El Prof. Carriquiry ofreció en Lima la conferencia "El papel de los laicos en la Nueva Evangelización" / Foto: Arzobispado de Lima |
En este sentido, exhortó a los presentes a ser testimonio de coherencia cristiana y de santidad en el ámbito de la familia, el trabajo, la educación, la cultura y la política: "Todos nosotros debemos llevar la presencia de la Iglesia en la vida matrimonial, en el ejercicio profesional, en las fabricas, las oficinas, los campos de la vida política y social, compartiendo nuestra fe".
Ante lo cual añadió que hoy es necesario demostrar que "el cristianismo es la propuesta humana más plena", y que los laicos comprometidos "sean capaces de evangelizar el mundo del trabajo, la economía y la política".
Continuó señalando que hoy también es necesario que los laicos sean "coherentes con la fe" y tengan "capacidad de juicio cultural, de competencia profesional y pasión de servicio al prójimo".
Vivir la catolicidad con radicalidad, totalidad y fidelidad
En otro momento, el Secretario General de la Pontificia Comisión para América Latina alentó a los presentes a vivir la catolicidad con radicalidad, totalidad y fidelidad: "Ser católico hoy día es ir contracorriente, es ser signo de contradicción, pero a la vez de sorprendente novedad. Por eso hay que anunciar sin inhibiciones ni cobardías la Buena Nueva de Cristo. Debemos adherirnos a todos los contenidos de la doctrina cristiana, sintetizados de modo admirable en el Catecismo de la Iglesia Católica".
Y dijo, además, que la mayor amenaza de hoy "es la construcción de una cultura dominante, global, relativista y hedonista que induce estilos de vida y comportamientos cada vez más distantes, respecto a la tradición católica".
El evento contó con la presencia del Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima, quien en su saludo de bienvenida y agradecimiento al Profesor Carriquiry expresó: "Con mucho gozo y esperanza contemplo el auditorio lleno de gente, porque todos respondemos a esa voz inscrita en nuestros corazones que nos invita a seguir a Cristo junto a su madre la Virgen Santísima. Son tiempos de esperanza y de fe para gente valiente y generosa. Es la hora de la conversión al amor de Jesús, a la práctica de los sacramentos y a la oración. Que los bautizados, desde sus mil ocupaciones, iluminen el mundo de hoy".
Con información de la Oficina de Comunicaciones de y Prensa del Arzobispado de Lima.
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