Mons. Bernardo Bastres |
Mons. Bastres advirtió que el Código Penal chileno castiga la interrupción de un culto o una acción litúrgica. "Entonces esta gente no sólo entró al templo, sino que interrumpió y profanó, o sea que quien ese día vino a rezar a la Catedral y que estaba, no pudo celebrar la eucaristía, y esa gente necesita reparación. Por ejemplo, la gente que mandó a rezar una misa por un difunto y había varios difuntos", expresó el prelado.
La gravedad del acontecimiento, inédito en el país austral, también fue puesta de relieve por el obispo: "Es primera vez que en la historia de Chile entran a interrumpir un oficio religioso, ni en la época de la colonia, ni en la época militar, nunca y lo peor de todo es que fueron jóvenes, niños, anarquistas".
Lo que "hoy ha ocurrido algo que no puede volver a suceder; podemos pensar distinto, pero lo que no puede ocurrir es cerrar los caminos de acuerdo", afirmó Mons. Bastres el mismo domingo día de los hechos. Según Monseñor, una opinión diferente a la de algunos no puede ser motivo a entrar a la iglesia y sentarse en el altar, símbolo sagrado de un templo católico, además de causar otros daños.
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/43453#ixzz2ISUW9FET
Se autoriza su publicación desde que cite la fuente.
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