foto: Gaudium Press.
"Tuve por entonces un sueño que me quedó profundamente grabado en la mente para toda la vida", resalta San Juan Bosco al comenzar la narración.

"En el sueño me pareció estar junto a mi casa, en un paraje bastante espacioso, donde había reunida una muchedumbre de chiquillos en pleno juego. Unos reían, otros jugaban, muchos blasfemaban. Al oír aquellas blasfemias, me metí, en medio de ellos para hacerlos callar a puñetazos e insultos. En aquel momento apareció un hombre muy respetable, de varonil aspecto, notablemente vestido. Un blanco manto le cubría de arriba abajo; pero su rostro era luminoso, tanto que no se podía fijar en él la mirada. 

Me llamó por mi nombre y me mandó ponerme al frente de aquellos muchachos, añadiendo estas palabras: ‘No con golpes, sino la mansedumbre y la caridad deberás ganarte a éstos tus amigos. Ponte, pues, ahora mismo a enseñarles la fealdad del pecado y la hermosura de la virtud'", describe luego.

El santo salesiano cuenta que en aquel sueño él se sentía algo aturdido y espantado por esas palabras y señalándole a Nuestro Señor que él era tan solo un muchacho ignorante, que se sentía incapaz de hablar de religión y le preguntó: "¿Cómo podré adquirir la ciencia?". Ante lo cual Nuestro Señor le anunció: "Yo te daré la Maestra, bajo cuya disciplina podrás llegar a ser sabio y sin la cual toda sabiduría se convierte en necedad". Y el pequeño Juan Bosco le indagó: "¿quién sois vos que me habláis de este modo?", a lo que respondió el Señor: "Yo soy el Hijo de aquella a quien tu madre te acostumbró a saludar tres veces al día".

"En aquel momento vi junto a él una Señora de aspecto majestuoso, vestida con un manto que resplandecía por todas partes, como si cada uno de sus puntos fuera una estrella refulgente. La cual, viéndome cada vez más desconcertado en mis preguntas y respuestas, me indicó que me acercase a ella, y tomándome bondadosamente de la mano: ‘Mira', me dijo. Al mirar me di cuenta de que aquellos muchachos habían escapado, y vi en su lugar una multitud de cabritos, perros, gatos, osos y varios otros animales. ‘He aquí tu campo, he aquí en donde debes trabajar. Hazte humilde, fuerte y robusto, y lo que veas que ocurre en estos momentos con estos animales, lo deberás tú hacer con mis hijos'", continúa la narración.

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Nuestra Señora le muestra a Don Bosco en un sueño dónde debía construir una iglesia en su honor: La Basílica de María Auxiliadora de Turín / Foto: Gaudium Press. 
Luego, prosiguió: "En aquel momento, siempre en sueños, me eché a llorar. Pedí que se me hablase de modo que pudiera comprender, pues no alcanzaba a entender qué quería representar todo aquello. Entonces ella me puso la mano sobre la cabeza y me dijo: ‘A su debido tiempo todo lo comprenderás. Dicho esto, un ruido me despertó y desapareció la visión'".

Con el paso de los años se constataría que éste fue el primero de los 159 sueños proféticos que San Juan Bosco tuvo a lo largo de su vida, marcando el inicio de la Obra Salesiana. 

Como lo expresa el Padre Eliécer Sálesman en el libro "Los sueños de San Juan Bosco": "toda su vida la empleó en transformar jóvenes difíciles como fieras, en buenos cristianos como mansos corderos". Todo con la ayuda maternal de María Auxiliadora.

Con información de "Memorias Biográficas" y "Los Sueños de San Juan Bosco" del Padre Eliécer Salesman.

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Benedict Daswa, primer beato sudafricano

Ciudad del Cabo - Sudáfrica (Miércoles, 12-08-2015, Gaudium Press) El próximo día 13 de septiembre, en Tshitanini, en la Diócesis de Tzaneen, en Sudáfrica, será beatificado el laico católico Benedict Samuel Tshimangadzo Daswa.

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Benedict Daswa será el primer beato sudafricano

La ceremonia de beatificación del Siervo de Dios tendrá como presidente al Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos.

Benedict Daswa fue también el primer mártir sudafricano reconocido por la Iglesia. Él fue asesinado el 2 de febrero 1990.

Un hombre de Dios, según Mons. Hugh Slattery, obispo emérito de Tzaneen, que en el año 2000 dio inicio a la causa de beatificación de Daswa.

Mons. Slattery: "Daswa se liberó del poder de la brujería y del mal. Después, él buscó ayudar a otras personas a vivir esta libertad, abriéndose a Cristo y al Evangelio".

Benedict Daswa, padre amoroso de ocho hijos, fue profesor y catequista.
Pasó toda su vida en Mbahe, en la Diócesis de Tzaneen, donde nació el 16 de junio de 1946, en una familia no cristiana.

Durante la adolescencia, se unió a un grupo de catecúmenos y a los 16 años pidió para ser bautizado, escogiendo el nombre Benedict. Formó una familia numerosa, trabajó también en el campo.

En su huerta, los pobres compraban sin tener dinero y los jóvenes trabajaban para ganar lo que precisaban para pagar sus estudios.

Benedict se comprometió mucho en el campo educativo: fue profesor de enseñanza fundamental y después director de la escuela primaria local, catequista y animador de la comunidad, guía y animador de los jóvenes durante los fines de semana y las vacaciones.

Combate a la brujería

2.jpgEn enero de 1990, comenzaron los problemas que luego se agravaron. Una tempestad de rayos se abatió sobre la región en que vivía y muchas cabañas fueron incendiadas.

Los jefes del pueblo, ligados a hechiceros, interpretaron el hecho como una maldición, fruto de brujería.

Y ellos decidieron, entonces, consultar un chamán para que, con sus artes mágicas, encontrase al responsable por la maldición y lo expulsase del pueblo.

La única persona a oponerse a eso fue el Beato Benedict Daswa, que se esforzaba para explicar a los habitantes del pueblo el origen natural de aquellos rayos que destruyeron tantas cabañas.

Muerte cruel

Entonces, él pasó a ser visto como sospecho. Fue víctima de una emboscada hecha por un grupo de agricultores hechiceros que lo atacó armados de piedras y palos.

Benedict consiguió huir y refugiarse en su casa, pero poco después salió espontáneamente.
Él fue golpeado sin piedad, escaldado con agua hirviente y apedreado.

Últimas palabras: una oración

Algunos de los que presenciaron el martirio cuentan que vieron que él rezaba en voz alta, antes de expirar.

En este año, el 22 de enero, el Papa Francisco autorizó a la Congregación de las Causas de los Santos a promulgar el decreto reconociendo el martirio. (JSG)

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miércoles, 12 de agosto de 2015

Una inusual pero eficaz caridad nace en Phoenix, EEUU: dar muebles dignos a los necesitados

Phoenix (Martes, 11-08-2015, Gaudium Press) Tres mujeres católicas de la ciudad de Phoenix, en Estados Unidos, dieron inicio a una particular organización caritativa que busca atender una necesidad que a menudo pasa desapercibida o es relegada a un nivel secundario: dotar de muebles dignos a las familias necesitadas. El objetivo de esta idea es causar un impacto mucho más profundo en los beneficiarios que lo que podría apreciarse a simple vista. "Nuestra misión es ayudar a las personas y familias a vivir con dignidad, proveyendo bienes básicos para transformar una casa en un hogar", afirma la organización.

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El esfuerzo de dar una nueva vida al espacio habitado por una familia tiene un efecto renovador sobre el espíritu humano. Foto: Furnishing Dignity.
Con muebles, alfombras y otros objetos de hogar se da una nueva perspectiva a la vida de personas necesitadas que viven solas o familias que cuentan con un solo padre y afrontan graves limitaciones. El efecto sobre el espíritu de quienes reciben las ayudas es notorio de forma inmediata. 

"Cuando eres una persona sin hogar, tu espíritu se va al piso todos los días. Las calles son muy frías y brutales"., reflexionó una de las mujeres beneficiadas por el programa en una carta de agradecimiento. "Su compasión, esfuerzo, consideración, generosidad, atención a los detalles y amor mostrados a una total extraña significan más para mí que lo que jamás podría decirles".


De ser una actividad espontánea hecha durante un día festivo, la iniciativa pasó a ser una organización sin ánimo de lucro y recibir un nombre formal: Furnishing Dignity (Dignidad de Amoblamiento). Los miembros de la organización y varios de sus benefactores son miembros de la misma parroquia local, la de St. Benedict, y cuentan con el apoyo de la Sociedad San Vicente de Paúl y la Policía para ubicar los hogares que necesitan de su ayuda.

Una pareja de empresarios católicos dedicados a bienes raíces presta un camión de mudanzas para realizar las intervenciones y la fundación atiende casos en toda el área metropolitana de Phoenix. La organización recoge fondos para comprar colchones (siempre se emplean nuevos) y admite donativos de muebles en buen estado, así como electrodomésticos funcionales.

Con información de The Catholic Sun.

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Apostolado del Oratorio de los Heraldos del Evangelio en Brasil, celebra sus 15 años con peregrinación a Aparecida

Aparecida (Martes, 11-08-2015, Gaudium Press) La devoción a Nuestra Señora Aparecida está presente en el corazón de millares de brasileños que de tiempos en tiempos viajan, de todas partes del país, a visitar a la Patrona del Brasil.

Lo mismo ocurre con aquellos que participan del Apostolado del Oratorio de los Heraldos del Evangelio: una vez por año ellos son invitados a visitar el Santuario Nacional de Nuestra Señora Aparecida, en el estado de San Pablo.

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Un gran número de ellos atiende a la invitación: en la explanada, en la rampa que da acceso al Santuario y en su interior, los millares de peregrinos del Apostolado del Oratorio son vistos portando sus esclavinas anaranjadas y trayendo los oratorios de la Virgen.

Este año, los más de 11 mil peregrinos, provenientes de 120 ciudades brasileñas, además de las gracias recibidas, tuvieron algo más para agradecer: los 15 años del Apostolado del Oratorio.

La alegría entre ellos fue una constante y la esperanza de todos se tornó un aliento para continuar la caminata de un nuevo año de apostolado y evangelización con María.

Las celebraciones fueron iniciadas el viernes, día 07 de agosto con una Misa a las 18:00 horas en la Basílica Velha, seguida por una procesión luminosa (semejante a la que se hace en el Santuario de Lourdes, Francia) hasta la Basílica Nueva.

Al día siguiente, 08, la programación tuvo inicio a las 07:30 horas de la mañana con la recitación del Santo Rosario en frente a la tribuna Papa Benedicto XVI. El Cardenal Mons. Raymundo Damasceno presidió la Santa Misa, que fue concelebrada por diversos Obispos y Sacerdotes presentes.

Esta fue la 7ª edición de la Peregrinación Nacional al Santuario de Nuestra Señora Aparecida promovida por el Apostolado del Oratorio. Algo que pasó a ser un acto de una gran familia: durante el año todos los participantes del Apostolado del Oratorio reciben diariamente en sus casas la visita de la Madre. Y una vez por año los hijos se juntan y van todos a la Casa de la Madre:

Cosa de familia, cuando la Madre y los hijos se quieren bien, muy bien... (EPC)

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Sobre la Eucaristía. La primera, la mayor y la eterna. Padre Rafael Ibarguren EP Asistente Eclesiástico

En nuestros encuentros con la Eucaristía, que es por excelencia un misterio de fe, nos debe tonificar esa indispensable virtud teologal que es la fe: “creo que estás verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento”. La fe sustenta el dogma eucarístico; sin ella no hay adoración genuina ni comunión fervorosa.

     También la virtud de la esperanza se ejercita maravillosamente a la vista de la Eucaristía que es semilla de vida eterna. En cada Misa, después de la consagración, manifestamos gozosos la esperanza escatológica del triunfo definitivo y anhelado de Cristo “¡Ven Señor Jesús!”. Y cuando, antes de distribuir la comunión, el sacerdote presenta la Hostia consagrada a los fieles, recitamos una súplica llena de ilusión: “Di una sola palabra y quedaré purificado”.

     Pero es la virtud de la caridad la que debe irrumpir primeramente en la cita con la Hostia Santa. Lo dice un fundador de obras eucarísticas S. Pedro Julián Eymard: “Empiecen todas sus adoraciones con un acto de amor y así abrirán sus almas con delicias a la acción divina. Es porque ustedes comienzan por ustedes mismos que acaban parando en el camino; o bien, incluso si comienzan con cualquier otro acto de virtud que no sea el amor, harán camino equivocado ¿Acaso el niño no abraza a su madre antes de obedecerle? El amor es la única puerta del corazón”.

      Probablemente, más de una vez hemos experimentado, en nuestra vida de adoradores, intentos de “bienestar” junto al Señor que, por partir del amor propio o de un cierto misticismo sensual mal concebido, nos hace salir insatisfechos del encuentro con Jesús. La cita tuvo sabor a esterilidad…

     ¡Cuántas desilusiones y hasta frustraciones! Como consecuencia, vamos dejando de lado el propósito de adorar a Dios en su Sacramento. Y para dar justificación a la penosa deserción, imaginamos que le servimos mejor en obras y trabajos exteriores, aunque añoremos aquellos encuentros junto al sagrario que fueron nuestro “paraíso”. Sucede que la tibieza va tomando progresivamente el lugar de lo que otrora fue una pasión.

     Ya nos lo dijo también San Pedro Julián en otro de sus escritos que el amor debe ser apasionado: “Mientras no tengamos por Nuestro Señor presente en el Santísimo Sacramento un amor apasionado, no habremos hecho nada… Dirán: ¡pero eso es una exageración! Exagerar es ir más allá de la ley. Pues bien, el amor debe ir más allá de la ley”.

     ¿Cómo se explica que en tantos lugares el Sacramento Eucarístico esté tan olvidado, sino por esa ausencia de fe robusta, de esperanza alegre y, sobretodo, de amor, de pasión?
     Es evidente que el amor no se agota en la observancia de un reglamento. Para los fariseos, fieles cumplidores del pago del diezmo, de las abluciones prescriptas y de recitar ostentosas oraciones en las esquinas de las plazas (para ser vistos…), la letra de la ley justifica. No así para los corazones humildes y amantes.

     Es el amor que justifica, no la ley. Lo dice, a su manera, San Agustín: “Ama y haz lo que quieras”. Además, es sabido que el que ama de verdad, es el que mejor cumple la ley, pues el que cultiva el amor, tiene un corazón delicado, atento.

     “Así como o nuestro cuerpo crece y se mantiene por la alimentación — caso contrario caminaría para la muerte—, también la vida sobrenatural del hombre se sustenta de amor. He ahí el secreto de la germinación de la gracia, pues la acción de Dios se torna más fértil y pujante por la caridad” (Mons. Juan Clá Días “Lo Inédito sobre los Evangelios”).

     La Sagrada Escritura, el magisterio de la Iglesia y la ciencia teológica tienen maravillosas explicitaciones sobre lo que es el amor; más propiamente sobre la virtud sobrenatural de la caridad. Es de lamentar que una cosa tan sublime como el amor, haya sido mil veces ensuciada y lo esté siendo cada vez más…

     No confundamos el don del amor auténtico con lo que pueda ser filantropía, o con sentimientos de ternura o de compasión, por más legítimos que puedan ser. Estas manifestaciones son pétalos de la maravillosa flor de la caridad que anida en los sagrados corazones de Jesús y de María y que se irradia como un bálsamo a los corazones que se les abren. Pero si los pétalos se desprenden de esa flor, no serán más que una aroma efímera y, finalmente, basura que el viento se lleva.

     Para confirmar a San Pedro en su misión de Príncipe de los Apóstoles Jesús no lo interroga sobre su fe o sobre cualquier otra virtud sino sobre su amor. Por tres veces consecutivas le pregunta “Pedro ¿me amas?”.

     San Pablo por su parte escribió mucho sobre esta virtud. A los colosenses les dijo: “Por encima de todo, procurad el amor que es el ceñidor de la unidad consumada”. Y a los corintios: “En una palabra, quedan la fe, la esperanza y el amor; de estas tres la más grande es el amor” (…) “El amor no pasará jamás”.

     Veamos en estas enseñanzas referidas sobre la reina de las virtudes –así llamaba San Pío de Pietrelcina a la caridad- un valioso subsidio que podrá motivarnos en nuestros compromisos de adoradores junto al Sacramento del Amor.

Rafael Ibarguren EP
Asunción, agosto de 2015